26 abril 2012

UN LABERINTO CONFUSO



Un cuento muy conocido en el ambiente médico es el siguiente: “Durante una visita a un Psiquiátrico, el Alcalde de la ciudad le preguntó al Director qué criterio usaban para definir si un paciente tenía que ser internado o no.
- Bueno, hacemos la prueba siguiente: Llenamos una bañera, luego les damos una cucharita, una
taza y un palangana y les pedimos que vacíen la bañera.
-Ah, entiendo - dijo el alcalde - Una persona normal usaría la palangana porque es más grande que
la cucharita y la taza.
- No - dijo el Director - Una persona normal sacaría el tapón de la bañera..... Usted ¿qué prefiere: una habitación con o sin vista a la calle?”
Cuando el vicepresidente concluyó la exposición ante los periodistas convocados, me quedó la sensación que Amado Boudou habló sobre la palangana, la cucharita y la taza pero no fue a lo concreto que era sacar el tapón de la bañera que consistía en explicar algo tan sencillo como la trascendente revelación que invocaban los medios hegemónicos: por qué Alejandro Vandenbroeler había pagado las expensas de su amigo y socio, el inquilino de Amado Boudou,  que vive en Italia y cuyo nombre es Fabián Carosso Donatiello.
Entre la insignificancia del hallazgo y la dimensión que le dieron Clarín, La Nación, Perfil y todos los medios tributarios a aquellos, está uno de los tantos enigmas de este laberinto confuso.
Considero que ante una denuncia concreta se debe responder con precisión sobre ese aspecto y luego si se considera necesario efectuar las consideraciones que se crean pertinentes. Pero obviar  lo concreto con consideraciones generales o descartarlo en función de trayectorias como en su oportunidad hizo el Dr. Eugenio Zaffaroni, puede ser un camino elusivo pero lejos está de ser convincente.
Boudou no respondió lo elemental y ubicó las imputaciones correctamente en la ofensiva mediática y la larga batalla que los medios dominantes y el gobierno libran desde hace años. Disparó denuncias contra Daniel Scioli (quien benefició a la empresa Boldt  -socia de Clarín en varios emprendimientos; competidora de Ciccone y conectada al ex presidente Duhalde); contra el juez Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Rívolo quienes tienen a su cargo el caso Ciccone; contra el procurador general Esteban Righi; y contra el presidente de la Bolsa de Comercio Adelmo Gabbi. Dada las características de las gestiones kirchneristas, era previsible que las declaraciones habían sido consensuadas con la Presidenta de la Nación. A partir de ahí se entra en otro tramo de este laberinto confuso. La Presidenta habría iniciado los pasos para cumplir la promesa de ahora “vamos por todo”. La conntraofensiva a los medios hegemónicos,  el intento de seguir limando el enorme apoyo a la Presidenta
Las consecuencias fueron inmediatas. El procurador, acusado de ser un lobista a través de su estudio conducido fundamentalmente por su mujer y la esposa del ministro macrista Guillermo Montenegro, renunció con una carta con varias expresiones eufemísticamente precisas: “…considero que es mi deber no polemizar con relación a hechos que son del dominio público, toda vez que su única consecuencia sería afectar las instituciones republicanas y causar daño a las políticas públicas desarrolladas desde el año 2003 en adelante. Lo que corresponde es que cada protagonista explique su comportamiento en el ámbito previsto en el derecho vigente, donde inexorablemente se demostrará la falsedad de las afirmaciones e imputaciones con las que se me ha agraviado. En este sentido, y aunque la posición que ostento me confiere estabilidad y fueros sólo removibles por juicio político, no dudo en renunciar a ambos pues nada tengo que ocultar.” Está claro que es un mensaje directo al vicepresidente, coincidente con varios referentes políticos de la oposición. En otro párrafo predice su comportamiento futuro aunque considera incierto el futuro del proyecto que sigue apoyando: “Formé parte de este proceso con la certidumbre de estar contribuyendo a convertir en realidad los sueños de liberación de varias generaciones; los mismos sueños que a veces fueron ahogados en sangre y otros traicionados. Y aunque cese en esta función, mantengo el mismo convencimiento inicial y el mismo compromiso, confesando que mi más fervoroso deseo es que el pueblo argentino no padezca nuevas frustraciones.”
La figura del juez Daniel Rafecas, designado  durante el gobierno de Néstor Kirchner y que declaró delitos de lesa humanidad la apropiación de Papel Prensa por lo que tiene  una denuncia de Héctor Magnetto ante el Consejo de la Magistratura, embanderado en el campo de los derechos humanos, tuvo comportamientos y actitudes que achicaron vertiginosamente su figura, situación parecida a la del fiscal.   Chateos con amigos interesados y parte en la causa, mensajes de textos a periodistas que entrevistan al vicepresidente, un insólito reportaje a Perfil donde afirmó: “No hay pruebas” y tres días después ordena el allanamiento al departamento alquilado de Boudou.
Por otro lado, la propuesta de sustituir a Righi por Daniel Reposo, ex subordinado y admirador de Boudou, no parece el mejor camino para dejar esclarecida la inocencia política del vicepresidente. 

UN LABERINTO CONFUSO
Hay una ofensiva mediática de notable envergadura contra el vicepresidente que apunta en última instancia a la Presidenta. No hay al momento pruebas judiciales que involucren al vicepresidente.
Hay una disputa comercial de por medio que involucra  a la empresa Boldt.
 Simultáneamente hay situaciones extremadamente confusas como que el propietario de Ciccone, una empresa dedicada a realizar trabajos tan sensibles como la impresión de billetes y chequeras, sea el Fondo All Found de accionistas desconocidos y cuyo representante es un jubilado prestanombre inimputable. El gerente de la ex Ciccone es un monotibutista. No se sabe quién puso el dinero para levantar la quiebra, aunque las sospechas recaen en un banquero cercano al gobierno. Los amigos del vicepresidente parecen una armada Brancaleone de oportunistas comerciales. Los movimientos realizados para apoyar a Boudou (pedido de anulación del allanamiento realizado a un domicilio del vicepresidente, llamativamente  adelantado por Radio Mitre,  recusación del juez y el fiscal, reemplazo del procurador general por un amigo) parecen medidas más destinadas a salvaguardarlo judicialmente a costa de quedar manchado políticamente.
En un rapto de sinceridad poco frecuente, Jorge Fontevecchia escribió en su medio “Perfil”, el 7 de abril: “La condena pública a Boudou ya le llegó.” El objetivo está conseguido sin que el blanco elegido haya sido imputado judicialmente.
Por otra parte, resultan llamativas las amenazas que se realizan desde periodistas íntegrantes de la ofensiva mediática. O se reservan pruebas que efectivamente involucran a Amado Boudou, o son jugadores de truco que cantan falta envido con precariedad de cartas. Joaquín Morales Solá, el miércoles 11 de abril en La Nación, bajo el título “El cambio  posterga una crisis mayor” escribió: “La salida de Righi sólo postergó una crisis política mucho mayor dentro del oficialismo. La justicia federal está en poder de pruebas que afectarían aún más a Boudou en el escándalo de la ex Ciccone y no se descartan nuevas y espectaculares decisiones en los próximos días. Por eso, tal vez, es Boudou el que está marcando el ritmo al Gobierno. Hasta Cristina Kirchner podría extrañar dentro de poco el consejo oportuno del fiscal caído.” A su vez desde el grupo español Prisa que es dueño de Radio Continental, el periodista Alfredo Leuco, en el programa conducido por el locutor Fernando Bravo y donde trabaja Omar Lavieri, uno de los abocados al caso desde el grupo Clarín, expresó el  6 de abril, bajo el título “El stand up de Boudou”: “Los propagandistas de estado que pagamos todos se jugaron demasiado, sobreactuaron, pusieron las manos en el fuego y se quemaron. Es muy difícil que Boudou vaya preso porque los delitos por los que se lo puede acusar son excarcelables. Pero su sola citación a indagatoria generaría una crisis institucional que nadie quiere ni desea. Ni hablemos si llega a ser procesado. Amado Boudou tiene una espada de Damocles demasiado grande sobre su espalda. Tal vez tenga un gesto de dignidad y de un paso al costado. Si eso pasa, a todos sus defensores mediáticos, se les va a caer la cara de vergüenza.”
(el subrayado es mío).

Desde Radio Mitre, Jorge Lanata, el periodista recientemente  contratado como as de espada, y apoyado en las denuncias por el periodista de Clarín Nicolás Wiñazky, escribió una carta abierta a Boudou, clara expresión de su periodismo militante que posa de independiente y profesional donde consigna, según el diario La Nación del 3 de marzo: “Sr. Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou: Anoche en el programa oficialista 678 del canal del Estado usted dijo que la denuncia sobre Ciccone era mentira y que usted dijo que no iba a responderla porque no quiere que LA NACION, Clarín y Perfil manejen la agenda.
Sr. Vicepresidente, viendo el programa era fácil entender por qué usted había elegido responder ahí. Después de más de una semana de silencio oficial, usted estaba reunido con periodistas comprados.
Sólo le hicieron dos preguntas: la introductoria al tema y al final una chica gordita vestida de oscuro le pregunto por qué usted pensaba que el tema se había judicializado. Algo así como preguntarle: por qué tanta injusticia con un héroe de la patria como usted. Gran pregunta hizo la gordita.
Sr. Vicepresidente, el que miente es usted. Mintió antes y miente ahora. Lo único que explica su silencio anterior es su complicidad con el hecho y su turbación frente a la denuncia.
Ya que usted habló de periodismo y sólo estaba rodeado por analfabetos, me permito hablarle yo de periodismo, que hace 37 años que lo ejerzo. La columna de oportunistas que lo rodeaba evitó preguntarle, por ejemplo: ¿Cuál es su relación con Vandenbroele? ¿Por qué la AFIP pidió la quiebra de Ciccone y luego la misma AFIP pidió levantarla? ¿Fue casualidad que Moreno observara conductas monopólicas en Boldt y esas denuncias terminaran otra vez en Ciccone? ¿Por qué instruyó a la Casa de la Moneda para que actuara sin licitación en el contrato de impresión de billetes del año próximo? ¿Sabía usted que Vandenbroele está relacionado con Rodríguez Carmona, uno de sus socios reconocidos en su declaración jurada? ¿Conoce usted que el fiscal cuenta con diálogos entre Vandenbroele y su entonces esposa en los que se habla de negociados y coimas con Boudou? ¿Es usted ese Boudou que se menciona en la conversación? El silencio de los chicos que lo rodeaban ratifica su oportunismo y quizás los convierta tan en cómplices de un delito como usted. Dijo usted que confía en la Justicia. Hace bien. Jaime también confía y confía De Vido y confían los Kirchner y todos confían que el sorteo llegue a Oyarbide o algún otro juez venal con miedo a que perjudique su ascenso y lo enfrenten a juicio político en el Consejo de la Magistratura o nunca lo saquen de su condición de subrogante.
Sr. Vicepresidente se equivoca en dos cosas: en mentir a sabiendas y en creer que el poder dura para siempre. Con la consideración de su investidura y sin ningún respeto personal, lo saluda, Jorge Lanata.”

Desde la posición contraria, el periodista Víctor Hugo Morales declaró a la Revista XXIII, del 12 de abril: “Si yo veo que la Presidenta se juega por Boudou como lo está haciendo es porque está convencida de lo que yo estoy convencido: detrás de la discusión de Boudou lo que hay es una pugna de intereses que desde el Gobierno se motorizó a favor de Ciccone y en contra de Boldt. Por intereses políticos, económicos, por lo que fuera, pero es una cuestión estrictamente política. Boudou evidentemente está limpio porque de lo contrario dentro de la actividad política no tendría como explicar lo que pasa”  
En medio de esta danza de movimientos contradictorios y de difícil dilucidación, los protagonistas se debaten en un laberinto confuso cuya repercusión en los sectores populares, fuera de la capital, es posiblemente  intrascendente.
La contraofensiva planificada desde la Presidencia de la Nación pone la denuncia mediática iniciada por una mujer despechada llamada Laura Muñoz, en un combate enmarcado en la guerra que se libra entre el gobierno y los intereses económicos propios y ajenos representados por Clarín, La Nación y Perfil.
Desde el punto de vista meramente defensivo, bastaba con sacar el tapón de la bañera.
La naturaleza del kirchnerismo no es esa. Considera siempre que  la ofensiva es la mejor estrategia de defensa.   
25-04-2012
Todos los derechos reservados. Hugo Presman. Para publicar citar fuente. 

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23 abril 2012

EL TREN

El Tren se emite por Radio Cooperativa de lunes a jueves a las 20 hs. 
Conducen Hugo Presman y Gerardo Yomal. 
Programa del 10 de Abril de 2012- Invitado: Raúl Isman, director de redacción popular.


19 abril 2012

YPF: SÍMBOLO DE LA DISPUTA ENTRE DOS MODELOS



El 16 de abril del 2012 se escuchó un aplauso que cubrió el país. Pero más fuerte resonó en Cutral- Co y Plaza Huincul y en Mosconi y Tartagal. Ahí donde los piquetes con sus gomas quemadas y el humo elevándose al cielo expresaban la resistencia a la canallesca privatización de YPF. Maristella Svampa y Sebastián Pereyra cuentan  en su libro Entre la ruta y el barro:  “ ….los primeros cortes de ruta, iniciados en 1996-1997, tuvieron un carácter multisectorial y que la posterior represión llevada a cabo por las fuerzas de seguridad desencadenó verdaderos levantamientos populares…Ambas tienen en común el hecho de ser producto de la desarticulación vertiginosa de una economía de enclave en donde el rol de YPF fue mayor.
Teniendo en cuenta que YPF fue la expresión más “acabada” del modelo nacional-popular (un modelo de relaciones sociales que concilia jerarquía y bienestar), resulta necesario subrayar que puebladas y piquetes convergen, por primera vez, ahí donde la experiencia de la desocupación se expresa abruptamente en el más crudo y abierto desarraigo……Entre 1975 y 1990, el producto bruto industrial se contrajo un 25%, el empleo industrial cayó 40% y la proporción de las remuneraciones en el ingreso nacional pasó del 45% al  32%”. Más allá de cierto izquierdismo renuente a reconocer la profundidad de las transformaciones de los gobiernos populares, los autores describen correctamente el oscuro panorama de aquellos años gélidos.
Un 12 de abril de 1997, en las puebladas de Cutral Co y Plaza Huincul, una bala policial terminó con la vida de Teresa Rodríguez, una empleada de casas particulares. Otro 12 abril de dos años antes, en la  industrialmente devastada Ushuaia, otra bala policial terminaba con la vida del obrero de la empresa Continental Víctor Choque.
En todo el país, pero especialmente en el Norte y el Sur, en otro abril, en un país en tantos aspectos distintos, la Presidenta de la Nación anunció que el Estado recuperaba el manejo de la principal empresa del país. Una emoción desbordante, un sueño que parecía inalcanzable se estaba haciendo realidad. Aquellos que siempre nos opusimos al remate de los bienes colectivos acumulados con el esfuerzo y el trabajo de generaciones de argentinos, sentimos que la vida nos reservaba alegrías impensables desde la pesadilla de los noventa. En el momento de levantar la copa de los brindis, omitimos, pero no olvidamos, que muchos de los que se abrazaban en el Congreso por haber concretado la canallesca privatización, hoy se calientan las manos aplaudiendo lo contrario.

LOS VAIVENES ECONÓMICOS ARGENTINOS  
La estatización de más de la mitad del paquete accionario de YPF, sumió a los editorialistas de los dos diarios dominantes, que parecen redactados en el extranjero, en la perplejidad y la ira.         
Joaquín Morales Solá escribió en La Nación del 17 de abril: “La Argentina de los 90 y la de los primeros años de este siglo parece expresar a dos países distintos. Es el mismo país y, además, está en el gobierno de ese país el mismo partido político”. El mismo día, Eduardo Van de  Kooy escribió en Clarín: “¿Cómo reacciona el mundo ante una nación que en solo 30 años declaró la guerra a la OTAN en Malvinas, hizo el default más grande de la historia, forzó una reestructuración de su deuda  y ahora opta por la expropiación de su empresa principal? Por ahora se vislumbra un horizonte sólo de incertidumbres.” Lo que no explican, porque no pueden o no quieren, es la razón por la cual en la Argentina hay marchas y contramarchas profundas que no ocurren en países permanentemente usados como parámetros de comparación como Brasil, Uruguay y Chile. La hipótesis es porque en estos países, todas las fuerzas han aceptado el modelo económico triunfante y las diferencias se expresan en derechos humanos y derechos civiles.
No sucede esto en la Argentina, donde las marchas y contramarchas sobre aspectos fundamentales expresan modelos en pugna, de lo que también es un símbolo YPF.
Ya en la Primera Junta se expresaron intereses contrapuestos que representaban dos visiones de país. Las propuestas enfrentadas  de Moreno y Saavedra se continuarían en San Martín y Rivadavia, adversarios viscerales que la historia oficial los ubica como si fueran integrantes de las mismas propuestas. Por un lado, los comerciantes del puerto de Buenos Aires y los hacendados de la Provincia de Buenos Aires enfrentados con las provincias norteñas con producciones artesanales,  embriones de posibles desarrollos industriales, por el otro. Las terceras en discordia fueron las provincias litoraleñas con intereses parecidos a los de la provincia de Buenos Aires, pero con la exigencia que las rentas de la aduana no sean apropiadas exclusivamente por los porteños y bonaerenses, sino que se distribuyeran equitativamente. Incluso las políticas hacia el interior serán diferentes según prevalezcan comerciantes o hacendados: los primeros intentarán arrasar el interior para introducir las mercaderías británicas, los segundos las dejarán vegetar sin distribuir las rentas del puerto. Ambos tendrán una visión territorial balcanizada, lejos de la estrategia latinoamericana de San Martín, Artigas, Dorrego o Felipe Varela. El enfrentamiento de las dos visiones originó  seis décadas de guerras civiles en el país. La batalla decisiva, en donde paradojalmente no hubo combate, fue Pavón en 1861, el mismo año en que se inicia la guerra de secesión en los EE.UU que concluiría en 1865 con el triunfo del norte industrial.  Aquí en cambio venció el sur agropecuario.

Cristina Fernández en su discurso por la estatización de la mayoría del capital accionario de YPF, utilizó la misma figura, que demuestra, como lo ha hecho en reiteradas oportunidades su alejamiento de la interpretación de la historia oficial.   
Esto definiría claramente el desarrollo posterior de EE.UU y Argentina. En nuestro país los conflictos se continuarían hasta 1880, ya convertida en una cacería contra las fuerzas de los jefes norteños. Vencido el posible modelo industrial, cuya expresión más acabada fue el Paraguay, destruido en la infame Guerra de la Triple Alianza, nace el modelo de producción primaria exportadora basada en la complementariedad de nuestra economía con la británica. Para sustituir la mano de obra local mermada en las guerras civiles y de la independencia, se fomenta una gran inmigración. En este modelo Argentina es el granero y Gran Bretaña es la expresión de la industria. El funcionamiento político es extremadamente precario con elecciones limitadas y fraudulentas. El momento de mayor esplendor del modelo coincidió con el Primer Centenario, caracterizado por vacas gordas y peones flacos, con estado de sitio y ley de residencia para expulsar extranjeros politizados u obreros molestos. Según el historiador Fernando Devoto:   “No se celebraba el pasado, sino que el pasado era una excusa para celebrar el presente” y el optimismo de las clases dominantes aseguraba: “Un país con problemas pero sin problema”.    
El intento de colonia próspera obligó a desarrollar una infraestructura ferroviaria y de servicios donde nació una creciente clase media que impuso el voto secreto y obligatorio a través de Hipólito Yrigoyen. Las crisis del capitalismo (guerra mundial, crisis económica) impidieron el abastecimiento de los productos elaborados y dio lugar a un fruto no deseado: el modelo de sustitución de importaciones.  Se adoptaron, con pragmatismo, medidas proteccionistas contrarias a las posiciones ideológicas de las clases dominantes mentoras del librecambio. Los descendientes de los derrotados en las guerras civiles migraron hacia la capital atraídos por la demanda laboral, y un cálido día del mes de octubre, avanzaron hacia la capital desde los establecimientos fabriles, se mojaron sus pies cansados en la fuente de Plaza de Mayo y cambiaron la historia. El peronismo es la cara y la expresión del nuevo modelo, el intento de realizar una revolución burguesa basada en el mercado interno, construido a través de la distribución del ingreso y la constitución de poderosos sindicatos.  En su primer gobierno, Perón tuvo el apoyo de los trabajadores, franjas de clase media, burguesía industrial, ejército e iglesia. En el segundo, perdió el apoyo de sectores del ejército y de la totalidad de la iglesia que junto con la mayoría de las clases medias  pasó a la oposición.  El modelo creado fue la obsesión del establishment y destruirlo fue una cruzada. Se lo intentó demoler en dos golpes militares: el de 1955 y el 1966 recurriendo desde los bombardeos al pueblo en Plaza de Mayo,  hasta los fusilamientos clandestinos y las proscripciones. Se hirió al modelo sin poder apartar a los sectores populares de su líder el que finalmente montado en una radicalización de la sociedad, llegó nuevamente a la presidencia. Perón gobernó un escenario que parecía un brioso corcel, con el apoyo anteriormente inédito de los jóvenes de clase media. Su muerte abrió las puertas del enfrentamiento descarnado. El establishment y su brazo armado decidieron dar un golpe potenciado en relación a los dos anteriores y destruir definitivamente al modelo arrasando a la industria y asesinando delegados de fábrica a través del terrorismo de estado.
Lo que quedó pendiente en el arrasamiento, lo concluyó Menem con apoyo popular. Surgió el modelo de rentabilidad financiera basado en hacer dinero especulando con el dinero. Todo esto terminó en la peor crisis económica y social del país. Después del 19 y 20 de diciembre del 2001, expresión social del estallido económico,  hubo un cambio, primero en el lenguaje y luego en los hechos.
Llegamos al segundo bicentenario, tratando de  dejar atrás el modelo de rentabilidad financiera, retomando algunas líneas fundamentales del modelo de sustitución de importaciones, pero con un fuerte componente de economía primaria exportadora en donde el modelo sojero y minero son estrellas rutilantes.
El camino es duro y revertir el largo proceso de destrucción sistemática exige un esfuerzo ciclópeo. Basta dar dos ejemplos: en 1914 la red ferroviaria, diseñada en forma de  embudo hacia Buenos Aires superaba los 33.000 kilómetros. Hoy se explotan 8.000. Más del 60% del área sembrada es de soja que se utiliza  para alimentar a los cerdos chinos. A pesar de todo y porque la noche más oscura ha quedado atrás, en un contexto continental muy favorable, se han retomado las grandes banderas de la unidad latinoamericana que levantaron los libertadores del siglo XIX. La Argentina desarrolla su historia con marchas y contramarchas. Ningún modelo  ha podido consolidarse definitivamente. Hasta que no se imponga el modelo que nos acerque al futuro y que pueda incluir a todos los argentinos en su seno, las contramarchas no estarán desterradas.
A diferencia del escepticismo final de Bolívar, las mayorías populares latinoamericanas esperan que esta vez, no se vaya a  arar en el mar. Es posible, tal vez, que se esté más cerca del optimismo de Artigas, enfermo, exiliado y próximo a morir  quién solicitó: “Amanece, ensíllenme el caballo”.     

YPF: SIMBOLO DE LA DISPUTA ENTRE DOS MODELOS
YPF  fue creada e  impulsada por el gobierno popular de Hipólito Yrigoyen el 3 de junio de 1922 y presidida por el general patriota Enrique Mosconi. El prestigio que supo aquilatar la empresa, su papel estratégico, su función de creadora de pueblos, de asistencia social, la puso a salvo durante muchas décadas de los intentos avasalladores opuestos a los movimientos nacionales y populares. Pero la dictadura establishment militar la endeudó pasando a través de ella las enormes compras de aprovisionamiento militar. Con la presidencia del criminal Guillermo Suárez Mason, YPF se quedó con la enorme deuda y con las amortizaciones de la misma que permitió luego la campaña privatizadora durante la segunda década infame con el latiguillo de “es la única empresa petrolera que da pérdida”. Esa fue la causa principal, a la que se sumó una plantilla de personal que duplicaba a la necesaria. Hay muchas veces que los que exteriorizan un amor hacia la empresa la desmienten en los hechos. Muchas privatizaciones fueron posibles con la complicidad de dirigentes sindicales que se quedaron como socios del despojo. El justicialismo tiene la enorme hipoteca de haber privatizado YPF sin quiebras cuantitativas significativas en sus filas. Una sociedad disciplinada en el terror y la hiperinflación, en la desmalvinización posterior a una guerra perdida, que implicaba en la práctica que nunca más debería enfrentarse al poderoso, permitió que el modelo triunfante en el siglo XIX penetrara en el movimiento popular y consumara una política acorde a sus intereses, adaptada a la época como de rentabilidad financiera; opuesta y por lo tanto contradictoria al peronismo histórico. La política de Kirchner fue también zigzagueante. Apoyó las privatizaciones pensando como un gobernador al que las regalías le daban independencia del poder central. Tuvo un manejo poco claro- para ser benévolo- de los denominados Fondos de Santa Cruz. Llegado al gobierno en condiciones de extrema debilidad, dejó funcionar al sector petrolero con libertad, pero les impuso un precio tope de 42 dólares el barril. Todo lo que el precio internacional superara ese valor, quedaba para el estado. La rapiña de las empresas llevó a que se privilegiara la explotación de los pozos transferidos en la privatización en detrimento de la exploración de nuevos yacimientos.

Un notable crecimiento económico con la consiguiente demanda creciente de energía, un consumo elevado en artefactos eléctricos, el boom automotor, lo económico de las tarifas aplicadas en forma masiva e indiscriminada, junto con la caída de la producción desde 1998, ha llevado a una importación de energía que los cálculos más pesimistas ubican en 14.000 millones de dólares, es decir un poco más de lo que Repsol pagó por YPF en 1999 por la que abonó 13.439 millones de dólares. Entre 1999 y 2011 obtuvo utilidades por 16.450 millones de dólares y giró al exterior 13.426 millones de dólares. Cifras que hablan por sí solas. Otro paso en falso dado por Kirchner fue la inexplicable argentinización que consistió en el ingreso del grupo Petersen a YPF- REPSOL, contrayendo préstamos con Repsol y bancos a pagar con las utilidades de la misma empresa, que se convirtió en un atajo justificado para la falta de inversiones, si no fuera que esta práctica venía de mucho antes de la argentinización.
Es cierto que la debilidad inicial de Kirchner y el ataque frontal que recibió Cristina Fernández desde el momento que asumió en el 2007, impedían prácticamente concretar el paso que se dio ahora, pero eso no lo releva de la crítica de haber dejado a las empresas petroleras en general y a YPF- REPSOL en particular, perpetrar el agotamiento de las reservas y haber permitido la falta de exploración.

UN BRINDIS POR UN SUEÑO
Más allá de las contradicciones, el kirchnerismo ha consumado una medida histórica, en la mejor línea nacional y popular, convirtiendo estos 10 años de gobierno entre los mejores de 1945 a la fecha.  Es imprescindible que YPF sea una empresa modelo, altamente profesionalizada como prometió la presidenta. Por este sueño y decisión notable imposibles siquiera de imaginar desde la crisis del 2001/2002, los argentinos nos merecemos un brindis. Por los que lucharon por conseguirlo, por los que dejaron girones de su vida en los piquetes de Cutral Co y Huincul, de Tartagal y Mosconi,  como símbolos de tantos otros levantados en defensa de la dignidad en todo el territorio nacional; por los que cuidaron la utopía esperando un futuro para concretarla y que se ha hecho realidad de la mano de Cristina Fernández; por Teresa Rodríguez, Víctor Choque y por el maestro Carlos Fuentealba (asesinado sobre la ruta 22 por la policía del gobernador neuquino Jorge Sobisch, propagandizador de la mano dura).

La recuperación de YPF, es como dice Serrat  “un día en que la vida se sienta con uno a tomar un café.”
O como dice con certeza y emoción el periodista Gabriel Fernández: “Quien no se emociona con la recuperación de nuestro petróleo, difícilmente pueda sentir afectos duraderos en otros órdenes de la vida. Puede atiborrar papeles con poesías, llenar los aires de músicas, recargar pañuelos con lágrimas, y decir que lo que realmente importa es el ser humano, la naturaleza, el equipo, Dios o el amor. Pero si no vibra con Yacimientos Petrolíferos Fiscales, nada lo conmoverá, a fondo, jamás en la vida.”
19/04/12
Todos los derechos reservados. Hugo Presman. Para publicar citar la fuente.

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12 abril 2012

LA CONTRAOFENSIVA MITRISTA


 









Radio Mitre ha fortalecido y homogenizado su programación. Sintonizar la emisora del grupo Clarín es ingresar a un país donde la inseguridad impide transitar por calles y rutas, la corrupción cubre el territorio nacional, la inflación camina hacia la híper, los opositores son seres angelicales que caen inevitablemente en la tela de araña depravadora del kirchnerismo, las calles están tomadas por los piqueteros que impiden a los honestos ciudadanos llegar al trabajo, los subtes están copados por los punguistas, los empresarios son maltratados por el Secretario de Comercio, el mundo nos ignora, los capitales no llegan y los que están huyen, la Presidenta tortura diariamente a través de arengas propaladas por la cadena nacional, los muertos quedan abandonados en las calles, La Cámpora se adueña del país, los países desarrollados planifican nuestra expulsión del planeta, mientras el gobierno duda si girar a la derecha o al chavismo, todo ello en medio de una feroz censura de prensa que sólo por ahora permite que todo esto se diga en los cuatrocientos medios del grupo hegemónico. A través de la valiente posición del seleccionado periodístico mitrista, los ciudadanos argentinos pueden enterarse que el suicidio colectivo puede posponerse hasta el 2015, cuando el sol macrista u otra alternativa que recupere el libre ejercicio del mercado desplacen 12 años de barbarie populista. Si alguien sintoniza los noticieros cada treinta minutos, tendrá un resumen compactado de la última media hora con una modulación alarmista capaz de destrozar los nervios de un gandhiano.
Los hegemónicos que abogan por la libertad de mercado, en un hábil ejercicio de prestidigitación, se vuelven ecologistas en la megaminería cuando ellos contaminan con Papel Prensa y alteran el medio ambiente en su intento por construir una represa en Corrientes para regar campos de arroz privados; los que fueron cómplices del genocidio lloran lágrimas de cocodrilo sobre injusticias actuales irresueltas; los que han ahogado durante años la competencia en los medios se proclaman víctimas de la ley de medios audiovisuales.

INTENTANDO DESPLAZAR A RADIO 10

En 1995, un grupo integrado por Daniel Hadad, su mujer, el abogado Oscar Salvi, Raúl Fernández, y Marcelo Tinelli se apropiaron indebidamente de la frecuencia de la radio de la Ciudad, en una licitación más que sospechosa. Rápidamente el grupo se desintegró y sólo quedó en la titularidad de la frecuencia el matrimonio Hadad. La emisora empezó a transmitir en enero de 1998 en un lugar privilegiado del dial y con una potencia muy superior a la aprobada. Su programación homogénea, su excelente calidad sonora, la buena y creativa sincronización radial, la ubicaron en  18 meses en el primer lugar de la audiencia, ubicación que detenta hasta ahora. Pero el motivo central que explica esta victoria es que el dial estaba fragmentado en distintas radios de diferentes grados de “progresismo”, y la 10 venía a dar respuesta con su discurso de derecha brutal  a un mercado de alrededor del 30%. Mientras las otras emisoras dividían su audiencia, la 10 ocupaba una franja no abastecida y le proveía de las muletillas y  falacias que querían escuchar.
Hoy Radio Mitre intenta aglutinar a todo el público visceralmente opositor, para lo cual ha convocado a un seleccionado de periodistas del establishment que son presentados y autoproclamados como independientes o profesionales. Cualquiera que escuche la emisora por un breve lapso, con criterio precisamente profesional, podrá dar fe que pocas veces se puede dar una muestra más clara de periodismo militante. Por supuesto que el calificativo de militante es usado como defensa de intereses o posiciones ya sea gubernamentales o de grupos privados. Los periodistas de Radio Mitre tienen todo el derecho de defender lo que defienden, pero es inadmisible que se digan independientes. Así como 6-7-8 fue una respuesta mediática a la hegemonía comunicacional desnudada durante el conflicto de la resolución 125 que tiene la sinceridad de no posar de independientes, los periodistas de la contraofensiva mitrista se visten con ropajes que ocultan los intereses del contenido.

LA CONTRAOFENSIVA MITRISTA
Clarín y sus medios han perdido mucho más credibilidad que disminuido su potencialidad económica. Intenta  ahora dar batalla radialmente a la ofensiva oficialista y agujerear la línea de flotación del gobierno. 

La incorporación estelar ha sido Jorge Lanata quien hace el pase con Samuel “Chiche” Gelblung, el propagandista de la dictadura establishment- militar. Que este sea uno de los periodistas actuales mejor pagos de la Argentina, revela -aparte de su inimputabilidad verbal- que para franjas importantes de la sociedad argentina, verdad, memoria y justicia no integra su bagaje ideológico.
Un Lanata devaluado por contradicciones inexplicables y análisis pedestres, aporta para el público al que se dirige su credibilidad pasada y el indudable ingenio que lo caracteriza. Ha intentado en los primeros dos meses presentarse irónicamente como un servil de Héctor Magnetto y de la Corpo, expresión popularizada por 6-7-8. La argucia es inteligente: no pudiendo explicar su ingreso al multimedio que criticó con valentía y anticipación, justifica su cambio exagerando su dependencia actual hasta convertirla en no creíble. Desde ahí se reinició, en el primer programa, la ofensiva sobre Boudou en el caso Ciccone, en donde el multimedio a través del periodista de Clarín Nicolás Wiñazky presentó las denuncias de la ex mujer de Alejandro Vandenbroele.
La próxima presencia televisiva en Canal 13, del ex participante de la revista porteña, con un despliegue publicitario intenso, demuestra con claridad como el antiguo adversario de Clarín ha pasado a ser el as de espada del emporio de negocios de Magnetto- Herrera, para seguir conservándolo. Resulta entonces imprescindible para  el grupo, seguir postergando la aplicación integral de la ley de medios audiovisuales y erosionar al gobierno. Todo ello bajo la bandera del periodismo independiente y profesional.                      
Desde la incorporación del ex director de "Página 12" y" Crítica de la Argentina", Ernesto Tenembaum ha fortificado su posición combativa dejando de lado su pretendido y falso equilibrio, ese que puede apreciarse sin maquillajes en sus incursiones por el mundo twiter. De manera que la incorporación de Lanata ha potenciado a Tenembaum, permitiéndole superar sus dudas. Algunos podrían llegar a afirmar que contra las incertidumbres, dos o tres cucharadas diarias de Lanatil producen resultados satisfactorios, mejorando significativamente los sonidos del Clarín.
El desplazamiento de Nelson Castro de la hora del regreso a la primera mañana, permite despertarse con un sermón moralista, cuasi religioso, inmaculado, que desde una tarima impoluta, distribuye  una mirada benevolente con críticas marginales a la oposición y a los grupos económicos y ataques duros, algunas veces justificados, al gobierno. Su pase con Gelblung forma parte de lo más bizarro de la radiotelefonía. Es el encuentro entre alguien que asume el papel de predicador liberal puro  y otro que sobreactúa su papel de atorrante. La incomodidad del primero encaja con la desfachatez del segundo. La hora del regreso la cubre ahora Marcelo Zlotogwiazda, cuyo equilibrio en este difícil escenario radiofónico es meritorio. Tal vez, intencionadamente o no, su programa se llama “La otra pata”. Y si sobrevivió a esta dosis mortal y algo se desintoxicó con Marcelo, recibirá otra dosis potenciada con “Lo que queda del día”, con Horacio Caride y Alejandra Gallo. Es posible que queden aún noticias desagradables de un país que a esta hora del día seguramente ya ha estallado.
El sábado, si Ud. es un adicto a Mitre, no se quedará sin el menú de caos, desastres y opiniones apocalípticas. Ahí está, formando parte del inventario del multimedio, su fiel empleado Marcelo Bonelli y sus presagios de infortunios varios. Y a las 10,30, llega otra incorporación estelar, la de José Pepe Eliaschev.
Faltan algunos jugadores que están desplegando posiciones parecidas en Radio Continental como Magdalena Ruiz Guiñazú acompañada de Edgardo Alfano (la pareja televisiva de Bonelli) y el dúo de larga duración integrado por Fernando Bravo y Alfredo Leuco.  El día que se sumen a la grilla mitrista, junto a Mariano Grondona, actualmente en Radio 10, el apocalipsis habrá adquirido carta de ciudadanía argentina.
Prácticamente todos los periodistas radiales tienen programas televisivos en algunas de las bocas de expendio del multimedio. Uno de los que desertó de las mieles de las posiciones dominantes, el periodista Gustavo Sylvestre, durante muchos años uno de los referentes de “A dos voces”, periodista fiel que gustaba alardear de la independencia  y profesionalidad de la que hoy  se enorgullecen los integrantes de la actual grilla, cuando abandonó las huestes de Herrera- Magnetto, denominó significativamente su programa “Con voz propia”.     

12/04/2012
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08 abril 2012

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ



 Las imágenes televisivas, con todo  su patetismo, no alcanzan a reflejar la impresión que produce la observación in situ de las consecuencias del fenómeno meteorológico del miércoles 4 de abril, en el “lejano oeste” bonaerense. El viento arrasó con una parte importante de la infraestructura eléctrica, cientos de casas, miles de árboles y hasta ahora con 17 personas muertas. Sólo el viernes, en Ituzaingó, conforme declaraciones de su intendente, había 120.000 personas privadas de luz y agua. Los cortes de rutas de algunos cientos de afectados, con bloqueos de las paralelas a la arteria principal como sucedía en la ruta 40, volcaban la bronca hacia las empresas privadas proveedoras de la electricidad y algún intendente, tomando equivocadamente de rehenes a los automovilistas que circulaban por esos caminos. La magnitud de los daños fueron posiblemente minimizados por las autoridades nacionales en un principio. La habitual política de las empresas de servicios de reclamar a un contestador o ni siquiera eso cuando las líneas se saturan, dejan a los afectados en un nivel de impotencia y abandono indescriptibles.
Como un sino que varias veces ha afectado al kirchnerismo, cuando se producen acontecimientos de fuerte repercusión social ( Blumberg, siniestro del Once, etc) encontraron a Néstor Kirchner y/o Cristina Fernández en el Calafate, con cierta pasividad ante los imprevistos. 
Hubiese sido impactante y políticamente reconfortante que la Presidente suspendiese su descanso en Calafate, convocara con urgencia a sus ministros y encomendara al jefe de gabinete que creara con algunos de sus colegas una comisión de crisis. Que estos abandonaran los escritorios y se asentaran por algunos días en Itazaingó,Merlo o Moreno, coordinara acciones con los intendentes y el gobernador de la provincia,  para acelerar en lo posible la solución y emprender hasta tanto los paliativos como la distribución de agua  y chapas.    
En este sentido es elogiable la actitud que ante los problemas asume el gobernador Daniel Scioli, haciéndose generalmente presente en el lugar de los acontecimientos.
Las situaciones dramáticas no tienen soluciones inmediatas pero pueden tener respuestas perentorias. La palabra del funcionario, su presencia física, el abrazo cuando sea necesario, el escuchar en el lugar de los acontecimientos las quejas y las insuficiencias, es una contención que el afectado agradecerá de por vida. Evita lo sabía y no sólo afirmaba: “Donde hay una necesidad, hay un derecho”, sino que lo llevaba a  la práctica. Por eso su figura perdura y se agiganta con el paso del tiempo. Cuando alguien se instala en el corazón de los humildes, no hay tornado que lo arranque de ese lugar.  
En aquellos casos que por cuestiones lógicas (volver a instalar la red eléctrica y los transformadores) el restablecimiento del servicio eléctrico demore un tiempo más prolongado, deberían publicar un cronograma aproximado en que el problema será solucionado.
Obligar a las empresas que los ciudadanos-usuarios sean atendidos en sus reclamos por empleados y no por contestadores y que publiquen todos los lugares en que diariamente estén trabajando.
Desde los medios dominantes se criticará que estas actitudes son demagógicas. No importa. Se debe gobernar con prescindencia de lo que opinen Clarín, La Nación y Perfil. 
 Los señalamientos al gobierno nacional son posibles porque llevan implícitos la posibilidad y la esperanza que se asuman y se concreten. En cambio en la Capital, la ausencia de accionar gubernamental en los lugares humildes afectados es tan estruendoso como el descanso de Semana Santa de los  funcionarios relevantes, de los cuales no puede esperarse ninguna resurrección.    
El viento se llevó techos, paredes, recuerdos, esfuerzos de una vida. Dejó incertidumbre y desamparo en las zonas afectadas. Tal vez, sólo tal vez, otros vientos traigan actitudes más enraizadas en el campo nacional y popular y menos dependientes del terreno resbaladizo del progresismo.  


07-04-2012                                                   
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01 abril 2012

MALVINAS ES UN ADN


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La recuperación de las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982 actúa como un ADN de lo nacional, para ubicar claramente  las posiciones. Tema hoy tan complejo como hace 30 años, que demuestra hasta qué punto la historia arrastra en su corriente oro y barro. El oro de una causa justa. El barro porque  quienes la planearon  habían arrasado el país y muchos de los que la ejecutaron habían sido la mano de obra del terrorismo de estado. Está claro que no hay nada más lejano a un guerrero que un torturador. La actuación de Astiz en las Georgias es un claro ejemplo. En igual sentido deben señalarse a aquellos oficiales cuya mayor valentía fue estaquear a sus propios soldados. Pero como en todo acontecimiento trascendental es preciso evitar que el árbol oculte el bosque. El bosque era la recuperación de las islas. El árbol eran los que lo ejecutaban. El pueblo en forma mayoritaria abarcó el bosque y en la Plaza de Mayo, el 10 de abril, manifestó claramente su apoyo a la medida pero silbó a Galtieri cuando intentó ser el depositario de la voluntad popular. En cambio, cierto progresismo suele naufragar en el análisis necesitado que la realidad se exprese en blanco y negro.
La idea original fue la realización de un acto de soberanía sin llegar al conflicto bélico. En el caso que la situación se desmadrara, la dictadura establishment- militar partía de un supuesto errado de creer que EE.UU apoyaría a la Argentina por los servicios prestados en Centro América, desconociendo que Inglaterra es el principal aliado histórico del Imperio y que Reagan y Thatcher habían emprendido una guerra final contra el comunismo y la implantación planetaria del neoliberalismo, ambas banderas asumidas también por el autodenominado Proceso. Los futuros contendientes estaban debilitados políticamente por las políticas implementadas en sus respectivos países. De manera que en Malvinas encontraron una huída hacia adelante: mientras Margaret Thatcher la emprendía contra los mineros y las conquistas sociales de los obreros británicos, Leopoldo Galtieri reprimía ferozmente la manifestación del 30 de marzo. Una vez recuperada las Malvinas, la idea de “toco y me voy” quedó bloqueada por la manifestación popular del 10 de abril. Y ahí la gesta empezó a convertirse en su instrumentación en una aventura, por la improvisación que sobrevino para una instancia bélica.
En aquellos agitados días, escribí una nota titulada “Del 2 de abril al 2 de abril”, haciendo referencia al  2 de abril  de 1976 donde Alfredo Martínez de Hoz anunció un nuevo estatuto legal del coloniaje, al 2 de abril de 1982 donde se tomaba una medida histórica. En ese momento consideré, posición que reivindico tres décadas después, que la consigna del momento, ante la medida tomada era: “Luchar en las islas, recuperar el continente”
Tenía muy presente la concepción de Lenín que afirmaba: “Estar en contra del nacionalismo del país oprimido, es estar a favor del nacionalismo del país opresor”.
Recordaba también la posición de León Trotsky, cuando atisbó la posibilidad que Hitler violara el siniestro acuerdo con Stalín y que invadiera la Unión Soviética. El hombre que había sido uno de los gestores de la Revolución de Octubre, que había sido derrotado por Stalín, que fue perseguido al punto que el planeta no tenía visado para él, al que le habían asesinado  sus hijos, amigos y seguidores, el que denunció al stalinismo y sus crímenes,  resumió la posición a adoptar ante la posibilidad de la invasión de Hitler: “Contra la burocracia, defensa incondicional de la Unión Soviética”. Más acá, en la rica historia latinoamericana, San Martín no dudó apoyar a Rosas, más allá de sus diferencias, ante la invasión anglo- francesa en 1838 y 1845, mientras los argentinos unitarios exiliados en Montevideo alentaban a los invasores.
Cuando la Junta intentó llegar a un acuerdo fue la Thatcher la que lo saboteó hundiendo al General Belgrano. La guerra viró absolutamente todo el sistema de las alianzas internacionales de la dictadura, demostrando la sorprendente originalidad de los hechos históricos.    
Junto con los groseros errores de planificación y de logística, la derrota tapó el heroico comportamiento de los soldados, de muchos oficiales, el excepcional desempeño de la aviación  y de los pilotos navales. En condiciones muy desfavorables desde el equipamiento, las bajas infringidas a la alianza de las dos principales potencias de la OTAN, fueron muchos mayores de las que tenían previstas. La guerra de Malvinas fue considerada en la mayor parte de América Latina como una gesta.
La derrota abrió el camino a una democracia débil surgida bajo el paradigma de la desmalvinización, una etapa nacida  de una guerra perdida. Eso significó en los hechos, que nunca más se debía tener la osadía de enfrentar a los poderosos. Esta interpretación atravesó a todo el período democrático con diferente intensidad, al tiempo que se arrumbaba todo lo que tuvo de lucha anticolonial lo que se inició el 2 de abril, y se abandonaba a su suerte a los combatientes. Cuando el proceso económico iniciado en 1976 concluyó con la peor crisis de la historia argentina al finalizar el 2001, y como resultado de la misma  en el 2003 surgió el kirchnerismo  que se decidió enfrentar a varios de los bastiones del poder económico nacional e internacional, la recuperación de la gesta malvinera, más allá de los déficits de su implementación ha vuelto a tener el lugar que se merece. Enterrar  la desmalvinización es un acto de soberanía.
El 2 de abril es un hecho histórico que supera las intenciones, limitaciones, pequeñeces y aberraciones de muchos de sus protagonistas. 
El surgimiento de un grupo de periodistas e intelectuales que atacan al gobierno con una virulencia que trocan en comprensión cuando se refieren a los habitantes de las islas, revela como se intenta instrumentar Malvinas como otra barricada contra Cristina Fernández.
Se tiene la fundada sospecha que si el gobierno decidiera regalar las islas, los amigos de los kelpers se transformarían inmediatamente en nacionalistas a ultranza.
No es una casualidad que uno de los firmantes, el historiador Luis Alberto Romero proponga que la conmemoración se traslade al 14 de junio, el día de la derrota. Podría darse entonces la paradoja que el invasor y el invadido, el colonizador y el despojado, coincidieran en la fecha, uno festejando la victoria y el otro celebrando la derrota.
Nunca dejan de estar activos los herederos de los unitarios exiliados en Montevideo durante el gobierno de Rosas que apoyaron a los invasores. Hoy sus émulos sostienen que hay que considerar los deseos de los habitantes implantados en las islas. Afirman: “Que deben ser reconocidos como sujetos de derecho. Respetar su modo de vida……implica abdicar de la intención de imponerles una soberanía, una ciudadanía y un gobierno que no desean” 
Son aquellos a los que la  espada que San Martín legó a Rosas, señala a través de los siglos.
Por todo ello, la posición que se adopte con relación a  Malvinas es un ADN de lo nacional.                                   
01-04-2012
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