Selecciono en forma
sesgada y subjetiva cuatro “25 de mayo”: El
que dio origen a todo, en 1810; el que despertó enormes esperanzas, en
1973; el que se recordó en el 2003 en medio de la crisis con la asunción de
Néstor Kirchner; y el que coincide con la conmemoración de una década de
kirchnerismo. En el medio, el hilo de Ariadna que los vincula, con la
convicción que la historia es una película que es imprescindible para
interpretar el presente.
EL 25 DE MAYO DE 1810 Y
DESPUÉS……
El
mayo de 1810, en Buenos Aires, a la hora de la siesta, sólo se veían médicos y
perros, escribía un viajero francés. La Fonda de los Tres Reyes era el único
restaurant; el Café de Marco era el lugar de reunión y se tomaba algo en la
Confitería Francesa. En la Recova estaban los puestos de los merceros. Las
tertulias realizadas en las casas de las familias ricas era la principal
actividad social. Con una población de alrededor de cuarenta mil personas,
aquel 25 de mayo se iban a producir hechos
de dimensión histórica muy alejados de la visión de Billiken, de la historia
oficial. No había paraguas y French y Beruti se encargaban de digitar a los que
podían entrar y votar en el Cabildo. De los 450 invitados sólo pudieron llegar
251. Ahí adentro se eligió la Primera Junta, omitiendo la declaración de la
independencia con un subterfugio conocido como la máscara de Fernando VII,
quedando desde un primer momento como un
sino de nuestra historia, delineados dos
sectores en pugna que expresaban dos proyectos de país: el jacobino encarnado
por Moreno, Belgrano y Castelli, no podía concretar su “Revolución Francesa”
porque carecía de la base social de una burguesía industrial en la cual
apoyarse; el otro sector representaba a los comerciantes monopolistas españoles
que tenían la exclusividad de introducir y vender los productos españoles, y
los ganaderos que querían comerciar con Inglaterra y abogaban por el
librecambio.
El
Plan Secreto de Operaciones escrito por Moreno y Belgrano, establecía un
embrionario programa para intentar reemplazar la burguesía industrial
inexistente a través de la consolidación de un Estado que administrara la
riqueza. Fueron derrotados, Moreno posiblemente fue asesinado, Castelli, el
mejor orador de la Revolución, murió de un cáncer de lengua antes de ser juzgado
por su conducción del ejército del norte y Belgrano, 10 años después, murió
abandonado y en la extrema pobreza.
El
conflicto continuó sangrientamente a lo largo de setenta años y concluyó con el
triunfo porteño y bonaerense, con la destrucción de las artesanías
provinciales, el arrasamiento de los caudillos norteños y el exterminio de
buena parte del indio, el mestizo, el gaucho quienes constituyeron a lo largo
de siete décadas los soldados de los ejércitos libertadores y los que lucharon
por la independencia.
Los
ganadores diseñaron el modelo de economía primaria exportadora que gozó de
buena salud desde 1880 a 1930. Se necesitaba mano de obra, por lo cual se
fomentó la inmigración anglosajona que era la deseada, pero terminó siendo
mayoritariamente española e italiana. Tres millones de inmigrantes llegaron al
país desde 1880 a 1914 y constituyeron buena parte de las clases medias, cuya
representación política fue el Yrigoyenismo. Fue un fruto inexorable pero no
deseado por quienes habían escriturado el país a su nombre.
La
crisis económica mundial de 1929 obligó al poder económico librecambista a
adoptar medidas proteccionistas. De este hecho imprevisto nació la industria de
sustitución de importaciones en la cual se iban a insertar los descendientes de
los derrotados de las guerras civiles y que fueron conocidos despectivamente
como cabecitas negras. El peronismo potenció la industria y dignificó a los
trabajadores que se convirtieron ambos en los indeseables del país
agropecuario.
El
modelo de sustitución de importaciones intentó ser desmontado por los golpes de
1955 y 1966, con el peronismo proscripto y con Perón exiliado.
Una
sociedad compleja y con actores sociales radicalizados, entre ellos las
organizaciones armadas, dieron lugar a
hitos históricos como el Cordobazo, el Rosariazo, el Mendozaso, que allanarían
el camino del regreso de Perón, aun
proscripto para las elecciones del 11 de marzo de 1973 por la cláusula
limitativa del 25 de agosto de 1972,
razón por la cual se presentó la fórmula Cámpora- Solano Lima que
alcanzó el 49,5% de los votos.
EL SEGUNDO 25 DE MAYO
En
un día brillante, en pleno otoño, parecía que se dejaba definitivamente el
invierno que para los sectores populares tuvo su inicio a pocos días de la primavera
de 1955. El fervor popular alentaba la esperanza de transformaciones profundas
en un clima de expectativas revolucionarias. El cántico ¡ Se van, se van, y
nunca volverán!, tuvo un rotundo mentís, apenas tres años después. La Plaza de
Mayo desbordaba de alegría y en ese día luminoso todas las utopías parecían
posibles. Los que fuimos testigos de ese momento único, almacenamos las
imágenes en un lugar privilegiado de la memoria. Juan Pablo Csipka en “Los 49
días de Cámpora” escribió: “Afuera del majestuoso Palacio, en la Plaza de los
Dos Congresos, a todo lo largo de la Avenida de Mayo, una marea humana
desbordaba las calles…..La derrota no podía ser peor. El Cano soportó con
estoicismo la peor de sus pesadillas hecha realidad: tener que entregar el mando
al peronismo con un Salón Blanco coreando la marcha…..Los insultos, los
escupitajos, la bronca contenida durante dieciocho años se volcaron hacia los
conscriptos y los oficiales formados en las inmediaciones de Plaza de Mayo…..”
Luego desde el balcón histórico habló Cámpora flanqueado, a su izquierda por
Righi y a su derecha, por López Rega. En el Congreso había anunciado el envío
de un proyecto de amnistía, pero la multitud impaciente rodeó la Cárcel de
Devoto y los presos políticos fueron liberados junto con algunos detenidos no
políticos que aprovecharon la oportunidad.
Días
después, el Ministro del Interior le habló a las fuerzas policiales y en un
discurso histórico les dijo: “Es habitual llamar a los policías
guardianes del orden. Así seguirá siendo. Pero lo que ha cambiado profundamente
es el orden que guardan. Y en consecuencia, la forma de hacerlo.”
Perón,
obligado por lo que él percibía como un desorden incompatible con el Pacto
Social que proponía, decidió desplazar a Cámpora y encarar personalmente su
proyecto, lo que le acortaría aceleradamente su vida.
Hubo
una incomprensión fuerte de los sectores juveniles que habían comprado un Perón
propulsor de un socialismo nacional, cuando la progresividad del peronismo está
en la promoción de un desarrollo capitalista, con distribución del ingreso y
soberanía económica.
La
muerte de Perón profundizó las contradicciones y las fuerzas armadas
recuperaron un protagonismo que desembocó en el 24 de marzo, desplazando a un
gobierno de origen popular que se fue desnaturalizando pero que conservaba
atisbos de su origen. Los asaltantes nocturnos venían a arrasar el modelo de
sustitución de importaciones con la metodología del terrorismo de estado.
EL TERCER 25 DE MAYO
El
modelo de rentabilidad financiera implantado por la dictadura establishment-
militar y consolidado hasta extremos inimaginables durante el menemismo,
después de disciplinar a la sociedad a través del miedo durante el terrorismo
de estado y la hiperinflación en las postrimerías del gobierno de Alfonsín,
terminó lógicamente implosionando en la peor crisis de la historia argentina y
en las históricas jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001. Así se llegó, a
las elecciones de abril del 2003, adelantadas por Duhalde después de los
asesinatos de Kotecki y Santillán. El abandono de Menem al ballotage dejó a
Néstor Kirchner en una debilidad absoluta, asumiendo, como se dijo muchas
veces, con un porcentaje de votos menor al porcentaje de pobres. Poco se
conocía del gobernador santacruceño; y lo que se sabía no permitía fortalecer
las expectativas. El periodista Horacio Verbitsky afirmó desde una columna de
Radio del Plata, antes de iniciarse la carrera electoral (citado por Gabriel
Gandolfo en su libro “Néstor, el Presidente Militante”, página 139): “El
gobernador Kirchner está tratando de organizar una corriente política que
atraiga a los sectores progresistas hacia su candidatura presidencial. Pero
hace varios años que las cosas que llegan desde la provincia muestran que entre
esa imagen que quiere construir nacionalmente y los ecos que llegan desde allí,
hay un abismo similar al que había entre la imagen nacional que comenzó a
construirse Carlos Menem y lo que sabían los riojanos”
A
ese 25 de mayo del 2003 se llegaba con el alivio de dejar atrás un pasado
reciente estremecedor, pero sin mayores expectativas de cambiar el curso de la
historia. Un 40% había votado por la ideología de los verdugos expresados en
los votos cosechados por Menem y López Murphy. En medio de la gente revolviendo
los tachos de basura, haciendo colas para comer algo de lo que descartaban los
restaurantes, con 14 pseudo monedas, con
clubes de trueque, con colectas en España para paliar el hambre de los
argentinos, el discurso inicial de Néstor Kirchner abría una tenue esperanza que
se consolidaría en los dos primeros años de un viraje sorprendente. Una
anécdota describe con contundencia el nuevo tiempo: cuenta el periodista Daniel
Miguez en su libro “Kirchner íntimo”, página 82: “El 4 de junio, en su décimo
día como presidente, Kirchner me contó que iba a usar por primera vez la cadena
nacional de radio y televisión para pedirle al Congreso que iniciara un juicio
político para destituir a Nazareno, y a la tarde me invitó a ver en su despacho
el mensaje que iba a grabar un rato antes de su emisión. ….Cuando se lo contó
al Ministro del Interior, Aníbal Fernández, notó en su cara un gesto de
extrañeza, de duda o de asombro, que eran las expresiones que normalmente
recibía Kirchner de sus interlocutores cuando anunciaba una medida audaz, al
menos al comienzo de su gestión, antes que se fueran acostumbrando a su estilo.
En mí vio más de una vez esa misma cara y más de una vez respondió: “Lo que
pasa es que vos sos muy conservador”. Ese día, al percibir un gesto callado de Aníbal Fernández, Kirchner
lo inquirió:
- ¿ Qué? ¿Tenés miedo?
-
No,
no tengo miedo- respondió el ministro.
-
Aníbal-
continúo Kirchner como si no le hubiera creído- si no tomamos medidas de fondo
¿para qué sirve el poder? ¿qué es el poder? ¿que te saluden los granaderos? ¿el helicóptero? ¿la quinta
de Olivos?”
En
la mesa de Mirtha Legrand, antes de asumir expresó: “Hay algunas corporaciones
que están acostumbradas a tener, en vez de un presidente, un gerente de sus
intereses.”
EL CUARTO 25 DE MAYO
El
25 de mayo del 2013 coincide con 10 años de kirchnerismo. Más que un modelo,
una dinámica política con rupturas importantes
y con continuidades con la década del noventa El balance arroja un superávit que era difícil de atisbar y mucho
menos imaginar o pronosticar en aquél incierto 25 de mayo del 2003.
Tres
gobiernos que han concretado entre otras medidas rupturistas con la década
anterior tales como: haber colocado la política sobre la economía y haber
recuperado la presencia del Estado como regulador y limitador de las desmesuras
del mercado; la negociación de la deuda, con su significativa quita y
reprogramación de los pagos bajando el peso fundamental de la misma, que
precipitó todas las crisis económicas desde 1983, un verdadero caballo de Troya
dejado por la dictadura establishment-militar; el crecimiento a tasas chinas
del PBI, la política de derechos humanos y el juzgamiento de los genocidas; la
apertura de la Casa de Gobierno a las organizaciones sociales y organismos de
derechos humanos; el cambio en la integración de la Suprema Corte de Justicia y
el modo de la elección de sus integrantes;
la política exterior latinoamericana; el no al ALCA, un hito histórico;
la estatización del correo, de Aerolíneas Argentinas, de YPF, de Aguas
Argentinas y de las AFJP; la mejoría en
la distribución del ingreso; la disminución a límites manejables de la
desocupación con la creación de millones de puestos de trabajo; la posibilidad
de incorporar a dos millones de personas a la jubilación que habían quedado excluidas
de las AFJP (y que debido a su pase al Estado los jubilados obtengan dos
aumentos anuales que por ahora han sido superiores a la inflación); la
asignación universal por hijo; el matrimonio igualitario y la identidad de género; la ley de las empleadas
del hogar; la nueva ley que rige las relaciones laborales de los peones rurales; la ley de medios de
comunicación; el proyecto modernizador de unificación de los códigos civil y
comercial; el fomento a la industria; el funcionamiento pleno de las convenciones
colectivas de trabajo y de las paritarias; la no judicialización de la protesta
social; el intento de recuperar el predio de la Rural; las luchas contra
ciertos sectores importantes del poder, como la Iglesia, la mesa de enlace
agropecuaria, Techint, Repsol, Shell, AEA; la reforma de la Carta Orgánica del
Banco Central, hasta ese momento trinchera financiera del neoliberalismo; la
incorporación de los jóvenes a la política, la repatriación de científicos; el
aliento a la ciencia y a la tecnología; el haber llevado el presupuesto en
educación al 6% del PBI, la construcción de escuelas y hospitales; la
construcción de viviendas populares, las políticas económicas contracíclicas,
muy valorables, en momentos de crisis internacionales y propias.
Como
continuidades, y por lo tanto materias pendientes: la concentración y
extranjerización de la economía; una estructura económica exportadora que
continúa primarizada; la lamentable política minera; el mantenimiento de un regresivo sistema
tributario; el atraso notable en lo que se refiere a transporte e
infraestructura; la tardanza en asumir el déficit energético que hoy constituye
una hipoteca en la balanza de pagos; el enriquecimiento de funcionarios
imposible de justificar. Como déficits propios, la inexistencia de
estadísticas confiables con la intervención del INDEC, la minimización del
efecto muy negativo de la brecha cambiaria, la tardanza en hacerse cargo de la
necesidad de acotar la inflación con medidas imaginativas, la minimización del
problema de la seguridad, la indiferencia sobre los derechos de los pueblos
originarios con importantes violaciones a los derechos humanos, el no haber
puesto todos los recursos del estado para aclarar desapariciones como la de
Jorge Julio López y Luciano Arruga, la desarticulación de organismos de
contralor, la complicada construcción
política durante la segunda presidencia de Cristina Fernández difícil de
descodificar y que abre un importante interrogante de cara al futuro. Tendencia
al aislamiento y una creciente tentación de considerar enemigo a quien desde el
mismo campo señala problemas evidentes, lo que alienta al chupamedismo y la
alcahuetería.
En un punto intermedio, una interpretación
histórica valorable pero sesgada de la década del setenta.
Parece evidente que los avances sociales y políticos son
mucho más intensos que los operados en el campo de la estructura económica.
El
décimo año del ciclo se presenta con un frente externo caracterizado por el
acoso de los fondos buitre; una disminución significativa del crecimiento
económico; caída en la construcción; un aumento pequeño de la desocupación; el
desgajamiento del apoyo sindical; el enfrentamiento con el cavernícola poder
judicial; un malestar creciente en las
clases medias traducido en tres cacerolazos en los últimos nueve meses; y una intensificación notable del conflicto
con los medios dominantes que han decidido echar el resto para desestabilizar
en forma brutal , hacer retroceder al gobierno e infligirle una derrota en el
2015. Tropiezan en su intención con una oposición carente de alternativas,
fragmentada, no representativa, y manejada por Clarín en forma tan desfachatada
como la pretendida ley de defensa de la libertad de prensa que intentan imponer
legislativamente dos candidatos del grupo, como Macri y De la Sota, con
concesiones al medio que dejarían al colonial tratado Roca- Runciman como un
ejemplo de soberanía.
El
kirchnerismo ha demostrado en situaciones difíciles una gran capacidad de
avanzar.
A
su vez el gobierno carece también de un candidato para el 2015, cerrada la
posibilidad de reelección de Cristina.
Detrás de este escenario
intrincado, está la lucha de dos proyectos en pugna, ese que atraviesa la
historia argentina y que se caracteriza porque ninguno se puede imponer definitivamente.
24-05-2013
Todos los derechos
reservados. Hugo Presman. Para
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