En la historia
EL AZAR Y LA IMPREVISIBILIDAD *
En medio de una crisis que había devorado a cinco
presidentes, Eduardo Duhalde había asumido como senador en ejercicio de la
Presidencia de la Nación. Un ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires
llegaba al máximo cargo al que parecía imposibilitado por un extraño maleficio,
si bien lo hacía mediante un atajo imprevisto y un escenario que según algunas
versiones habría fogoneado. Los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío
Santillán lo llevaron a adelantar seis meses el período a completar del renunciado
Fernando de la Rúa. Se propuso impedir
que Carlos Menem llegara a ser elegido por un tercer mandato, devolviéndole la
factura pendiente de 1999 cuando el riojano apostó por el candidato de la
Alianza en contra del postulante justicialista.
Cuando tuvo que elegir un candidato presidencial demostró cierta impericia que contrastaba con su larga experiencia política. Primero recurrió a José Manuel de la Sota, un menemista de la última hora. Cuando el cordobés no movía el amperímetro de las encuestas intentó persuadir a Carlos Reutemann, un menemista temprano. El ex conductor de fórmula uno vio algo que no le gustó y que nunca reveló y decidió bajarse de la postulación. Duhalde intentaba entonces derrotar a Menem con la postulación de dos menemistas, mientras él se presentaba como una versión diferente y antagónica. Por descarte llegó a Néstor Kirchner, que era el que mejor respondía a sus propósitos programáticos explicitados. Si cualquiera de los postulados hubiera sido candidato, tal vez Néstor Kirchner nunca hubiera llegado a la presidencia, a la que íntimamente esperaba acceder recién en el 2007.
Claro que para ser elegido hay que estar en el lugar
adecuado en el momento justo. Es como el delantero goleador, que puede hacer un
gol por mérito propio o por error ajeno. Pero para concretarlo, debe estar en
la ubicación precisa. Kirchner estaba ahí en el área política y aprovechó el
azar que lo colocaba camino a la presidencia aprovechando la falta de respaldo
electoral de De la Sota y la eterna irresolución del ex gobernador santafesino.
Hay otra eventualidad significativa protagonizada por el intendente de Lomas de
Zamora: se trata de la designación del
ministro de economía que debía elegir ante la renuncia de Jorge Remes Lenicov
quien fuera el ministro del área en los cuatro primeros meses de su gobierno.
Convocó a Roberto Lavagna, que se
encontraba en Bruselas como representante argentino ante la Comunidad Económica
Europea, y a Guillermo Calvo residente en los Estados Unidos, un economista muy
vinculado a los organismos internacionales. Las trayectorias y las posiciones de ambos eran diferentes, lo que
ilumina sobre la confusión del que debía elegirlos. En términos futbolísticos
era como convocar simultáneamente a Menotti
y Bilardo para hacerse cargo del seleccionado nacional.
Lavagna llega antes que Calvo, se entrevista en
Olivos y termina designado. Un
problema de aviones retardó la llegada de su competidor quien perdió la
posibilidad de ser elegido. Posiblemente la suerte de Eduardo Duhalde y
de la Argentina hubiera sido distinta si Calvo no hubiera tenido el
desencuentro aéreo. Él no pudo despegar, pero su inconveniente allanó la
posibilidad del despegue argentino.
El tercer convidado era Carlos Melconian, un hombre del establishment que
luego fue postulado por Carlos Menem para integrar su gabinete como ministro de
economía, de haber resultado elegido presidente en las elecciones del 27 de
abril. Otra muestra de la
desorientación enorme de Duhalde.
Dejemos que la historia sea contada en primera persona.
Cuenta Roberto Lavagna a su biógrafo Carlos Liascovich en el libro “Lavagna. La Biografía”, página 13: “Un
día me llamó Ruckauf, yo estaba en Ginebra, y le hice a él algunos comentarios.
Sobre todo, a mí me parecía una locura eso que estaba dando vueltas sobre la
idea de la banca off-shore, porque íbamos hacia el país off-shore. Debe haber
sido en marzo…….Después no supe nunca más nada. Y habrá pasado como un mes, y
otra vez me llamó Ruckauf y me dijo: “Mirá, está todo fuera de control….Yo creo
que Duhalde te va a llamar. Deben haber pasado dos o tres días y me llamó no
Duhalde sino alguien de Cancillería, no me acuerdo quién era, que el Presidente
quería que viniera a Buenos Aires, que estuviera “mañana a la mañana” (por el
jueves 25 de abril del 2002). No hubo ninguna oferta, sólo que viniera. Y era
imposible, porque me acuerdo que eran como las 9 de la noche, y los vuelos a
Buenos Aires salían como a las 11 horas pero de París, y en ese momento yo
estaba en Bruselas, y lo mínimo que necesitaba eran dos horas. Así que vine al otro día (el viernes 26), y
así fue.Vine. Pero nada estaba decidido. Si Guillermo Calvo cuenta en un
reportaje (Ámbito Financiero del 10 de mayo del 2002 realizado por el
periodista Carlos Bargueño), que también lo llamaron esa noche para que
viniera, él llegó una hora después
que yo, creo que si llega una hora antes se la dan a él. Parece
gracioso pero fue así. Llegué, me llevaron en seguida a Olivos….y ahí estuvimos
con Duhalde, con Jorge (Remes Lenicov) presente. Jorge dijo: “Yo me voy, si
quieren. “No, yo le dije”, quedate.
Duhalde también, ahí hablamos un rato. Y después sí, en algún momento se
fue Remes, pero ya ahí era obvio que se estaba decidiendo. Y Duhalde hizo el ofrecimiento en ese momento. Yo le dije que sí, y Calvo cuenta en ese
reportaje que lo llamaron para levantarle la cita con Duhalde. No me
acuerdo si era una reunión o un almuerzo, pero se lo levantaron.”
“Y
otras fuentes confirman los dichos de Lavagna de “citar a 10 al mismo tiempo”.
Porque no sólo Guillermo Calvo había sido contactado en paralelo con Lavagna,
sino también Carlos Melconian, quien declinó la oferta porque prefería incorporarse a un gobierno
surgido de los votos (y terminó postulado como Ministro de Economía de Carlos Menem si este ganaba las elecciones
de abril del 2003) Página 19.
Lo reitera Roberto Lavagna en su libro “Trece meses cruciales en la historia
argentina” (Página 33): “Poco
después de mi arribo a Buenos Aires llegó desde Washington Guillermo Calvo,
quien había sido convocado. Él mismo en un reportaje de Ámbito Financiero que
tenía agendado un almuerzo con Duhalde ese mediodía y que al llegar le avisaron
que se había suspendido”
PERÓN Y EL CHE
“La marcha de la libertad y la democracia” concretada el 19 de septiembre de 1945, influyó en Campo de Mayo y unos días más tarde, el 8 de octubre desplazaron a Perón y lo trasladaron detenido a Martín García. El hasta entonces Vicepresidente, Secretario de Trabajo y Previsión y Ministro de Guerra, a los 50 años, consideraba que su apuesta con la historia estaba cumplida y su carrera política había llegado a su fin. Esto queda claro en la carta que le escribe a Evita: Martín García, 14 de octubre de 1945. Mi tesoro adorado: Sólo cuando nos alejamos de las personas queridas podemos medir el cariño. Desde el día que te dejé allí con el dolor más grande que puedas imaginar no he podido tranquilizar mi triste corazón. Hoy se cuánto te quiero y que no puedo vivir sin vos. Esta inmensa soledad está llena de recuerdo.
Hoy he
escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos
casamos y nos iremos a vivir a cualquier parte a vivir tranquilos.
Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell
para ver si me dejan tranquilo y nos
vamos a Chubut.
Si sale el
retiro nos casamos el día siguiente y si no sale yo arreglaré las cosas de otro
modo pero liquidaremos esta situación de desamparo que tú tienes ahora.
Viejita de mi alma, tengo todos tus retratitos en mi
pieza y los miro todo el día con lágrimas en los ojos. Que no te vaya a pasar
nada, porque entonces habrá terminado mi vida. Cuidate mucho y no te preocupes
por mí, quereme mucho que hoy lo necesito más que nunca”
Una marea humana que Raúl Scalabrini Ortiz calificó
con una precisión insuperable, “el subsuelo de la patria sublevada”, lo liberó
y lo proyectó a la Presidencia de la Nación en febrero de 1946.
La vida política de Perón recién empezaba. El
imprevisto en la historia lo catapultó a ser la figura política más importante
en la Argentina del siglo XX. Las patas en la fuente produjeron un clivaje en
la historia cuyas consecuencias aún perduran con intensidad variable.
El Che salió a recorrer América Latina antes y
después de recibirse de médico y su intención era luego conocer Europa, Asia y
África. Lo dejó escrito en una carta a su madre transcripta en “Celia, la madre
del Che” de Julia Constenla (página 101 y 102): “1954 fue un año en que
debieron afrontar temas dolorosos. La enfermedad de Sara de la Serna
convulsionó a la familia. La más angustiada era Celita, su ahijada, que desde
chica se refugiaba en sus brazos como si su tía
fuera una segunda madre. Carmen y Celia debían afrontar una verdad
inevitable: sólo quedaban ellas dos para compartir la memoria de la infancia,
los sobresaltos adolescentes y los estupores de la primera juventud. Una vez
más se acercaba una pérdida sin consuelo. Previsora y generosa como siempre,
Sara dará instrucciones precisas en su testamento para que Celia recibiera una
suma que le permitiera comprar el departamento en que vivían. Los altibajos
financieros de la hermana menor preocupaban a la familia De la Serna, pero aun
cuando todos disfrutaban de un cierto bienestar, sólo Sara estaba en
condiciones de asistirla realmente. Cuando Celia le informa a su hijo que con
el dinero dejado por Sara se podrán aliviar por algún tiempo las angustias
económicas de la familia, él, desde lejos le recomienda que se vaya a “patinar”
la herencia a Europa junto con Juan Martín.
En las cartas de esos meses hay datos que se
reiteran. Ironías que se soportan y algunas novedades. Se repiten las
intenciones de viajar por el mundo: “América
será el teatro de mis aventuras con carácter mucho más importante de lo que
hubiera creído; creo haber llegado a comprenderla y me siento americano con un
carácter distintivo de cualquier otro pueblo de la tierra. Naturalmente visitaré el resto del mundo
en estos años que tengo libres y mi programa sigue sin sufrir variantes
grandes: Europa Occidental dos años, de los cuales seis meses en París
por lo menos, Europa Oriental un año o dos, la mitad en Rusia, y Asia, dos o
tres años, de los cuales la gran parte será por India y China, África como aventureando
y se acabó el mundo.”
La realidad latinoamericana y su encuentro en Méjico
con Fidel y Raúl Castro lo desviaron de sus intenciones juveniles y visitó
muchos de los países que soñaba pero como como el tercer hombre de la
Revolución Cubana.
Hay infinidad de ejemplos en que un hecho poco
significativo se convierte en la mecha que incendia la
pradera. El Cordobazo se inició por el aumento del ticket de un comedor
universitario en Corrientes. El asesinato inmediato posterior del
estudiante correntino Juan José Cabral
incendió la mecha.
La llamada
“primavera árabe” comenzó en el incendio a lo bonzo de un vendedor ambulante en
Túnez llamado Mohamed Bouazizi,
porque no lo dejaban ejercer su actividad. La larga lucha de los derechos
civiles de los negros en los EE.UU, tomó impulso el día que una negra, Rosa
Parks, se negó a dejar en un colectivo su asiento reservado a los blancos.
EL AZAR Y LA IMPREVISIBILIDAD
Como decía Carlos Marx “el hombre hace la historia
pero no en las condiciones elegidas por él”
Además de la lucha de clases, el azar y la
imprevisibilidad conforman el entretejido histórico.
He intentado dar unos pocos ejemplos y se puede hacer
un listado de miles.
Pero para
recoger los frutos del azar y la imprevisibilidad hay que estar en el lugar
adecuado.
Muchos habrán visto caer una manzana pero se
necesitaba ser un científico como Isaac Newton para deducir de ello la ley de
gravedad.
Quién deduzca
que sus posibilidades dependen del azar
y la imprevisibilidad se equivoca. Pero quien las desprecie también subestima
la probabilidad estadística.
Nadie gana la lotería sin comprar un billete.
Imposible hacer un gol desde las tribunas. Pero muchos goles que se concretan
dentro de las canchas tienen el azar que la pelota cuando pega en el palo
vuelve caprichosamente a la cancha o se introduce en el arco y se duerme en la
red.
5-05-2014
* Publicado en La Tecl@ Eñe. número 63 mayo-junio
* Publicado en La Tecl@ Eñe. número 63 mayo-junio
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