01 noviembre 2013

     NI TANTO NI TAN POCO
                                                        


No hubo mayores sorpresas en las elecciones del 27 de octubre.Las PASO habían diagramado un mapa electoral que redujeron la incertidumbre de los resultados de octubre a la ampliación o disminución de las diferencias producidas en agosto. La multiplicación de los ganadores permitió la humorada precisa de Adrián Stoppelman,  quien expresó que si un extranjero llegaba a la Argentina el domingo 27 de octubre después de las 22 horas le hubiera resultado imposible entender quiénes habían ganado y quiénes perdido. Celebraba Mauricio Macri el amplio triunfo para senador de Gabriela Michetti en la Capital ganando en todos los barrios,  y el trabajoso éxito para diputados de Sergio Bergman. Bailaban en el centro de informaciones (no bunker, expresión generalizada fruto de cierta pereza intelectual repetitiva y generalizada del periodismo), del artífice de una rotunda victoria en la Provincia de Buenos Aires que concretó Sergio Massa en menos de seis meses de elaboración. Brindaba el resucitado Julio César Cleto Cobos, en su momento expulsado a perpetuidad del radicalismo, quien ratificaba su rotundo triunfo en Mendoza. Lo mismo hacía Hermes Binner, amplio ganador en Santa Fe. O Das Neves en Chubut y De la Sota en Córdoba. 



Festejaban la remake política de la película Elsa y Fred, Elisa Carrió emulando a China Zorrilla y Pino Solanas al actor español Manuel Alexandre, un matrimonio de salvataje personal recíproco rescatado del doloroso ostracismo al que habían sido condenados, cuyo padrino salvador y director fue Jorge Lanata (la película fue dirigida por Marcos Carnevale), por la muy buena elección de UNEN en la portuaria capital de los argentinos.  Confirmaban sus éxitos desde el oficialismo Sergio Uribarri en Entre Ríos y Capitanich en el Chaco. Revertía Gioja en San Juan su sorprendente derrota en las PASO, y el Frente de Izquierda realizaba una excelente elección con muy buena distribución territorial,  llegando a un segundo lugar notable en la conservadora provincia de Salta.
El gobierno reivindicaba para sí seguir siendo la primera fuerza nacional, con el 33,15% del electorado; el haber aumentado un millón y medio de votos en dos meses; haber obtenido trescientos cincuenta mil votos más que en las elecciones legislativas del 2009; haber triunfado en la mitad de los distritos electorales, y mantener la mayoría en ambas cámaras del Congreso Nacional. Si las elecciones sólo se analizaran como una renovación de la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de la de Senadores en ocho provincias, el resultado sería para el gobierno un festejo muy justificado. Planteado como plebiscito, la lectura es diferente: el radicalismo con diferentes alianzas y con los socialistas como su principal socio, arribaron a un meritorio 21,38%. El Frente Renovador sólo existente en la Provincia de Buenos Aires alcanzó un poco más de la mitad de los votos del oficialismo totalizando el 17,03%. El PRO, que ha alcanzado hacer pie con diferente intensidad en Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, sigue teniendo poco alcance a nivel nacional donde obtuvo el 9%. 
Para otros análisis mucho más minuciosos  quedan resultados más que llamativos, como que el Frente para la Victoria triunfó para diputados provinciales en la Provincia de Buenos Aires obteniendo el 37,79% contra 37,29% del Frente Renovador.  O que en un municipio como Merlo, el Frente para la Victoria triunfó para concejales por una diferencia similar a la que perdió para representantes nacionales con el Frente Renovador.   
EL REVÉS DE LOS TRIUNFOS
Ninguno de los ganadores debería considerar a los resultados del 27 de octubre como una foto definitiva. La realidad es una película con un libreto no escrito y cuyos protagonistas pueden acentuar o desvirtuar en el tiempo aquella congelada imagen original. Si alguien tiene dudas basta recordar los treinta años de democracia; así se podrá constatar que a dos años de las elecciones presidenciales, ninguno de los candidatos triunfadores más probables llegó a concretar los pronósticos. Y algunos que ni siquiera figuraban en las gateras, terminaron accediendo a la presidencia.



Sergio Massa navegó enarbolando un discurso insustancial, recurriendo a los múltiples lugares comunes, consensos imposibles y republicanismos vacíos. Pasar de la intendencia de Tigre a Balcarce 50, es un paso inédito que tuvo un exitoso comienzo pero cuya distancia a la meta prefijada está cubierta de escollos y en cuyo tránsito deberá exponer sus cartas que ha mantenido en un sibilino y transparente envoltorio. Si apresura los pasos desde una banca de diputados es posible que el objetivo se vuelva inalcanzable, a pesar de la protección que los medios dominantes y el poder económico le brinden.  Tiene mucha más astucia, un hábil manejo en su relación con los medios y un equipo más sólido de colaboradores que su espejo, Francisco de Narváez, que fue el único que no festejó y fue víctima de la transferencia de algunos de sus  referentes que bruscamente descubrieron las maravillas de la  intendencia -country  y la transfusión de votos hacia el intendente de Tigre. Mauricio Macri encuentra que Sergio Massa puede disputarle los favores de una parte de su electorado y también los del multimedio dominante que apoya a ambos, por lo que archivó rápidamente el acuerdo previo a las elecciones, descartó su relato de ondas de amor y paz, y su discurso mezcla de libreto de publicista y libros de autoayuda: salió a cruzarlo a Massa, anunció su postulación presidencial para el 2015, y al tiempo que le enviaba un mensaje encriptado a Héctor Magnetto para que no lo saque de la pole posición de sus preferencias, cosa que no va suceder por los variados negocios metropolitanos que los unen, aunque el grupo, como siempre, pondrá la mayoría de las  fichas en el probable ganador favorable a sus intereses. Esta situación se incrementó con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre la ley de medios de comunicación audiovisual, la que resultó adversa al multimedio, lo que llevó a Macri a actuar como el felpudo de Clarín con alternativas legales desopilantes. Sus posibilidades futuras dependen de las fracturas del campo que podemos denominar peronista en sus distintas versiones, y al crecimiento de la alianza radical-socialista, apuntando a que la fragmentación le deje un lugar en un posible ballotage. Sus carencias en la construcción política, su falta de tenacidad en la militancia política conspira contra sus deseos.
Juan Manuel de la Sota no pasa de Córdoba y su figura no convoca multitudes. Sus posibilidades son de acompañante, como lo fue de Antonio Cafiero en las internas justicialistas de 1988. Julio César Cleto Cobo, desde su triunfo amplio en  Mendoza y ante la orfandad de figuras en el radicalismo aparece como el candidato más posible en alianza con Binner, que está confinado en su territorio santafesino. La fórmula Binner- Cobos o Cobos-Binner, puede ser un homenaje a la hora de la siesta. Una reivindicación tardía del “dinamismo” delarruista.
El gobierno, a su vez,  ha cometido una sucesión de errores no forzados desde la notable elección de octubre del 2011. Mientras verbalizaba que iba por más, fue reduciendo su base de sustentación, en donde contradictoriamente iba por menos. Ese verdadero oxímoron fue acentuando las dudas sobre la forma de construcción de Cristina Fernández. La falta de relación con los aliados políticos y su distanciamiento concreto con los intendentes del conurbano, que se enteran de las iniciativas por televisión, implica un llamativo y poco convincente camino político. El escamoteo de problemas que afectan a amplios sectores de la población y que figuraron en la agenda de Massa, llevó al gobierno a ir detrás de los mismos y en algunos casos como en el tema de la inseguridad, cambiar convicciones por las propuestas de los adversarios. A esto se sumaron equivocaciones en el timing político que llevó a tomar decisiones correctas en forma tardía y que terminó influyendo desfavorablemente en los resultados electorales. Los aspectos más adversos de los mismos se advierten cuando se observan derrotas en lugares sorprendentes como Avellaneda, Lanús, Florencio Varela, Quilmes, Moreno, Morón, Merlo y Almirante Brown, a mero título ilustrativo. Incluso en La Matanza la distancia favorable fue estrecha, incluso menor que en las PASO, en un lugar en el que el gobierno invirtió sumas enormes en infraestructura. Al respecto son interesantes las observaciones realizadas por el periodista Francisco Bálazs en Tiempo Argentino del 24 de octubre, tres días antes de las elecciones: “Los dos años de gobierno que tiene por delante el FPV es mucho tiempo para continuar profundizando el proyecto político iniciado diez años atrás, y para corregir los errores que se pudieron haber cometido. Para ello, depende, en gran parte, la lectura que haga del resultado electoral del domingo. El previsible triunfo del Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires deberá leerse con detenimiento. Allí se encuentra una porción del electorado al que el oficialismo destinó durante estos diez años importantes esfuerzos, y del que recibió amplios apoyos políticos, sociales y también electorales. Entre ellos los distritos que conforman la tercera sección electoral, el de los sectores de la provincia en donde se encuentran los más altos niveles de pobreza. Allí, el oficialismo perdió en las PASO. Entre las razones, seguramente surgirán dificultades de orden estratégico en la campaña, y de respuestas puntuales a las demandas de esos sectores, a los que las medidas post PASO no los beneficiaron. Allí no llegó el beneficio de elevar a 15 mil pesos el mínimo imponible del Impuesto a las Ganancias. Una de las características de los sectores más pobres es el elevado nivel de trabajo informal. El aumento de los precios de los productos de primera necesidad, alimentos y bebidas, golpeó duro. A esos sectores no les llegó la recomposición de ingresos que arrojaron los acuerdos paritarios de los trabajadores que se encuentran dentro del ámbito formal, en blanco. El aumento otorgado por el gobierno nacional, meses atrás, a la Asignación Universal por Hijo fue, aunque destacable, seguramente insuficiente y habrá que ver cómo se destinan mayores esfuerzos para atender las necesidades de ese sector de la población. El electorado que apuntaló al Frente para la Victoria se encuentra en gran medida entre los sectores populares, de menores recursos. Allí se encuentra el desafío político del FPV. Las políticas destinadas a satisfacer las demandas de los sectores medios altos y altos con mayores ingresos, son atendibles y deben actualizarse, pero no pueden compararse con las necesidades más urgentes de los sectores más vulnerables. La respuesta del gobierno en el año 2009, luego de la derrota en manos de Francisco de Narváez, llevó a medidas audaces, que profundizaron el proyecto político, entre ellas la de implementar la AUH.”
ALGUNAS HIPÓTESIS TENTATIVAS




Una contradicción fuerte es observar que durante una década el kirchnerismo politizó fuertemente a la sociedad, pero los que ganan después de diez años son los candidatos de un discurso ultra light, con fuertes rasgos de despolitización. Esto fue recogido en las campañas publicitarias de casi todos los candidatos, en donde los spots apuntaban a los discursos híbridos, personalistas e intrascendentes. Esta fue otra concesión desafortunada realizada por el candidato Martín Insaurralde.
Una posible explicación es el cansancio social mayoritario por la política de confrontación realizada por el gobierno y que un sector importante, especialmente favorecido, lo observa como un disvalor, cuando fue la condición indispensable para beneficiarla a través de una redistribución del ingreso. Son los que se muestran atraídos por el diálogo en abstracto, los consensos entre beneficiarios y perjudicados, y el republicanismo enarbolado generalmente por aquellos que cuando llegan al gobierno son la representación de los poderosos.


Otra interpretación posible es que el clivaje del 19 y 20 de diciembre se realizó desde un discurso antipolítico.  Kirchner interpretó el profundo mandato político oculto bajo otro ropaje y recuperando grandes banderas caídas galvanizó a la sociedad sacudida por una crisis de profundidad inédita y recuperó el valor de la política. Pero siempre convivió con franjas que denuestan a la política y que le otorgan un hándicap especial a los que ingresan desde otros ámbitos. En determinadas circunstancias esos sectores afloran, se potencian y posiblemente se estaría viviendo esa etapa.
Una tercera hipótesis es que los gobiernos populares permiten el acceso a las clases medias a franjas importantes de los sectores populares que adoptan la ideología clasemediera, históricamente referenciada con los parámetros de las clases altas  y medias altas. Esos gobiernos, los mejores en la historia de América Latina, suelen ser víctimas de sus éxitos al no dar respuestas efectivas y oportunas a los nuevos requerimientos sociales, en una época de notables avances tecnológicos en la comunicación, y donde buena parte de la política transcurre en los medios audiovisuales.
Todo ello crea adhesiones  líquidas y coyunturales. De ahí los sorprendentes virajes electorales.
Según un estudio de la Universidad Nacional de San Martín, en el área metropolitana el 80% de las personas se consideran o se ven como de clase media.
Posiblemente la explicación que se acerca a la realidad es un entrecruzamiento de estas hipótesis y de otras no contempladas en esta nota.
NI TANTO NI TAN POCO
Los que hoy se creen poseedores de tanto, pueden quedarse con poco dentro de dos años. El título es válido para todos los que el domingo brindaron como ganadores. Macri, Binner, De la Sota, Cobos tiene mucho en un distrito y poco o nada en los veintitrés restantes. Massa tuvo un promisorio comienzo en la provincia fundamental  y más numerosa, siendo su salto al podio nacional  más factible que  los mencionados anteriores, pero el recorrido a realizar es largo y dificultoso. Los radicales han resucitado y tienen distribución territorial pero carecen de candidatos de atracción nacional. Trasladar la experiencia de UNEN a nivel país, tiene una matriz y perspectivas similares a la dolorosa experiencia de la Alianza. Todos ellos, carentes de un partido orgánico desde la implosión del 2001, reemplazan su carencia con la genuflexión  hacia un medio que actúa de vertebrador y  es un verdadero partido político tenuemente encubierto. El sociólogo Ricardo Sidicaro, citado por el periodista Martín Rodríguez,   definió con precisión la implosión del 2001: “Pedían que se fueran todos y sólo se fueron los partidos políticos”.   
El gobierno tiene presencia territorial nacional, pero su déficit superlativo está en que su as de espada, Cristina Fernández, está imposibilitada legalmente de ser candidata y no se avizora hoy un continuador real de este proyecto. Tiene más que los otros pero menos en cuanto a postulante presidencial reconocido.



La historia suele tener una imaginación que supera largamente a este escenario. Tal vez el ganador del  2015 no aparece aún en esta foto. La película que lo descubra todavía está por filmarse. 

31-10-2013

3 comentarios:

  1. creo q es importante terminar con el subsidio o los viajes al caribe y al mundo. tambien a la compra de autos importados .
    por otro lado el trabajo en negro, ademas de no tener obra social ni jubilacion tampoco posee convenciones colectivas y los aumentos llegan tarde y mal, ya q se debe discutir con el patron , no como el q trabaja en blanco, q tiene un sindicato arriba. casi q es un aumento de lastima.

    tambien mucha gente del gba q estaba mal, gracias a este gobierno pego un laburo en blanco, gana entre 10 o 15 lucas y q pasa. saca pecho, se olvida de las tortas en el club del trueque, los bonos, la desocupacion y quiere q su barrio cambie como capital y se queja de los pozos en las calles, yq se compro un auto y sufre ante cada pozo

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  2. Respuestas
    1. Jajajajajajajaja!!!!
      El mejor chiste que escuché este año...!!!

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