Por GABRIEL
FERNÁNDEZ *
Finalmente se corrobora la base
informativa sobre la cual trabajamos de un año a esta parte, cuando
interpretamos que los aciertos de la Corriente Federal de Trabajadores se iban
a traducir en crecimiento y fortalecimiento, y que el laberinto en que se encontraba
el moyanismo tenía una sola salida: la aproximación a ese diagnóstico y la
sumatoria de esfuerzos antiliberales.
Nobleza
obliga, hemos de indicar que se sumó un aliado tan circunstancial como
inesperado, el barrionuevismo. Lo cual junto a las regionales de CGT y a las
dos CTA, con todo su poderío en el ámbito estatal en general, y a los
movimientos sociales, presentan un frente sindical y popular opositor
profundo y difícil de desentrañar para el macrismo.
Esto es, a nuestro
entender, lo importante. Por eso cuando en tantos medios se prioriza la
división gremial, preferimos brindar realce al aglutinamiento potente logrado
hasta el momento. A decir verdad, toda la división de la que hablan espacios
periodísticos a izquierda y derecha no es más que la postura –en verdad
importante- de la Unión Tranviarios Automotor. Eso si nos preocupa.
Ahora
bien, la carnadura de esa franja, hoy expresada públicamente a través de Héctor
Daer, no es nueva ni determinante. En los años 80, la diestra de aquella CGT
Azopardo orientada por Jorge Triaca padre, se situaba la Comisión Nacional de
los 20, con Jorge Luján, del Sindicato del Vidrio, a la cabeza. Ello no
obstaculizó al cervecero Saúl Ubaldini, respaldado por el metalúrgico Lorenzo
Miguel en la CGT Brasil, dar la batalla adecuada. A su izquierda, dinamizaba
las acciones la Comisión Nacional de los 25.
Porqué esta
mención. Para evidenciar que al existir contraste de intereses y batallas
conceptuales, las diferencias en el movimiento obrero tienen larga data; pero también
que en el presente los aciertos de algunas de las vertientes indicadas han
permitido un nivel de movilización inédito en el arranque de los procesos
liberales y una potencialidad superior a la de otras épocas.
En
ese sentido, cabe considerar los distintos tramos de la historia del
sindicalismo argentino sin enredar unos con otros y sin idealizar luchas
parciales derrotadas como si hubieran sido victorias masivas. Es habitual
escuchar por aquí y por allá “aquellos eran dirigentes, no éstos”, derrapando
en un grave error analítico que tampoco es nuevo, pues prioriza tiempos lejanos
por sobre logros presentes.
El escenario del
29 de noviembre pasado, en la multitudinaria marcha contra la Reforma Laboral,
permitió observar un arco que incluía a toda la CFT, con Palazzo y Amichetti
más los diputados Correa y Siley entre tantos, Pablo y Facundo Moyano, Yasky,
Miceli, seccionales metalúrgicas y delegados regionales de todas las
provincias. Ese agrupamiento es potente y no está a la zaga de otros muy recordados.
Junto a la Multisectorial que involucra a las habitualmente más tenues
entidades empresariales, comerciales y cooperativas, volverá a nuclearse el
próximo 22 de febrero.
“Informar”
que de semejante nucleamiento nacional popular lo importante es la división
porque no están los Gordos, es opacar y falsificar buena el gran trayecto del
movimiento obrero argentino. Al
mismo tiempo, objetar a tal o cual opositor a Macri porque perdió el rumbo en
otro tramo de la pelea, es pegarse el tiro en el pie; con el mismo revólver que
–se lo señalamos oportunamente- lo había hecho uno de los que ha retomado el
camino y le brinda aceleración a la lucha.
Los
datos recientes indican que la popularidad del oficialismo decae, pero no en la
medida del daño infringido a la Nación. Aunque el repudio se hace mayoritario,
cerca de un 40 por ciento de los argentinos sigue suponiendo que el ajuste
macrista es resultado de desaguisados previos, argumento artificialmente
inducido por la propaganda. Bien, es extraño suponer que el sindicalismo
puede estar tan por encima del humor social promedio.
De
hecho lo está, es la franja más lúcida, aventajando bastante a zonas políticas
del movimiento nacional popular que no han seguido aún el ejemplo de
convivencia para avanzar contra el programa oligárquico y antiindustrial. Si se
observa con detenimiento, el cuadro de situación que estamos trazando aquí
posee datos presentes objetivos, muy por fuera de la simpatía o el rechazo que
nos pueda generar tal o cual protagonista.
· Director
La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.
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