03 febrero 2011

PERIODISMO SIN MALLA

En el verano el periodismo se frivoliza aún más de lo rutinario. Las pocas neuronas se toman vacaciones, algunas ideas se achicharran al sol, los reportajes transitan por preguntas tan profundas como una permanente de Página 12  acerca de si al pancho, le pone el entrevistado  mayonesa mostaza o kétchup. O algunas igualmente profundas de Clarín: “Y que utiliza ¿short, bermudas o sunga? o para las mujeres ¿ bikini o malla enteriza? Incluso hay editoriales de  periodistas intentando elevarse del subsuelo y su esfuerzo se malogra cayendo a un pozo más profundo que el de los mineros chilenos. El dueño de la Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia intenta vanamente posar de intelectual recurriendo a profusión de citas que no mejoran su aporte a lo que califica de “periodismo puro” En su columna editorial del domingo 9 de enero bajo el título de “Periodismo militante y subversión de la verdad” luego de un análisis psicoanalítico: “Los periodistas que trabajan en los grandes medios piensan que quienes se autotitulan periodistas militantes o comunicadores militantes ( los invitados a los programas oficialistas o columnistas de los medios gráficos oficialistas) critican al periodismo profesional por envidia. Porque siempre aspiraron a la notoriedad, trascendencia, influencia o visibilidad que permiten los medios grandes, nunca la obtuvieron y gracias al kirchnerismo sanan su frustración….”; se despacha con una frase antológica: “Periodismo e ideología son mundos muy distintos. Casualmente, el periodismo aspira a ser lo contrapuesto a la ideología
Es la versión aplicada al periodismo de lo que en política enarbolan los tributarios de la década del noventa considerando que la  gestión es independiente de la ideología. Es como suponer que los brazos y las piernas se mueven o se quedan quietas independientemente de las órdenes que les da el cerebro. Será interesante que el abanderado del periodismo puro explique entre uno de los tantos ejemplos que pueden darse de sus manejos periodísticos “carentes de ideología”, el motivo por el cual en la revista "Noticias" se podía denunciar corrupciones de Carlos Menem pero se debía dejar a salvo a Domingo Cavallo, como lo afirmó un antiguo empleado de la revista y hoy director de “Tiempo Argentino”, el periodista Roberto Caballero.

Y ya que hablamos de la editorial Perfil, su revista "Noticias" tiene la rara particularidad de ser veraniega todo el año. Una tapa con anuncios y primicias estruendosas que pierde toda su dinamita al llegar  al desarrollo del artículo que termina siendo generalmente un juego de fuegos artificiales. Un ejemplo es una nota sobre Aníbal Fernández del 22 de enero bajo el título “El peor verano de Anibal F” con una bajada que dice: "Perdió poder y en el Gobierno piden su renuncia. Mentiras y mascota en la playa. Su trébol de la suerte” pueden leerse cosas como estas: “ Aníbal Fernández es un mentiroso compulsivo. “Es de los peores” dice un amigo histórico. El problema es que a veces le sale bien, y otras no: le enrostra al equipo rival, a los gritos que tiene 31 para el tanto, como en le jerga del truco se lo llama al envido, cuando en realidad tiene 27…..Está en el centro de la tormenta, así que su clásico descanso geselino se transformó en el peor de los veranos. Para colmo, su nueva adquisición canina le trajo más dolores de cabeza que bondades. Este año, Fernández sumó un nuevo Smooth Fox Terrier para que acompañara a Ernesto “Che”, el pequeño perro de su hijo Facundo. El primer día de playa 2011, el flamante perro ladró sin parar y levantó las protestas de los compañeros de  balneario. La resolución fue instantánea: el jefe de Gabinete debió mudarse de su habitual carpa a otra perdida en un rincón y lo suficientemente alejada para no molestar a los vecinos. El animal ahora no se asoma por la playa.” Después de dar algunas pistas conocidas pero menos frívolas sobre la situación del Ministro, el  periodista Federico Mayol, desde Villa Gessell concluye su esclarecedora nota: “Dentro de pocos días, Fernández abandona las playas de Villa Gesell. Se va con un sabor amargo. No es su mejor verano.” Es evidente, que siguiendo el hilo de cómo empieza el editorial de Fontevecchia en Perfil, hay una larga cola de periodistas que envidian al trabajo que le encomendó a Federico Mayol.

 La Editorial Perfil cubre el ámbito de los negocios y los empresarios con la revista “Fortuna”, la frivolidad de los poderosos con la revista “Caras”, nacida en los noventa y sobreviviente de ese período, y los temas de interés general con la revista “Noticias”, mixturando  los intereses a los que sirve “Fortuna” con la frivolidad de “Caras.”  
En el verano, por si no alcanzara con la superficialidad, se aligeran los controles. Será por eso, que el principal diario de la Argentina, Clarín, en su segunda edición del miércoles 26 de enero sigue titulando en tapa y reiterando el error de la primera edición: “Citan a 18 oficiales de la Fueza Aérea por el narcoavión.” Y ya que estamos con el gran diario argentino en franca devaluación de su credibilidad, resulta increíble que antiguos militantes setentistas, incluso algunos cercanos o integrantes de organizaciones armadas, hoy  sobreactúan su papel de perritos falderos de Héctor Magneto.
Es el caso de Ricardo Roa y Susana Viau. El primero es frecuente editorialista de la página dos. La segunda, ha pasado, entre otros medios, por Página 12 y Crítica, y hoy, cuando reemplazó a Santucho por Magnetto escribe cosas como ésta el viernes 21 de enero bajo el título de “Florencia, la princesa y la difusa línea que separa lo público de lo privado”: “No es de descartar que ese repentino salto a la fama sea producto de la influencia de Qatar, un país al que el escritor Jean Lartéguy definió como modelo nepotismo; que el shamal, el viento implacable que barre los emiratos, haya sembrado esa fascinación sobre la tierra fértil de una nación latinoamericana donde nadie parpadea si el marido entrega la banda presidencial a su mujer para que , a continuación, esta tome juramento a su cuñada.” Omite intencionadamente Viau que, más allá de la ponderación que merezcan el ex presidente y Cristina Fernández, ambos realizaron una carrera política. No es la presidenta el caso de otras mujeres políticas destacadas que su ascenso a puestos de jerarquía o iguales, fueron consecuencia del accionar de su marido.
La necesidad de forzar la realidad para que entre en el territorio de sus deseos que el gobierno hace con el Indec, el diario La Nación a través de sus columnistas y editoriales lo hace en forma militante, pero bajo la mentira del periodismo profesional  e independiente. Vale aclarar que lo denominan profesional en contraposición al periodismo militante. Carlos Pagni, titula su nota del 16 de enero: La inseguridad, el factor que puede hundir al gobierno”, en momentos que todas las encuestas anuncian que si hoy habría elecciones, Cristina ganaría en primera vuelta.
En el mismo sentido se adscribe el editorial de Eduardo Van der Kooy del 23 de enero que concluye: “Pero la inseguridad acecha, la inflación castiga y la política es siempre, en especial en la Argentina, una usina de imponderables.” Se puede coincidir o no con este análisis, teniendo en cuenta que efectivamente faltan 9 meses. Pero la frase final, al día de hoy es similar al indec: “Aquél paseo soñado de octubre, quizás, no vaya a serlo tanto.” Tal vez, el editorialista de Clarín, si pudiera, diría: “Ese paseo que hoy traducen las encuestas, es para nosotros una pesadilla y para que la pesadilla no sea realidad, haremos lo posible y lo imposible para que este paseo que hoy se anuncia termine en un Waterloo”
A su vez el periodismo oficialista, en demasiados casos, desconoce los errores, disimula situaciones poco claras y efectúan afirmaciones aventuradas o en el mejor de los casos apresuradas. Así “Tiempo Argentino” afirma categóricamente en tapa del 14 de enero: “Caso Juliá: la cocaína no se cargó en Ezeiza.”  Este diario ha realizado investigaciones impactantes e importantes. Pero en algunos casos cae en excesos  propagandísticos. Una cosa es hacer periodismo coincidente con las grandes líneas del gobierno y otra terminar concretando un Clarín gubernamental.   

PERIODISMO CON MALLA
Una carta publicada en la sección Opinión de Cartas de Lectores del diario “Tiempo Argentino del 21 de enero de Sergio Peralta, del que pude averiguar es un periodista mendocino, demuestra que no todo es banalidad en el verano. Escribe entre otras cosas: “Un periodista norteamericano Abbott Joseph Liebling, que en 1960  dijo” La libertad de prensa se garantiza solamente a quienes tienen una prensa”…… Así que en lugar de vender periódicos a sus lectores, los dueños de las casas editoriales empezaron a vender sus lectores a los anunciantes. En la mayoría de los casos, la publicidad llegó a ser su principal fuente de ingresos. ¿Creen que el diario que factura miles de dólares de publicidad a un Laboratorio que fabrica un producto de uso agropecuario y que además ese laboratorio coincide con los dueños del diario va a emitir una opinión objetiva sobre la angurrienta postura de los dueños ricos de la tierra?....En los noventa se incrementó la concentración de medios en manos de pocos que distribuyeron el mensaje privatizador como el salvador de terribles problemas. Todo coincidía, por supuesto, con sus intereses, se adueñaron de los ahorros de los jubilados, se transformaron en accionistas de empresas que antes eran públicas, mutaron su razón de ser, dejaron de ser editoriales y pasaron a ser polirrubros ¿la información, la objetividad? ¡Bien! Los políticos, que de alguna manera fueron cómplices de ese sistema expropiador, son tapas de medios, zócalos de sus televisores, voces de radios, estrellas de su acotado firmamento. La multiplicidad de voces le está aguando la fiesta. Esos señores saben que para ser estrellas hace falta la oscuridad”

PERIODISMO SIN MALLA
La frutilla del postre del periodismo sin malla fueron las declaraciones de Jorge Lanata en la revista La Nación del 16 de enero realizado por la periodista Any Ventura en José Ignacio en Uruguay. Después de las trivialidades veraniegas Lanata establece que tipo de relación tiene o ha tenido con empresarios periodísticos.

 “Con Jacobo Timerman tenía una relación difícil, porque tuve la suerte de que me fuera bien en el momento que a él le iba mal: el fracasa con La Razón el mismo año en que yo hago Página 12. Por un lado, no se lo bancaba y, por otro lado, me quería. El tenía todo: chapa, edificios, rotativas, y yo no era nadie, tenía veintiséis años. Jacobo tuvo que ver con una Argentina de otra época. Y fue un tipo que resultó muy susceptible a los lobbies, que laburó para los milicos, que creó el mismo monstruo que después se lo comió. Murió aislado y solo, acá en Punta de Este. A Ricardo García lo vi un par de veces. Me parece un tipo interesante: es un editor. Hay pocos editores. Hay muchos tipos que son capaces de llevar adelante un medio cuando ya está. Pero tipos que lo saquen de la nada y lo hagan hay muy poquitos. Jorge Fontevecchia es un tipo que me gusta. Es un editor, para mí, en algunas cosas desparejo…” Cuando Ventura le pregunta si hay críticas de algún sector del oficialismo que le molestan y le apunta que aparece frecuentemente en 6-7-8, contesta: “Hay algo raro. Justamente estoy escribiendo sobre eso. El programa 6,7,8 nunca lo vi, sólo un cachito una vez, y me dieron ganas de ir a cagarlo a trompadas a Orlando Barone. Sarah lo ha visto un par de veces y se enojó.  Yo le dije que no lo viera más. …” Es difícil seguir algún planteo del antiguo transgresor, hoy niño mimado de los medios hegemónicos y sus satélites, cuando violenta la lógica diciendo que escribe sobre algo que no ve. Llama la atención que no se le ocurra plantear sus críticas en forma articulada y sólo se remita a una amenaza.  Pero eso no debe extrañar, porque Lanata parece más desorientado que Hitler en el Once. A la pregunta si coloca en la misma balanza a Menem, Kirchner y Cristina, lo primero que se le ocurre es que: “ Son políticos ¿ No?” La “profundidad” del análisis ni siquiera se desliza por la superficie. Si fuera periodista deportivo y le preguntaran qué diferencia hay entre Maradona, Messi, Pavone y Viatri contestaría “¿ Son todos jugadores de fútbol ¿ no?” Ahora sigamos con su explicación: “A ver ¿ en qué se diferencian? Si, en algunas cosas, pero en un punto son iguales. Estos tipos están haciendo sus negocios con el poder. En el fondo, me parecen pobres tipos. Ni siquiera me inspiran respeto intelectual ni nada. Son bastante brutos.” Siguiendo con el ejemplo futbolístico la respuesta sería: “Siendo delanteros todos intentan hacer goles. Pero en el fondo, me parecen pobres tipos. Ni siquiera me inspiran respeto intelectual. Seguramente ninguno de estos tipos podrían crear un diario como Página 12 o Crítica, ni escribir libros como “Argentinos.” A esta altura resulta sorprendente que Lanata escriba libros de divulgación histórica y permanezca inmune al conocimiento del pasado. Añora un tiempo, que mientras el país se derrumbaba, él, como representante del periodismo lanatiano era un faro referencial. Ese que acentuaba la lupa sobre la corrupción mientras se remataba el patrimonio acumulado con sudor y lágrimas. Y muchas veces con sangre. Cuando más se desvalorizaba la política, más se valorizaba Jorge Lanata.
A contrario sensu: ahora que la política se vuelve a reconocer como el instrumento indispensable de transformación de las sociedades, la figura de Lanata se desvaloriza. Un verdadero ejemplo del periodismo sin malla. 


31-01-2011

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