CURANDEROS
Las
estadísticas no les sirven a las víctimas porque a ellas les ha significado no
un porcentaje, una probabilidad, sino la
certeza del 100%. Al mismo tiempo que se debe brindar justicia y contención a
las víctimas, una sociedad no puede
legislar desde el dolor de las mismas. La emoción es generalmente
enemiga de la racionalidad. El sentido común suele circular por sendas
facilistas que encuentra soluciones irreales basadas en formulaciones
impactantes.
Hay en ese posicionamiento
ideológico una valoración extrema de la sanción penal y del cumplimiento
efectivo de la pena, desligado de las condiciones donde el delincuente se verá
privado de su libertad. La idea es que las cárceles son un depósito de
personas que han delinquido, en condiciones tan penosas que impedirán cualquier
socialización, olvidando que en algún momento recuperará la libertad y que
probablemente caerá en la reincidencia. A eso se suma la lentitud de la
justicia, sus insuficiencias y limitación del número de juzgados, lo que lleva a que en los lugares de detención estén
alojados mayoritariamente procesados y no condenados, o sea legalmente
inocentes. En este análisis no hay interés en investigar las condiciones
sociales y laborales del imputado. La película comienza cuando es detenido y
sólo se retrotrae a la fecha del delito del que es acusado. A esto se suman
fuerzas de seguridad que en una proporción importante es cómplice de los
delitos que tienen que combatir.
La
posición progresista hace pie en la cuestión social: pobreza, marginalidad y
desigualdad. El imputado que llega a las cárceles proviene mayoritariamente de
los sectores más humildes cuya vida estaba hipotecada antes de haber nacido. En
ese sentido es una víctima social que cuando comete un delito se convierte en
victimario. Como ésta es la viga central del razonamiento, se afirma que para
acotar el delito es necesario cambiar
en forma radical las condiciones sociales que son las causas centrales de los
delitos que se cometen. Como ello es, en el caso de conseguirlo, un proceso
largo y lento, la posición suele mostrarse como impotente en lo inmediato y
debilitada por el sentido común dominante que puede sintetizarse en el concepto
amplio de mano dura. Es cierto que las estadísticas de homicidios que no pueden
ser truchadas, demuestran que la proporción de homicidios por cada 100.000
habitantes nos coloca entre los países del continente con los índices más
bajos. Es incierto, y probablemente creciente, la cantidad de todos los delitos
que no concluyen en muertes. Muchos delitos menores no son denunciados por la
convicción que es una pérdida de tiempo o porque la denuncia es posible que se
realice ante quien es el ejecutor o cómplice del mismo. Mientras se llega a
limitar o reducir significativamente las causas sociales que es un proceso
complejo y extenso, se debe avanzar en la depuración, saneamiento y
capacitación de las fuerzas de seguridad, con sueldos adecuados y los elementos
técnicos necesarios, la democratización de la justicia, cárceles conforme a la
constitución donde la reducción de las condenas estén relacionadas al trabajo y
al estudio de los presos en su interior.
Como
se ve, el tema es arduo y nadie puede prometer soluciones fáciles, rápidas y
dependientes de alguna medida unilateral al que se le atribuya poderes mágicos.
Tiene que tener un enfoque político interdisciplinario en que confluyan
distintas especialidades.
A
horas de estrenar una obra de teatro, el poco conocido actor Ivo Cutzarida hizo
su aparición estelar con un lenguaje de una violencia en espejo de la que
pretende combatir. Sus primeras declaraciones en el programa sin rumbo de
Fabián Doman de la escudería Clarín fueron: “Te lo volteo al chorro en un
segundo y si lo voltea un vecino le doy las gracias. Una vez que estás muerto
te jodiste, no volvés más. La vida es un valor que no es reemplazable. No me
importa la razón yo te quiero ver muerto, cuando matás gente inocente tenés que
estar preso". A partir de ahí los medios lo proyectaron a un
estrellato, seguramente de vuelo corto, que nunca había obtenido como actor.
Y sus declaraciones realizadas en forma histriónica de actor de
reparto fueron aumentando sus decibeles alcanzando una estridencia
insoportable. Así afirmó en un discurso disperso y contradictorio: “Corta la bocha. Al tipo que
sale armado a robar hay que hacerlo mier... A mí qué carajo me importa la razón
por la cual vos salís y matás. Yo te quiero muerto o preso….El que a hierro
mata, a hierro tiene que morir….. Si me necesitan, tantos los intendentes de
Sergio Massa, como los de Mauricio Macri o los de Daniel Scioli, tengo ganas de
juntar a los chicos de los barrios más marginales y leerles un par de cosas que
a mí me hicieron bien, como por ejemplo, los consejos del Martín Fierro a sus
hijos y algunos párrafos del Evangelio….Dijeron que quiero imponer la ley de la
selva o salir a matar gente, todo lo contrario. Les digo a los políticos que mi
manera de hacer política va a ser ir a los barrios que me digan, a un comedor
con pibes y yo les hablo...... Yo nunca no me meto, no existe eso en mi
vocabulario. Es mejor no meterse, pero la realidad es otra. No digan que lo que
yo estoy diciendo es polémico, polémico es lo que dicen los otros….. Estoy bien tranquilo porque sé que el 100%
de la gente piensa lo mismo. Si queremos educar al pueblo, el primer mensaje es
que el crimen está mal….. La gente está cansada del
relato este que parece un cuentito de hadas", dijo en el inicio de la
entrevista….. Cuando tenés el 95% de la gente con vos, la polémica la arma el
5% restante, el polémico no soy yo….Soy un tipo que habla el lenguaje de la
calle, para que las cosas se entiendan…..Yo le diría a Zaffaroni que vaya a
aplicar sus leyes a Suiza. Esto es
Argentina. Esto es el Far West…….Éramos cavernícolas que nos estábamos
matando entre todos y por eso escribimos en una piedra las tres cosas que había
que cumplir: no robarás, no matarás, no violarás. Eso es lo que hay que
cumplir. Punto…. Es que yo soy un animal hablando. Soy un dogo argentino, no un
chihuahua……Le saqué la careta al debate de la inseguridad….. Cuando yo hablo no
habla Cutzarida, habla el gran pueblo argentino, salud”
Alejandro Fantino y Santiago del Moro, entre otros, brindaron
cámaras y tiempo prolongados, seducidos por lenguaje y el rating que obtenían.
Luego de poner en el tapete el discurso del actor de origen rumano, Del Moro
realizó una encuesta en Twiter que le dio un resultado apabullante a favor de
las declaraciones de Ivo del 90%, aplicando el curanderismo encuestológico.
América y los medios del grupo Clarín especialmente pusieron sus recursos a
disposición de quien realizó un curso veloz en seguridad. Los beneficios eran
recíprocos: rating y colocación del tema para los medios desplazando otros
temas importantes para el país como la votación en la ONU ampliamente favorable a la
propuesta argentina.
Increíblemente en algunos de esos medios se llegó a expresar que
en la Argentina
no se podía opinar, mientras el tema y las declaraciones del actor eran transmitidas
por una cadena nacional privada a lo largo de varios días durante muchísimas
horas.
En la mesa dominguera de Mirta Legrand, surtida de manjares,
prejuicios e infinitos lugares comunes, Cutzarida volvió a prometer como en
tantos otros espacios mediáticos donde
fue invitado, que esa era su última presencia referida al tema, mientras que la
conductora lo elogiaba, lo incitaba a seguir predicando su discurso y lo calificaba de justiciero
CURANDEROS
Cuando hizo su irrupción Juan Carlos Blumberg, sostuve que si su
hijo hubiera desgraciadamente muerto como consecuencia de una mala praxis
médica en una operación, el posterior falso ingeniero hubiera disertado sobre
quirófanos y técnicas de cirugía, sobre políticas hospitalarias y construcción
de hospitales. La idea que la víctima sea la que proponga las soluciones al
problema del que ha sido víctima es un hecho relativamente reciente y sólo
posible por los errores, inacción o
incompetencia de los que deben planificar las políticas preventivas y en el
caso que se cometa un delito comenzar el proceso que se inicia con la
investigación, la detención del posible sospechoso, su juzgamiento y en el caso
de resultar culpable su reclusión en la cárcel.
Pero sería improcedente y profundamente equivocado que por las insuficiencias
del sistema de salud, el atajo sea recurrir a los curanderos. Que en este caso
tiene el nombre de Ivo Cutzarida. Con la complicidad de un sistema de medios
que ha enterrado, si alguna vez lo tuvieron, lo más elementales principios para
el ejercicio de la profesión en un lamentable curanderismo periodístico.
El error fundamental no son las soluciones de los curanderos. El
problema se vuelve insoluble cuando el miedo real y el inducido llevan a
sectores importantes de la sociedad a escuchar y coincidir con los curanderos.
Y acerca del miedo, es interesante recurrir a algunos pensadores
que reflexionaron sobre el mismo:
“El
miedo es ese pequeño cuarto oscuro donde los negativos son revelados.” -
Michael Pritchard
“El valor no es la ausencia del miedo; más bien, es la opinión de que
otra cosa es mucho más importante que el miedo.” - Ambrose Redmoon
“El miedo cultiva miedo.” - Byron Janis
“Muy a menudo el miedo a un mal nos lleva a realizar uno peor.” -
Nicholas Boileau-Despresaux
“La persona más peligrosa es una que está llena de miedo; esa es a la que
hay que temerle más.” - Lidwig Borne
“Donde
el miedo está presente, la sabiduría no puede estar.” - Lactantius
“Un hombre con miedo es capaz de hacer cualquier cosa.” - Jawaharlal Nehru
“La experiencia de superar el miedo es increíblemente deliciosa.” -
Bertrand Arthur William Russell
“No es por casualidad que la industria del miedo ofrece los negocios más
lucrativos del mundo actual: la venta de armas y el tráfico de drogas. Las armas,
producto del miedo de morir; y las drogas, productos del miedo de vivir" -
Eduardo Galeano
13-09-2014
"La violencia es la respuesta que produce el miedo a los ideales de los demás." Mahatma Gandhi
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