06 marzo 2012

DISCURSO, CUENTOS Y ERRORES

Los discursos de Cristina Fernández siempre dejan temas para reflexionar y debatir. No son exposiciones para cumplir un formalismo, como sucede con muchos gobernadores y solía pasar con otros presidentes. El de la inauguración de las sesiones legislativas correspondiente al año 2012 se atuvo a aquella costumbre y abrió un amplio campo para el debate.
En su inusual extensión de 200 minutos, dedicó un tercio a un abrumador despliegue numérico, estableciendo los avances conseguidos en los últimos ocho años. Al respecto el analista Luis Tonelli escribió en Debate del 3 de febrero: “La enorme lista de logros enumerados por la Presidenta y que, incluso descontado el adicional del Indec oficial, siguen siendo impresionantes….” Previendo las descalificaciones justificadas sobre la verosimilitud de las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en su discurso utilizó la información del Fondo Monetario.
En materia económica, el anuncio de la liquidación de la ley de convertibilidad que increíblemente aún permanece vigente, permitirá una mayor libertad en el uso de las reservas, aspecto que sólo vieron los economistas neoliberales, omitiendo que la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central establecerá un nuevo punto de partida en materia financiera y crediticia, permitiéndole restablecer atribuciones que en el oleaje libremercadista le fueron amputadas, tales como la regulación de plazos, las tasas de interés, las comisiones y cargos, etc. También se contemplarán otros parámetros para establecer la relación adecuada entre reservas y circulación monetaria.
El proyecto de modificación y fusión de los Códigos Civil y Comercial junto con el tratamiento de  leyes de fecundación asistida, muerte digna y contrato prematrimonial para el reparto de bienes, son propuestas para aggiornar una legislación en muchos aspectos vetusta y para incorporar nuevas figuras de acuerdo a las necesidades y requerimientos actuales. Puede anticiparse, dado intereses contradictorios y posiciones religiosas, que la sociedad se verá inmersa en un debate apasionante.
Otro avance interesante que abordó Cristina Fernández fue el tema de la propiedad comunitaria indígena sobre la que afirmó: “la tierra es de la comunidad indígena y no puede ser transferida a terceros ni ser objeto de negocios.”
El tema Malvinas fue abordado dialécticamente, tratando de aislar a Inglaterra continentalmente en América Latina, y buscando apoyos en el continente europeo,  al tiempo que se dan pasos para restablecer la siempre relación ríspida con los isleños, ofreciendo viajes de Aerolíneas desde nuestro país. Colocó la pelota en territorio contrario, tratando de reversar la afirmación de sometimiento a los habitantes malvinenses por bloqueo. 
El discurso alcanzó su mayor grado de efervescencia y voltaje político cuando trituró los argumentos endebles del jefe de gobierno para devolver la concesión de los subtes tantas veces reclamada, y que luego del terrible siniestro de Once produjo en el autoproclamado gran gestor un miedo escénico que puso en evidencia sus precarias dotes, al tiempo que su mano derecha, Horacio Rodríguez Larreta, descubría insólitamente la vejez de los vagones de la línea A.
Al respecto, poco espacio deja para la interpretación lo firmado los primeros días de enero del corriente año. Allí puede leerse textualmente: “La Nación y la Ciudad acuerdan; Primero: La Ciudad ratifica en este acto la decisión de aceptar la transferencia de la Concesión de la Red de Subterráneos  de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Segundo: En consecuencia, la Ciudad asume, a partir de la firma del presente el control y fiscalización del contrato de concesión en su totalidad, como así también, el íntegro ejercicio de la potestad de fijar las tarifas del servicio, incluyendo la facultad de establecerlas por decisión unilateral.”
El punto tercero se refiere al monto del subsidio del Estado Nacional y la forma en que lo pagará.            
Otro momento de voltaje político se vivió cuando le aconsejó a los integrantes de la oposición no ser funcionales a los monopolios,  que “los utilizan los matan cuando no hacen lo que quieren. Tengan su propia agenda. …no se dejen manejar la agenda por dos o tres monopolios a los que no le importan ustedes.”
Un momento de quiebre fue cuando llamativamente, al ver las críticas de aquellos que apoyaron lo que hoy critican observando las consecuencias, afirmó que hay momentos que duda en seguir adelante. Llamativo fue también su referencia a la inutilidad de los enfrentamientos en alusión a las relaciones con la oposición y una exhortación a la unidad nacional. Ni siquiera esto mereció una consideración positiva del sociólogo Marcos Novaro, integrante del grupo de los 17, que manifiestan un respeto hacialos kelpers que no tienen con la presidenta del país, quién afirmó( La Nación 5 de marzo página 7) : “La idea de unidad nacional es antidemocrática. En una sociedad democrática tiene que existir una pluralidad de pensamiento.” Como en otras oportunidades, Novaro confunde aserrín con pan rallado. Como si la unidad nacional en torno de Malvinas impide la pluralidad de ideas. 

LOS ASPECTOS DESFAVORABLES DEL DISCURSO
Hay una sostenida tendencia en  los discursos presidenciales de no destacar mínimamente aquellos temas no abordados, o realizados con menor intensidad de lo que las circunstancias exigen, o implementaciones insuficientes o equivocadas. Eso sucedió en esta oportunidad en lo referido a la megaminería, los ferrocarriles y el gas y el petróleo. O equivocaciones groseras como la referida a los docentes con un lenguaje basado en estereotipos,  incompatibles con la historia de estos 8 años recorridos.
Otro punto que abre un signo de interrogación sobre las virtudes presidenciales es si su notable capacidad oratoria y expositiva, tiene un correlato similar en un aspecto vital como la construcción política. El enfrentamiento con la CGT, que parece haber entrado en un callejón sin salida, y la situación incómoda en que dejó a su aliado Hugo Yasky con sus críticas a los docentes, plantean serias dudas sobre el arco político y social de apoyo futuro, pues si este se circunscribe crecientemente a La Cámpora, estaríamos en presencia de algo más parecido socialmente a  la Alianza de signo frepasista que al peronismo en su mejor versión. Con esa sola base de sustentación organizada es imposible afrontar los avances que hay que realizar y los intereses que hay que enfrentar. La alianza plebeya de los sectores populares, fundamentalmente obreros, y franjas importantes de clase media, es indispensable.  El kirchnerismo ha demostrado ofrecer sus mejores versiones cuando parece cercado o derrotado. Sin oposición política real, sólo queda enfrente la realidad, los problemas no abordados, los medios dominantes, los sectores económicos que reaccionen ante los avances, el desmejoramiento de la situación internacional para el país, en medio de la peor crisis económica planetaria.

CUENTO: EL MONITO    
Un monito observa que a sus espaldas se aproxima un tigre con el evidente propósito de convertirlo en su almuerzo. Piensa rápidamente cómo eludir su muerte inevitable y entonces se pone a deglutir los huesos de un tigre muerto. El felino que avanza decidido se detiene ante el espectáculo que se despliega ante sus ojos y piensa: qué monito bravo, se está comiendo un tigre. Ante la duda retrocede hacia la profundidad de la selva. Otro mono que contemplaba la escena le cuenta la verdad al tigre, que presa de furia vuelve hacia el lugar en que el monito descansa luego del susto recibido. Por el rabillo del ojo contempla nuevamente al tigre que avanza decidido con el mono delator sobre su cuerpo. El monito sabe que su suerte está jugada. Piensa velozmente, con la fuerza de la desesperación, y exclama como si estuviera hablando solo: “Que mono de porquería. Le pedí que me trajera otro tigre, y el muy mentiroso no viene”.

ERRORES NO FORZADOS EN EL SUBTE
Al gobierno le faltó la astucia del monito. La falta de timing político fue expuesta en forma patética. Para el menos perspicaz, era evidente que Macri venía amenazando la devolución de la concesión, esperando el momento propicio. Este se presentó después del siniestro del Once, aprovechando la decisión anunciada por la Ministra Garré de retirar la Policía Federal de los subtes. Estaba claro que ante una situación similar al Indoamericano (en que el Estado Nacional se retira y el gobierno municipal huye), en este caso el sindicato afirma que sin policías no trabajarán,  dejando todos a 1.200.000  ciudadanos usuarios sin posibilidad de viajar debajo de tierra. Un movimiento lógico era abatir la excusa de Macri y el argumento del sindicato restableciendo por 60 días la seguridad federal, dejando expuesto en su pequeñez a Macri y quedándose con la justa bandera de quién es al que le `preocupa “la gente”. La presidenta lo hizo a las 14 horas del día siguiente, en el discurso que comentamos, cuando el daño ya se había producido y la bronca tenía como destinatarios a ambos gobiernos. Se repitió la falencia de que la presidenta no usara la cadena nacional para un pésame a los familiares de las víctimas y la falta de contención gubernamental a los mismos, lo que potenció la falta de tacto discursivo de Schiavi y Garré.
Al gobierno le ha faltado la astucia del monito.

EL ESPEJO
Una vez un hombre muy rico fue a  pedirle un consejo a un rabino.
El rabino tomó la mano, lo acercó a la ventana y le dijo "mira".
El rico miró por la ventana a la calle.
El rabino le preguntó: "¿qué ves?".
El hombre le respondió: "veo gente".
El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un  espejo y le
dijo:-  "¿qué ves ahora?".
El rico le respondió: -"Ahora me veo yo".
 - "¿Entiendes?  En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio.
Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata.
Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse sólo a sí mismo".

PETRÓLEO- MEGAMINERÍA-FERROCARRILES
Sobre la megaminería la presidenta se alineó como hasta ahora en su apoyo, sin someterla al debate pendiente. Más allá de los problemas ambientales que deben dilucidarse, el actual código de minería debe modificarse para que el negocio no siga siendo fundamentalmente para las multinacionales.
Con relación a los ferrocarriles apuntó bien a la historia de su desmantelamiento, pero resulta precaria su explicación de que serían excelentes si no hubiera debido pagarse la deuda del corralito. Se podría enunciar  otros lugares por donde se fueron importantes recursos como la prolongada fuga de capitales, los subsidios dados sin los controles necesarios, las cerealeras y petroleras que podían dejar fuera del país el 70% de las exportaciones y las mineras el 100%.
Se podría haber modificado la ley de inversiones extranjeras fijando un tope a la remesa de utilidades al exterior. Los informes desfavorables sobre TBA de la familia Cirigliano,  realizados por los órganos de contralor del Estado, que el gobierno desestimó, son un flanco débil que la Presidenta ignoró. 
Más allá del retardo para revertir la situación de los ferrocarriles, tampoco queda claro cómo se afrontará en los próximos años la modernización imprescindible.
Con relación al petróleo realizó un sorpresivo elogio a la gestión de José Estenssoro cuando aún era YPF, que realizó los pasos previos para su privatización,  y las críticas correctas a la falta de inversiones en exploración que se vio patentizada en la caída en la producción. Sin embargo en el caso de YPF-REPSOL, la llamada argentinización de la misma a través de Eskenazy, fue promovida y alentada por Néstor Kirchner. La forma como se realizó implicaba que la empresa dejaría de invertir, pues sus utilidades se destinarían a que el comprador del 15% del paquete accionario (grupo Petersen -Eskenazy) y posteriormente de un 10% adicional, los destinaría a cancelar un préstamo del vendedor (Repsol). La compra sin dinero podría haber sido realizado por el Estado y no por un grupo privado que el gobierno alentó.
Cuando los empresarios como tales no tienen un proyecto que en la búsqueda de sus intereses incorpore al grueso de la población, sucede lo que el rabino le explicó al rico del cuento. Está claro que Cirigliano sólo se mira en el espejo donde hay plata y sólo se ve a sí mismo y a sus intereses.

BEREL
Este  cuento lo tomo como lo relató el ex Secretario de Cultura de la Nación José “Pepe” Nun en La Nación.  “En la Polonia del siglo XVIII, un poderoso señor feudal, católico ferviente, aguardaba ansioso la visita de un gran cardenal francés, considerado el hombre más sabio de su tiempo. Mientras se preparaba para recibirlo se le ocurrió una idea, a fin de lucir el genio de su invitado ante todo el pueblo. Decidió organizar un torneo de preguntas y respuestas, le puso como contrincante a un miembro de la aldea judía que moraba en sus tierras y estipuló que el verdugo le cortaría la cabeza al primero que fallase. Envió entonces un emisario a esa aldea para ordenarles que designaran a su representante. Los campesinos judíos fueron presas del terror. Se reunió el consejo de ancianos y acordó que aceptar sería directamente un suicidio, por lo que se negaron. Al otro día, el emisario retornó para informarles que, si no obedecían, el señor los haría matar a todos. Desesperados, a los ancianos los invadió el pánico, pero entonces apareció Berel, el tonto de la aldea, para rogarles que lo dejasen ir a él. Nadie lo tomó en serio, pero insistió. Le explicaron que iba a una muerte segura, pero no hubo caso. Finalmente, resignados y entre lágrimas, lo nombraron su delegado. Llegó el día del torneo. Había una multitud. En el centro del escenario se ubicó el dueño de casa, flanqueado por el verdugo con su espada. A la derecha, se sentó el cardenal y, a la izquierda, frente a él, Berel. El cardenal advirtió de inmediato que se trataba de un pobre muchacho y ofreció generosamente que fuera Berel quien hablase primero. Entonces Berel le preguntó: "¿Qué quiere decir ani lo iodea ?". El cardenal respondió: "Yo no sé". Ante el asombro de todos, el verdugo alzó en el acto la espada y le cortó la cabeza. Los judíos no lo podían creer y entre risas, sollozos y aplausos, llevaron en andas a Berel de regreso a su aldea. Festejaron durante tres días y tres noches. En medio de los bailes, uno de los ancianos llevó aparte a Berel y quiso saber por qué había estado tan seguro de que iba a ganar. Berel se lo explicó. Cuando era niño, el Gran Rabino de Cracovia había visitado su escuelita. En un momento dado, se acercó a la mesa donde él hacía sus deberes y le ofreció ayuda. Señalando su cuaderno, Berel se animó a preguntarle: "¿Qué quiere decir ani lo iodea ?". "Yo no sé", le contestó el religioso. "¿Se da cuenta, señor?" -concluyó Berel-. "Si el Gran Rabino de Cracovia no lo sabía, ¿cómo iba a saberlo el cardenal francés?" Mi amigo agregó con una sonrisa: "Supongo que no hace falta que te aclare que, en hebreo, ani lo iodea significa “yo no sé”.

LOS MAESTROS 
Fueron un sostén social cuando por la crisis, las escuelas se convirtieron en comedores.
No es cierto que trabajen sólo cuatro horas y que tengan tres meses de vacaciones.
Es cierto que hay ciertos abusos sobre las suplencias.
Es cierto que muchas veces no encuentran la mediación en la lucha de sus derechos y la defensa de la escuela pública  y terminan erosionando el prestigio de esta última.
Es cierto, aunque hay responsabilidad compartida, que las discusiones son sobre salarios y poco sobre calidad de la enseñanza.
Es cierto también que la situación de los docentes es muy diferente a la época de luchas de la carpa blanca. Y que el kirchnerismo ha invertido en educación un porcentaje sobre el PBI, impensable hace apenas unos años.
Todo esto pudo ser explicado en forma equilibrada, sin recurrir a las chicanas estereotipadas en las que inexplicablemente cayó la presidenta. 

LA MÚSICA
Lo cuenta Eduardo Galeano: “Era un mago del arpa. En los llanos de Colombia no había fiesta sin él, para que la fiesta fuera fiesta. Mesé Figueredo tenía que estar allí con sus dedos bailanteros que alegraban los aires y alborotaban las piernas. Una noche, en algún sendero perdido, lo asaltaron los ladrones. Iba Mesé Figueredo camino de una boda, a lomo de mula, en una mula él, en la otra el arpa, cuando unos ladrones se le echaron encima y lo molieron a golpes.
Al día siguiente alguien lo encontró. Estaba tirado en el camino, un trapo sucio de barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo con un resto de voz: Se llevaron las mulas. Y dijo: Se llevaron el arpa. Y tomó aliento y se rió. Echando baba y sangre se rió. Pero no se llevaron la música.”

DISCURSO, CUENTOS Y ERRORES
Más allá de sus aciertos, errores y omisiones, el discurso presidencial no deja indiferentes a seguidores y adversarios.
Los nuevos tiempos llaman “relato” al discurso. Más allá de cómo se lo denomine, hay que proceder siempre con la astucia del monito, la capacidad de sorpresa de Berel, y aprender de la enseñanza que en el espejo despliega el rabino. Y más allá de los vaivenes y contradicciones, saber que las mulas y el arpa pueden volver a recuperarse, pero la música es innegociable. 

 5-03-2012
Para publicar citar fuente. Hugo Presman. Todos los derechos reservados.


              
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1 comentario:

  1. Estimado Hugo, la Doctora tiene un oratoria y una capacidad intelectual superlativa en comparación a la de Kirchner (en mí opinión), pero él era superior haciendo y contruyendo política en el "barro". He notado en la blogesfera abundantes críticas a la figura de Moyano por su falta de timming político dado sus últimos movimientos. Con independencia de las críticas que se le pueda hacer, yo discrepo. También es una torpeza política grande por parte de la Doctora separarse del movimiento obrero, que fue uno de los pilares cuando la correlación de fuerzas no acompañaba (2008/9). ¿O con quién vamos a profundizar el modelo, con el "Vasco" De Mendiguren? La Doctora debe comprender que es el momento para ir a fondo, caso contrario quedará atrapada de las contradicciones de la actual etapa, y se comerá bombazos como los del 22 de febrero en Once. La Cámpora y la JP Evita, son una base harto pequeña como para asumir la complejidad de lo que viene. El kirchnerismo hoy, como en su tiempo el primer peronismo, corre el severo riesgo de quedar preso de la estrechez de su propio marco ideológico, con la diferencia de que esta vez, no habrá bombardeos, o juntas militares.

    Le dejo un cordial saludo.

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