A cinco años de la muerte del fiscal
Alberto Nisman y a más de 25 años del atentado a la AMIA, las mentiras ya
constituyan un verdadero Aconcagua, los encubridores y cómplices se presentan
como los adalides de la verdad y siguen intentando convertir a Nisman en un
héroe del cual, al desentrañarse los hechos y revelarse la tortuosa trayectoria
del fiscal, si alguna vez se produce, lo dejarán desnudo ante la historia.
El sábado 18 de enero una
concentración de alrededor de 10.000 personas se reunió en la Plaza Vaticano,
convocados por presuntos “republicanos” de las redes sociales y con la
presencia de figuras del PRO y algunos radicales que mucho más que intentar
homenajear al fiscal muerto, se sumaron a un acto furiosamente opositor. “No
fue suicidio, fue un magnicidio” fue la consigna reiterada y “Cristina asesina”
y “Argentina sin Cristina”, slogans entonados por los asistentes.
Ese “héroe” que los concurrentes
vitoreaban seguramente ignoraban lo que Memoria Activa, una de las tres
agrupaciones de familiares de las víctimas, muy crítica del fiscal sostenía dos años antes de su muerte,
escribió en noviembre del 2013: “ Nos engañó, nos mintió, nos intenta
embarullar con centenares de fojas que cuentan historias que ojalá que algún
pueda probar. Tenía la posibilidad de demostrar que todos estos años invertidos
por usted podían sostenerse en una indagatoria, pero sus acciones demuestran lo
contrario………Su falta de compromiso e inacción en la causa que investiga el
encubrimiento ya nos hace dudar. El hecho que haya sacado un dictamen tan
superpoblado de adjetivos, con una selección arbitraria del mismo, con
argumentación jurídica pobre y forzada, llena frases huecas al que consideramos
impropio de un funcionario judicial, nos demuestra que usted es funcional a los
intereses de los que siempre nos quieren alejar de la verdad. Es por todo esto
que, para nosotros, usted ya es el ex fiscal de la causa AMIA”
Al día siguiente del acto en la Plaza
del Vaticano, en un acto privado en el cementerio de la Tablada, el presidente
de la DAIA, Jorge Knoblovits, afirmó: "Yo estuve
con Alberto dos días antes del asesinato y quiero darles certezas. En
la actualidad tengo la certeza que Alberto fue asesinado porque el
Derecho otorga certezas… investigó la causa más contaminada de la Argentina,
atravesada por servicios de inteligencia y políticos"
Se quedó corto Knoblovits: aquí hay
estados cómplices de la contaminación (el norteamericano, el israelí y el
argentino de los gobiernos de Menem y Macri), jueces y fiscales impresentables,
medios sesgados para tapar y distribuir las mentiras, periodistas funcionales,
y dirigencia comunitaria que representa Knoblovits (entre otros), a los
que jamás les importó saber lo que pasó, y cuya actuación es una
prolongación de los intereses de política exterior del Estado de Israel y
simultáneamente ser la cobertura de protección de aquellos dirigentes que
presidian AMIA y DAIA al momento del atentado.
LOS DOS JUICIOS
La investigación se inició en el año 2001 para determinar los
autores externos y contra 22
acusados de ser la conexión local del atentado y haber facilitado la camioneta con explosivos.
Durante ese juicio que corrió entre 2001 y 2004, el presidente Néstor Kirchner eximió a los agentes de inteligencia de su
deber de guardar el secreto de las operaciones al momento de declarar como
testigos, dejando al descubierto un amplio encubrimiento. Al respecto cito lo
que escribí en la nota “Héroe imprevisto” del 26 de enero del 2015: “Recordemos algunas de las múltiples
irregularidades: al procesado Telleldín le pagaron 400.000 dólares con fondos
de la SIDE, para que señalara a un grupo
de policías de la Provincia de Buenos Aires como ejecutores del atentado.
Desaparecieron todos los casetes de las grabaciones de los teléfonos
intervenidos, entre ellos el del propio Telleldín. Se construyó el relato de un coche bomba,
visto por una sola persona muy corta de vista al tiempo que todos los libros
escritos sobre el tema desecharon esa posibilidad. En el libro “Cortinas de
humo” de los periodistas Jorge Lanata y Joe Goldman publicado poco después del
atentado en diciembre de 1994, puede leerse: “Ninguno de los diez testigos que
estaban en el lugar del hecho, en posición de ver la Trafic, la vio (más de la
mitad de estos testigos no fueron citados a declarar por el juez Galeano...)”
Casi nada quedó de la presunta Trafic, salvo un impecable motor encontrado por
el servicio de inteligencia israelí, varios días después del atentado. Gabriel
Levinas en su libro “La ley bajo los escombros. AMIA lo que no se hizo”,
escribió: “Todo hacía dudar de la teoría de la existencia de una Trafic que
habría hecho las veces de coche-bomba que
hasta hoy marca los rumbos de la investigación. Entre los escombros del
edificio de la AMIA se había encontrado el motor con un número claramente
legible. Ésa era la gran prueba, la que había llevado a la detención de
Telleldín primero y Ribelli después. Sin embargo, no podíamos más que
sorprendernos por el hecho de que justamente en un atentado de esta magnitud no
se hubiera borrado el dato que llevaba a los culpables. Cualquier reducidor
de autos sabe cómo eliminar un número de motor, por lo que resulta
sospechoso ese desliz de los especialistas como los que intervinieron en la
voladura de la AMIA. Por otra parte, ni entre los heridos ni entre los que
circulaban por la calle Pasteur a esa hora había quien recordara haber visto
pasar la famosa Trafic blanca. Sólo una mujer, de nombre Nicolasa Romero
recordaba que el vehículo, manejado por un hombre de rasgos árabes, había
doblado por Pasteur rumbo a la AMIA segundos antes de la explosión. Una sola persona, entre las decenas que
estaban en el lugar del hecho. Escasez de testimonios por un lado,
prueba demasiado evidente, por el otro. A
esto había que sumar “la casualidad” de que los policías que hacían guardias
ante la puerta de la AMIA se hubieran retirado de su puesto unos pocos minutos
antes de la explosión.” Tampoco
en la embajada estaban al momento de la explosión los policías de custodia.
Por
conveniencias políticas de los gobiernos argentino, norteamericano e israelí,
se determinó y de ahí se partió, que Irán era el culpable y se buscaron o se
forzaron las pruebas para demostrarlo. Se desecharon otras pistas como la siria que
implicaba al gobierno de Carlos Menem. La misma fue eludida porque en ese
momento entorpecía el acercamiento de Israel con Siria, al tiempo que se
barajaba la posibilidad de bombardear el desarrollo nuclear iraní desde ese estado. A su vez EE.UU había sindicado a Teherán como
el enemigo a destruir. El periodista Horacio Verbitsky el 18 de julio del 2004,
a 10 años del atentado escribió: “A pocas horas de producido el atentado, a las
9,53 del 18 de julio de 1994, el
gobierno israelí del general Yitzhak Rabín propuso al gobierno de Carlos Menem
coordinar una interpretación unificada que conviniera a los intereses políticos
de ambas administraciones. Así lo informó el embajador argentino en
Israel José María Valentín Otegui, en cable emitido a las 2.50 horas del 19 de
julio de 1994, apenas 17 horas después del estallido que costó la vida a 85
personas y heridas a 300. De este
modo ambos gobiernos condicionaron la investigación a las respectivas ventajas
que cada uno pudiera obtener y sin mayor interés por el descubrimiento de la
verdad y el castigo de los responsables.” Lo mismo afirma el abogado
Horacio Lutzky en su libro “Brindando sobre los escombros” informando que el
funcionario israelí enviado fue Dov Schmorak.
A su vez Horacio Verbitsky agrega: “Schmorak llegó la noche del martes
19. Tal como se había solicitado fue recibido por Menem y en un reportaje
concedido al diario Clarín al salir, dijo que “el número uno en la lista
de los sospechosos es Irán. En el mismo sentido se orientaron los dirigentes de
DAIA y AMIA.”
Poblada
de hechos bochornosos, la dirigencia formal de los argentinos de origen judío,
llegó a concurrir a la Casa Rosada a pedir disculpas cuando en el acto de la
calle Pasteur Laura Ginsberg, entonces en Memoria Activa, realizó un potente
discurso denunciando de complicidad y ocultamiento al gobierno de Carlos Menem.
La
misma dirigencia de la DAIA, entre ellos José Hercman y Aldo Donzis llegaron a
homenajear al comisario Jorge “Fino” Palacios, el mismo que hizo desaparecer
pruebas o hacer una parodia de allanamiento a un posible cómplice del atentado
vinculado a la pista siria, Alberto Jacinto Kanoore Edul. En algún momento hubo
interrogantes nunca contestados dentro del lineamiento de la versión
oficial, tales como: ¿por qué Kanoore Edul llamó al reducidor de
vehículos Carlos Telleldín preguntando por la misma Renault Trafic que ocho
días después explotaría frente a la mutual judía? ¿por qué en un primer momento
negó haber hecho ese llamado? ¿por qué en su agenda figuraba el nombre del
agregado cultural iraní Mohsen Rabbani, señalado como uno de los ideólogos del
atentado? ¿por qué, Palacios mediante,
desaparecieron los cassettes y las transcripciones de las escuchas hechas a los
números de Kanoore Edul, y por qué Galeano, a los pocos días de la voladura
dejó de intervenir los teléfonos del empresario?
¿Por
qué el padre de Kanoore Edul llamó y fue recibido en la Casa Rosada por la
secretaria del hermano presidencial Munir Menem, quien le dio explicaciones sobre
la situación de su hijo?
La
“desinvestigación” de Galeano con la participación secundaria de Nisman fue
desestimada por el Tribunal Federal Oral número 3, que consideró nulas las
actuaciones y liberó a todos los acusados que estaban presos.
Posteriormente
la Corte Suprema atenuó la nulidad y determinó reabrir lo atinente al atentado.
El
presidente Néstor Kirchner propuso la creación de una fiscalía especial
habiendo la Procuraduría General de la Nación designado a Alberto Nisman, con un generoso presupuesto y dotación de
personal. Para colaborar y por sugerencia presidencial continúo el mandamás de
la SIDE, el Director de Asuntos Externos conocido como Jaime Stiusso”.
En el segundo
juicio por encubrimiento, iniciado en agosto del 2015, muerto ya Nisman, estuvieron
sentados en el banquillo de los acusados: el ex Presidente de la Nación Carlos Menem; el ex jefe de los
servicios de inteligencia Hugo Anzorreguy; el ex Presidente de la DAIA ( la
organización política de los argentinos judíos); el ex jefe de Policía
Metropolitana Jorge “el Fino” Palacios; Jorge Telleldín (presunto entregador de
una fantasmal Trafic con la que se habría perpetrado el atentado); su mujer Ana
Boragni; Víctor Stinfale, abogado de Telleldín, acusado de peculado; el juez y
los fiscales que realizaron la investigación Juan José Galeano, Eamon Mullen y José
Barbaccia; los ex agentes de
inteligencia Patricio Finnen y Juan Anchezar; y el ex policía Carlos Castañeda (éste es el ex jefe de la División Protección del
Orden Constitucional (POC) de la Policía Federal, condenado en el año 2005 a
cuatro años de prisión por la desaparición de 66 casetes de escuchas
telefónicas, 13 disquetes y tres videos, además del borrado del contenido de la
agenda de Carlos Telleldín y otras pruebas que se recogieron en los días
inmediatamente posteriores al atentado, especialmente en el domicilio del
armador de autos truchos.)
El juicio tuvo
escasa cobertura de la prensa. El 28 de febrero de 2019 se dictó sentencia
·
Juan José Galeano,
ex juez del caso, fue condenado a seis años como partícipe necesario del delito
de peculado.
·
Hugo Anzorreguy, ex
jefe de la SIDE, cuatro años y seis meses de prisión.
·
Carlos Telleldin,
último dueño de la Traffic, tres años y seis meses de prisión.
·
Juan Carlos Anchezar,
ex subsecretario de la SIDE, tres años de prisión.
·
Carlos Antonio
Castañeda, ex comisario de la Policía Federal, tres años de prisión.
·
Emon Gabriel
Mullen, ex fiscal del caso AMIA, dos años de prisión de prisión de cumplimiento
condicional.
·
José Carlos
Barbaccia, ex fiscal del caso AMIA, dos años de prisión de cumplimiento
condicional.
·
Carlos Saúl Menem,
absuelto.
·
Víctor Stinfale,
abogado de Carlos Telleldin, absuelto.
·
Rubén Beraja, ex
presidente de la DAIA, absuelto.
Es preciso señalar que el
Ministro de Justicia Germán Garavano, con el apoyo del Secretario de Derechos
Humanos Claudio Avruj y de la dirigencia comunitaria, hicieron todas las
gestiones y presiones para que fueran absueltos o condenados a penas leves
Rubén Beraja, los fiscales Mullen y Barbaccia, y Jorge Alberto Palacios (en la
absolución de este policía estaba muy interesado Mauricio Macri)
El ministro de justicia
German Garavano, dio instrucciones a los fiscales que no actuaran como
querellantes.
El
radical Mario Cimadevilla quien presidía la Unidad de Investigación AMIA,
declaró: "Revocar
la denuncia contra los fiscales fue una orden de Garavano".
La abogada Mariana Stilman, integrante de la fiscalía y cercana a Elisa
Carrió, le envió una segunda carta al ministro Germán Garavano explicándole que
su renuncia se debe a diferencias que llegan a lo ético y moral: ahí considera
que tiene que tener un papel activo para buscar la verdad de las graves
irregularidades cometidas por funcionarios del gobierno y judiciales hace 20
años. Sin embargo, por expresa orden de Garavano, al lado de Mariana
Stilman, “pusieron a un nuevo abogado que se opone a tener un papel activo como
querellante y como acusadores”, escribió el periodista Raúl Kollman.
Para sumar más confusión, dos embajadores de Israel en la Argentina
sostuvieron que Israel sabía quienes habían perpetrado los dos atentados y que
habían dado cuenta de ello.
El 14 de marzo del 2010 el bisemanario Perfil bajo el título “Israel
eliminó a los autores del atentado a su Embajada”, se transcribe: “El
embajador israelí, Daniel Gazit, reveló al diario Perfil que su país ya
identificó y “se ocupó” de la conexión internacional del ataque…”
El 3 de enero del 2014 el diario La Capital consigna: “Los
responsables de los atentados en la Argentina contra la embajada de Israel y la
Amia fueron eliminados por Israel, reveló ayer Itzhak Aviran, embajador de ese
país en la Argentina entre 1993 y 2000.
"La gran mayoría de los
culpables ya está en el otro mundo y eso lo hicimos nosotros", fue la
sorprendente revelación que realizó Aviran, en declaraciones vertidas durante
una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
NISMAN PODEROSO
Posiblemente la mejor descripción
de las ventajas para llevar adelante las investigaciones y que “el héroe”
malversó, lo brinda Gerardo Young en su libro “Código Stiuso. La SIDE, la
política desde las cloacas y la muerte de Nisman”: “Alberto Nisman era un
fiscal distinto a los demás. Tenía oficinas grandes y luminosas frente a Plaza
de Mayo y a metros del Cabildo, lejos de Tribunales. Contaba con un presupuesto
anual que le giraba la Procuración y que él podía administrar a su criterio,
además de un sueldo superior al de un juez o al de casi cualquier gerente de
una empresa internacional. Tenía además cuarenta empleados de planta y otros
colaboradores externos a su fiscalía, como su asesor legal Claudio Rabinovich y
un experto en informática, de nombre Diego Lagomarsino, al que contrató por su
cuenta para encriptar sus archivos y sus computadoras. ( Lo de por su cuenta
disiente con otras fuentes). Había cambiado mucho su modo de vida y su aspecto,
tanto que resultaba irreconocible al fiscal de años atrás cuando usaba bigotes
y parecía excedido de peso……empezó a usar lentes de contactos de diferentes
colores, adelgazó unos cuantos kilos y empezó a gastar en ropa y en cremas…..
Había cambiado mucho Nisman. Ahora vivía en el lujo, hacía escapadas de
vacaciones al Caribe….Viajó por el mundo….dando informes y conferencias. Viajó
a Detroit, a Nueva York, a Washington, a Lyon, a Israel. En todos sus viajes se
había codeado con jefes de los servicios de espionaje, con congresistas, con
magnates, jefes de policía, ministros y jueces cortesanos.
¿Quién iba a decirle algo a
Nisman? Tenía el respaldo de la SIDE, tenía el apoyo del gobierno…….y se sentía
protegido por la dirigencia judía……..”
Jorge Elbaum en su libro “Efecto
Nisman” al respecto escribió: “Los vínculos de Nisman a nivel internacional
fueron claves para poner en evidencia la desesperación que provocó su suicidio.
En los últimos cinco años de vida estuvo fuera del país, cuatrocientos
once días, ciento cincuenta de los cuales estuvieron vinculados a diecisiete
viajes que hizo a EE.UU. El
pretendido vínculo con el FBI, la CIA y Mossad ( que luego desconocieron su
relación) se enmarcaba en la supuesta investigación de los aspectos “externos”
del atentado. Esta opción supuso- de manera progresiva- un creciente abandono
de los indicios locales y, al mismo tiempo, la ruptura de toda relación
cooperativa con el juez Canicoba Corral. Ambos procesos devinieron en una
alianza enceguecedora ( con sintomáticas evidencias de subordinación) con
Stiuso”
LAS MENTIRAS DE NISMAN
Nisman continuó y
prácticamente suscribió la desinvestigación por la cual Galeano Mullen y
Barbaccia fueron condenados. Sus aportes pueden
reducirse a haber señalado quién era el conductor de la fantasmal Trafic blanca
que terminó en un fiasco y el haber obtenido nuevamente las alertas rojas de
Interpol, sobre los iraníes inculpados.
En el 2005 los fiscales Alberto
Nisman y Marcelo Martínez Burgos informaron que habían identificado al
conductor suicida Ibrahim Hussein Berro. Sus hermanos le informaron que había
muerto en un combate en El Líbano. El
dato debía ser confirmado mediante análisis de ADN de uno de los hermanos de
Berro y los restos humanos sin identificar recogidos en la AMIA, tarea
pendiente desde 2005. Los estudios los realizó en el 2017 el FBI con resultados
negativos. Tal fue la ineficacia de Nisman que el muerto 85 recién fue
identificado después de su propia muerte, y ello a pesar de que se conservaban
restos humanos. Se trataba de un joven de 20 años de nombre Augusto Daniel
Jesús, que asistía a un curso para el cuidado de enfermos.
La firma del
endeble Memorándum de entendimiento con Irán, en enero del 2013, significó la
ruptura de la alianza Nisman-Stiuso con el gobierno. Ambos se habían jugado a
la culpabilidad de Irán en consonancia hasta entonces con Israel y EE.UU.
En noviembre del
2013 Irán y seis grandes potencias llegan a un acuerdo
nuclear. Teherán aceptó frenar su trabajo nuclear a cambio de un alivio
limitado de las sanciones. En 2015 se firma el acuerdo EE.UU-IRÁN, que impone
restricciones a Irán que le impiden fabricar una bomba, a cambio de la
eliminación de la mayor parte de las sanciones norteamericanas e
internacionales.
Netanyahu,
primer ministro israelí de ultraderecha, es invitado, en marzo del 2015 por los
republicanos y en Congreso norteamericano, advierte a los diputados, en una
jugada diplomática sin antecedentes, de los riesgos de un supuesto "mal
negocio" de la administración de Obama con el régimen de Irán, sobre su
programa nuclear, y hace referencia al atentado a la AMIA, por lo que la
denuncia de Nisman y su posterior muerte le vienen como anillo al dedo.
El viraje del
gobierno argentino y el de EE.UU dejaba
descolocados a la dupla Nisman-Stiuso. En diciembre del 2014 es expulsado Stiuso
y su grupo de los servicios de inteligencia por Cristina Fernández. Nisman
sospecha que su suerte está jugada. Vuelve, se dijo intempestivamente el 12 de
enero de un viaje que emprendió el 1 de enero del 2015 con su hija en Europa a
la que deja sola en el aeropuerto de Barajas. En Feria Judicial, el 14 de enero
presenta una pirotécnica denuncia contra la presidente argentina y su canciller
y otros referentes menores del presunto encubrimiento de
los iraníes imputados por la justicia argentina. María Servini sostiene “que el
caso no es de aquellos supuestos que habilitan ser tratados en el transcurso de
la feria, “..en razón que no se han acompañado pruebas que le otorguen
sustento a sus solicitudes”
Tres de las
cuatro agrupaciones de familiares de las víctimas de la AMIA fueron siempre muy
críticas de la dirigencia comunitaria y del fiscal Nisman. Sobre la denuncia de
Nisman, por ejemplo, Memoria Activa emitió un documento con la firma de la
presidenta Adriana Reisfeld y su secretaria general Diana Malamud donde
atribuían la misma a “una interna dentro de los servicios de inteligencia y reclamaba
que la causa AMIA necesitaba de un fiscal competente, que representara los
intereses de las víctimas y no de los encubridores”
Hay una
demolición de la denuncia por su insustancialidad. El director de Interpol,
Ronald Noble desmiente que se iban a levantar las alertas rojas. Bullrich y
Alonso lo presionan para ir al Congreso. La ex mujer lo insulta. Las hijas no
le hablan. Los diputados oficialistas lo esperan el lunes para hacerle pasar un
papelón en el Congreso. Allan Bogado, el espía dudoso, nexo presuntamente con la Presidencia, había
sido denunciado por Stiuso , como un mero intermediario de influencias. Nisman
percibe que su fama y su carrera se desmoronan. Stiuso del que esperaba más
pruebas, no lo atiende. El derrumbe lo deja expuesto a sus turbios manejos
financieros, su vinculación con los fondos buitres, su tumultuosa vida privada.
El suicidio es la única salida para salir de un callejón que inesperadamente lo
convertirá en héroe.
Por otra parte,
su regreso de España a Buenos Aires no fue intempestivo. Había sido planificado
desde el momento de la partida de la Argentina. Lo describe muy bien Gerardo
Young en su libro “Código Stiuso”: “En la Unidad Fiscal había informado de su
viaje y había puesto una fecha de regreso para el 19 de enero. Pero el último
día del año les dijo a sus secretarias -eran tres- que pensaba volver antes, el
día 12 de enero.” Le sacaron pasajes para su retorno ese día.
Escribió Horacio
Verbitsky en Cohete a la Luna: “Fueron los servicios israelíes los que
alimentaron la disparatada denuncia de Natalio Alberto Nisman. Además el
principal aportante a los esfuerzos proselitistas de Netanyahu y de Trump, el
empresario de casinos Sheldon Adelson, financió en forma generosa e ilegal al
ex fiscal. Adelson es socio del principal fondo buitre, Elliot Management de
Paul Singer y juntos financiaron la Fuerza de Tarea Argentina, que se encargó
de difamar al gobierno argentino de CFK”
Un viejo
proverbio judío explica: “Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin
esperanzas de volver”
EL
CURRÍCULUM DEL FISCAL
Nisman inició su
carrera judicial en Morón. Treinta años después, en la tercera audiencia del juicio por La Tablada,
un militar se quebró y denunció que tres décadas atrás lo obligaron a mentir.
Firmó una falsa declaración que lleva la firma de Alberto Nisman, vinculado al
asalto del cuartel de la Tablada, del 23 de enero de 1989. Declaró que Iván
Ruiz y José Díaz fueron capturados con vida, torturados y desaparecidos.
En ese
juzgado, Facundo Pastor en su libro “Nisman ¿Crimen o suicidio? ¿Héroe o
espía?”, escribió: “Metódico como
siempre, revisó una y mil veces el grabador que escondía en su saco príncipe de
Gales. Decidido, ingresó en el despacho del prosecretario del juzgado. Carlos
Olita lo recibió con una sonrisa, aunque era consciente de que Nisman estaba
dispuesto a cualquier cosa por sentarse en su sillón y quedarse con su cargo.
Así son las despiadadas reglas del mundo judicial.
-
Sentate, Ruso, vení, vení, pasá ¿ Qué necesitás? – le preguntó Olita
-
Nada, Carlitos, nada, simplemente pasaba a ver como estabas- empezó
Nisman, atento a lo que estaba a punto de hacer. A Olita le llamó la atención
que el Ruso se mostrara más amable que de costumbre pero entabló una charla sin
imaginar las consecuencias.
Durante
media hora conversaron largo y tendido. Olita despachó toda su bronca contra el
secretario del juzgado, Gerardo Polllicita. Lo criticó con dureza sin advertir
que cada palabra estaba siendo registrada por el grabador oculto que Nisman
llevaba en su saco con hombreras. A las pocas semanas, Olita dejó su cargo.
Nisman se convirtió en el flamante secretario del juzgado”
En marzo
de 1991, cuenta Pablo Duggan en su minucioso libro “¿Quien mató a Nisman?”:
“María Laura S, una abogada de 26 años se presentó en el Juzgado Nacional de
Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Federal número 5 para realizar
una denuncia. Frente al juez declaró que hacía ocho años recibía
ininterrumpidamente llamadas telefónicas anónimas. …Quien llamaba se negaba a
cortar la comunicación y el teléfono de la casa quedaba bloqueado…Eran
alrededor de quince o veinte llamadas por día. …El juez Martín Irurzun y el
fiscal Gabriel Cavallo solicitaron la intervención del teléfono” Sintetizando:
en el libro están las llamadas hot y la conclusión es: “En noviembre de 1991 llegaron las planillas
de las llamadas, surgió que era el domicilio en donde vivían Alberto Nisman, su
hermana Sandra Nisman y su madre Sara Garfunkel. Su padre ya había fallecido
para esa fecha.”
Su trato
con los custodios y muchos de sus colaboradores tenía rasgos despóticos.
Diferente era su posicionamiento ante los poderosos. Santiago O`Donnell en su libro “ArgenLeaks” escribe: “Los funcionarios estadounidenses de la
embajada le dijeron a Nisman que se dejara de embromar con la llamada “pista
siria” …Al advertir el malestar de los diplomáticos estadounidenses por el
pedido de captura de Menem, Nisman
les aseguró que no iba a insistir con sus averiguaciones acerca de la “conexión
local.” Dijo que le había entregado esa investigación al juez Lijo y
que de ahora en más se dedicaría a seguir la recomendación que le habían hecho
los funcionarios de los Estados Unidos. Escribió el embajador Wayne:
“Nisman aseguró que ya no tendría ningún rol en ese aspecto del caso (la
investigación de la conexión local) y que continuaría enfocado en descubrir
nuevas pistas y fortalecer las pruebas
contra los iraníes” (Páginas 38 y 39) Los Wikileaks revelan cómo Nisman le adelantaba
a la embajada de los EE.UU en Buenos Aires las medidas judiciales que iba a
tomar la Fiscalía o el juzgado en torno a la causa. También alcanzaba a la sede
diplomática los borradores de las resoluciones para recibir las correcciones
que fueran necesarias. El fiscal llegaba incluso a disculparse por no avisar
a tiempo alguna medida judicial que había tomado.
En el
ejercicio de la fiscalía tuvo un nivel de vida que multiplicaba por tres a sus
ingresos oficiales. Tal vez por eso cobra verosimilitud la denuncia de Diego
Logomarsino, el técnico informático al que le pedía la devolución de la mitad
de lo que cobraba y que, como es sabido, fue quien le entregó el arma con la
cual apareció muerto el fiscal.
Cuentas
sin declarar en EE.UU, terrenos en la misma condición en el Uruguay en los que
su madre era una de las que actuaba como testaferro, vida dispendiosa poblada
de jóvenes modelos. Todo es oscuro alrededor del “héroe”. Y una consideración
elemental para los que sostienen la hipótesis del homicidio. En los boliches
nocturnos a los que concurría con la custodia, la misma se quedaba afuera, por
lo que era fácil originar un tumulto en donde un balazo accidental mataba al
fiscal. En sus reiterados viajes al Caribe y a Europa, sin custodios, era un
blanco accesible si alguien hubiera pretendido efectivamente asesinarlo.
EXPLICACIÓN POSIBLE DE SITUACIONES INEXPLICABLES
Se ha
afirmado que no había señales de la detonación que un disparo deja en las manos
del que dispara. Los especialistas del Servicio de Ingeniería y Química Forense
de Salta donde está la más avanzada aparatología del país para estos estudios
determinó “que fueron encontradas partículas consistentes con residuos de
disparo y eso ocurrió en ambas manos del fiscal ”
La ex
pareja de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado impugnó la pericia de Cuerpo
Médico Forense, porque no esperaron la llegada de los peritos de su parte.
Pablo Duggan lo desmiente en el libro citado. Escribió: “La instrucción de
Sandra Arroyo Salgado es clara: Elazar (su pareja) debe presentarse a primera
hora en el Juzgado- en el escrito dice solo primera- ; sin embargo no lo hace,
se presenta recién a las 9 y 50, tal cual queda indicado en el sello con la
fecha y hora de recepción del escrito. Elazar es abogado y sabe que los
tribunales atienden al público desde las 7 y 30 de la mañana. De haberse
presentado a esa hora, según la indicación de su pareja, la autopsia se hubiera
detenido. Por eso no ocurre. Este punto es de real importancia. A lo largo de todo el tiempo transcurrido
desde la muerte del Nisman, son numerosas las ocasiones en que Sandra Arroyo
Salgado reclama que no le ha permitido a sus peritos participar en la autopsia”
No fue
la única mentira de la jueza y sus abogados. La expareja de Nisman mintió
premeditadamente sobre el lugar en que entró la bala, para direccionar los
hechos y su explicación indubitable de que fue un homicidio. Sus abogados
desvirtuaban los que sus propios peritos habían afirmado, mientras arrojaban
contra la fiscal Viviana Fein descalificaciones soezes, afirmando que “había
hecho una investigación para el culo.”
¿Qué
llevó a Arroyo Salgado a una actitud tan poco decorosa, agravada por su
condición de jueza?
El
sociólogo Jorge Elbaum en su libro “Efecto Nisman”, da una explicación posible:
“El 15 de enero Nisman empezó a llamar con insistencia a las hijas, que
continuaban en Europa junto con la madre. Arroyo Salgado, ante las reiteradas
comunicaciones, les pidió a las niñas que no lo atendieran para demostrarle el
disgusto por el abandono de la mayor de las hijas en el aeropuerto de Madrid.
Esto originó que las hijas del fiscal le expresaran a la madre, el lunes 19 de
enero, luego de la muerte de su padre, un fuerte sentimiento de culpa. Ambas
elucubraron que una de las razones del suicidio de su padre, podría haber
estado generada en la no respuesta. Poco tiempo después, la jueza de San Isidro
declaró: “ Hoy siento la tranquilidad de haberles dado una respuesta a mis
hijas”. Esta trama familiar brindaría en los meses sucesivos algunas pistas
relevantes acerca del particular interés de Arroyo Salgado en reconvertir el
suicidio en un asesinato. La respuesta “que le debía a sus hijas”. El 9
de julio del 2017 en el reportaje del diario Clarín a Arroyo Salgado, ésta
declaró: “Mis
hijas ya saben que fue un homicidio.”
Finalmente,
y en un inventario pequeño, de situaciones aparentemente inexplicables, está la
actitud de Sara Garfunkel, madre del fiscal. No es juzgable la respuesta ante
la muerte de un hijo, sin dejar de ser llamativa. Pero lo que sí constituye un
misterio es lo que cuenta Facundo Pastor en el libro citado: “Tras la muerte
del fiscal, Sara Garfunkel mostró un comportamiento extraño, similar al que
tuvo con los secretos guardados en la caja del Banco Ciudad. Otra vez se lanzó
con desesperación a vaciar el cofre privado. Fueron tres jornadas agotadoras
donde concurrió al centro para llevarse todo lo que su hijo había guardado. El martes 3 de febrero ingresó sola y estuvo
en la bóveda unos pocos segundos. La misma acción la repitió el 5 de febrero
…concluyendo el vaciamiento el 9 de febrero por la mañana. ¿Que sacó Sara
Garfunkel de este cofre? ¿El contenido de la caja era tan pesado como para concurrir
tres días a vaciarla de a poco? ¿Se llevó dinero o documentación? Preguntas
frente a las que la madre del fiscal volvió a titubear cuando fue consultada
por los investigadores”
LA SOMBRA DE STIUSO
Stiuso entró en los servicios de inteligencia
en 1972. Atravesó las dictaduras y todos los gobiernos democráticos. Un hombre
estrechamente vinculado a la CIA. Su debilidad con el Mossad. Toda la
investigación de la AMIA y la denuncia de Nisman es un trabajo de los servicios
de inteligencia. Luego los respectivos fiscales le dan estructura jurídica.
Gerardo Young afirma textualmente: “Sabemos sus vínculos con la CIA y el
Mossad. Sabemos que con ellos viajó por el mundo. Sabemos que con ellos se
obsesionó con el caso AMIA. Y con una solución de cualquier manera al
caso AMIA. De Jaime sabemos que tiene empresas, un departamento en
Recoleta, que seguramente será millonario. Que ya pasó la barrera se los
sesenta años.”
Entre 1994 y 1999 fue Subdirector de
Contrainteligencia. Ascendió a director del área en el 2001. En el 2002 llegó
al cargo más alto: Director General de Operaciones.
UN LABERINTO DE DUDAS , FALSEDADES Y
PARADOJAS
En un atentado de la envergadura como el de la AMIA,
no hay certeza de la existencia de la famosa Trafic blanca. Un investigador de
indudable solvencia como Horacio Lutzky, autor de varios libros sobre el tema
como “Brindando sobre los escombros”, “La Explosión”, “Iosi, El espía
arrepentido”(éste junto a Miriam Lewin), sostiene en recientes declaraciones a
la Agencia Paco Urondo: "Básicamente, considero que no existe, en absoluto, prueba
suficiente de la existencia de una Trafic- bomba". Juan Salinas, también con varios libros sobre el
tema, en la misma oportunidad y a la misma agencia expresó: "No hay
ninguna prueba de que haya intervenido en la voladura de la AMIA (dos
explosiones) ningún vehículo-bomba. Como en el caso de la Embajada de
Israel, nadie vio ninguna camioneta-bomba y, por cierto, los vehículos que
sirven como vectores de explosivos no se evaporan en el aire".
Está claro que en la investigación sobre el
atentado a la AMIA, primero se determinó a los culpables y luego se buscaron
encontrar pruebas que justifiquen la hipótesis.
Eso no implica la inocencia de Irán, sino que la misma no surge de la investigación.
Es paradojal que prácticamente la misma investigación que llevó a ser
juzgados y condenados al juez Juan José Galeano y los fiscales Mullen y
Barbaccia, convirtieron a Nisman, después de su muerte y junto a la denuncia
por el Memorándum, en héroe. Nisman, oportunamente, había sido invitado por los
fiscales Mullen y Barbaccia a colaborar en el primer juicio oral de la causa
AMIA y a los cuales traicionó cuando los
mismos fueron expulsados por el tribunal cuando se conoció el video de soborno de
Telleldin. Nisman no se solidarizó con ellos y ni siquiera apeló la sentencia
del Tribunal.
Tres de las cuatro agrupaciones de familiares de las víctimas de la
AMIA, fueron muy críticas de Nisman. La única agrupación de familiares que
actúa en consonancia con las autoridades comunitarias, los que creen la versión
oficial, afirman que ante la declaración
de Alberto Fernández de buscar la verdad, eso no es lógico porque “...La verdad
la determinó la Justicia. Ahora hay que juzgar a los imputados.” Sobre la
investigación trucha de gendarmería, encomendada con la misma metodología que
la de la AMIA, fijar de inicio los culpables y buscar luego las pruebas, aquí
se determinó previamente que debían demostrar que Nisman fue asesinado. Los que
se rasgan las vestiduras presuntamente preocupados para llegar a la verdad, la
dirigencia comunitaria, familiares que le creen, el PRO, Carrió, se oponen a la
revisión de la pericia y también que de ninguna manera declaren el ex titular
de Interpol Ronald Noble y el ex responsable legal de ese organismo Joel
Sollier.
La dirigencia comunitaria, mayoritariamente simpatizante del PRO,
actuaron en el juicio de encubrimiento del atentado de la AMIA, como
encubridores de varios de los encubridores, desde el presidente de la DAIA de
aquel entonces Rubén Beraja a los dos fiscales y al comisario Palacios.
Sergio Burstein, referente de la Agrupación de familiares de las
víctimas de la AMIA, 18J, cuya esposa murió en el atentado declaró: “Si la DAIA
no hubiera metido la cola en la causa AMIA, hoy los responsables estarían
presos”
Las mentiras de la jueza Sandra Arroyo Salgado y sus abogados ya fueron
transcriptas. Y para cerrar un laberinto de dudas, encubrimientos y
falsedades: mientras Israel exige que se
persiga a Irán por ser el autor de los dos atentados y en esa interpretación
posiblemente del asesinato de Nisman, dos embajadores de Israel en la Argentina
sostienen que los terroristas ya pasaron a otra vida porque fueron ejecutados
clandestinamente.
El juez Claudio Bonadío que cajoneó cinco años el caso AMIA, ahora
cajonea cinco años la investigación de las cuentas de Nisman.
Paradojalmente, Cristina Fernández y Mauricio Macri
referentes de dos modelos antagónicos coinciden sobre la muerte de Alberto
Nisman.
Ambos consideran que fue homicidio. Macri afirmó sin
la menor duda: “A Nisman lo mataron, necesitamos saber quién fue” Cristina
Fernández tuvo marchas y contramarchas, habiendo especulado por las redes
sociales, al poco de la muerte de Nisman
en forma muy criticable porque no debía hacerlo al estar involucrada en la
denuncia, sosteniendo en principio el suicidio y luego el homicidio. Llegó a
afirmar: “Di mi hipótesis y lo sigo sosteniendo. Lo hice cuando era mi
responsabilidad hacerlo. Mencione la posibilidad que la muerte no fuera
voluntaria”
A su vez el Presidente Alberto Fernández en el pasado
se inclinó por el asesinato y hoy por el suicidio.
En cuanto al Memorándum hay una autocrítica de
Cristina Fernández en su libro “Sinceramente”: “Había que destrabar la situación.
Creo que la voluntad mía y la omnipotencia de pensar que podíamos arreglarlo
terminaron jugando en contra. Fueron esos componentes que se condensaron en el
Memorándum: una mezcla de ingenuidad, omnipotencia y creo, mirándolo en
retrospectiva, mucho voluntarismo”. ( Página 481) Más adelante compara lo
que sucedió en EE.UU y en nuestro país: “Donald Trump no quiere meter preso a
Obama, ni lo acusa de traidor a la patria por haber firmado nada menos que ….
¡Un acuerdo nuclear! ….no se inventó nada para difamar a Obama. Finalmente el
Memorándum de entendimiento con la República Islámica de Irán fue debatido y
aprobado por el Parlamento argentino el 27 de febrero del 2013,luego de una
discusión que duró más de catorce horas. Sin embargo el Memorándum nunca entró
en vigencia: el parlamento iraní ni siquiera lo trató”
AMIA Y NISMAN: DE MENTIRAS Y
ENCUBRIDORES
El disparo que mató a Nisman hirió
duramente al kirchnerismo. En mi nota “Héroe imprevisto” del 26 de enero del
2015 lo señalaba: “La
muerte de Alberto Nisman es una bomba de profundidad que atravesará por mucho
tiempo a la sociedad argentina. La percepción popular de que el fiscal del caso
AMIA ha sido víctima de un asesinato, difícilmente se disipará aún en el
hipotético caso que se encontrara una carta del fiscal anunciando su decisión
de suicidarse.”
Macri que en enero
del 2015 estaba tercero en las encuestas subiría en las preferencias sobre la
ofensiva de hacer pasar un suicidio por asesinato y llegará a la presidencia 9
meses después. Recorrió un camino similar al que le permitió llegar a jefe de
gobierno de la ciudad de Buenos Aires montándose sobre la tragedia de Cromañón. La fiscal Viviana Fein que intuía por su investigación que era un
suicidio, resistió a todas las descalificaciones que la presionaban para que
recorriera el camino del homicidio. Los peritos de la Corte, el CMF ( Cuerpo
Médico Forense) descartaron la presencia de terceros en el departamento. Las
puertas cerradas, las cámaras que no detectaron nada extraño, el cuerpo que
obstruía la entrada al baño, sin huellas de terceros en esa habitación, donde
la sangre cubría parte del piso, sin marcas de lucha en el cuerpo del fiscal.
Reitero, porque son tantas las
incongruencias, que si no se repiten puede suponerse que hay errores en esta
nota. El homicidio no cerraba. En mayo del 2016 Bullrich le encarga la pericia
a gendarmería con conclusiones a medida. Clarín adelanta los resultados antes
que se inicie la misma. El documental de Netflix entrevista a los peritos de gendarmería
que determinaron por ecuaciones matemáticas que la muerte fue a las 2,46 del
sábado para el domingo. Que lo mataron tres personas en el baño, que le dieron
ketamina y que tenía quebrado el tabique nasal. Todo ello por fotografías y en
un baño construido con ese fin Son impresentables. Con sólo un par de medidas
todo se derrumba: careo público entre los peritos de cuerpo médico forense de
la corte y los de gendarmería. La segunda: que se lo llame a declarar a Ronald
Noble.
Si faltaba algo, la pericia trucha
hace referencia como base de su investigación al perito forense peruano Juan
Santos Lovatón, quien desmiente a sus admiradores sosteniendo: “Nisman estaba
sólo en el baño. La disposición de las manchas de sangre en las manos del
fiscal demuestran que el sostuvo el arma”
Es entendible el temor de Clarín, de
Elisa Carrió, de Patricia Bullrich, de la dirigencia comunitaria que lo elevó
al nivel de héroe, de los peritos de gendarmería con destino de pasarse unos
años tras las rejas.
Mentiras y más mentiras.
Encubrimiento y encubridores. En el primer juicio el tribunal oral en su
sentencia dictaminó: “Fue una investigación
de pistas falsas, armada al servicio de políticos inescrupulosos”
Un ex jefe de la estación de la CIA en Buenos
Aires, Ross Newlands, aclaró sobre el Caso Amia: “Nunca tuvimos ninguna
información que indicara que Irán lo hizo. Que lo hayan hecho porque frenaron
el desarrollo de su tecnología nuclear es apenas una especulación.
No quiero ser teórico
conspirativo pero si lo intentaras, no podrías arruinar más esta investigación
para que quedara así. Me hace pensar que a nadie le interesaba resolver este
caso”
En el caso de Nisman, su evaluación
actual por el establishment y sectores antikirchneristas, queda expuesta en una
frase de Jorge Luis Borges, pronunciada mucho antes de su muerte: “Nada como
una muerte para embellecer una vida”
* Publicado en la Tecla Ñ
12-02-2020
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