05 enero 2015

               EL SUBMUNDO DE LOS SERVICIOS
                    

                  
Poco importa que cambie de nombre: que antes se llamara SIDE (Servicio de informaciones del Estado); que perdiera el DE y ahora se llame SI (Secretaría de Inteligencia). El mundo de los servicios de inteligencia es un submundo. El mismo de donde surgieron los millones para incentivar senadores y sancionar una ley contra los trabajadores en el affaire conocido como “La Banelco”. El mismo de donde provinieron los 400.000 dólares para que el principal imputado local por el atentado a  la AMIA, Carlos Tellerdín, acusara a policías bonaerenses. O que un 13 de junio de 1956 el agente del SIDE Pérez Gris asesinara al abogado Marcos Satanowsky en el tortuoso litigio para quedarse con el diario “La Razón” (el que posteriormente fue un medio abastecido y orientado desde la penumbra de los servicios). Durante el menemismo también de la SIDE salían los sobres para jueces federales, periodistas y políticos en lo que era conocido como “La cadena de la felicidad”, práctica de la que seguramente quedan remanentes. En un momento Federico Storani, al asumir como Ministro del Interior del gobierno de la Alianza, prometió dar los nombres de los periodistas que cobraban de la SIDE, pero lamentablemente nunca lo concretó.
Apenas algunos de los cientos y cientos de casos turbios, enunciados a mero título enunciativo.
Un organismo del Estado, al que los gobiernos suelen utilizar contra los fines originales y que paradojalmente por su accionar en las sombras termina teniendo vida autónoma.
El último jefe formal que la dirigió, el ex gobernador de Santa Cruz Héctor Icazuriaga, un hombre de máxima confianza de Néstor Kirchner y Cristina Fernández comentó “haber hecho todo lo que la Casa Rosada le pedía en cuestiones operativas, pero que siempre será imposible manejar las capas más antiguas de la SI”. Junto a su segundo Francisco “Paco” Larcher fueron reemplazados por Oscar Parrilli y Juan Martín Mena, respectivamente.
Pero los verdaderos conductores del SI, han sido desde hace muchos años el Director de Asuntos Externos Antonio Stiles conocido como Jaime Stiusso  y Fernando Poncino, Director de Reunión Interior.


El periodista  Gerardo  Young, autor del libro “SIDE, la Argentina Secreta” escribió en el diario La Nación: “La Secretaría de Inteligencia es un sitio misterioso para todos menos para un puñado de personas. Y el que sabe gobierna. Y el que sabe más que nadie se llama Antonio Horacio Stiles. Es un hombre de 61 años. Es ingeniero. Es fanático de la tecnología. Es padre. Es divorciado. Ha viajado por el mundo y ha forjado una leyenda sobre sí mismo que lo ata al miedo y la fascinación que genera en los demás. Es conocido por su apodo de guerra Jaime Stiusso……Trabaja desde hace 42 años en el espionaje. Ingresó a la SIDE en diciembre de 1972 y pasó del tímido lugar de chico de los mandados hasta convertirse en el Director General de Operaciones, el cargo más importante detrás del jefe y del subjefe. El 26 de julio del 2004  el Ministro Gustavo Beliz mostró su fotografía en televisión, lo que le costó un juicio, su radicación en los EE.UU y su abandono de la política.
Stiusso siempre se pavoneó de su más que estrecha relación con la CIA (Servicio de Inteligencia norteamericano) y el Mossad (Servicio de Inteligencia Israelí).
SERVICIOS DE INTELIGENCIA EMBLEMÁTICOS


La CIA ha sido fundamental en todo tipo de trabajo sucio que va desde haber intervenido en los múltiples golpes de estado en América Latina y en el mundo,  pasando por la instigación del asesinato del Che en Bolivia, a participar en el armado de la invasión a Cuba en 1961. El Mossad que tiene la tarea de "dirigir, defender y garantizar la existencia del Estado de Israel”, ha eliminado enemigos del estado israelí en diversas partes de mundo, siendo muy emblemáticas las persecuciones y ejecuciones de los que perpetraron los asesinatos de los deportistas israelíes en los juegos olímpicos de Munich de 1972, como así también el secuestro del criminal nazi Adolf Eichmann en la Argentina para ser juzgado y posteriormente ejecutado en Israel. En el socialismo real, la KGB en Rusia, la Stasi en Alemania Oriental tuvieron una historia atravesada por torturas y asesinatos.
En un libro de reciente aparición “¿Quién mató a EL Che? Cómo logró la CIA desligarse del asesinato?” de Michael Steven Smith y Michael Ratner, donde presentan a la CIA como una organización paramilitar que muchas veces comete crímenes con autonomía de la Casa Blanca, entrevistado el primero por el bisemanario Perfil afirmó: “Hoy en día la CIA es una organización mucho más peligrosa de lo que era en 1948. Tiene sus propios drones que asesinan personas desde lo alto del cielo y, para tomar sólo un ejemplo, todos los martes el jefe de la CIA se reúne con el Presidente de los EE.UU en la Casa Blanca para revisar una lista con personas que ellos consideran que deben ser asesinadas. Es lo que se conoce  como “Martes del terror”. La CIA ha matado muchas personas desde el 11 de septiembre, incluso ciudadanos norteamericanos. Creo que la CIA es una organización que imparte miedo, una organización que comete asesinatos sin responder a ningún tipo de legislación” 
Otro caso emblemático del poder en las sombras fue el jefe del FBI  John Edgar Hoover que lo dirigió durante 48 años ininterrumpidos. Racista, antisemita, furiosamente discriminador y perseguidor de los homosexuales, a pesar de serlo él mismo,  no pudo ser desplazado a pesar de los intentos de distintos presidentes norteamericanos como Truman, Kennedy, Johnson y Nixon.

Truman llegó  acusar a Hoover de transformar el FBI, en una policía secreta privada.
Sus carpetas con seguimientos a políticos como el presidente Franklin Delano Roosevelt  al que amenazó con revelar infidelidades de su mujer o Martin Luther King al que intento destruir con hacer trascender sus romances extramatrimoniales, no se diferencian con prácticas denunciadas como frecuentes en sus émulos argentinos.
ALGUNAS HIPÓTESIS SOBRE LOS DESPLAZAMIENTOS
Es posible que el enfrentamiento soterrado de Stiusso con la Casa Rosada tenga su origen en la firma del Memorando con Irán en enero del 2013. Es probable, pero para nada seguro, que haya sido ese país el ejecutor del atentado a la AMIA, pero eso no surge de la “investigación” en la que quedaron procesados el juez Galeano que la realizó y los fiscales Muller y Barbacchia, y en la cual aún hoy no existe ninguna seguridad sobre la existencia del coche bomba, con imputados perejiles que luego quedaron en libertad; en la que se le pagó a un imputado (hecho que fue grabado y pasado por televisión); donde se destruyeron y plantaron pruebas falsas por parte de la policía y los servicios de inteligencia locales y extranjeros; en la que no se avanzó sobre el encubrimiento local ni se descubrió un solo cómplice en el país, aunque se asegura saber con certeza lo que se tramó a 13.778 kilómetros de distancia. Investigación en la que el fiscal Nisman, que participó y continuó con la investigación impugnada, recibió indicaciones en reiteradas ocasiones de “La Embajada” sobre lo que había que investigar (Irán) y lo que había que relegar (el encubrimiento local y la pista siria), como quedó reflejado en los wikileaks demostrando la infinidad de puntos oscuros. Santiago O`Donnell en su libro ArgenLeaks escribe: “Los funcionarios estadounidense de la embajada le dijeron a Nisman que se dejara de embromar con la llamada “pista siria” …Al advertir el malestar de los diplomáticos estadounidense por el pedido de captura de Menem, Nisman les aseguró que no iba a insistir con sus averiguaciones acerca de la “conexión local”. Dijo que le había entregado esa investigación al juez Lijo y que de ahora en más se dedicaría a seguir la recomendación que le habían hecho los funcionarios de los Estados Unidos. Escribió el embajador  Wayne: “Nisman aseguró que ya no tendría ningún rol en ese aspecto del caso (la investigación de la conexión local) y que continuaría enfocado en descubrir nuevas pistas  y fortalecer las pruebas contra los iraníes” (Páginas 38 y 39). El periodista y escritor  Horacio Lutzky, en su informe especial “Caso AMIA, La Deuda Interna”, sostiene: “ ...durante los años del gobierno de Carlos Menem fue palpable la tácita prohibición de investigar cualquier factor que llevara a Siria o ciudadanos con vinculación con autoridades de aquél país, siendo que numerosas evidencias archivadas en la causa demuestran que el factor internacional fue una UTE (unión transitoria de empresas) con sede en Teherán y también en Damasco....” A su vez Raúl Kollman, en Página 12 del 17 de julio del 2003, sostiene: “ Uno de los máximos jefes de la SIDE, en la investigación del caso AMIA, Patricio Finnen, reconoció en una reunión interna realizada hace dos años en la central de espías, que los servicios de inteligencia brasileños le enviaron a la SIDE, antes del atentado contra la AMIA, dos advertencias por escrito de que se estaba por producir un ataque en Buenos Aires......también reveló que el dinero para pagarle a Carlos Telleldín salió de unas de las  cuentas que la SIDE tenía en Nueva York, que el borrado de las escuchas telefónicas al armador de autos truchos fue realizado por Marta o Graciela, dos de las mujeres de mayor relieve de la SIDE y que en tiempos de Carlos Menem se le prohibió a la SIDE, de hecho,  toda investigación de la llamada “pista siria”.”
La  posibilidad, entonces, que la “investigación” de Stiusso fuera seriamente cuestionada a partir de los hechos posteriores que dejaba abierto la firma del Memorando (cosa que luego no sucedió porque Irán neutralizó lo firmado) fue posiblemente el primer cortocircuito.  
El segundo detonante fue que el SI aseguró a la Presidenta que Sergio Massa no se presentaría a las elecciones parlamentarias del 2013. En ese aspecto el que habría jugado un papel importante es Francisco Paco Larcher, el señor 8, que fue el que transmitió a la Presidenta la absoluta seguridad de la permanencia del intendente de Tigre en las filas del Frente para la Victoria. En este caso, más que a la inoperancia, se atribuyó el error a la intencionalidad ya que Larcher estuvo cerca de integrar las listas del Frente Renovador. La Presidenta fue informada de lo que iba a suceder con Massa a través de Julián Dominguez.
A partir de ahí se ha ido produciendo un paulatino incremento de fondos a la Dirección de Inteligencia del Ejército en detrimento de la Secretaría de Inteligencia. Así el presupuesto para el SI fue en el 2013 de casi 613 millones, en el 2014 de 689 millones, mientras que las huestes de César Milani recibieron 333 millones y 431 millones respectivamente, tendencia que se acentuará en el 2015. No es indudablemente una casualidad que Milani quedara a cargo de la Jefatura Mayor del Ejército, cuatro días después de la ruptura de Massa.

Llama la atención que no se contrastara la información de la SI con distintos informes que daban como un hecho el salto del hombre de Tigre. Cuenta Eduardo Anguita en su libro “La Patria Pensada” que en agosto del 2012 publicó en “Miradas al Sur” “una interesante encuesta de Demographia en el distrito bonaerense en donde decía: “Al intendente del Tigre Sergio Massa, lo conocen el 87% de los bonaerenses y nueve de cada diez … lo ven en forma positiva” Anguita escribe que “recibió algunos llamados de disgusto de gente cercana al gobierno. Fue citado por uno de los principales colaboradores de la Presidenta quien le dijo que esa encuesta no tenía ningún valor……..No es preciso ser psicólogo para notar  de que el entorno mismo de Cristina prefería negar el alto conocimiento público de Massa y que,  sobre todo, les inquietaba  que el intendente de Tigre tuviera mejor imagen que la Presidenta”         
El tercer elemento de conflicto fue la política hacia el Poder Judicial del Poder Ejecutivo conocido como “democratización de la justicia”, que le quita poder a los jueces federales al dejar la investigación en manos de los fiscales. Eso dio origen a una alianza tácita entre el sector de la SI dirigido por Stiusso y los doce jueces federales, algunos de ellos integrantes de la famosa servilleta de Carlos Corach denunciada por Domingo Cavallo, con relación afectuosamente interesada en la “Cadena de la Felicidad” con la SI. De ahí partiría la información brindada por la SI a los jueces y al periodismo, base de las pirotécnicas denuncias periodísticas, algunas de las cuales pegan en zonas sensibles del Poder Ejecutivo.


El cuarto elemento fueron las denuncias del periodista Miguel Bonasso en su libro “Lo que no dije en Recuerdo de la Muerte”, en el que denuncia a Stiusso  de formar de una red de trata de personas.
Sorprendentemente Stiusso dio un reportaje a la revista Noticias para responderle a Bonasso al tiempo que denunciaba amenazas de muerte. Al respecto afirmó: “Pero eso ya venía de hace más de un año. Hasta mi familia está acostumbrada a las amenazas. Mi familia ha recibido bombas en la casa, en otros años. No ahora ni con este gobierno. O sea  que…¿miedo a la muerte de qué? Ahora, eso no quita que manden boludeces, pero miedo a la muerte no podés tener. No podría haber hechos los trabajos que hice en estos 30 años si tuviera otras tareas. Que no son las que dice el pelotudo de Bonasso, que yo andaba con la dictadura y todas las pelotudeces que dice él.”
Una coincidencia interesante cuenta Bonasso en el libro citado: en el despacho de la jueza María Romilda Servini de Cubría trabaja una hija de Stiusso.
A todo esto se suman hechos confusos de este submundo, como el asesinato de Pedro “Lauchón” Viale, hombre del SI y de Stiusso, quien fuera asesinado en su casa por el grupo Halcón cuando posiblemente estuviera investigando, según ciertos trascendidos, al comisario Hugo Matzkin, que suena como posible jefe de la Bonaerense en caso de ser elegido Daniel Scioli.
El relato de la muerte del “Lauchón” en el libro de Bonasso es el siguiente: “Dormía cuando los catorce comandos del Grupo Halcón llegaron frente al portón de la calle Rocha Blaquier 1502, en la zona de quintas de La Reja. Eran las cinco y media de la mañana. Había estado haciendo zapping en el lecho matrimonial hasta las cuatro. Esa noche no había ido al burdel, a sacarse fotos con las chicas, como solía. Tal vez pensó que no había nada como la vida sana, en familia. La explosión en el portón lo hizo saltar de la cama. El espía de cara alargada y mirada zorruna que se llamaba Pedro Tomás Viale, pero todos conocían como el Lauchón, manoteo la Glock calibre 40 que tenía en la mesa de luz y se levantó los calzoncillos, gritando:
-        ¡Tengo chapa! ¡Tengo chapa! Soy de la SIDE!
 La respuesta fue el estruendo imparable de la balacera.  El Lauchón le quitó el seguro a la Glock y se agazapó hacia el pasillo que daba al baño en suite. Su mujer, María Denis, aullaba que no lo mataran………Cesaron los disparos y los gritos. Escuchó una puteada: uno de los policías había sido herido en un pie, la única parte de su anatomía que no estaba acorazada. María Denis, una tucumana que llevaba cuarenta años con el espía, venía  presintiendo que iba a terminar así: con cuatro tiros en el cuero antes de cumplir los sesenta. Sabía, desde mucho tiempo atrás, que vivían en el filo de la navaja, pero confiaba en los contactos de alto nivel de su marido, que según él decía no le iban a soltar la mano por fiera que viniera la mano……..El finado no era precisamente un humanista, llevaba muchos años en el espionaje y en los delitos que suelen acompañar a tantos espías y policías: la trata de personas y el tráfico de drogas”            
EL SUBMUNDO DE LOS SERVICIOS

Los cambios en la SI no dejan lugar a dudas: se busca la mayor fidelidad al Poder Ejecutivo con la designación de Oscar Parrilli, hasta ahora Secretario General de la Presidencia integrante del riñón íntimo presidencial y del joven abogado Juan Martín Mena, uno de los autores del Código Procesal Penal que irrita a los jueces federales. Se fortalece, por el momento, hacia el interior del SI a Fernando Poncino que reporta a César Milani con vínculo directo con Carlos Zannini.
La primera medida de Parrilli fue audaz, sacando a Stiusso, demostración que Cristina Fernández va a jugar fuerte en el tema.
Los dos periodistas, desde distintos ángulos ideológicos que más conocen del tema, son Horacio Verbitsky de Página 12 y Carlos Pagni de La Nación. El primero tituló acerca de los cambios: “Oportuno, necesario y tardío”. El segundo: “La ex temible SIDE, disputa entre los dueños del miedo”  
Es preciso señalar por otra parte, que el ejército tiene prohibido realizar inteligencia interna.    
Finalmente los cambios se producen en este momento por dos motivos, sin establecer un orden de prelación: el primero por parte de la Presidencia de tener bajo control los servicios de inteligencia. Y el segundo porque hay investigaciones que han avanzado y que tienen más solidez o por lo menos mucho menos fragilidad que otras anteriores y que afectan directamente a la Presidenta y familiares directos como el caso Hotesur y las graves imputaciones sobre el jefe del ejército Teniente General César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, incluso avaladas por el CELS. Este organismo expresó ante las respuestas del militar a un cuestionario: “El CELS ratifica la impugnación al ascenso del General Milani  y sus respuestas no disipan el cuestionamiento anterior. Al contrario agregan elementos que hacen inconveniente su ascenso y su permanencia como jefe del Estado Mayor del Ejército, y son contradictorias con fallos de la justicia que tienen autoridad de cosa jugada y con la información pública disponible sobre aquellos años…..porqué sería completamente inverosímil admitir que este ignorara que en el regimiento funcionara un Centro Clandestino  de Detención en el cual se torturaba y que no tuviera por ende conciencia alguna del carácter ilegal de las acciones que le eran encomendadas, ya sea en la firma de deserción del soldado Ledo o en el traslado de detenidos”. Mención aparte merecen algunos de los argumentos insólitos esgrimidos por defensores de Milani como la diputada Diana Conti que en un reportaje del diario La Nación, no desmentido, de fecha 20 de diciembre afirma: “ Me resulta muy extraño que su cuestionamiento haya surgido justo en el momento que Cristina decide como conductora de las Fuerzas Armadas ponerlo en el lugar que lo pone. Por otro lado, durante la dictadura había obediencia debida….Barreiro es un represor más grande que Milani”   
Todo ello cuando se entra precipitadamente en un año electoral.
Sobre el tema, tal vez haya que realizar una pequeña adaptación a una famosa humorada de Groucho Marx: “La inteligencia de los servicios es a la inteligencia, lo que la música militar es a la música.”
       

2-01-2015


Imprimir Imprimir el artículo

1 comentario: