“Lo que verdaderamente me preocupa es Boca” declaró socarronamente Mauricio Macri cuando había sido denunciado por las escuchas ilegales y la causa estaba en el juzgado del juez Oyarbide, el cual siempre está rodeado de fuertes sospechas de complicidad con los gobiernos de turno. El hijo de Franco trataba de desechar sobradoramente el delito del que era acusado y descontaba la posibilidad de ir preso. Los integrantes del establishment fomentan la construcción de cárceles que descartan que nunca ocuparán. Y tienen razón. Son alojamiento para pobres y morochos. Cuando fue procesado y luego la decisión de Oyarbide confirmada por unanimidad por la Cámara de Apelaciones, Mauricio, el hijo de Franco, declaró en un reportaje a Clarín del 26 de julio: “No me arrepiento de nada, sólo de no haberme cortado antes el bigote”
Hugo Biolcati, el Presidente de la Sociedad Rural, que hace eje en la república, en la seguridad jurídica y en la defensa de las instituciones se apoderó de dos calles públicas que anexó a su establecimiento “La Dorita” en Carlos Casares. El concejo deliberante de esa ciudad, a fines del 2009, resolvió el reintegro del espacio público. Recién en el mes de agosto del 2010, Biolcati cumplió la resolución. Al ser preguntado sobre su apropiación de dos calles, Biolcati respondió: “Siempre dije que un presidente de la Sociedad Rural debe tener calle”. Su socio de la mesa de enlace, Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, ante la misma pregunta respondió: “No contesto boludeces”. También Llambías se caracteriza por intentar un discurso moral que como bien dice el ensayista Juan José Becerra en su libro Patriotas “es la hamaca paraguaya del pensamiento político”.
Las declaraciones impunes de los poderosos son amplificadas por sus políticos e incluso por algunos de los representantes de las víctimas. La Doctora Elisa Carrió declara desde su republicanismo y respeto de las instituciones que dejará sin presupuesto al gobierno mientras propone desbalancearlo aumentando las erogaciones y amputándoles los ingresos. Es la misma política que llama a la calma y a la tranquilidad basado en que está allí ella para que no sucedan cataclismos que pronostica, mientras afirma: “La gente en la calle me dice: no los aguanto más. La gente en la calle me dice: los quiero matar” Y como expresión de que su ideología adelgaza en la misma proporción que ella engorda sostiene: “ Los pobres no quieren ideología, quieren ser clase media….las mujeres quieren ser lindas y los hombres ver fútbol”. A su vez un referente social, el Toti Flores, alineado en la Coalición Cívica, esboza una peregrina teoría referida a los trabajadores rurales: “Ahora hay tractores con aire acondicionado, donde los pobres están mejor que en su casa, están mejor trabajando”
Otra muestra de impudicia y esta vez referida a Néstor Kirchner, fue la falta de una liquidación clara de los famosos fondos de Santa Cruz, una exhibición de desparpajo superlativo al manejar fondos públicos como si fueran privados. O la constitución de la insólita sociedad anónima denominada “El Chapel” que se iba a dedicar a prestar servicios de consultoría y actividades financieras y de inversión, según el acta constitutiva publicada en el Boletín Oficial de la provincia con la presidencia de Máximo Kirchner (hijo del ex presidente y la actual presidenta) en tanto que Cristina Fernández y Néstor Kirchner eran los directores suplentes. Actualmente este engendro estaría desactivado.
A esto se suman algunos funcionarios con enriquecimientos injustificables en relación a sus ingresos. Resultan manchones muy criticables de gobiernos que significan un clivaje positivo en la historia reciente argentina.
Obviamente que este pequeño muestrario argentino de la impudicia del poder y las declaraciones insólitas suceden en todo el planeta. Apenas una muestra: “Esta semana, el gobierno israelí decidió expulsar en el plazo de un mes a 400 hijos de trabajadores extranjeros irregulares junto a sus padres. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, dijo que la resolución del ejecutivo se basa en el respeto de principios humanitarios y en la necesidad de no crear incentivos para la afluencia de miles de trabajadores extranjeros a Israel.”
Y si no bastara esta competencia absolutamente desleal con la revista Barcelona, ahí está el columnista estrella del diario La Nación, el escriba del establishment Joaquín Morales Solá quien considera que dirigentes del mayo francés como Alain Krivine y Daniel Cohn Bendit, han encontrado émulos en la pampa bonaerense y en la cosmopolita Buenos Aires. ¿Quienes serán ahora los que escriban los famosos grafitis estampados en las paredes de París? Aquellos como “La barricada cierra la calle, pero abre el camino”, “Sea realista, pida lo imposible” o “La imaginación al poder?” Con un esfuerzo febril sorprendente, Morales Solá los ha encontrado: Hugo Biolcati, Elisa Carrió, Federico Pinedo y Felipe Solá. Y nos aclara, por si no lo entendemos: ““son (como) los jóvenes de Mayo del 68, que también se peleaban, pero querían cambiar el mundo”
09-08-2010
Publicado por Hugo Presman.
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