20 octubre 2015

LAS DECLARACIONES JURADAS NO CIERRAN

                                    

Allá por el 2007 escribí una nota con el título “Acerca de la corrupción”. Sostenía que la corrupción es intrínseca  a todos los sistemas económicos. Que analizar los procesos históricos a través de la mirilla de la corrupción no permite su comprensión y si se lo toma como parámetro excluyente, casi todas las revoluciones y los hitos históricos podían ser reducidos a escombros. Daba una serie de ejemplos que involucraban a referentes históricos de magnitud, desde Washington a San Martin, desde Perón a Gelbard.
Eso no significa que la corrupción no deba ser combatida y denunciada  y en caso de contar con las pruebas presentarlas a la justicia. Pero los discursos moralistas escamotean que el sistema capitalista está basado en la plusvalía y el robo. Como afirmaba Carlos Marx: el capitalismo llega chorreando sangre y lodo. Cuando un político sobrefactura las obras públicas está robando dinero recaudado de la población. Pero cuando un empresario o un ciudadano en general no pagan los impuestos que debe, está también robando el dinero que debe llegar al erario público.
Hay formas mucho más significativas y voluminosas de corrupción que son las políticas públicas que endeudan irracionalmente al país  para cubrir gastos, venden el patrimonio acumulado con el sudor de generaciones, o desatienden la salud con aumento de la mortalidad infantil o la educación con deterioro de la escuela pública u omiten  la necesidad de construcción de viviendas destinadas a los sectores populares con la concepción que las mismas deben ser realizadas con las comodidades de las destinadas a las clases medias 
El discurso moralista y la bandera de la corrupción fueron  argumentos que adornaron todas las proclamas de los golpes de estado, fogoneados por los dueños del país cuya fortuna tiene oscuros e inconfesables orígenes. Las rupturas militares contaron con el apoyo popular de sectores importantes de la clase media al que el tema de la corrupción en el que muchas veces incurren en la medida de sus posibilidades, percibido  en otros le produce una irritación creciente hasta nublarle la vista. Alimentan el fuego, sin la debida  contextualización, los periodistas tribuneros portadores de una indignación moral permanente, envueltos en presuntas togas impolutas. 
León Trotski definía con contundencia esta situación cuando decía: “Cuando un pequeño burgués me habla de moral, llevo mi mano a la billetera”
También es preciso señalar que la Revolución de Octubre y luego su degeneración bajo el stalinismo no pudo extirpar el desmérito de la corrupción.
 REGLAS DE JUEGO
El capitalismo está basado en el robo y el despojo que está legitimado. Cuando el sistema tuvo competencia,  lo que se conoció como el socialismo real mostró su rostro más humano y menos injusto que fue el estado de bienestar. Cuando el socialismo real implosionó, el capitalismo empezó a desarticular al estado benefactor y apareció su rostro más depredador que es el capitalismo financiero.  En sus expresiones más atroces como la guerra o en las deportivas como el boxeo, se fijan reglas de juego, que como el estado benefactor, no le quitan su esencia pero atemperan sus aspectos más deleznables. La Convención de Ginebra fija reglas para las carnicerías humanas. Así  legisla “sobre las garantías de los barcos hospitales y sobre los transportes sanitarios. Incluye también la protección para el personal médico, sanitario y religioso de los barcos hospitales y sus tripulaciones, protege a los prisioneros de guerra que están en poder de la potencia enemiga. Es ésta la responsable de los mismos y no los individuos o los cuerpos de la tropa que los hayan capturado. No podrán ser transferidos sino a otra potencia que sea miembro del Convenio. Los prisioneros de guerra deben ser tratados humanamente en toda circunstancia. Se prohíben los actos u omisiones que causen la muerte o pongan en peligro la salud de los prisioneros. Los prisioneros tienen derecho al respeto de la persona y de su honor. El prisionero no está obligado a declarar más que sus datos personales y número de matrícula y, menos las armas, puede guardar sus objetos personales. Los prisioneros deben ser evacuados, con humanidad, lejos de la zona de combate para no correr peligro
En el boxeo, se fijan categorías donde pelean con guantes, personas de pesos similares, donde no se puede pegar por debajo del cinturón o en la nuca, ni cuando el contendiente cae.
LAS DECLARACIONES JURADAS NO CIERRAN (1)    


Entre las reglas de juego de los administradores públicos están sus declaraciones juradas patrimoniales. Durante mucho tiempo había fuerte sospechas que las declaraciones juradas omitían más bienes que los que exhibían y desde hace un tiempo lo que se declara no es compatible con los ingresos.
Las presentadas por los dos principales candidatos a presidente parecen realizadas por contadores que no han pasado por ninguna facultad o por el contrario, tal vez,  son tales las dificultades para que las declaraciones resulten consistentes que hasta profesionales prestigiosos  no pueden volver coherentes situaciones patrimoniales desbordadas.
El intento de disminuir el monto de los patrimonios mediante valuaciones ridículas o el desparpajo de tener depósitos en bancos del exterior son algunas de las perlas.  Aquella vieja chicana que a alguien sería negocio en comprarlo por lo que vale y venderlo por lo que cree que vale, se puede aplicar en estos casos al revés: sería un gran negocio comprarle a los candidatos sus propiedades por lo que declaran y venderla por su valor real.
En el caso de Daniel Scioli su casa en el Tigre que tiene 800 metros cubiertos y un parque de más de una hectárea la declaró en $ 2.200.000,- lo que da el metro cuadrado sin construir en $ 18,33. La casa quedaría sin cargo. En este lugar se estima el metro cuadrado construido en alrededor de 1300 dólares y el no construido en 95 dólares. La lancha que declara, aunque es posible que tenga algunas más, la tasó en el ridículo precio de $ 1.280,-. El otro activo importante consignado son sus acciones en Capanone S.A valuado en 9.105.000,00 que posee, entre otros bienes, el gimnasio del equipo de futsal del gobernador y seis lotes en los alrededores de La Ñata. Daniel Scioli sería poseedor, con pautas de valuación liliputiense, de un capital de alrededor de $ 13.600.00,-
Mauricio Macri  tiene un patrimonio de alrededor de 52.000.000, con particularidades notables: le prestó 18.000.000,- a su amigo y contratista de obras públicas del distrito Nicolás Caputo.  Tiene cuentas bancarias en EE.UU y Suiza  por un importe equivalente, según cotización no consignada de $10.400.000,- y $7.500.000,- respectivamente. Tiene terreno en Uruguay, en Maldonado que valuó en $3.300.000,-. Posee un campo en Tandil de algo más que 510 hectáreas que valúa en $ 25.916,-. En esa zona el valor mínimo de la hectárea se calcula en $1000,-. Sin embargo el mismo bien declarado anta la Oficina Anticorrupción se eleva a 5102 hectáreas.
La declaración jurada de Sergio Massa es de mucha menor envergadura pero con incrementos patrimoniales que a simple vista necesitan una explicación fundada.
En realidad las declaraciones juradas de jueces, empresarios, policías, presidentes, secretarios de los presidentes no cierran.
El desparpajo tiene múltiples ejemplos.


Insólitamente, en septiembre del 2008, se creó una empresa “El Chapel S.A” integrada por Máximo Kirchner y la presidenta de la Nación y el ex presidente, presidida por Máximo y  como directores suplentes sus dos padres. La consultora tenía un objeto amplio  pero se destacaba: “prestar todo tipo de servicios de consultoría, estudio, investigación y asesoramiento en las ramas de la economía, finanzas, derecho, ciencias sociales, educación, administración y otras disciplinas a personas físicas o jurídicas del país o del extranjero; comprendiendo la elaboración de estudios de mercado, factibilidad, planes de inversión y programas de desarrollo”. Además agrega “la realización de proyectos de comercio interior o exterior”. Era tan increíble, que cuando fue conocido, los integrantes de la empresa comprendieron lo inapropiado y le dieron de baja. Incluso la Oficina Anticorrupción le pidió a la presidenta Cristina Fernández que renuncie a su cargo de Directora Suplente en el directorio de la consultora.
Pero el sólo hecho de constituirla demuestra  un grado de impunidad sorprendente. La misma que lleva a que los hoteles de la familia Kirchner fueran administrados por un importante contratista de obras públicas y que sus manifestaciones juradas tengan incrementos anuales poco convincentes con  llamativos rendimientos en sus inversiones. El caso Hotesur es un grano de magnitud en el patrimonio y los ingresos de los Kirchner.
LAS DECLARACIONES JURADAS NO CIERRAN (2)    
Más allá de las críticas que las actitudes, los patrimonios y los ingresos de Daniel Scioli, Mauricio Macri, Néstor y Cristina Fernández produzcan, su valoración histórica estará dado por sus políticas públicas y sus  realizaciones. Los aspectos poco claros deben ser investigados, pero el análisis de sus trayectorias políticas, su valoración desde la perspectiva histórica pasa por parámetros más amplios que los que pueden visualizarse por la estrecha mirilla de sus zonas oscuras.        

11-10-2015


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