EN
LOS DIARIOS
RECONQUISTA ES SOLO UNA CALLE
Durante muchos años a los chicos adoptados no se les informaba de
esa situación. Se los criaba en la mentira, más allá del amor que le podían
proporcionar sus padres adoptivos.
La asociación “Quienes Somos” informa que hay más de dos millones de
personas en esa situación. Que no saben quienes son sus padres biológicos.
Cuando los hijos de los hijos adoptados
padecen de alguna enfermedad de origen genético y el médico le pregunta sobre
su historia familiar, carecen de información y por lo tanto de respuestas.
Durante los años de plomo de la dictadura criminal, la apropiación
de los bebes y falsificación de su identidad constituyeron unos de los hechos
más atroces, en una larga lista de espantosos delitos de lesa humanidad. En algún momento de sus
historias, por la excepcional labor de las Abuelas de Plaza de Mayo y
últimamente por la sospecha de las víctimas sobre su identidad, ochenta de
ellos, se abrazaron con la verdad. Y al encontrarse con su familia biológica,
recuperaron los huecos, los agujeros negros de su historia hasta ahí
falsificada.
Con los países y la historia de sus pueblos sucede lo mismo. Si se
falsifica el relato, las raíces se adulteran, la narración se vacía, los hechos
heroicos se minimizan, los acontecimientos oscuros, cuando no canallescos, se
exaltan. El resultado es que la mayor parte de la población no puede
identificarse con una historia seca y falsificada. Carecen del marco de
referencia que explique desde sus intereses y perspectivas, su presente, en
relación con un pasado que lo ilumine.
Como decía Arturo Jauretche: “La falsificación de la historia como
una política de la historia”. De eso se ocupó el político que escribió la
historia oficial, Bartolomé Mitre, representante de los sectores que ganaron la
guerra civil argentina que se prolongó durante seis décadas. Luego hubo
diferentes intentos de escribir otra historia, más aproximada a la realidad que
fueron despojando de su pretendido halo objetivo y científico a la historia
oficial.
Son muchos los hechos heroicos en nuestra historia que si hubieran
sucedido en EE.UU, Francia, Inglaterra, el cine le hubiera dado envergadura
universal. A mero título ejemplificativo: el éxodo jujeño, las vidas y hazañas
de Felipe Varela, Miguel de Güemes, el Chacho Peñaloza, Juana Azurduy, la
Reconquista de Buenos Aires, etc.
A DOS SIGLOS DE LA
RECONQUISTA
En el contexto internacional Inglaterra había triunfado en la
Batalla de Trafalgar, perdiendo al Almirante Nelson y quedándose como las
dueñas de los mares. La burguesía francesa
aliada a España decretó el
bloqueo continental a los productos ingleses.
Como dice Alejandro Horowicz en “El país que estalló”: “La
revolución francesa quedó encerrada en el continente y se propuso transformar
el bloqueo naval en aislamiento comercial inglés”
Había que atacar a España en sus colonias, apropiarse del tesoro, al
tiempo que se abrían y conquistaban nuevos mercados para los productos ingleses
donde había empezado a desarrollarse la revolución industrial.
Y así llegó una flota con 1500 hombres al Río de la Plata, de los
cuales setecientos habían enfrentado a las tropas napoleónicas en Egipto. Buena
parte de las tropas españolas protegían Montevideo ante la hipótesis que sería
el puerto atacado.
¿Como era entonces Buenos Aires?
Dice Alejandro Horowicz: “La ciudad de Buenos Aires no era otra cosa que
exiguas ocho hileras de doce manzanas cortadas rectangularmente por calles sin
empedrar, con casa de tejas de un solo piso, las mejores con jardín delante y
jardín detrás………Los criollos eran marginados de los principales puestos, en una
ciudad donde se leían doscientos ejemplares de la gaceta semanal”
La ciudad contaba con tan solo cuarenta mil habitantes.
El 24 de junio, los invasores
desembarcaron en Quilmes. El 25 de junio de 1806, bajo una lluvia torrencial,
el pueblo corrió hacia el Fuerte,
pidiendo armas para luchar, entre los que se encontraban menores de edad. Dice Ezequiel Abásolo en Todo es
Historia: “ A las dos de la tarde un
contingente de milicianos mal armados y peor dirigidos se desplazó hasta el
Puente Gálvez, ubicado en el sitio donde hoy se levanta en puente Pueyrredón.
Al día siguiente, el Coronel Pedro Arce avanzó desde allí contra los ingleses
“proponiéndose la derrota enemiga con solo la atropellada de los caballos”. Lo
acompañaban poco más de doscientos hombres, entre los cuales había un grupo de
artilleros y casi un centenar de blandengues de la frontera.”
La artillería inglesa llevó a que
Arce que comandaba las tropas decidiera la retirada.
La resistencia popular superó largamente a las de las tropas del
Virrey.
El 26 de junio, a la altura de Barracas, cientos de hombres mal
armados, bajo una lluvia copiosa intentaron evitar el avance de las tropas
británicas.
A la noche los ingleses llegaron al Riachuelo.
A las dos de la tarde del 27 de junio, la bandera inglesa ondeo en
el Fuerte.
Mariano Moreno, que lloró de bronca con la presencia de las tropas
inglesas y su apoderamiento de la ciudad,
imputó la caída “a los oficiales de la plana mayor que eran tan
militares como el marqués”
Martín de Álzaga criticó al Virrey Sobremonte de estar preocupado
exclusivamente de “poner
a salvo a su familia, su persona y sus bienes hasta la última hilacha”
Muchos de los participantes voluntarios de la defensa atribuyeron la
derrota y la bronca consiguiente a la ineptitud de los jefes castrenses.
Algunos cipayos decidieron congraciarse con los invasores. El Fray
José Ignacio Grela, convocado por el jefe de la ocupación según lo consigna
Roberto Elissalde en “Historias ignoradas de las invasiones inglesas”, dijo:
“Venimos en nombre de los cuerpos que representamos y en cumplimiento de las
capitulaciones celebradas ayer en esta ciudad a ofrecer a V.E la debida
obediencia y las gracias más afectuosas a la humanidad con que han tratado a
este honrado y fiel vecindario, las armas victoriosas de V.E. Y si, de otra
parte, manda la religión respetar las potestades seculares y prohibe maquinar
contra ellas, ¿como negarle al triunfador la fidelidad reclamada?
Entre los disconformes comenzó a prepararse la Reconquista. Como
escribió Ignacio Nuñez: “el sentimiento de humillación fue el único que formó
todas las conciencias”
Santiago de Liniers un marino francés que prestaba servicios a
España, planeó la idea de la recuperación de Buenos Aires con el apoyo de
quinientos soldados escogidos en Montevideo. Juan Martín de Pueyrredón por su
parte reunió unos ochocientos hombres en la cañada de Morón, fundamentalmente
habitantes de lo que con el tiempo sería la
provincia de Buenos Aires.
El general Beresford, a cargo del gobierno, escribía a Londres
solicitando el urgente envío de refuerzos. Mientras tanto decretaba el libre
comercio en beneficio de los comerciantes importadores nativos, ingleses y
portugueses. Esto perjudicaba a los importadores vinculados a España como
Álzaga. . También sancionó la libertad de cultos.
Muchas mujeres y una parte importante de sacerdotes apoyaron la
liberación de la ciudad cumpliendo diversas tareas. Varios religiosos viajaron
a Montevideo para apoyar el reclutamiento de tropas.
El ejército de Liniers, constituido por hombres ofrecidos por el
Gobernador de Montevideo Pascual Ruiz Huidobro,
partió de Montevideo a Colonia con seiscientos hombres el 22 de julio.
Cuando desembarcaron en el Tigre el 4 de agosto ya eran mil quinientos, por la
gente que se sumaba. El 10 de agosto, cuando llegaron a los corrales de
Miserere, en lo que hoy es Plaza Once, ya eran dos mil hombres.
El 12 de agosto, el enorme apoyo popular que acompañó a las tropas
hizo retroceder las fuerzas británicas hacia el Fuerte, derrotados en los
sucesivos combates callejeros.
Los invasores izaron bandera blanca solicitando el parlamento.
Reiniciado el ataque, uno de los ejércitos más poderosos se rindió
incondicionalmente.
El famoso regimiento 71, vencedor en todas las batallas se vio
derrotado según Diario de un soldado” (Archivo General de la Nación, página
59): “ante unos hombres descalzos de ponchos, unos hombres que Beresford tenía
por unos cobardes”
Un año después volverían por la revancha con un ejército diez veces
superior al de 1806, con veinte buques de guerra y noventas de transporte.
Dice Alejandro Horowicz: “La ciudad de 1806, …..se había
transformado de punta a punta. No porque tuviera mejor conducción militar que
antaño – seguía siendo pésima- sino porque había construido en ese lapso todo
su intenso aprendizaje político. Ésa es molecularmente considerada la
transformación subjetiva de sus integrantes. Los obedientes habitantes de una
colonia perdida en los andurriales del mundo, se sienten autorizados a desafiar
a una de las dos potencias de Europa. El imponente ejército que había vencido a
los soldados profesionales del Montevideo amurallado será enfrentado. El
miserable cálculo de Sobremonte – Buenos Aires
no puede resistir un ataque inglés- había quedado definitivamente atrás,
porque había dejado de ser cierto. La solución militar para defender Buenos
Aires no admitía por cierto, sino dos opciones: o sorprender al enemigo en
pleno desembarco, o esperarlo en la ciudad, sostuvo Groussac con inadecuada
comprensión.
Para Liniers y el Cabildo la solución debía ser obvia, ya que la
posibilidad de impedir el desembarco requería contar con fuerzas entrenadas y
disciplinadas por profesionales para una operación anfibia, desechada
misteriosamente por Montevideo, e imposible de ejecutar en Buenos Aires ante
semejante flota. Por eso, Alzaga y el Cabildo sostuvieron la necesidad de
aguardar a los ingleses dentro del perímetro de la ciudad, donde la flota
quedaba neutralizada, y donde la superioridad de mando se volvía casi inocua.
En lugar de una batalla regular, la resistencia partisana de una ciudad sin
muralla.”
Nuevamente la resistencia
popular, utilizando todos los medios a su alcance, desde piedras a grasa
derretida, acompaño a un ejército de aproximadamente ocho mil hombres, de muy buen desempeño que
terminó con la capitulación de los agresores.
Cada casa fue una trinchera, cada esquina una trampa mortal. Al momento de la rendición, las tropas de
Whitelocke habían sufrido más de cuatrocientos muertos, seiscientos cincuenta
heridos y mil novecientos prisioneros.
La victoria fue nuestra. El tesoro de España, acumulado en estas
tierras, terminó en Londres.
El Times, al informar de la derrota de la invasión al mando de
Whitelocke dijo: “que el desastre había sido el más importante que ha sentido
este país desde el comienzo de la guerra de la Revolución Francesa”
En 1808, el Imperio adopta la doctrina de Robert Stewart
Castlereagh: “no importa quién gobierne, lo que hay que obtener es el manejo
del comercio”
El excepcional triunfo, se transformaría posteriormente en derrota
con el empréstito de la Baring contraído por Rivadavia, que en la historia
oficial es proclamado por Mitre “el más grande hombre civil en la historia de
los argentinos”.
Los ingleses volverían militarmente en 1838 y 1945, donde fueron
nuevamente derrotados. Pero los comerciantes del puerto de Buenos Aires y más
tarde los ganaderos conformaron la oligarquía que triunfó en la guerra civil y
les abrirían las puertas económicas a los sectores económicos que estaban
detrás de los ejércitos ingleses. Y las incipientes burguesías de San Pablo,
Uruguay, y Buenos Aires fueron el brazo armado de los intereses británicos para
destruir el Paraguay, el estado más desarrollado en América Latina en el siglo
XIX.
Lo cierto es que la sensación
de seguridad que dio el triunfo en dos años consecutivos contra uno de
los dos ejércitos más poderosos de la época, fue el puntapié inicial que
transitaría luego por el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816.
LOS DIARIOS DE HOY EN 1806
Las tropas británicas que traían el libre comercio, fueron
derrotadas. La barbarie parece que es la semilla que más fructifica en estas
coloniasLA NACIÓN
CLARÍN
Hay calma en la ciudad luego de lo duros enfrentamientos.
Preocupación internacional por la suerte del ejército británico
PERFIL
Grave denuncia: Sobremonte se habría quedado con parte del Tesoro.
Se sospecha que alguna parte se haya derivado a los bolsillos de Liniers y
Pueyrredón. Declaraciones exclusivas de Beresford. Alzaga dice que no lo mueven
intereses comerciales.
CRÓNICA
Derrotamos a los piratas. Cruel asesinato en el Bajo.
PÁGINA 12
Ingleses fritos. La grasa derretida no les sentó
bien. Beresford indigestado.
INFOBAE
Se anticipa para septiembre una fuerte caída en la Bolsa de Londres,
cuando se conozca en Inglaterra la derrota británica. Es posible que estos
hechos provoquen inseguridad jurídica al no admitirse los derechos de los
agresores.
ÁMBITO FINANCIERO
PENOSO: la derrota que los
bárbaros le infligieron al ejército civilizador, no nos deja otro camino que el contrabando.
LOS DIARIOS DE HOY, HOY
Inútil fue buscar la magnitud de la fecha, su significación
histórica inmensa en los diarios. La Nación, el guarda espalda de Bartolomé
Mitre, publicó el sábado 12 de agosto en Página 24, una foto con el
título: “A 200 años de la Reconquista” y
con el siguiente texto: “Una formación del Regimiento Patricios recreo
ayer en el patio del Convento de Santo
Domingo la acción de la Reconquista de Buenos Aires, que hace 200 años puso fin
a las Invasiones Inglesas. Mañana, a las 15, habrá una nueva representación,
que hará el gobierno de la ciudad en la Plaza de Mayo”
Entre los títulos
de tapa figuraban: “ No es cierto que la tecnología lo resuelve todo” “ Por que
no hacen la tarea” “ D’ Elía es otra vez eje de una fuerte controversia”
Clarín hizo
mención a la fecha el 13 de agosto con un título pequeño: “RECONQUISTA. A 200
años se recuerda hoy” Le dedicó dos páginas a partir de la 56. Los títulos
centrales son: “Los radicales K ponen al UCR al filo de la fractura” “ Boca:
dos gritos y sigue arriba”
En el resto nada.
Como a los chicos adoptados a los que no se les dice la verdad,
sustrayéndoles la integridad de su historia personal, a los argentinos se nos
somete a sucesivos intentos de vendernos una historia parcial y falsa, donde la
omisión de la presencia popular, es una constante en la versión de los
ganadores. Como decía George Orwell, el autor de 1984: "Quien controla el pasado controla el futuro: quien controla el
presente controla el pasado"
Para los diarios de Buenos
Aires, un hecho central de la historia argentina, es apenas el nombre de una
calle.
12-08-2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario