En el documental sobre los obreros
desaparecidos de la firma Mercedes Benz, dirigida por la periodista alemana
Gaby Weber con el mismo título de esta nota, el gerente de producción Juan Tasselkraut, preguntado
sobre el incremento de la producción después de la desaparición de 14 obreros
durante la dictadura establishment- militar respondió: “Milagros no hay”
Esa anécdota luctuosa y terrible
tiene numerosos correlatos menos dramáticos, pero con consecuencias
posiblemente irreversibles de cara al futuro en el gobierno neoliberal de
Mauricio Macri. Cuando en una de sus visitas armadas minuciosamente paras
romper con su caracterización de empresario rico insensible, les dice a los
concurrentes al comedor de Margarita Barrientos “No coman mucho en las fiestas” revela, además de una obvia falta
de tacto, aquello que “lo que natura no da, Salamanca no presta” o la certera
frase de Sarmiento que “el título no quita la orejas”.
Pedirle sensibilidad social a
quienes siempre vivieron en “las nubes de Úbeda”, puede sintetizarse con
aquello de “milagros no hay”. Si
hasta la Biblia lo consigna hace dos mil años, cuando pone en boca de Jesús: "Porque
es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el
reino de Dios"
Basta ejemplificar que al lado del
presidente del Banco Central Federico
Adolfo Sturzenegger, un discípulo de Milton Friedman, el ex
Ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, capaz de las declaraciones más
disparatadas e insensibles, sea visualizado por algunos analistas del
establishment como Keynesiano. Como bien sostiene el CEPA (Centro de Economía
Política Argentina): “la gestión de Prat-Gay incluyó una brutal transferencia
de ingresos a los sectores concentrados de la economía a través de la
devaluación del 60%, la quita de retenciones al agro, la industria y la
minería, la eliminación del Impuesto a los autos de Alta Gama y la reducción de
la alícuota del Impuesto a los Bienes Personales, entre otros. No echaron a
John Maynard Keynes.” Claro, que al lado de su reemplazante Nicolás Dujovne,
conseguirá mantenerse como moderado, si este ejecuta lo que sostiene: “hay mucho empleo público (sobran un millón de
empleados), mucho déficit fiscal y eso genera muchos impuestos y mucha
necesidad de endeudamiento” Además propone endeudarse con el FMI. Como se ve milagros no hay.
El periodista Mario
Wainfeld puntualizó el fin ministerial del hombre que pidió disculpas a los
empresarios vaciadores españoles de la siguiente manera: “Se hincó ante los
fondos buitres y firmó un acuerdo genuflexo. Tomó cifras exorbitantes de deuda externa, alegando
que su amortización sería barata. Los cambios en el escenario mundial
encarecieron los de por sí colosales costos. No supo prever ese viraje, ni
siquiera explicarlo. Benefició al sector financiero que fue su hogar y escuela
de vida… Entre sus cálculos más
refinados se recordará la comparación de los tarifazos
de servicios públicos con el costo de dos o tres pizzas…. Se lo describirá, ya se cometió ese relato durante meses, como
una ovejita de Wall Street, su patria de adopción, donde solo moran lobos…. Sturzenegger venció en la pulseada internista. Pero
Prat-Gay lo emparejó y acaso lo haya superado en el daño que infligió a los
argentinos. Se verá con el tiempo, más pronto que tarde…. Nadie lo extrañará. El
establishment, que le debe muchos beneficios, porque lo reemplazarán
funcionarios igualmente atentos a sus intereses. Y la mayoría de la
sociedad porque cooperó en causar daños que tomará años o décadas mitigar….
Prat-Gay se va por no haber sabido congeniar con sus pares, por su nula cintura
política, por su soberbia que no lo afectó cuando se burlaba de los humildes
pero sí cuando competía con sus pares.”
Si a esto se suma el desplazamiento
de la ex CEO de General Motors Isela Costantini que como presidenta de Aerolíneas esquivó los ajustes brutales y
se opuso al ingreso de las líneas de bajo costo, manteniendo una buena relación
con los gremios aeronáuticos, evitando los despidos, pecados capitales en el
gobierno macrista. Lo único que no es pecado, sino virtud excelsa, es
beneficiar al capital. Parece en términos macristas la retirada del
gradualismo.
El gurú ultraliberal Miguel Ángel
Broda, que tuvo la sinceridad de referirse al déficit fiscal dejado por el
kirchnerismo en el 4,1% y no el 7% que es el que hoy ha arribado el macrismo, en un inusitada e imprevista demostración de
ironía expresó que mientras el Banco Central pone el aire acondicionado, el
Ministro de Hacienda enciende la calefacción. Todo esto en la escala arbitraria
y distorsionada del neoliberalismo.
Resulta llamativo que dentro de un
contexto determinado, se efectúen reemplazos absolutamente previsibles
posteriores a las elecciones legislativas del 2017, pero no al inicio de la campaña electoral
donde es o era pronosticable que se invernarían los dogmas ultraortodoxos y se
haría lo contrario de lo que se preconiza como condición para ganar los
comicios que habilitarían el camino de las reformas estructurales, a las
privatizaciones, al reingreso activo al FMI, suscribiendo sus préstamos atados.
Será el momento esperado de ir por todo, de terminar con el empate histórico
entre dos modelos que se expresa en la inestabilidad de la Argentina.
Los CEOS han incurrido en torpezas
inenarrables, declaraciones impúdicas, pero el sector político del gobierno ha
exhibido una capacidad de negociación nada despreciable, junto a una negación
de la realidad en nombre de la verdad, una serie interminable de hechos
benevolentemente caracterizados como anomalías que violan superlativamente la
transparencia levantada como promesa. Como
milagros no hay, la independencia del poder judicial, un esperpento
levantado por los republicanos para ocultar que la justicia no es nada más que
lo que el hombre rico dice que es, el macrismo lo lleva a su nivel exquisito,
expresado brutalmente en la inocencia de los cómplices del terrorismo del
estado, beneficiarios y usufructuarios de Papel Prensa
Como milagros no hay, Milagro Sala sigue
detenida en Jujuy. Más allá de los delitos que pudo haber cometido y que una
justicia absolutamente dependiente del odio del gobernador radical no es la
adecuada para juzgar, está claro que lo
que el dueño de la provincia (la familia Blaquier), y su delegado Gerardo
Morales, quiere dar es un gran escarmiento. La venganza está clara: la
monumental obra de Milagro Sala, con las piletas gigantescas, las fábricas
levantadas, las casas construidas, en el primer caso están vaciadas y
parcialmente saqueadas y destruidas, y de las otras sólo un establecimiento
fabril se mantiene en pie. Si esto no es
venganza de clase, ¿qué es? No hay milagro para Milagro Sala. La consigna de la
unión de los argentinos está tan deteriorada y falsa como el pillaje que sufre
la obra de la dirigente de la Tupac Amarú.
La jueza María Servini de Cubría declaró al
diario Ambito Financiero. “Esto yo no lo he vivido con ningún gobierno. Estos
no dejan de hacer aprietes y en 42 años de justicia no he vivido nunca algo
así”
Como no pueden mostrar un solo
índice positivo, el gobierno necesitó apelar a la ciencia-ficción y así nos
informaron que fuimos salvados de una crisis terminal. Si Herbert George Wells, más conocido como H. G. Wells, autor entre otras
obras de “La guerra de los mundos” hubiera sido asesor del gobierno en lugar de
Durán Barba, el argumento hubiera sido que lograron ponernos a salvo de una
invasión de otro planeta o la caída de un meteorito sobre el territorio
nacional.
Pocas veces se ha visto una muestra
tan insólita, donde las palabras ni siquiera son las sombras de los hechos. Donde
dicen verdad solo hay mentira, donde afirman transparencia hay oscuridad y
negocios, donde hablan de unión cultivan el odio, donde enarbolan la
competencia encubren la entrega descarada. Habrá
que enriquecer el lenguaje con adjetivos que reflejen los actuales
comportamientos. Cipayos es casi un elogio, un adjetivo de la primera década
infame, insuficiente para caracterizar la iniciación de la tercera.
Dos ejemplos de centenares, de miles
que atraviesan el escenario político: mientras se retacean al CONICET, tres mil
millones de pesos, se le perdonan a las empresas distribuidoras de la
electricidad diecinueve mil millones de pesos por decisión del presidente y sin
pasar por el Congreso. En cambio el Parlamento aprueba la expropiación del Bauen, explotado por una Cooperativa de Trabajadores desde
hace 14 años y el Presidente la veta con la argumentación que “favorece exclusivamente a un
grupo particularizado, sin traducirse en un beneficio para la comunidad en
general" La doble vara de un gobierno que gobierna sesgadamente para los
poderosos.
A los que sinceramente votaron a Macri, ignorando su curriculum e
ideología, esperando que mantuviera lo mucho y positivo que dejó el
kirchnerismo y que mejoraría lo que se hizo mal e iría por lo mucho que
faltaba, es hora de aceptar lo evidente, que con políticas neoliberales de
entrega, milagros no hay.
Pero si se suman a los que nos oponemos a
esta destrucción sistemática, será cierto en sentido contrario y positivo la
consigna de CAMBIEMOS: “Si, se puede”, torcer el camino hacia el precipicio.
No hay sorpresas, salvo la impudicia
de las explicaciones o la negación grosera de los índices por ellos mismos
suministrados. Es una replay adaptada a los tiempos, de una película vista en
dos versiones anteriores que concluyeron en crisis de magnitud. Haciendo lo
mismo, o parecido, los resultados, es fácil prever, serán tan nefastos como los
ya conocidos y padecidos. Como la muletilla que utiliza hasta el cansancio el
jefe de gabinete Marcos Peña, “de vuelta”: MILAGROS
NO HAY
28-12-2016