SE PUEDE
No es nada fácil pero de ninguna manera imposible. La
selección alemana llega como equipo con una ventaja. En el recorrido hasta esta
final ha sido posiblemente más equilibrada y potente. Una mirada que pretende
ser equilibrada es la que permite afirmar que Alemania es más que la que le
ganó a Argelia en tiempo complementario y a Ghana le empató a 20 minutos de
terminar el partido. No se puede tomar como parámetro los siete goles a Brasil,
resultado que se da cada siglo por una conjunción de circunstancias particulares
e irrepetibles. Lo más cercano a la Alemania real es la que le ganó a Portugal
4 a 0.Un muy buen equipo con una variedad de muy buenos jugadores que pueden llegar al gol.
Es fundamental para tener posibilidades que las dos
líneas de cuatro, la del fondo y las del medio campo estén próximas y en un
nivel como el que le permitió neutralizar a Holanda. Pero para ganarle a los
alemanes es fundamental que eleven el nivel fundamentalmente Messi y que el
Pipa Higuain vuelva a repetir su gran actuación contra Bélgica. El medio campo será el lugar que marque
el predominio de un equipo sobre otro. Pero el cuarteto argentino
integrado por Biglia-Mascherano- Enzo Pérez- Lavezzi debe desdoblarse
fundamentalmente este último, para acompañar a los dos delanteros. No se debe entregar el control de la
pelota a los alemanes. Eso se hizo muy bien con los holandeses, pero la
selección teutona tiene muchos más variantes, por abajo y por arriba.
La trayectoria en el torneo del equipo argentino ha
evolucionado positivamente de menor a mayor. Alejandro Sabella ha logrado
conformar un excelente grupo, que como dice el gran capitán Javier Mascherano: “En el grupo siempre estuvo primero el nosotros que el yo”. El periodista Walter Vargas ha definido con
precisión la filosofía futbolística: “Sabella
representa el ala izquierda del bilardismo” Adopta muchas precauciones
defensivas que lo llevaron a conformar una línea de cinco jugadores en el debut
con Bosnia. Terminado el primer tiempo, Sabella reconoció el muy mal primer tiempo
y aceptó las sugerencias del grupo de los calificados cuatro fantásticos:
Messi-Di María- Higuain- Agüero de los cuales sólo jugaron en esos primeros 45 minutos los dos primeros,
entrando en el segundo Gago y Agüero. El
equipo mejoró. En los dos partidos siguientes el esquema táctico fue un 4-3-3.
Se podía observar un equipo con insinuaciones de mucho potencial ofensivo pero muy desequilibrado en
el medio campo, con poco quite, lo que afectaba significativamente el
funcionamiento de la línea de cuatro del fondo.
Superada la
primera etapa, los cambios a efectuar estaban claros. Demichelli por Fernández
que con voz de mando mejoró considerablemente la solidez defensiva donde
aumentaron su rendimiento muy especialmente Garay y en menor nivel Zabaleta. El
que fue una verdadera revelación durante todo el campeonato fue el marcador
izquierdo Rojo, con solvencia defensiva y buenas proyecciones, lo mismo que las
muy buenas actuaciones del arquero Romero, otro mérito del director técnico. En
el medio campo, el reemplazo de Gago por
Biglia le dio la capacidad de quite que
faltaba, constituyéndose en rueda de auxilio de Mascherano cuyo rendimiento
aumentó varios puntos. Pero en el futbol siempre es dable padecer el
síndrome de la frazada corta. Lo que se ganó en el medio y atrás se perdió en
punch ofensivo. Messi bajó su rendimiento al perder a sus socios principales,
Agüero de muy bajo rendimiento igual que Gago y luego la lesión de Di María,
muy bien reemplazado por Enzo Pérez con un gran desparpajo para jugar, pero de
otras características que el notable “Fideo” rosarino que juega en el Real de
Madrid.
Lo cierto es que por cambios correctos y lesiones
desafortunadas, se fue conformando un equipo mucho más cercano al verdadero
gusto de Sabella que al de Messi. Eso explica en mi opinión el crecimiento
superlativo de Mascherano y la disminución de rendimiento del considerado mejor
jugador del mundo.
Como equipo Argentina llega esta instancia final
equilibrado. Se debe compensar la disminución del poder ofensivo con
proyecciones de volantes y marcadores de puntas pero practicando los relevos
necesarios que evite dejar espacios vacíos.
Se puede.
No es fácil, pero se puede. Si Messi retorna al nivel de los últimos
años del Barcelona, la Copa se acerca para que la levanten Leonel y Javier.
Y una última consideración sobre Alejandra Sabella:
se dijo que es el ala izquierda del bilardismo.
A diferencia del mentor de esta corriente no cree que
se deba ganar de cualquier manera, incurriendo en trampas extra futbolísticas.
O llevando a la exageración de debatirse en el falso axioma de ser primero o de
lo contrario un fracasado. Eso marca una diferencia fundamental.
Por último una curiosidad. Este equipo cuenta entre
sus titulares con ocho de los once jugadores que en los juegos olímpicos de
Pekín del 2008 le ganó a Brasil 3 a 0. La selección argentina formó:
Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Nicolás Pareja, Ezequiel Garay y Luciano Monzón; Javier Mascherano y Fernando Gago; Juan
Román Riquelme (capitán, 44 min. ST, José Sosa) y Angel Di María; Lionel Messi y Sergio Agüero. D.T.: Sergio
Batista.
12-07-2014 23 horas 16 minutos
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