25 octubre 2024

PROGRAMA EL TREN DEL 22 DE OCTUBRE

 

El martes 22 de octubre del 2024, se subió a EL TREN, el dirigente gremial y político Víctor de Gennaro. Como sindicalista fue elegido secretario General de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y fue uno de los fundadores de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). Fue diputado nacional por el partido Instrumento Electoral por la Unidad Popular por la provincia de Buenos Aires, electo durante las elecciones de 20111 y precandidato a Presidente de la Nación por el Frente Popular en las elecciones de 2015. En mayo de 2019, De Gennaro y su partido el Instrumento Electoral por la Unidad Popular anunciaron el apoyo a la fórmula Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner (Frente de Todos) en las elecciones de 2019, a la vez que se sumaron como partido integrante de la coalición al Frente de Todos. Desde el 2021 es concejal del partido bonaerense de Lanús.
Un viaje de los que habitualmente Ud. escucha. 120 minutos imperdibles sobre la actualidad, la historia y aspectos personales del entrevistado.   


Algunas precisiones y temas abordados: “Acá hubo un genocidio”, “Como integrante de la Comisión Provincial de la Memoria hemos comprobado torturas en las cárceles de la Provincia de Buenos Aires”;  “Hay una enorme falta de representatividad “ “La dictadura llevó la pobreza de 5% al 24% y fue un piso que no sólo no se pudo bajar sino que se fue elevando hasta llegar al actual 52%”; “Vivimos un proceso de transnacionalización de la economía”; “Hoy gobierna Milei, la AEA y la Embajada de los EE.UU”; “Hoy hay una cachetazo, una humillación diaria de Milei”; “Hay atomización política” ; “Hay una CGT empresarial”; “Al juicio político lo firmo”; “La población no cree en los partidos políticos”; “Hay que construir otra alternativa”;  “Kicillof ha demostrado una capacidad política diferente a los demás”; “La vida cotidiana se resuelve en el territorio”; “Hoy debemos hablar de un Estado Plurinacional”; “ Hay que pensar en la construcción de nuestro propio poder”; “Hay un despertar político”,  “Recordando el 17 de octubre de 1945”; “Trabajamos por un Lanús libre de hambre”; “El ejemplo de lo realizado en Moreno, el reconocimiento de una comunidad que no delega la educación de sus hijos creando la escuela Mil Pueblos Jóvenes, en Cuartel V de Moreno”. Apenas algunas de los temas tratados y frases recogidas en un viaje que no olvidará.  Hubo tiempo para que Andres Manuel López Obrador, leyera el poema de Bertolt Brecht sobre “El analfabeto político”; un testimonio conmovedor del Pitu Salvatierra, la explicación de la delegada de ATE en la Secretaria de Derechos Humanos Nana González, sobre el intento del Secretario de Derechos Humanos Alberto Baños canceló las jornadas y prohibió que se usen edificios de la Secretaría de Derechos Humanos. Los organismos de derechos humanos desobedecieron y luchando trasladaron el Seminario a sus sedes.



El TREN, UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR    


 

    

24 octubre 2024

Axel, Cristina y el laberinto

 

Por Eduardo Aliverti
21 de octubre de 2024 - Página 12
 

 Imagen: NA
 
Resumiendo algunos posteos de esta semana, el guionista de la Argentina necesitaría largar las drogas y bajar varios cambios. Ya es demasiado. ¿Pueden intentarse algunas reflexiones que pongan orden en este caos donde los hermanos presidenciales salen ganando, siquiera por ahora?
 
Es posible que en la pregunta esté la respuesta porque, al cabo de recorrer los títulos de lo acontecido, sobresale precisamente aquello de que es en lo caótico cuando mejor se desempeña el elenco gobernante.

Los estudiantes semejan estar solos ya que la bronca no tiene conducción política, aunque, como escribió Sandra Russo en su magnífica contratapa del sábado en este diario, una esperanza puede ser que las cosas se ordenen por abajo si es que no sucede por arriba. Esperanza… o bien una aspiración loable.

Volvamos al guionista drogado.

La vice se fotografía con Isabel. Un ex primer ministro inglés saluda en el balcón de la Rosada. Mirtha Legrand defiende a la Universidad pública. El titular de la Anses asegura que jubilaciones y pensiones le ganan a la inflación. El Presidente afirma que los argentinos son un 50 por ciento más ricos por la reducción de sobretasa del Fondo Monetario, y dice que a las facultades que son un antro de zurdos golpistas van los hijos de las clases alta y media acomodada.

De golpe y en los propios medios “opositores”, sigue el guionista, desaparece la lucha estudiantil y entra en cadena nacional la muerte del cantante de una banda que sólo memorizaban fanáticos nostalgiosos. Es más. Mientras hablaba Axel Kicillof y durante la aparición de CFK en la Universidad Nacional de Avellaneda, para no abundar, esa curiosa oposición mediática estaba en Palermo cubriendo las apasionantes novedades del caso. Siempre Chesterton: el periodismo consiste, esencialmente, en informar que Lord Jones ha muerto a gente que nunca se enteró de que Lord Jones estaba vivo.
Milei también avisa que avanza hacia la “dolarización endógena” (???), que cerrará el Banco Central y que el ajuste más fuerte lo hizo en las vacaciones “para que la gente no se enterara tanto”.

Lo aplauden en el coloquio de IDEA, la crema empresarial que asimismo vitoreó al mayor fugador serial de divisas de toda la historia económica argentina, Caputo Toto, sindicado como tal por el propio Milei. Fue en campaña, cuando además decía que la Comandante Pato era una asesina que ponía bombas en jardines de infantes.

Mauricio Macri colocó a una de sus alfiles en la secretaria de Energía. Justamente, Toto se salió con la suya e hizo echar a Eduardo Rodríguez Chirillo. Le endilgaban falta de acción frente a un panorama veraniego calamitoso, en materia de cortes de luz, como si desde Toto para abajo no hubiesen ignorado -desde un comienzo- las advertencias de los especialistas del área. La hipótesis renovada es que exageran el horizonte, para luego aparecer como los salvadores repentinos.
Como fuere, el Gobierno comanda la agenda a caballo de una impunidad discursiva que enfrente, en lo organizacional y propositivo, tiene entre nada y muy poco.

Esto último es inescindible de cualquier análisis que quiera hacerse y va en línea con lo que aquí, no solamente, viene previniéndose en torno a quienes dan por liquidado al experimento gobernante.
Cuidado: si acentúan la imagen de baja inflacionaria, el dólar sigue “estable” y hay ciertos signos de “recuperación” económica, a más de que en la oposición no aparecen potentes síntomas confrontativos, podrá regir aquello de cómo les va a los muertos que vos matáis.

La interna del peronismo que se produce en medio de este aluvión mileísta, sin absolutamente ninguna diferencia ideológica de por medio, es mucho más que injustificable. Es penosa.

Los debates son bienvenidos cuando elevan la estatura hacia marcos superadores de lo personal. Cuando se polemizan aspectos programáticos. Cuando lo que se aporta contribuye a la suma y jamás a la resta. Cuando se tiene claro que hay un enemigo o adversario común, y que ése debe ser el parámetro a partir del cual se establecen acuerdos o desacuerdos. Cuando el respeto por las figuras actuantes no incluye pleitesía.

Probable o seguramente, la fuerza de las circunstancias terminará imponiendo razonabilidad a lo que, hoy, parece ser un desatino de egos y resentimientos individuales.
Una porción muy significativa de pueblo sufriente, que aguarda el surgimiento de una alternativa en condiciones de enfrentar con vocación de poder a esta aberración que gobierna, no se merece este triste espectáculo que derrocha energías vanas para solaz y esparcimiento de quienes están en orgasmo múltiple con el divisionismo.

El politólogo Pablo Touzon recuerda que en la dirigencia política argentina hay atomización por donde se mire. Acierta al apuntar que en todos lados hay, por lo menos, tres internas (incluyendo al oficialismo).

Cada quien gobierna micro-fragmentos, pero no hay agregación.

El problema con nuestro sistema político, agrega Touzon, no es que se rompió mucho, sino que no se rompió lo suficiente porque, en ese caso, debiera haber expresiones opositoras nuevas. Como lo fue La Libertad Avanza. Entonces, hay una “creatividad” política incapaz que no puede salir -global o específicamente entendido- de Cristina y Macri. Milei metió una cuña en ese sentido, más allá de la repugnancia que merezcan sus métodos y aunque sus mandantes no ofrezcan novedad alguna.
En el acto de Berisso y en el comunicado de este sábado, Kicillof hizo, dijo y no dijo todo lo que pudo para salir de una encerrona que no provocó. Y en la fantasía de que lo hubiera hecho, ¿cómo se llegó a los calificativos de Judas y Poncio Pilato?

El gobernador bonaerense reivindicó el extraordinario rol histórico de Cristina. Advirtió sobre el nuevo paso que dará la persecución judicial que sufre. Y eludió meterse en la interna por la conducción del PJ, por más que no tiene forma de no mencionarla.

Esa interna es un mero episodio que, inclusive, se revolearía a la tribuna porque el partido, que nunca le interesó a nadie, no tiene ni la plata ni la logística para encararla en menos de un mes. Podría haberse resuelto si, apenas, se hubiera dialogado con la anticipación suficiente. En lugar de eso, se generaron los hechos y después se impusieron las condiciones.

Así no es. No sirve a la unidad que debería darse. Con Axel, y con Cristina, y con todos los que tienen espalda de sumatoria en tanto y cuanto no empecemos con las revisiones de virginidad, salvo que se trate de traidores auténticos. Esto, claro, excepción hecha de continuar interpretando al peronismo como una religión que, en vez de pensamiento crítico indispensable, debe contar con feligreses.
¿Estamos hablando de política o de una iglesia?

Para que de los laberintos se pueda salir por arriba hace falta, primero, la determinación de hacerlo.

P/D: Vaya nuestro homenaje emocionado a Ginés González García. Un sanitarista excepcional, tal cual lo reconoce la unanimidad de entendidos en ese campo. Un ministro de Salud notable, que admitió haberse equivocado como cualquiera y que tripuló la pandemia con las mejores armas disponibles. Un hombre a quien no solo valorará la historia honesta, porque es presente que todos los indicadores internacionales señalan a Argentina como uno de los países que mejor tramitó la peste. Un tipo íntegro que de ninguna manera se mereció haber sido el chivo expiatorio tras el lamentable suceso del vacunatorio Vip. Salió de allí sufrido, sin botonear a nadie, aceptando en silencio las reglas crueles del juego. Abrazo, Ginés. Fuiste de los mejores en este escenario donde la razón la tienen los hipócritas.

 

23 octubre 2024

¿Por qué odian la universidad pública?

 • El Presidente no dice que odia las universidades públicas porque sabe que nos han enseñado a odiar todo lo público, a odiar la Argentina, a despreciar todos nuestros logros, nuestra historia y lo que somos, pero todavía no consiguieron que el odio a la universidad prenda.
 
Por  Ezequiel Adamovsky
 
Estudiantes en una clase pública, frente a la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). EFE

20 de octubre de 2024  Diarioar

En estos días presenciamos una movilización inédita de los estudiantes universitarios, acompañada de huelgas importantes de docentes y no docentes. La preocupación del gobierno es evidente. El ataque redoblado a las universidades que estamos viviendo nunca se ha visto en este país. Para Milei, están llenas de “chorros” y “delincuentes”. Nada menos. La mentira oficialista es abrumadora: contra toda evidencia, el presidente, sus funcionarios y los periodistas afines continúan diciendo que no se auditan y que no dejan que las auditen. El dato es falso y ya se explicó hasta el hartazgo: las universidades realizan auditorías internas constantemente y no tienen ninguna facultad para impedir que se realicen auditorías externas. El Estado puede hacer todas las que quiera. Por ley, esa tarea corresponde a la Auditoría General de la Nación, que cada año audita a una serie de universidades. Este mismo año está auditando y tiene ya previstas qué universidades auditará en 2025. ¿Podría auditar más seguido? Claro. Ojalá lo hiciese mucho más, a todas, todos los años. Pero para eso tendría que tener más personal especializado y recursos. Auditar cuesta tiempo y dinero. Pero nuestra derecha quiere que las cosas funcionen por arte de magia: quiere desmantelar el Estado y que luego sea ultra eficiente. 

También insisten con el dato falso de que los estudiantes universitarios son ricos o de clase media alta. Es al revés: las universidades públicas reciben una mayoría de estudiantes de hogares pobres o de clase media baja que no podrían pagar las privadas, que son las que prefieren los ricos. Toda esta información es bien conocida. Si dicen lo contrario es sencillamente porque quieren mentir. Como si fuera poco, el Gobierno está mandando a la policía a hostigar a los estudiantes y a provocadores civiles a agredirlos. El caso del que mandaron a la UNQui y arrojó gas pimienta a los asambleístas está documentado con nombre y apellido. Es gravísimo y no pasa nada. La prensa continúa dando aire a las mentiras del gobierno. El diario Clarín, en su tapa, presentó el incidente de la UNQui exactamente al revés: informó que los agresores fueron los agredidos. Vivimos una época de mentira abrumadora, implacable.
Toda esta mentira está puesta en función de correr el eje de discusión y que perdamos de vista un dato elemental: la inversión nacional en educación cayó un 40% este año en comparación con 2023. Es la caída más grave en cuarenta años de democracia: supera incluso la de 1992, cuando el país sufría los efectos de una hiperinflación y de otro gobierno destructor de lo público. La saña contra la educación es tal, que este año recibió un ajuste mucho mayor que el resto del Estado (el recorte global fue del 21,1%, la mitad del que padece la educación). Dime en qué no inviertes y te diré qué no valoras. O qué detestas, en este caso. De toda la educación, el nivel primario es el que más se desfinanció, con lo que queda claro que esa idea que repiten, que recortan en universidades porque los otros niveles son prioritarios, es otra de sus mentiras.

De Milei pueden decirse muchas cosas, pero puede reconocérsele una virtud: suele decir lo que piensa. Quiere “destruir el Estado desde dentro” y lo dice. Odia la idea de “justicia social” y de igualdad de oportunidades y lo dice. Pero en el caso de las universidades públicas la sinceridad le falla. No dice que las odia, que quisiera que no existan y que solo hubiese universidades privadas. No se anima a decirlo abiertamente. Sabemos que lo piensa: antes de ser candidato a presidente lo decía claramente: no cree que exista ningún derecho a la educación. Piensa que la educación pública, en todos los niveles, realiza un mero “adoctrinamiento”. Está resentido de que quienes estudian economía aprendan sobre autores que se estudian en todas las universidades del mundo, pero no son los que él prefiere. 

No dice que odia las universidades públicas porque sabe que nos han enseñado a odiar todo lo público, a odiar la Argentina, a despreciar todos nuestros logros, nuestra historia y lo que somos, pero todavía no consiguieron que el odio a la universidad prenda. Lo dicen las encuestas: en un país en el que todo está desprestigiado, la universidad pública todavía conserva una altísima imagen positiva. En el ranking de confianza, la gente confía casi nada en los partidos políticos (solo un 6%), casi nada en las grandes empresas o los medios de comunicación (7% y 20%), poco en el Congreso o la Corte Suprema (11% ambos), pero mucho en las universidades públicas: un 72%. Esa confianza viene de la cercanía que tienen, justamente, porque son las que cobijan a cientos de miles de pibes que son los primeros de su familia en poder estudiar. Y también, del éxito del sistema universitario argentino, que con una inversión por estudiante bastante baja, tiene a varias de sus casas de estudio entre las mejores de Iberoamérica y bien ubicadas a nivel mundial, según todos los rankings.

Es eso lo que necesitan terminar de destruir para que avance el proyecto que Milei trae entre manos, que no es otra cosa que demoler todo lo que no esté orientado a generar ganancias, eliminar todo lo que no obedezca 100% a la lógica dictatorial del mercado, hacer inviable cualquier proyecto de vida que se salga de esos carriles. Convertir la Argentina en una playa de estacionamiento para empresarios. Que deje de ser un país, una nación, habitada por gente con un mínimo de dignidad y derechos y la expectativa de bienestar. 

El gobierno asegura que no va a cerrar universidades ni arancelarlas. Pero hay muchas formas de destruirlas. Destrozar los salarios de sus docentes y trabajadores es la más sencilla y artera. Ya estamos viendo las consecuencias: algunos de sus mejores profesores ya están renunciando, hartos del maltrato salarial y político. La Facultad de Agronomía de la UBA ya lleva perdidos más de 30 este año y la tendencia se reportó también en Jujuy y en otros sitios. 

Lo que se pierde en educación superior e investigación son recursos que cuesta décadas formar, pero un minuto en destruir. El movimiento estudiantil lo comprende: la resistencia que vemos en estos días es conmovedora. No hay dudas de que cada vez más sectores de la sociedad entenderán que no merecemos esta destrucción, que daña al país entero para beneficiar a unos pocos. Ojalá la reacción llegue a tiempo.