El 2020 se despereza en su segundo
mes. El país padece las consecuencias de la destrucción generalizada, como si
una manga de langosta hubiera pasado y devorado casi todo. Las noticias dan
cuenta de la negociación de una deuda impagable, de la tarjeta Alimentar para
combatir el hambre en la Argentina. Si el hambre y aquí también la realidad
supera a la ficción. Los canales de televisión y la mayoría de las radios
dedican horas y horas al brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, por una
pandilla de jóvenes en cuyas cabezas los prejuicios y la violencia impiden
cualquier grado mínimo de reflexión. Sin embargo también se está escribiendo
una historia personal en donde puede sintetizarse un segmento importante de
nuestra historia de los últimos 17 años.
Imaginemos una película. La cámara
enfoca un escenario. Ahí está el Presidente de la Nación, el Dr. Alberto
Fernández, la Ministra de Mujeres, Género y Diversidades Elizabeth Gómez
Alcorta, Vilma Ibarra, Secretaria de Legal y Técnica, una de las inspiradoras
del Matrimonio Igualitario cuando fue legisladora, el Ministro del Interior
Eduardo Enrique “Wado” de Pedro. El motivo es la entrega del documento número
9000 desde que se sancionó la Ley de Identidad de Género en el 2012. Está
también en el escenario una mujer a la que se entregará ese documento número
9000 y que hasta ese momento era Ignacio Escribano y ahora pasa a llamarse Isha
Escribano. La ceremonia se realiza en el Salón Pueblos Originarios de la Casa
de Gobierno. El presidente, entre otras cosas dice: “Hoy somos un poco más iguales, y por eso somos un poco mejores, porque
somos mucho mejores como sociedad cuando otorgamos derechos, en un tiempo en
donde muchos piden quitarle derechos a la gente… soy un varón del siglo XIX,
con todo lo que eso implica, que ha entendido como son las cosas y es una
estupidez no respetar lo que cada uno es
y obligarlos a hacer lo que otros quieren que sea….reconocimiento
especial merece Vilma Ibarra por lograr esa norma y que Cristina convirtió en
ley. Fueron años maravillosos esos de Cristina. Su primer gobierno fue el más
progresista y el que más derechos amplió en la Argentina.”
La cámara enfoca ahora a Isha Escribano. Toma el micrófono y empieza a
hablar. Toda la filmación en colores vira al
blanco y negro y aparece mayo del 2003.
LOS INTENSOS DÍAS DE
MAYO DE 2003
Es el 5 de mayo del 2003. El día está muy nublado y
con expectativas de lluvia. Menem ha ganado la primera vuelta pero sabe que en
el balotaje pierde por catástrofe. Nestor Kirchner que salió segundo a 2,35
puntos del riojano, es el virtual presidente de la Argentina. Hay
especulaciones que el ex presidente discute con sus íntimos si competir o no.
Pero los que se reúnen en el departamento de Alberto Fernández esa mañana del 5
de mayo saben que Néstor Kirchner es el próximo presidente.
Están ahí el anfitrión Alberto Fernández, el
gobernador de Santa Cruz y el subdirector del diario La Nación Claudio
Escribano. El periodista jerárquico de la Tribuna de Doctrina fundada por
Bartolomé Mitre habla en nombre del diario y del poder económico. Más que solicitar,
exige, en un virtual ultimátum según narró el periodista Horacio Verbitsky: “Alineamiento
incondicional con Estados Unidos, denuncia internacional de Cuba, relaciones
especiales con el sector empresario, olvido de los crímenes de la guerra sucia
y mano dura contra la inseguridad. Kirchner le respondió que “mi mayor
preocupación es que me acompañen los argentinos, por eso no empiezo por los
empresarios ni por el embajador de ningún país. Tampoco pienso en un
alineamiento automático con Estados Unidos ni en buscar que me aprueben como
precondición para gobernar mi país. Ocurre que usted y yo tenemos visiones
distintas del país”.
Alberto Fernández el anfitrión de ese desayuno lo cuenta en su libro
“Políticamente incorrecto. Razones y pasiones de Néstor Kirchner: “Tan difícil
era esa relación que, cuando la primera vuelta había concluido y faltaban pocos
días para el balotaje, me comuniqué con José Claudio Escribano, para invitarlo
a compartir un desayuno con Kirchner. No teníamos otro objetivo que morigerar
el destrato que el periódico nos sometía. Una mañana, en torno a la mesa de mi
comedor nos sentamos Kirchner y yo , ambos enfrentando a Escribano.
Vi a Escribano como a un hombre de otro tiempo.
Modales cuidados, un trato distinguido y un lenguaje que por momentos rayaba
con lo florido. Apenas se inició la charla, tomó distancia de nosotros. Caso para que
no nos confundiéramos, ocupó su lugar y desde allí comenzó a hablarnos. Nos
advirtió que descreía de nuestro futuro como gobierno si no accedíamos a
revisar diversas cuestiones que se planteaban en la Argentina. Contó que
acababa de llegar de Estados Unidos y que allí todos le daban un año de vida al
gobierno que resultara electo si no se consideraban los aspectos que
inquietaban al mundo central. Siguiendo con esa lógica de pensamiento, para
finalizar el mandato constitucional, nos impuso deberes que, a su juicio,
debíamos hacer” ( Son los cinco puntos transcriptos más arriba) Fue francamente
asombroso el tenor de su discurso. Lo escuchaba y me parecía estar hablando con
uno de los dueños de la Argentina. Kirchner con su espontánea irreverencia, fue
descartando una a una, las increíbles propuestas que acababa de oír.
-
Mire usted- dijo Kirchner a modo de conclusión-, si
eso es lo que debo hacer para durar un año, entonces voy a durar sólo un año
porque no pienso hacer nada de eso. Pero no se preocupe, que haciendo todo lo
contrario la gente va a acompañarnos y vamos a poder gobernar”
La cámara enfoca en rostro de Escribano que escucha
con atención y evidente disgusto. No realiza ningún retruque. Se ve que
Escribano se levanta de la silla, toma su impermeable y su paraguas y se
despide.
Ahora en colores la película vuelve al jueves 13 de mayo y registra un
abrazo entre Isha Escribano y el presidente Alberto Fernández
MÁS DE UNA DÉCADA ATRÁS
La película toma el rostro joven de Ignacio
Escribano. Hablando a la cámara cuenta: “Vivo
sin televisión. No tengo carne ni alcohol en la heladera. Habito un pequeño
departamento desde el cual se ve a cancha de River. La cámara enfoca una serie
de instrumentos musicales y la foto de Ravi Shankar. Ignacio sigue contando:
fui periodista de La Nación, medico matriculado e hijo de José Claudio
Escribano. Un día como tantos, con la excusa de una beca otorgada por la
Universidad de Cambridge, una de las más tradicionales de Inglaterra, vendí
todas mis posesiones terrenales y emprendí viaje por toda Europa, India y Nueva
York. Tenía todo, teóricamente. Casa, trabajo, un buen pasar. Me sentía triste.
Como si algo me faltara. Esto coincidió con una entrevista que le realicé a Sri
Sri Ravi Shankar, y a partir de ahí todo cambió.
Unos años después de aquel encuentro revelador, me
convertí en instructor de “El arte de vivir Argentina” una especie de sucursal
de la ONG fundada por el mencionado gurú.
Tuve como alumno a Wado de Pedro, el mismo que a partir del 10 de diciembre del
2019, es Ministro del Interior.
Ignacio se sincera: se recibió de médico con
medalla de oro, es cantante de folklore,
y tiene varios discos realizados.
MAYO DEL 2003
La película utiliza raccontos y flashback. En
blanco y negro, el 14 de mayo, un informativo da la noticia que Menem se baja
del balotaje. Menen dice en su discurso: "Como
decía la compañera Evita, renuncio a los honores y a los títulos pero no a la
lucha….La
existencia de una campaña sistemática de difamación y calumnias contra mi
persona orquestadas desde el comienzo del gobierno de la alianza y continuada
durante el actual gobierno (duhaldista) de transición ha generado las
condiciones para que una importante franja de la opinión pública se pueda ver
virtualmente sometida esta vez al acto de violencia moral de
tener que escoger un candidato presidencial al que apenas conocen y en el que
no confían"
La cámara
enfoca el discurso de Néstor Kirchner, desde el Hotel Panamericano, el día
siguiente, que fue redactado por Cristina y Alberto Fernández, de notable
dureza: “Carlos Menem ha realizado un golpe a
la democracia. Mi generación recuerda otros golpes a la democracia, pero lo
inédito es que en esta oportunidad el intento proviene de un ex presidente
constitucional que al no poder lograr ser reelecto por tercera vez tira del
mantel sin importar el daño, dispara contra las instituciones con la misma
violencia de su discurso. La renuncia de Carlos Menem es producto de su
último rostro, el de la cobardía, y su último gesto, el de la huida. Luego
hay una conferencia de prensa y Kirchner sostiene: “Menem primero les robó a
los argentinos el derecho a trabajar, luego el derecho a comer, a estudiar, la
esperanza y ahora vino por el último derecho que quedaba en pie, el voto”
Ahora
la película muestra La Nación del 15 de mayo y el editorial de José Claudio
Escribano titulado: “Treinta y seis horas de un carnaval decadente”. Puede
leerse: “Han sido treinta y seis horas lastimosas, pero no
hay que dar por el pito más de lo que el pito vale. Han sido treinta y seis
horas de un carnaval decadente, que entristeció, y hasta enfureció, a muchos
argentinos, tal vez porque creyeron que el haberlos privado del ballottage
comprometía la gobernabilidad. Grave error: la gobernabilidad está comprometida
desde antes de ahora, como se verá más adelante. Otro asunto, aunque de menor
cuantía, ha sido el agravio acusado por los ciudadanos cuando percibieron que
alguien les tomaba el pelo.
Debemos bajar el énfasis
indiscriminado en cuanto a la importancia de los hechos que producen los
políticos argentinos. Y examinarlos de acuerdo con su real importancia. Más significativo
que la toalla arrojada sobre el ring por un menemismo devastado por la
catástrofe inminente e inevitable del domingo es el pésimo discurso pronunciado
por el ahora presidente electo.”
La nota expone primero el enojo
de Escribano con la realidad, la bronca
con el discurso
de Kirchner que supera al
disgusto por la deserción de Menem. Sigue Escribano
“Menem se
ha ido de la peor de las maneras; Kirchner, llega. La primera medida de
gobierno del doctor Kirchner deberá ser la cesantía de quien ha escrito ese
discurso, y, si fue él mismo quien acometió su redacción, convendrá que ya
mismo derive en otro la delicada tarea de escribir si es que aspira a ser un
verdadero jefe de Estado.
Se sabe
que Kirchner está hablando con muy poca gente, encerrado en un círculo íntimo
difícil de caracterizar, pero en el que es obvio que gravita su mujer,
Cristina, senadora nacional. Faltan apenas diez días para la asunción del mando
y, salvo la noticia en general alentadora, de que el doctor Roberto Lavagna
continuará en la cartera de Economía, es un misterio cómo se configurará el
nuevo gabinete nacional. Perdió el presidente electo una oportunidad de
excelencia para ponerse por encima de las rencillas asombrosas del Partido
Justicialista, tanto que terminaron por involucrar al país todo.”
A pesar
de la deserción de Menem, Escribano le agradece lo mucho que hizo a favor del poder
económico y le sigue pegando a Kirchner: “Gracias doctor Menem, al fin y al cabo,
por haber liberado a quienes jamás han votado por candidatos del PJ, pero
tampoco lo han hecho nunca con el signo negativo del voto en blanco o anulado,
de la encrucijada morbosa que acechaba en el cuarto oscuro del domingo próximo.
Ante una
sociedad ansiosa por su destino, Kirchner cayó en la trampa tendida por el
rival: ahondó los odios y las diferencias con Menem y hasta se permitió la
temeridad de sembrar dudas sobre cuál será el tono de su relación con el
empresariado y con las Fuerzas Armadas. Se olvidó de que la razón de que
hablara ayer por la tarde era, justamente, que en ese momento dejaba de ser el
candidato que había competido por largos meses por la Presidencia de la Nación
y se convertía en el presidente electo de la Argentina
El temor
colectivo que se percibe como saldo principal de la fuga de Menem es que éste
haya herido la gobernabilidad del país. Para ser justos, habría que
preguntarse, también, en cuánto ha contribuido a esa desazón el inoportuno
discurso de Kirchner.”
Luego advierte
sobre el futuro tenebroso e incierto que pronostica para el país, lo que ya
había dicho en privado, 10 días antes, en el departamento de Alberto Fernández:
“Ese es el país con el que los argentinos se han abierto al siglo XXI. El
hecho de que Kirchner se instale en la Casa Rosada con sólo el 22 por ciento de
los sufragios acentúa, en principio, el problema de la gobernabilidad, pero
está lejos de crearlo. Kirchner llega precedido, y no lo ignora, por una
cuestión institucional que se manifestaba con claridad en los días en que Menem
proclamaba que vencería con sólo una vuelta electoral.
El
Consejo para las Américas estaba reunido en Washington cuando el lunes 28 se
hacían los últimos cómputos provisionales de las elecciones. Es un cuerpo que congrega
a cuantos tienen en los Estados Unidos una opinión de peso que elaborar, tanto
en el campo político como empresarial, sobre los temas continentales. Desde
Colin Powell a David Rockefeller.
¿Qué
pudieron esos hombres haberse dicho sobre la Argentina, después de conocer los
resultados del escrutinio y, sobre todo, los ecos de la infortunada noche de
Menem en el hotel Presidente? Primero, se dijeron que Kirchner sería el próximo
presidente. Segundo, que los argentinos habían resuelto darse un gobierno
débil.
Podríamos
pasar por alto una tercera conclusión, porque las fuentes consultadas en los
Estados Unidos por quien esto escribe difieren de si se trata de la opinión
personal de uno de los asistentes o de un juicio suficientemente compartido por
el resto. Sin embargo, la situación es tal que vale la pena registrarla: la
Argentina ha resuelto darse gobierno por un año.”
Y no se
priva de poner en su nota la advertencia que en privado le había realizado al
futuro presidente: “Kirchner conoce esa información desde el lunes 5. Y
su respuesta fue que él está de acuerdo en que el principal asunto por resolver
en el país es el de su gobernabilidad.”
HABLA
ISHA ESCRIBANO
La película vuelve al acto en la Casa
Rosada. La cámara enfoca ahora a Isha
Escribano. La que hoy tiene 50 años, y cumple 51 en marzo Toma el micrófono, la
médica, psicoterapeuta, periodista e instructora de yoga y empieza a
hablar: “Nadie tiene que pasar lo que
pasamos nosotras, nadie merece estar destinada a mendigar amor en la
clandestinidad. Durante años, cada mañana me despertaba y evaluaba si desayunar
o suicidarme. Hoy hay siete países en donde ser transgénero se pena con la
muerte. Me identifico con las incontables discriminaciones a las que se
enfrenta el colectivo trans todos los días, la importancia de esta ceremonia se
vuelve evidente. Me pasé toda la vida vistiéndome de mujer en la oscuridad, en
la soledad, con vergüenza, con miedo, con la sensación de estar transgrediendo
lo intransgredible. Le pedía al cielo que el elimine esto…. No se trata de
encajar, se trata de florecer” Ahora la cámara enfoca el segundo abrazo intenso
entre Isha Escribano y Alberto Fernández. En ese momento, tal vez el presidente
tuvo un recuerdo para su viejo y enconado adversario José Claudio Escribano,
padre hasta ese momento de cuatro hijos, un solo varón, Ignacio y tres mujeres
María Rita, María Victoria, María Cecilia. Y de pronto es el padre de cuatro
mujeres. Tal vez haya recordado lo que escribió en su libro del 2011: “Vi a Escribano
como a un hombre de otro tiempo. Modales
cuidados, un trato distinguido y un lenguaje que por momentos rayaba con lo
florido.” Por eso no le extrañó cuando Isha le contó que cuando en un banco de
plaza le dijo a su padre lo que iba a hacer, que su vida tenía que ser otra y
no podía seguir así, que había tomado la decisión de convertirse en quien
quería ser, Escribano no dijo una sola palabra, se levantó abruptamente y se
fue. En medio de ese abrazo enorme recordó, tal vez Alberto, su actitud hacia
su único hijo Estanislao, de 24 años, conocido en las redes sociales como
cosplayer y drag queen, al que le profesa un amor intenso y una enorme
comprensión. Y también la foto que se sacó con la nuera de Ernestina Herrera de
Noble, en el centro de informaciones, el día del triunfo electoral. Si, Vanesa Defranceschi, esposa de Felipe Noble
Herrera, que se autodefine como peronista. La realidad supera a la ficción,
piensa por un momento el presidente. ¿ Estará cambiando la Argentina en sus
cimientos profundos y cotidianos?
Y hay luego otro abrazo de dos seres
humanos que buscaron sus respectivas identidades: Wado de Pedro, hijo de Enrique De Pedro y Lucila Revora, dos
militantes peronistas desaparecidos durante la dictadura militar, y que se crió
con sus tíos en Mercedes y el de Isha Escribano que buscó durante casi 50
años su identidad sexual.
LA REALIDAD SUPERA A LA
FICCIÓN
La película se encamina hacia el final. Cuenta los
avances en la ampliación de derechos desde 1983. Los cambios extraordinarios en
la sociedad. Alberto Fernández es un presidente divorciado y que vive desde
hace muchos años, sin casarse, con Fabiola Yañez, lo que no obstaculiza para
que ambos sean recibidos afectuosamente por Francisco, el Papa argentino. La
diferencia con presidentes anteriores es que estando virtualmente separados
debían aparecer hipócritamente conformando matrimonios estables, como Arturo
Frondizi, Carlos Menen, Raúl Ricardo Alfonsín.
Se vuelven a mostrar los abrazos de Isha Escribano
con Alberto Fernández y Wado de Pedro.
Mientras las imágenes se van esfumando aparece el
mensaje que José Claudio Escribano, desde Bogotá, le dirigió al nuevo
presidente, nuevamente como advertencia: “Unos 10 millones de votantes
antepusieron los valores de la decencia, la libertad, la independencia de
poderes, un ordenamiento mínimo de seguridad física, la convivencia ordinaria,
a las angustias y la bronca, tan comprensibles cuando la economía se desliza
barranca abajo”
16-02-2020
·
Publicado en la Tecla Ñ