Dicen que el general recordó este domingo lo que muchas veces advirtió: “Cuando los pueblos agotan su paciencia, hacen tronar el escarmiento.” Se comenta que Néstor escuchó las agresiones del Presidente, sonrió y comentó: “Qué te pasha Milei…¿estás nervioso?”
Un día de sol con forma de urna, en la que millones de bonaerenses decidieron introducir su boleta para expresar pacíficamente una respuesta madura a la guerra que le declaró el gobierno nacional, en una exhibición bochornosa de crueldad, de bullying, de racismo, de desprecio y de infamia.
El urnazo. Un día de sol con forma de urna. Por la boca de la urna se asoma el chico con discapacidad sometido a colas interminables para demostrar que la pierna que perdió no le creció; el joven con parálisis cerebral que la medicina no logra curar, y que debe demostrar que sigue estando discapacitado. Todo para que al final, la motosierra le saque el subsidio arbitrariamente desde una planilla Excel. Asoman las caras con hambre de niños que acudían a los comedores y que la Ministra de Capital Inhumano Sandra Pettovello desabasteció con el pretexto que el comedor no existía por una auditoría inexistente. Ahí están asomando los niños con barbijos de las salas pediátricas del Garrahan desfinanciado, adonde parece que no llega Dios, o que lo hace a través de esos dioses humanos que son los médicos y enfermeros del principal hospital pediátrico de América Latina, con remuneraciones bajo la línea de pobreza. Por la boca de la urna no asoman las sillas de ruedas porque se fueron a través de las coimas para Karina y los Menem. Por la boca de las urnas asoman los científicos del Conicet, ahogados financieramente, insultados con entusiasmo por el gobierno, obligados después de luchar denodadamente a exiliarse muchos de ellos, sabiendo íntimamente que el futuro que se le amputa individual y colectivamente es también la del pueblo que invirtió en ellos y que juntos pueden acercarse a un horizonte promisorio.
Aparecen por la boca de la urna los trabajadores del INTI, del INTA, del INVAP, de la Comisión Nacional de Energía Atómica, del SENASA, del ANMAT, gritando desesperados mientras luchan y muchos son despedidos.
Asoman por la boca de la urna los jubilados hambreados y reprimidos, los viejos locos de la Plaza de los Dos Congresos, la primera fila de la resistencia; los obreros cesanteados después de perder parte del poder adquisitivo de sus salarios; los negocios que bajan las persianas; las industrias estranguladas sobrevivientes, y las que cierran por el consumo caído, el dólar atrapado y la importación desenfrenada; los expulsados por los alquileres y que hoy viven en las calles; los veteranos que lucharon en Malvinas heridos por un Presidente que admira a la homicida de sus compañeros asesinados.
Dentro de la urna está toda la Argentina moderna, la Argentina que bombardean que es un país de mierda, para debilitar su defensa cuando la quieren convertir efectivamente en un país de mierda. La Argentina que es un país con muchas de sus universidades ejemplares, con centros de salud del primer mundo, que fabrica automóviles, vacunas, reactores nucleares y satélites. Que fue la sociedad más igualitaria y culturalmente más desarrollada de América Latina. Derrotada una y otra vez en el intento increíble, hasta ahora absurdo, de enterrar al peronismo que constituye alrededor del 40% de los argentinos. Milei sosteniendo que venía a clavar el último clavo en el ataúd del peronismo, recoge la tradición de los aviadores que bombardearon Plaza de Mayo, los fusiladores, las proscripciones, y hasta los que desaparecieron y vejaron el cadáver de Evita y le cortaron las manos a Perón. Los que intentaron matar a Cristina Fernández y en juicios amañados y direccionados la encierran y le impiden ejercer cargos públicos a perpetuidad.
El urnazo. Un día de sol con forma de urna. Otra vez, afortunadamente, el subsuelo de la patria sublevada que revienta las urnas. No tiene la espectacularidad del 17 de octubre ni del Cordobazo. No es la conmoción, movilización, la represión y los muertos del 19 y 20 de diciembre del 2001.
Son urnas llenas de dolor, colmadas de las lágrimas de las injusticias múltiples, de los insultos recibidos como el del multimillonario Marcos Galperín que afirma que “el kirchnerismo es una enfermedad mental” o desde el Presidente acusándolos de termos, orcos, marrones, kukas, eufemismos de cucarachas a las que se las aplasta para destruirlas. Son nuevos estigmas para viejos agravios: descamisados, cabecitas negras, gronchos….
Son urnas llenas de dolor, colmadas de las lágrimas, de la privación de los remedios a los enfermos oncológicos, muchos de los cuales ya murieron. Es el padecimiento inenarrable de sus familiares. De los muertos por el fentanilo. Es Ian Moche, el niño de 12 años que padece autismo, al que el presidente confronta y deja abierta la puerta para que sus brigadas de esbirros mediáticos como manga de langostas se lance a denigrarlo a él y a su madre.
Son urnas llenas de dolor, colmadas de las lágrimas, de la impotencia de las injusticias exhibidas y celebradas. No hay plata, pero se bajó el impuesto a los bienes personales, mientras se pasaba la motosierra sobre los más desamparados. Son los intereses que se devengan mensualmente de un endeudamiento febril, que significan cuatro veces más que el monto abonado por jubilaciones y pensiones, pero no se puede aumentar a los jubilados porque quiebra el modelo. Los que lo promueven son para el gobierno degenerados fiscales y genocidas.
Son urnas llenas de dolor, colmadas de las lágrimas, que mientras se eliminaba el Impuesto País que gravaba desde la compra de dólares a las importaciones, simultáneamente para compensar, reducía significativamente los remedios gratis a los jubilados.
Son urnas llenas de dolor, colmadas de lágrimas, de la discriminación hacia las mujeres, las minorías sexuales, de la identificación falaz de la homosexualidad con la pedofilia.
Son urnas llenas de dolor, colmadas de lágrimas, contra el uso denigrante del Nunca Más, usado como provocación electoral contra el kirchnerismo, de un gobierno que intenta reivindicar el Terrorismo de Estado, enaltecer a los genocidas y destruir las pruebas de los delitos
Son urnas llenas de dolor, colmadas de lágrimas, contra el cine argentino, el teatro, los clubes de barrio, las bibliotecas populares
Son urnas llenas de dolor, colmadas de lágrimas, hartos de un gobierno construido sobre una estafa monumental, mentiras impúdicas, cifras fantasmales, autoelogios superlativos que celebra la destrucción y la muerte de otros argentinos.
Son urnas llenas de dolor, colmadas de lágrimas, pero también de resistencia y lucha.
Emerge un ganador y posible alternativa que fue el único gobernador que se opuso y planteó una alternativa al modelo demencial de Milei: Axel Kicillof, que lo hizo cuando muchos gobernadores de todas las tendencias, senadores y diputados “colaboraban” con la gobernabilidad de la demolición, concediéndole facultades delegadas a alguien que exhibía como mérito sus desequilibrios y desmesuras.
Pero dentro de la alegría inmensa, que cuando es popular es radiante y conmovedora, de este domingo cercano a la primavera, vale alertar que así como en el 2023 más que ganar Milei, perdió el peronismo, hoy más que ganar el peronismo, perdió Milei.
Se ha ganado una batalla muy importante pero la victoria necesita aún tiempo, programa, relato y sueños que enamoren.
Un día peronista con forma de urna. El urnazo. Un no al endeudamiento, a la dependencia, al gobernar para los poderosos, un país reseteado para los sectores más ricos del campo, la minería, la especulación financiera. Un país que se intenta modelar colonial, al que se le quiere imponer una cultura del medioevo.
No lo van a conseguir, más allá de lo mucho que han demolido. Desde el fondo de la historia se vuelve escuchar a Perón: “Cuando los pueblos agotan su paciencia hacen tronar el escarmiento” El gobierno de Milei entra en la dimensión desconocida, inmerso en la crisis que diseñó, una economía que destruyó, de la cual ha quedado prisionero, sentado sobre una bomba financiera. Su sustentabilidad está en duda y sus mandantes también empiezan a dudar. Tal vez le intervengan el gobierno con o sin Milei.
Se escucha decir a Néstor Kirchner: “Qué te pasha Milei…¿estás nervioso?”
8-09-2025
*Publicado en La Tecl@ Eñe, Diario Registrado
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