De pronto la corrupción es el
tema excluyente. Los autores policiales sostienen que el arma que cometió el
crimen debe estar muy visible para permanecer oculta. El sistema que reina en
la casi totalidad del planeta (lo que queda afuera que es mínimo, tiene otras
lacras igualmente rechazables) está
basado en el robo, la apropiación y el pillaje. Carlos Marx que estudió el sistema en profundidad afirmaba: “el
capitalismo llega chorreando sangre y lodo”. Lo visible es tan evidente
que permanece profundamente oculto. Gabriel Zucman, autor de “La riqueza escondida de las
naciones”, un economista cercano a Thomas Piketty, autor
de “El capital del siglo XXI”, afirma: “sólo en
activos financieros hay 7,6 billones de dólares ocultos en el mundo. En
Argentina, el 20% de la riqueza financiera estaría fuera del país….. Los paraísos fiscales esconden
unos 7,6 billones de dólares (US$
7.600.000.000.000) de fortunas particulares teniendo sólo en cuenta activos
financieros (bonos, acciones y depósitos bancarios). Sin contar, por ejemplo,
propiedades inmobiliarias y obras de arte. Un informe del Boston Consulting
Group de este año aumenta esa cifra
hasta 8,9 billones de dólares…. el 9% de la capitalización de las
empresas cotizadas en Wall Street es propiedad de inversores con sede en paraísos
fiscales. En el año 2000 este
porcentaje era de 3%...La investigación muestra que esta evasión
fiscal es la principal razón del
aumento de la desigualdad en las economías avanzadas.”
Esto
explica un dato estremecedor: las 85 personas más ricas tienen tantas riquezas
como las 3.596.000.000 de personas más pobres, más de la mitad de la población
mundial.
Según una fuente insospechada en la materia, el The
Wall Street Journal Americas, tomando
una información proporcionada por el Consorcio Internacional de Periodistas de
Investigación, recogido por el diario La
Nación del 6 de abril sostiene: “HSBC y sus afiliadas pidieron más de 2300
empresas de un total 15.600 que Mossack Fonseca ayudó a establecer para sus
clientes en más de 40 años……Ni Panamá ni Islas Vírgenes requieren que
las empresas den a conocer los propietarios en un registro público, lo que
significa que quienes traten de rastrear a los verdaderos dueños no obtendrán
pistas en el país…….Otras recientes filtraciones han involucrado las
operaciones de la banca privada de HSBC Holdings PLC en Suiza, que es acusado
de proveer de servicios a evasores fiscales y una serie de documentos que
muestran que Luxemburgo ayudaba a multinacionales a reducir el pago de
impuestos.”
El
gobierno de Mauricio Macri designó al frente de la Unidad de Información
Financiera (UIF) a Mariano Federici y María Eugenia Talerico como presidente y
vicepresidente, respectivamente. Federici, de 42 años, es abogado y se
desempeña actualmente en el departamento jurídico del
Fondo Monetario Internacional y Talerico,
de 44 años, es abogada del HSBC en tres causas que tramitan en queja
ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de otros expedientes abiertos
dentro de la UIF por lavado de dinero. Una contribución más a la hipocresía
del prostíbulo.
EL
PROSTÍBULO PLANETARIO
Carlos Marx sostenía: “En la historia, como en
la naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida." Imaginemos al mundo como un prostíbulo. Está el dueño del
prostíbulo y las putas. El cafishio no acepta limitaciones horarias en el
trabajo, paga con vales, le retiene los documentos, no admite que las prostitutas
tengan alguna que las represente, no tienen obra social, ni aguinaldo ni
vacaciones. Es el capitalismo en su versión más brutal. Hay otras versiones
menos salvajes donde el Estado interviene y morigera levemente la explotación.
Los gobiernos populares no terminan
con los prostíbulos, pero el Estado
interviene y establece una legislación laboral, se fija la jornada de ocho
horas de trabajo, tiene obra social, vacaciones, aguinaldo, representación
gremial, paritarias y mejores sueldos; es decir, una distribución más
equitativa del ingreso.
Los dueños de los prostíbulos aborrecen a los gobiernos populares aunque
como hay una mejor distribución del ingreso los que venden sus brazos o su
cerebro, una forma bien vista de prostitución, concurren en mayor cantidad al mercado, al
prostíbulo, compensando largamente mediante la cantidad, la caída de la tasa de
ganancias. La izquierda bullanguera
no diferencia cuando gobiernan los cafishios o los que desde el Estado
defienden a las prostitutas. Considera que todo es igual hasta que se elimine o
se expropien los prostíbulos. En cambio los dueños de los prostíbulos, en
algunos de los cuales se apoya el gobierno popular en un vano intento de
recrear una burguesía nacional, sólo desean volver al añorado pasado sin regulación
ni intervención estatal.
El socialismo real eliminó el
prostíbulo pero su modelo alternativo contenía lacras que precipitaron su
implosión cuando alcanzó los 74 años.
Con gobiernos neoliberales se
extranjerizan los prostíbulos y que incluso importan prostíbulos y hasta
prostitutas por lo que los dineros no declarados de esas transacciones terminan
en paraísos fiscales.
En los gobiernos populares algunos
funcionarios se quedan con porcentajes de las coimas para la habilitación de
los prostíbulos, que acumulados deben ser
ocultados o protegidos en guaridas fiscales.
De pronto algunos periodistas que
hacen investigación entran en un prostíbulo y denuncian que ahí se consuman
relaciones sexuales. Gran escándalo: ¿cómo es posible que haya lugares donde se
fornique? Se levanta una oleada de críticas moralistas. No se cuestiona la
explotación sino los hechos inmorales. Más claro aún: la bandera de la
moralidad es un subterfugio para no cuestionar la explotación.
Como los dueños de los prostíbulos
necesitan ocultar el dinero de la evasión impositiva, del lavado de dinero, del
contrabando, del narcotráfico, entonces
utilizan los paraísos fiscales para abrir cuentas bancarias donde depositan sus
dineros escabullidos. La otra forma es constituir sociedades en las guaridas
fiscales con ocultamiento de los verdaderos propietarios al tiempo que se
benefician impositivamente. Queda
claro que las guaridas son las cloacas del prostíbulo.
El informe consignado asegura que los europeos más acaudalados esconden
en esos sumideros de la economía global, 2,6 billones de dólares, el 15% del PBI de la Unión Europea.
Existen más de 80 guaridas fiscales; una de ellas en
un estado de los EEUU.
La hipocresía norteamericana es proverbial: dicen
luchar contra el lavado y tienen una guarida en Delaware; se embanderan con los
derechos humanos y tienen un campo de concentración en un territorio usurpado
como Guantánamo; afirman ser unos cruzados contra el narcotráfico y tienen el
mayor mercado del consumo de drogas aun contando con la mayor tecnología y el
presupuesto militar que supera a lo que gastan por este concepto los diez países siguientes en poderío,
erogando casi el 50% del gasto militar total.
Desde estas notas, desde el programa radial EL TREN
y en todo micrófono o cámara que me solicita opinión sobre el tema, afirmo
siempre que no hago análisis político a través de la estrecha mirilla de la
corrupción. Suscribo plenamente lo escrito por el periodista Mario Wainfeld en
Página 12 del 10 de abril: “La privatización de
YPF fue más grave que las dádivas que pudieron haber recibido funcionarios o
legisladores menemistas. La Reforma Laboral del presidente Fernando de la Rúa,
más dañina que las coimas que “adornaron” a senadores peronistas. La
corrupción, queremos decir, no es el núcleo de la historia o la política. Su
centralidad en el debate público es, por lo general, un problema, acentuado por
la creciente “judicialización de la política”.
Desde ya que las conductas atentatorias contra la fe pública deben ser señaladas y llevadas a
los tribunales. Nadie está exento o a cubierto. Ningún desempeño político (por
virtuoso o popular que sea) “blinda” contra denuncias, investigaciones, juicios
o condenas por delitos. Esas cuestiones graves afrentan a las gentes del común,
lastiman la credibilidad en el sistema democrático, fomentan el descreimiento o
la apatía política. El deber del dirigente o el estadista es superior al de
cualquier persona, su responsabilidad va en proporción directa. Sabiamente, las
leyes fijan penas más severas para las autoridades públicas que para los
particulares. Las sospechas deben, entonces, pesquisarse. El deber de jueces y
fiscales es ser diligentes y veloces dentro de lo factible. De cualquier forma,
hay dos niveles de juzgamiento. El político que es expeditivo y depende de la
opinión pública, sin supeditarse a los rígidos parámetros penales. Y el
judicial, sometido a reglas, a la presunción de inocencia y al respeto de los
derechos constitucionales de todos los sospechosos, procesados y aún condenados.”
LAS EMPRESAS OFF-SHORE, EL
MACRISMO Y LÁZARO BÁEZ
La mayoría de los grandes empresarios
argentinos, buena parte de los medianos y franjas profesionales de clase media
tiene cuentas en el exterior no declaradas o empresas off-shore en guaridas
fiscales. No están prohibidas ni son
ilegales siempre que estén declaradas en la AFIP. El sistema tributario
argentino se rige por el sistema de renta mundial. Son como el Estudiantes de
Zubeldía, a quien el notable periodista Dante Panzeri caracterizó como “asociación
lícita para la obtención de resultados ilícitos”. Manifestar sorpresa por qué un empresario tenga una o muchas empresas
off-shore, demuestra una ingenuidad fruto del desconocimiento. Lo
sorprendente sería que no las tuviera. El problema es cuando un empresario
llega a presidente y levanta la bandera de la lucha contra la corrupción y
promete claridad y verdad. Es posible, pero difícil de creer, que los socios de
Boca eligieran al barra brava Rafael Di Zeo para terminar con las barras
bravas.
Resulta llamativo además que todos
los descubiertos con sociedades off-shore, empezando por Mauricio Macri, nos
informan que no tuvieron movimientos. Es similar a un jefe acompañado por su secretaria que es
sorprendido por su esposa a la salida de un hotel alojamiento y quiere
explicarle que no es lo que se puede presumir, sino que necesitaba tener una
charla profunda con su colaboradora sobre el sentido último de la vida para lo
cual estuvieron intercambiando opiniones apoyándose (en sentido literario) en pensadores
como Heidegger, Sartre y Lacan. Sería sorprendente que la esposa le creyera.
Además de haber sido procesado varias
veces, Mauricio Macri propició como jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires una Inspección de Justicia de la ciudad con la intención de convertir a
la Reina del Plata en una especie de Delaware de la Argentina. Una forma de
entrar al mundo por las cloacas.
La Nación y Clarín que con algunas
contradicciones, frutos de intereses concretos, acogen y protegen a Macri, han
tenido que poner en títulos y notas la denuncia mundial, mientras que intentan
esterilizarla con los trapos sucios kirchneristas que han conducido con
estridencia mediática a la cárcel a Jaime y Báez. A nivel mundial el Panamá
Papers ocupa las primeras planas con las fotos de Putin y Macri. A nivel local,
la Rosadita, un grupo de personas contando dinero vinculadas con el principal
beneficiario de las obras públicas de Santa Cruz, el entrecruzamiento de
negocios y sociedades con Néstor Kirchner, Cristina Fernández y familia: es el
desayuno, almuerzo, merienda y cena de los argentinos. En el actual contexto es
posible que las denuncias sean mucho más dañinas para el kirchnerismo que para
el macrismo.
La citación a la ex presidente por el
tema de las operaciones de futuro puede ser criticada políticamente, pero no es
judiciable. En cambio el caso Hotesur que se refiere a sus
ingresos y justificación de patrimonio tiene
serias dificultades para Cristina Fernández.
Es muy significativo que los periodistas argentinos que
integran el Consorcio Internacional de Periodistas de
Investigación, con sede en Washington que tal vez explique la inexistencia de
norteamericanos en la lista, decidieron no publicar todos los involucrados argentinos. Con precisión lo explica el
empresario periodístico Jorge Fontevecchia en su columna del 9 de abril: “Por ejemplo, en Argentina no se
difundió la lista de los empresarios que aparecían en los Panamá Papers, pero
en México sí, y entre ellos surgieron los nombres del CEO de Televisa, la principal
empresa de medios de ese país; el de su competidora, TV Azteca; el de la
empresa de medios de Angel Remigio González González, dueña en Argentina de Canal 9 y un
grupo de radio que incluye Continental, además de muchas otras empresas que no
son de medios. En la Argentina no se
difundió la lista de las empresas o directivos de empresas que aparecen
mencionados en los Panamá Papers –como, además de en México, sí hicieron los
periodistas en Brasil, Chile y Colombia, sólo por citar algunos vecinos– probablemente
porque los periodistas locales que participaron del Consorcio Internacional de
Periodistas de Investigación (ICIJ) deberían haber comenzado por los propios
medios en los que trabajan.” En otro párrafo informa: “…..la mayoría de
las empresas que cotizan en las bolsas de Wall Street y de Londres, sólo por
citar las dos mayores del mundo, tienen domicilios y/o empresas offshore”
(aunque precisa que están declaradas).
INDIGNACIÓN JUSTICADA PERO HIPÓCRITA
Los denunciantes empresariales de la corrupción están más que
sospechados de prácticas con fruición de lo que denuncian en otros. El diario
La Nación es controlada por una empresa propiedad de dos sociedades offshore: una,
de la isla Gran Cayman; la otra, de British Virgin Islands. Se trata de MNMS Holding S.A., que es
propiedad de Barton
Corporation y de Matilde Saguier
Corporation. Los únicos datos que se conocían de Barton Corp. tienen
que ver con que se constituyó el 8 de febrero de 1995 y su sede social es en
Campbell Corporate Services Limited, The Bank of Nova Scotia Building,
GeorgeTown, Gran Cayman, además de estar beneficiados por una de las medidas cautelares
más longevas, superior a una década, que lo protege de una deuda impositiva.
Clarín tiene entre los muchos muertos
en el placard, el ensangrentado apoderamiento de Papel Prensa. Hernán Arbizu,
un ex CEO del JP Morgan arrepentido denunció con número de cuentas, millonarios
fondos no declarados por la plana mayor del multimedios.
Ambos medios fueron socios y
coberturas del terrorismo de Estado. Todo eso sin afectar “su buen nombre y
honor”. Más aún: en el colmo de la hipocresía se presentan como cruzados de la
ética, la independencia y la libertad de expresión.
Los que violan las normas que el prostíbulo ha reglamentado
tienen que ser juzgados, pero sin necesidad que los Pablos Viloutas o los
Fernandos Iglesias se desgarren las
ropas, poseedores de un tsunami de indignación mediática, intentando que
creamos que los fundamentos del sistema
fueron concebidos por un grupo de monjas de clausura. Periodistas duros y con mucha información como
Carlos Pagni, uno de los columnistas estrellas del diario La NACIÓN, de pronto
se enternece con las intenciones de los CEOS que gobiernan, desconociendo deliberadamente
que la diferencia entre lo que perciben en el Estado y los sueldos mucho más
suculentos de sus conchabos privados se hacen cargo las empresas que luego
tendrán beneficios mucho más generosos. Escribió Pagni el 4 de abril: “Macri entiende que la dimensión
político-institucional de su tarea es un costo irritante de lo que importa de
verdad: la gestión material de los problemas. Ese menosprecio lo amenaza con
varios costos. No sólo provocará una
perplejidad creciente entre los miembros de su equipo, que son en su inmensa
mayoría gente honesta, dispuesta a perder plata en el Estado.”
A algunos integrantes de esa gente honesta los Panamá Papers
los delata.
Mientras le siguen apareciendo empresas en guaridas fiscales,
Mauricio Macri sostiene: “La sociedad me pide que haya justicia y el fin de la corrupción y de la impunidad.
Y yo me hago cargo de ese mandato”
No se debe consentir la corrupción, pero al mismo tiempo es inconcebible
ignorar o inducir al desconocimiento que el sistema es un prostíbulo. Cuando se
intenta mejorar la situación de las putas el prostíbulo cruje. Cuando gobiernan
los cafishios, sus émulos mundiales lo colman de elogios. Aunque algunos
lectores se indignen, y a riesgo de ser mal entendido, me inclino
incondicionalmente por las putas, incluyendo a todos los que venden, vendemos
las manos, el intelecto o aquellos que
lo hacen con su sexo. El gobierno de los cafishios es por definición trata de
personas. Y cuando postulan las relaciones carnales llamadas ahora maduras es bueno recordar qué lugar nos
reservan. Y lo maduro siempre está muy cerca de lo podrido.
08-04-2016
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