A propuesta del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri, un grupo de dirigentes políticos opositores firmaron el 1º de abril de 2011 un documento para “cuidar la democracia”. Entre los firmantes están Elisa Carrió, Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz, Patricia Bullrich, Alfonso Prat Gay, Silvana Giúdice, Ángel Rozas, Ricardo Gil Lavedra, Gerardo Morales, Oscar Aguad. El escrito surge inmediatamente del bloqueo por causas gremiales del diario Clarín durante 12 horas. Son “los políticos independientes”, equivalentes de muchos periodistas “independientes” en cuanto son opositores al gobierno pero dependientes del poder económico.
La verdadera razón son los buenos resultados electorales del Frente para la Victoria en Catamarca y Chubut, y que al día de hoy el triunfo de Cristina Fernández en octubre parece definitivo. El vocero del establishment, el periodista “independiente” Joaquín Morales Solá escribió en La Nación del 3 de abril: “ La primera constatación a la que llegó la oposición es que ha dejado de existir, por ahora al menos, los tres tercios en lo que se repartía hasta hace poco el electorado. Uno de esos tercios, el del oficialismo, ha crecido, pero mucho más han descendido los otros dos tercios de la oposición, que ya no son dos tercios. Estos estaban formados por el arco no peronista y por el peronismo disidente. La segunda constatación que conmovió a la oposición, aunque no lo diga, es que Cristina Kirchner pasa por su mejor momento político desde que accedió personalmente al poder.” Como el alacrán, aún en un interesante sincericidio, no puede dejar de inyectar el veneno contenido en la mordedura, y lo de personalmente hace referencia que la presidente ejerce el gobierno personalmente desde la muerte de Néstor Kirchner.
En vísperas del 29º aniversario de la recuperación de las islas Malvinas, algunos de estos dirigentes opositores constituyen remanentes en diferentes grados de los otros dos de abril.
El primero de ellos fue el 2 de abril de 1976 cuando Alfredo Martínez de Hoz pronunció un discurso en el que definió los principios rectores de la dictadura establishment militar.
Quedaba claro que esta vez iban a concluir la tarea que dejaron inconclusa en 1955 y 1966. Y también se podía avizorar si se miraba en profundidad, que Videla, Massera y sus secuaces eran las herramientas de los intereses que la instrumentaban y que encontraban en el ministro de economía al hombre al cual se subordinaban.
Esta vez no repararían en los medios. La cirugía mayor sin anestesia la realizarían bajo la doctrina de la seguridad nacional, con los métodos del terrorismo de estado que los militares franceses aplicaron en Argelia y sus quirófanos serían los campos de concentración.
Después de seis años, la derrota económica del país era tan intensa que las consecuencias condenaban a sus implementadores a la retirada, mientras el poder económico se aprestaba a entregarlos con reticencias y a regañadientes para seguir como siempre ejerciendo el poder real. A eso se sumaba el conocimiento de las atrocidades perpetradas que remedaba e innovaba en las atrocidades del nazismo. La salida fue una fuga hacia adelante, recuperando las islas irredentas el 2 de abril de 1976. De alguna forma un 2 de abril originó el otro, aunque uno era para entregar el continente y el otro para recuperar las Malvinas. Aquel momento implicaba un escenario en donde una causa justa era tomada por generales con las manos manchadas por las tremendas aberraciones. No era posible adoptar una actitud neutral que se asemejara a los unitarios exiliados en Montevideo, aquellos que apoyaron a la flota anglo francesa que bloqueaba al gobierno de Rosas para obtener la navegación por los ríos interiores del antiguo virreinato. El autor de esta nota sintetizó entonces su posición en la consigna: “Luchar en las islas, recuperar el continente.” Tenía presente una célebre frase de Lenín: “Estar contra el nacionalismo del país oprimido, era estar a favor del nacionalismo del país opresor.”
A pesar de la imprevisión de generales más habituados a los escritorios que al combate, los soldados, algunos oficiales y la aviación escribieron páginas de una heroicidad notable que la derrota ha sumido en la mayor parte de los casos en el olvido.
La democracia que se recuperó estuvo hipotecada por las consecuencias de la derrota, por la enorme deuda externa acumulada, por la devastación producida.
La desmalvinización, que es el temor de enfrentar al poderoso, atravesó a la sociedad argentina desde 1983 al 2003, con un pequeño espacio de dignidad y de tanteo del terreno como fueron los dos primeros años del ministerio de Bernardo Grispun en la presidencia de Ricardo Alfonsín, a pesar que el primer presidente de la democracia enterró el tema de Malvinas y propuso la desmalvinización.
La hiperinflación disciplinó a la sociedad y allanó el camino para que con apoyo popular, Carlos Menem terminara las tareas inconclusas de la dictadura establishment- militar. El plan de convertibilidad se lanzó también en abril, el primer día de ese mes de 1991.
Ahí se consumó una segunda cirugía mayor sin anestesia siendo el quirófano el dios Mercado, la apertura indiscriminada de la economía, las privatizaciones, los bancos convertidos en catedrales, las relaciones carnales con el socio de Inglaterra en Malvinas, y la renuncia a una política monetaria a través de la convertibilidad.
Néstor Kirchner, proveniente del sur donde la guerra de las Malvinas se vivió con intensidad, rompió con la idea que enfrentar al poderoso era una locura porque la derrota era inevitable, y entonces negoció la quita de la deuda y enfrentó al Fondo Monetario, le dijo no al ALCA, enfrentó a algunos sectores del poder económico nacional, ante una oposición sumida en el miedo y pronosticando calamidades apocalípticas si se enfrentaba al poder local e internacional.
El kirchnerismo implicó en buena medida dejar atrás las consecuencias de la derrota de Malvinas y su consecuencia: la desmalvinización.
EL TERCER “2 DE ABRIL”
Desde el Pro a Proyecto Sur, se puede observar cómo la oposición es articulada por Clarín.
Algunos de ellos fueron cómplices durante la dictadura y ahora son socios en democracia.
Hay denominadores comunes: colonización cultural y rodillas genuflexas. Añoranza de la dictadura y el menemismo en Macri, menemismo residual en el peronismo federal que intenta alinear a todo el establishment y ser su intérprete; lejos de la política y cerca de la psiquiatría en Carrió y algunos de sus adláteres, y envejecimiento prematuro en Pino Solanas que pega por izquierda en la minería y se arrodilla ante Héctor Magnetto, como hace dos años hizo lo mismo y se abrazó a las patronales campestres. Que un pretendido líder izquierdista con pasado peronista, en un conflicto gremial con el del autotitulado “gran diario argentino” apoye a la patronal bajo la falsa bandera de la libertad de prensa, demuestra que “ La hora de los Hornos” está lejos y Clarín y los numerosos medios que posee, muy cerca.
El intento de Mauricio Macri de una nueva Unión Democrática que reúna bajo un mismo techo a toda la oposición, tropezará con muchos obstáculos. Merece destacarse que el GEN de Margarita Stolbizer, el socialismo de Hermes Binner y Proyecto Sur de Pino Solanas tuvieron el pudor de no firmar el intento de echar las bases de una amplia coalición opositora unida y representando al poder económico.
Otros, como Patricia Bullrich, es capaz de afirmar impúdicamente en la revista Debate del 2 de abril: “ No me importa nada que me digan empleada de Clarín” El tercer 2 de abril de la oposición es tributario de los otros dos. Del primero, en economía; y de la desmalvinización, después de la derrota en el segundo.
En América Latina hay un amanecer vinculado a las mejores tradiciones del siglo XIX. En forma contradictoria y con claroscuros. Con las numerosas imperfecciones de la realidad. El futuro parece estar en el desarrollo de esos proyectos de los que el kirchnerismo forma parte. La oposición parece más cercana a la pesadilla de los noventa. Y ex combatientes de Malvinas, aciertan cuando despliegan una bandera con la leyenda: “Volveremos a Malvinas de la mano de América Latina”.
2-04-2011
TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman. Para publicar citar fuente.
"La salida fue una fuga hacia adelante, recuperando las islas irredentas el 2 de abril de 1976." Corresponde 1982.
ResponderEliminarExcelente el post; es una buena descripción de una lucha que no terminará hasta que las bases de un proyecto nacional y polular sean fundadas definitivamente.
Sobre Malvinas?
ResponderEliminarhttp://necesitabaunapapelera.blogspot.com/2012/02/pensando-al-sur-sobre-malvinas-parte-i.html