26 abril 2012

UN LABERINTO CONFUSO



Un cuento muy conocido en el ambiente médico es el siguiente: “Durante una visita a un Psiquiátrico, el Alcalde de la ciudad le preguntó al Director qué criterio usaban para definir si un paciente tenía que ser internado o no.
- Bueno, hacemos la prueba siguiente: Llenamos una bañera, luego les damos una cucharita, una
taza y un palangana y les pedimos que vacíen la bañera.
-Ah, entiendo - dijo el alcalde - Una persona normal usaría la palangana porque es más grande que
la cucharita y la taza.
- No - dijo el Director - Una persona normal sacaría el tapón de la bañera..... Usted ¿qué prefiere: una habitación con o sin vista a la calle?”
Cuando el vicepresidente concluyó la exposición ante los periodistas convocados, me quedó la sensación que Amado Boudou habló sobre la palangana, la cucharita y la taza pero no fue a lo concreto que era sacar el tapón de la bañera que consistía en explicar algo tan sencillo como la trascendente revelación que invocaban los medios hegemónicos: por qué Alejandro Vandenbroeler había pagado las expensas de su amigo y socio, el inquilino de Amado Boudou,  que vive en Italia y cuyo nombre es Fabián Carosso Donatiello.
Entre la insignificancia del hallazgo y la dimensión que le dieron Clarín, La Nación, Perfil y todos los medios tributarios a aquellos, está uno de los tantos enigmas de este laberinto confuso.
Considero que ante una denuncia concreta se debe responder con precisión sobre ese aspecto y luego si se considera necesario efectuar las consideraciones que se crean pertinentes. Pero obviar  lo concreto con consideraciones generales o descartarlo en función de trayectorias como en su oportunidad hizo el Dr. Eugenio Zaffaroni, puede ser un camino elusivo pero lejos está de ser convincente.
Boudou no respondió lo elemental y ubicó las imputaciones correctamente en la ofensiva mediática y la larga batalla que los medios dominantes y el gobierno libran desde hace años. Disparó denuncias contra Daniel Scioli (quien benefició a la empresa Boldt  -socia de Clarín en varios emprendimientos; competidora de Ciccone y conectada al ex presidente Duhalde); contra el juez Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Rívolo quienes tienen a su cargo el caso Ciccone; contra el procurador general Esteban Righi; y contra el presidente de la Bolsa de Comercio Adelmo Gabbi. Dada las características de las gestiones kirchneristas, era previsible que las declaraciones habían sido consensuadas con la Presidenta de la Nación. A partir de ahí se entra en otro tramo de este laberinto confuso. La Presidenta habría iniciado los pasos para cumplir la promesa de ahora “vamos por todo”. La conntraofensiva a los medios hegemónicos,  el intento de seguir limando el enorme apoyo a la Presidenta
Las consecuencias fueron inmediatas. El procurador, acusado de ser un lobista a través de su estudio conducido fundamentalmente por su mujer y la esposa del ministro macrista Guillermo Montenegro, renunció con una carta con varias expresiones eufemísticamente precisas: “…considero que es mi deber no polemizar con relación a hechos que son del dominio público, toda vez que su única consecuencia sería afectar las instituciones republicanas y causar daño a las políticas públicas desarrolladas desde el año 2003 en adelante. Lo que corresponde es que cada protagonista explique su comportamiento en el ámbito previsto en el derecho vigente, donde inexorablemente se demostrará la falsedad de las afirmaciones e imputaciones con las que se me ha agraviado. En este sentido, y aunque la posición que ostento me confiere estabilidad y fueros sólo removibles por juicio político, no dudo en renunciar a ambos pues nada tengo que ocultar.” Está claro que es un mensaje directo al vicepresidente, coincidente con varios referentes políticos de la oposición. En otro párrafo predice su comportamiento futuro aunque considera incierto el futuro del proyecto que sigue apoyando: “Formé parte de este proceso con la certidumbre de estar contribuyendo a convertir en realidad los sueños de liberación de varias generaciones; los mismos sueños que a veces fueron ahogados en sangre y otros traicionados. Y aunque cese en esta función, mantengo el mismo convencimiento inicial y el mismo compromiso, confesando que mi más fervoroso deseo es que el pueblo argentino no padezca nuevas frustraciones.”
La figura del juez Daniel Rafecas, designado  durante el gobierno de Néstor Kirchner y que declaró delitos de lesa humanidad la apropiación de Papel Prensa por lo que tiene  una denuncia de Héctor Magnetto ante el Consejo de la Magistratura, embanderado en el campo de los derechos humanos, tuvo comportamientos y actitudes que achicaron vertiginosamente su figura, situación parecida a la del fiscal.   Chateos con amigos interesados y parte en la causa, mensajes de textos a periodistas que entrevistan al vicepresidente, un insólito reportaje a Perfil donde afirmó: “No hay pruebas” y tres días después ordena el allanamiento al departamento alquilado de Boudou.
Por otro lado, la propuesta de sustituir a Righi por Daniel Reposo, ex subordinado y admirador de Boudou, no parece el mejor camino para dejar esclarecida la inocencia política del vicepresidente. 

UN LABERINTO CONFUSO
Hay una ofensiva mediática de notable envergadura contra el vicepresidente que apunta en última instancia a la Presidenta. No hay al momento pruebas judiciales que involucren al vicepresidente.
Hay una disputa comercial de por medio que involucra  a la empresa Boldt.
 Simultáneamente hay situaciones extremadamente confusas como que el propietario de Ciccone, una empresa dedicada a realizar trabajos tan sensibles como la impresión de billetes y chequeras, sea el Fondo All Found de accionistas desconocidos y cuyo representante es un jubilado prestanombre inimputable. El gerente de la ex Ciccone es un monotibutista. No se sabe quién puso el dinero para levantar la quiebra, aunque las sospechas recaen en un banquero cercano al gobierno. Los amigos del vicepresidente parecen una armada Brancaleone de oportunistas comerciales. Los movimientos realizados para apoyar a Boudou (pedido de anulación del allanamiento realizado a un domicilio del vicepresidente, llamativamente  adelantado por Radio Mitre,  recusación del juez y el fiscal, reemplazo del procurador general por un amigo) parecen medidas más destinadas a salvaguardarlo judicialmente a costa de quedar manchado políticamente.
En un rapto de sinceridad poco frecuente, Jorge Fontevecchia escribió en su medio “Perfil”, el 7 de abril: “La condena pública a Boudou ya le llegó.” El objetivo está conseguido sin que el blanco elegido haya sido imputado judicialmente.
Por otra parte, resultan llamativas las amenazas que se realizan desde periodistas íntegrantes de la ofensiva mediática. O se reservan pruebas que efectivamente involucran a Amado Boudou, o son jugadores de truco que cantan falta envido con precariedad de cartas. Joaquín Morales Solá, el miércoles 11 de abril en La Nación, bajo el título “El cambio  posterga una crisis mayor” escribió: “La salida de Righi sólo postergó una crisis política mucho mayor dentro del oficialismo. La justicia federal está en poder de pruebas que afectarían aún más a Boudou en el escándalo de la ex Ciccone y no se descartan nuevas y espectaculares decisiones en los próximos días. Por eso, tal vez, es Boudou el que está marcando el ritmo al Gobierno. Hasta Cristina Kirchner podría extrañar dentro de poco el consejo oportuno del fiscal caído.” A su vez desde el grupo español Prisa que es dueño de Radio Continental, el periodista Alfredo Leuco, en el programa conducido por el locutor Fernando Bravo y donde trabaja Omar Lavieri, uno de los abocados al caso desde el grupo Clarín, expresó el  6 de abril, bajo el título “El stand up de Boudou”: “Los propagandistas de estado que pagamos todos se jugaron demasiado, sobreactuaron, pusieron las manos en el fuego y se quemaron. Es muy difícil que Boudou vaya preso porque los delitos por los que se lo puede acusar son excarcelables. Pero su sola citación a indagatoria generaría una crisis institucional que nadie quiere ni desea. Ni hablemos si llega a ser procesado. Amado Boudou tiene una espada de Damocles demasiado grande sobre su espalda. Tal vez tenga un gesto de dignidad y de un paso al costado. Si eso pasa, a todos sus defensores mediáticos, se les va a caer la cara de vergüenza.”
(el subrayado es mío).

Desde Radio Mitre, Jorge Lanata, el periodista recientemente  contratado como as de espada, y apoyado en las denuncias por el periodista de Clarín Nicolás Wiñazky, escribió una carta abierta a Boudou, clara expresión de su periodismo militante que posa de independiente y profesional donde consigna, según el diario La Nación del 3 de marzo: “Sr. Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou: Anoche en el programa oficialista 678 del canal del Estado usted dijo que la denuncia sobre Ciccone era mentira y que usted dijo que no iba a responderla porque no quiere que LA NACION, Clarín y Perfil manejen la agenda.
Sr. Vicepresidente, viendo el programa era fácil entender por qué usted había elegido responder ahí. Después de más de una semana de silencio oficial, usted estaba reunido con periodistas comprados.
Sólo le hicieron dos preguntas: la introductoria al tema y al final una chica gordita vestida de oscuro le pregunto por qué usted pensaba que el tema se había judicializado. Algo así como preguntarle: por qué tanta injusticia con un héroe de la patria como usted. Gran pregunta hizo la gordita.
Sr. Vicepresidente, el que miente es usted. Mintió antes y miente ahora. Lo único que explica su silencio anterior es su complicidad con el hecho y su turbación frente a la denuncia.
Ya que usted habló de periodismo y sólo estaba rodeado por analfabetos, me permito hablarle yo de periodismo, que hace 37 años que lo ejerzo. La columna de oportunistas que lo rodeaba evitó preguntarle, por ejemplo: ¿Cuál es su relación con Vandenbroele? ¿Por qué la AFIP pidió la quiebra de Ciccone y luego la misma AFIP pidió levantarla? ¿Fue casualidad que Moreno observara conductas monopólicas en Boldt y esas denuncias terminaran otra vez en Ciccone? ¿Por qué instruyó a la Casa de la Moneda para que actuara sin licitación en el contrato de impresión de billetes del año próximo? ¿Sabía usted que Vandenbroele está relacionado con Rodríguez Carmona, uno de sus socios reconocidos en su declaración jurada? ¿Conoce usted que el fiscal cuenta con diálogos entre Vandenbroele y su entonces esposa en los que se habla de negociados y coimas con Boudou? ¿Es usted ese Boudou que se menciona en la conversación? El silencio de los chicos que lo rodeaban ratifica su oportunismo y quizás los convierta tan en cómplices de un delito como usted. Dijo usted que confía en la Justicia. Hace bien. Jaime también confía y confía De Vido y confían los Kirchner y todos confían que el sorteo llegue a Oyarbide o algún otro juez venal con miedo a que perjudique su ascenso y lo enfrenten a juicio político en el Consejo de la Magistratura o nunca lo saquen de su condición de subrogante.
Sr. Vicepresidente se equivoca en dos cosas: en mentir a sabiendas y en creer que el poder dura para siempre. Con la consideración de su investidura y sin ningún respeto personal, lo saluda, Jorge Lanata.”

Desde la posición contraria, el periodista Víctor Hugo Morales declaró a la Revista XXIII, del 12 de abril: “Si yo veo que la Presidenta se juega por Boudou como lo está haciendo es porque está convencida de lo que yo estoy convencido: detrás de la discusión de Boudou lo que hay es una pugna de intereses que desde el Gobierno se motorizó a favor de Ciccone y en contra de Boldt. Por intereses políticos, económicos, por lo que fuera, pero es una cuestión estrictamente política. Boudou evidentemente está limpio porque de lo contrario dentro de la actividad política no tendría como explicar lo que pasa”  
En medio de esta danza de movimientos contradictorios y de difícil dilucidación, los protagonistas se debaten en un laberinto confuso cuya repercusión en los sectores populares, fuera de la capital, es posiblemente  intrascendente.
La contraofensiva planificada desde la Presidencia de la Nación pone la denuncia mediática iniciada por una mujer despechada llamada Laura Muñoz, en un combate enmarcado en la guerra que se libra entre el gobierno y los intereses económicos propios y ajenos representados por Clarín, La Nación y Perfil.
Desde el punto de vista meramente defensivo, bastaba con sacar el tapón de la bañera.
La naturaleza del kirchnerismo no es esa. Considera siempre que  la ofensiva es la mejor estrategia de defensa.   
25-04-2012
Todos los derechos reservados. Hugo Presman. Para publicar citar fuente. 

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2 comentarios:

  1. Ponerse a hablar de la agenda de Mañeto mientras se trata la nacionalización de YPF... en fin...

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  2. LA NOTA ANTERIOR ES SOBRE YPF. PERMITIME QUE FIJE MI PROPIA AGENDA Y DE UNA POSICIÓN DISTANTE DEL GOBIERNO Y DE MAGNETTO,DESDE LA VEREDA DE APOYO AL GOBIERNO, NO HAGO, NO HARÉ, KIRCHNERISMO BOBO. Estoy en el campo nacional y popular, antes de que los Kirchner ingresaran a él. Por eso no tengo que dar certificados de pertenencia.

    Un Saludo
    Hugo Presman

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