22 septiembre 2010

PUBLICADO EN TIEMPO ARGENTINO 22-09-2010‏- EL TREN


Hugo Presman y Gerardo Yomal
Cargado de actualidad, parte El tren al que se suben todas la voces


Publicado el 22 de Septiembre de 2010

Por Mónica López Ocón
Con dos conductores experimentados desde hace siete años sale al aire por Radio Cooperativa un programa que abarca temas políticos, económicos, culturales y sociales, sin evitar la polémica ni el punto de vista personal.
 
No es muy frecuente que un programa radial cumpla siete años en el aire con un creciente éxito de público. Según sus  conductores, Hugo Presman y Gerardo Yomal, una de las claves para continuar  conquistando oyentes es no seguir paso a paso la agenda fijada por los diarios, sino crear una propia. Además, convocar voces de todos los sectores y abarcar una amplio espectro de temas.  Siempre resulta difícil evaluar cuáles son las razones fundamentales de un éxito. Pero lo cierto es que, en este caso, la fórmula de los conductores viene dando buenos resultados desde el 7 de julio de 2003.

–¿Cuál es la idea fundamental del programa?
Hugo Presman: –Crear  un espacio de análisis, de discusión, de ir contra la corriente de lo que se hace mayoritariamente en radio. Desde 2003  no ha variado mucho en ese aspecto. Nos comprometimos a subir todas las voces. En  El Tren se tratan todos los temas:  políticos, económicos, culturales, sociales.  No tenemos una agenda limitada. Tratamos de crear nuestra propia agenda,  no  como sucede en muchos programas de radio que sólo comentan lo que aparece en los diarios. Hicimos mesas redondas de debate.  Sentando, por ejemplo, a  Vicente Massot (un hombre de la ultraderecha) con Alejandro Horowicz, un ensayista de  izquierda.  Una de las críticas que le formulamos a la Televisión Pública y a Radio Nacional es que no haya programas de debate. No creemos que esté mal que exista un  6,7,8,  al contrario: creemos que cumple un papel fundamental de desmantelamiento del discurso de los medios hegemónicos.
Gerardo Yomal: –Estamos construyendo un programa que tiene contenido pero que, a la vez, tiene popularidad. No va dirigido a un grupo de gente de izquierda, de intelectuales, de militantes. La radio nos ayuda porque hay otros programas que convocan mucha gente, como el de la lotería con Riverito,  el de Bocacci de tango, se transmite Boca Juniors y su campaña, automovilismo. Desde ese trampolín, más nuestra intencionalidad, tenemos desde escritores a obreros que a las 20:00, de lunes a jueves, sintonizan El Tren. Y eso nos pone contentos.  No es un programa  dirigido a un sector, a un nicho. Es más amplio. Una vez llamó un oyente y nos dejó en el contestador un mensaje diciendo algo así como “ustedes se parecen a Chiche Gelblung, pero de izquierda”. Hugo Presman se molestó bastante con la comparación: no tenemos nada que ver con Chiche, repudiamos su trabajo profesional durante la dictadura militar, y dice cualquier verdura en la radio, incluso agrede a sus colaboradores. Al margen del show, es un periodista con el que ideológica y periodísticamente estamos  en desacuerdo, pero yo tomé de manera positiva ese llamado.
–¿Por qué?
GY: –Porque desde un contenido político fuerte logramos también una carga de entretenimiento y popularidad.  Desde ahí hicimos  un aprendizaje y hay un buen resultado.
HP: –Gerardo señalaba alguna discrepancia en el enfoque acerca de un comentario de Chiche, que forma parte de una de las riquezas del programa. Venimos de diferentes historias: él viene del mundo periodístico, yo no estuve jamás en una redacción, soy contador público y vengo del área de las empresas, de la cátedra universitaria.
–¿De qué forma construyen una  agenda propia?
GY: –Durante el conflicto con los agro-piqueteros, nosotros con nuestra información, nuestra opinión, rompimos de alguna manera la cadena mediática, privada y uniforme del resto de los medios. Y a partir de ese momento, nuestro programa tuvo un crecimiento bastante  alto. Mucha gente no tenía qué escuchar, frente a todas las grandes empresas periodísticas con líneas contrarias al gobierno y a favor de las cámaras patronales, y desde El Tren construimos otro discurso, distinto.
HP: –Lo mismo pasó desde el primer momento de la movilización de Juan Carlos Blumberg, allá por abril de 2004. Movilización impactante, con cerca de 200 mil personas. Nosotros fuimos muy críticos del discurso de Blumberg esa misma noche. Así fuimos contra la corriente: todos los medios estaban a favor de Blumberg. No desconocemos la inseguridad, pero denunciamos la instrumentación que los medios hacen de la inseguridad. Tratamos de crear un discurso alternativo.
GY: –Hay colegas nuestros que hasta hace poco, cuando nosotros les preguntábamos al aire por tal o cual colega, no querían hacer mención de nombre y apellido. Nosotros, desde El Tren, cuando tenemos que decir Joaquín Morales Solá , lo decimos.  En nuestro programa, no hay vacas sagradas. Caracterizamos nuestro programa como “periodismo impuro”, en contra de la consigna de  Fontevecchia que habla de “periodismo puro”.
HP: –No hablamos de una absoluta independencia. No somos objetivos, y mucho menos hacemos periodismo puro. Si estamos dispuestos a criticar al poder, al gobierno, a los jueces, a la policía, no vemos por qué crear una especie de cerco corporativo con relación a los colegas de profesión.
GY: –Así como decimos que peleamos por espacios de mayor libertad, quizá haya temas que no tocamos con la suficiente profundidad, o nos corremos porque también tenemos ciertas limitaciones. No vamos con el discurso hipócrita del periodismo libre e independiente. Le decimos al oyente, implícita o explícitamente, que hay cosas que no podemos decir al 100 %.
–¿Cuál es el freno?
GY: –Está dado por el sistema en que uno vive, el capitalismo, porque el emprendimiento donde uno es manejado por una empresa privada, porque los medios tienen sus intereses, y en ese sentido la libertad en un 100 % no existe. Eso lo compartimos con el oyente, no lo ocultamos.
HP: –Uno  sabe que el gerente de la Coca-Cola o Fiat no va a decir públicamente que el artículo que está haciendo es malo. No puede ir contra la empresa que lo contrata. Nelson Castro, por ejemplo, no puede hablar con plena libertad, ni plantear un debate acerca de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble o de Papel Prensa, y Magdalena no puede hablar contra PRISA.
–¿Qué lugar ocupa la radio entre los medios?
HP: –Es la hermanita pobre de la gráfica.
GY: –Pero tiene mayor amplitud. Es más abierta y democrática


HugoPresman y Gerardo Yomal

1 comentario:

  1. A los radicales - partícipes necesarios e instigadores de todos los
    golpes cívico/militares - expresión 'democrática' de la derecha
    nacional y sus aliados 'naturales' (la Iglesia de Bergoglio & Cia.
    y las rémoras feudales del 'pseudoperonismo federal') les sigue
    faltando la pata militar.
    ...¿Para cuando se calcula el próximo bombardeo a Plaza de Mayo?

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