CARTA ABIERTA A ALFREDO
LEUCO
Te aseguro Alfredo que no me hubiera
imaginado, allá por los primeros años del siglo XXI cuando mantuvimos varias
conversaciones telefónicas, que llegarías a los extremos que transitás desde
hace varios años. Había algunas coincidencias
políticas, algún pariente en común en Catamarca y el hecho que ambos
fuéramos padres de un único hijo y que lleven el nombre “Diego”. Un día, invitado a nuestro programa El Tren,
allá por el 2005, estabas tan entusiasmado con el gobierno de Néstor Kirchner
que lo considerabas el mejor de los que habías conocido. Pero cuando el 13 de
marzo del 2007 publicaste una nota en “La Nación” con el título “Ni Menem había llegado a tanto”, te dejé un
mensaje en tu celular diciéndote que algunas de las críticas podía compartir,
pero no en el medio en que la hacías.
Pero aún así, nunca podía suponer que un
día escribirías un editorial leído en tu
programa en Radio Mitre el 19 de junio
con el título “Carta abierta al juez
Griesa” en el que te dirigís a quien
coloca a nuestro país, a los millones de
argentinos, al futuro tuyo y mío y de
los dos Diegos, llamándolo “Estimado Mister
Thomas Griesa”, Dear Mr Griesa
(en dos ocasiones), compañero
Griesa. Cuando eras un joven
militante del Partido Comunista, estoy seguro que nunca pensaste que alguna vez
llegarías a escribir esto: “Para el final, compañero
Griesa, quiero informarle que nosotros tenemos una interpretación especial
del inglés. Los argentinos sabemos de todo y estamos a la vanguardia de la
traducción simultánea. God save de Queen en Inglaterra tiene un significado.
Acá, significa Dios salve a Cristina. O Dios nos libre y nos guarde. Hay
sutilezas que usted no entiende, Mr Griesa. Por eso se atrevió a fallar en
contra de nuestro país. Para este gobierno una cosa es perder UN juicio, que es
lo que ha ocurrido y otra cosa muy distinta es perder EL juicio. Ese es nuestro
verdadero problema.” Es como si te siguiera guiando, más allá de tus virajes,
tu viejo mentor Don Victorio Codovilla que no tuvo inconveniente de marchar
codo a codo con Spruille Braden, el embajador norteamericano para oponerse a
Perón, como vos hoy lo hacés con “el
compañero Griesa”, para oponerte a Cristina Fernández. Te quejás que el gobierno presionó a auspiciantes tuyos o que usó a la
AFIP como elemento de presión hacia familiares. Si es así es una actitud muy
criticable del gobierno. Pero cuando uno tiene convicciones no mide lo que sucede en el país conforme a cómo a uno le va en el mercado, no puede
envilecer las opiniones y destilar un odio que en tus editoriales siempre ponés
del lado de lo que denostás. En aquellas conversaciones ya muy lejanas en
el tiempo, nos contamos nuestras historias políticas. Me comentaste de tu paso
por el Partido Comunista y te informé
que mi matriz ideológica es la izquierda nacional, la que
desde un origen trostkista estuvo desde el 17 de octubre de 1945 del lado del
peronismo y de todos los movimientos nacionales y populares de América Latina.
Te aclaré que desde 1979 no estoy en
ninguna de las fracciones en que se ha dividido y que incluso disentí con su
máximo referente, Jorge Abelardo Ramos en algunas de sus posturas de los
ochenta y noventa. Te comenté entonces
que para comprender la realidad es fundamental tener una visión clara del
pasado y que el enorme desprendimiento y pasión militante de los jóvenes
comunistas tropezaban con el obstáculo que el Partido suscribía la historia mitrista a la que se le agregaba
un aditamento de lenguaje marxista.
No
se abraza al enemigo Alfredo,
como lo hicieron los unitarios exiliados en Montevideo del gobierno de Rosas, y
por eso apoyaron el bloqueo anglo
francés de 1838 y 1845 que intentaban declarar la libre navegación de los ríos
interiores y llegar con sus manufacturas a destruir al Paraguay, que con su
proteccionismo fue el estado más desarrollado de América Latina en el siglo
XIX. Lo que no pudieron concretar entonces,
lo consiguieron años después con
inspiración inglesa y de la nobleza portuguesa asentada en el Brasil, y con el
entusiasta apoyo de los comerciantes importadores de los puertos de Buenos
Aires y Montevideo en la guerra de la Triple Infamia perpetrando un genocidio,
exterminando dos tercios de la población. Por esa heroica defensa de los
intereses nacionales, San Martín le legó su sable a Rosas y le escribió una
carta que comenzaba así: “Boulogne
Sur- Mer, 2 de noviembre de 1848. Excmo. Sr. Capitán general D, Juan Manuel de
Rosas. Mi respetable general y amigo: A pesar de la distancia que me separa de
nuestra patria, usted me hará la justicia de creer que sus triunfos son un gran
consuelo a mi achacosa vejez. Así es que he tenido una verdadera satisfacción
al saber el levantamiento del injusto bloqueo con que nos hostilizaban las dos primeras naciones de Europa;
esta satisfacción es tanto más completa cuanto el honor del país, no ha tenido
nada que sufrir, y por el contrario presenta a todos los nuevos Estados
Americanos, un modelo que seguir y más cuando éste está apoyado en la
justicia.”
Como ves, son posiciones y actitudes
que están en las antípodas de tu carta al juez Griesa. Y San Martín estaba
exiliado en una de las dos potencias bloqueadoras y no por eso iba a adoptar
una actitud genuflexa con el país que le brindaba hospitalidad.
Es posible que te diste cuenta que
habías superado un límite y ni siquiera era posible refugiarse en que todo no
era más que un ejercicio de ironía fallido, por lo que que sin venir a cuento
en el editorial del 25 de junio escribiste: “….el repugnante e injusto fallo
del juez Griesa”
Previamente, el 23 de junio, habías
insistido con tu inveterado maniqueísmo: “En un par de días pasamos de humillar a los fondos buitres a
autohumillarnos…” Es de Perogrullo, que en una negociación se avance y se
retroceda, para volver a avanzar, salvo que simplemente se vaya a firmar lo que
el oponente propone.
No se puede hacer periodismo Alfredo,
invadido por un odio efervescente y visceral que obnubila la visión y
distorsiona todo lo que aborda.
Pero
no llegaste hasta aquí de casualidad sino transitando un camino barroso y en
permanente pendiente. Siempre desmedido en el elogio al poder económico o
en la crítica a quienes lo enfrentan. Cuando el gobierno entró en conflicto con
las patronales del campo, eras columnista estrella de Radio Continental, cuyo
slogan es “La radio que escucha el campo argentino”, con abundantes avisadores
vinculados a la actividad, a la siembra directa y a la soja.
Seguramente
fue una casualidad, pero pasaste a ser un fervoroso defensor de la
Sociedad Rural y de CARBAP. Es cierto que movilizaron mucha gente, como nunca
hubieron imaginado instituciones representativas de la oligarquía. Como se te
escapa el diccionario edulcorando adjetivos y
tropezás con la historia en
momentos que te enfervorizás, hablaste que era “El 17 de octubre de los pueblos del interior”. Tal vez ese desliz
deba atribuirse a que hace mucho miras
más hacia arriba que para abajo, que
en este nuevo 17 de octubre que sólo vos
imaginaste, la clase obrera estaba enfrente y lo protagonizaban franjas urbanas y rurales de las clases
medias que le daban cobertura popular a los titiriteros: la Sociedad Rural,
Carbap, La Nación, Clarín, entidades empresariales y partidos opositores
movidos a control remoto por el multimedio más poderoso, con la tradicional
cobertura infalible para el error de
ciertas sectas de izquierda. Más que
un 17 de octubre de 1945 parecía un 16 de septiembre de 1955. Un
tropezón con el almanaque no cualquiera da en la vida.
Mientras el 17 de octubre de 1945
abrió un período histórico que incluso ha sobrevivido a retrocesos y traiciones
del movimiento creado por Perón, del 17 de octubre que vos descubriste, a sólo
seis años no quedan ni los escombros y a tres años del 2008, en las elecciones
presidenciales del 2011, mucha de esa clase media urbana y rural que le daba el
toque popular a movilizaciones reaccionarias votaron por Cristina Fernández
cuando alcanzó un 54% de los votos y le sacaba una diferencia al segundo sin
antecedentes.
Cuando Jorge Bergoglio fue
proclamado y asumió como Papa Francisco, esperabas que proyectara su papel de
opositor, ahora a nivel planetario. Fue entonces que escribiste desmesurado el 26 de julio del 2013 con el
título de “Prócer y Presidente”: “Le quiero hacer una confesión muy personal. Ya tengo elegido mi
candidato a presidente para el 2015. Ya me convenció. Creo que no hay un argentino mejor que él para que conduzca los
destinos del país y nos lleve por el mejor de los caminos. ¿No me cree? Mire,
yo le voy a poner mi voto de confianza a un compatriota extraordinario que
es lo mejor que produjo estas tierras, tal vez, en toda su historia. ¿Sabe
porque lo quiero votar? Porque tiene las virtudes, los valores y las ideas
de los dirigentes políticos más importantes de nuestro país y porque por su
capacidad y su impronta revolucionaria debería estudiarse en los colegios como uno de los máximos próceres de la
argentinidad y del planeta. ¿No me cree? ¿Le parece que exagero?
Escuche y después me cuenta”
Y
después hacías un resumen: “De
José de San Martín tiene el coraje para pelear por la libertad de los
pueblos y para enfrentar las más grandes dificultades, incluso las que tienen
el tamaño de la cordillera de los Andes. Se siente un hombre libre y quiere que
todos los hombres sean libres. De
Manuel Belgrano tiene la obsesión por la educación, la excelencia
intelectual y la flexibilidad para moverse en todos los terrenos. También es
creador de una nueva bandera de la fe.
De Mariano Moreno tiene la voluntad revolucionaria. La pasión por romper las burocracias del atraso y la apuesta al cambio de las viejas estructuras. De Hipólito Yrigoyen tiene su amor por los más humildes, su lucha eterna para que la tortilla se vuelva, su profunda fe democrática.
De Mariano Moreno tiene la voluntad revolucionaria. La pasión por romper las burocracias del atraso y la apuesta al cambio de las viejas estructuras. De Hipólito Yrigoyen tiene su amor por los más humildes, su lucha eterna para que la tortilla se vuelva, su profunda fe democrática.
De Juan Domingo Perón tiene su habilidad
para conducir, ese liderazgo planetario que lleva a buen puerto porque predica
con el ejemplo. Tiene esa sensibilidad especial y sabiduría popular que se
cosecha con mucho pavimento recorrido. Tiene humor y picardía. Se podría cantar
una marchita que diga: “Por ese gran argentino/ que se supo conquistar/ a la
gran masa del pueblo/ con astucia clerical.
De Evita tiene su amor por los grasitas. Su
opción por los pobres, por los cabecitas negras……..De Arturo Illia tiene la austeridad republicana y franciscana.
Los votos de pobreza, el despojo de todo tipo de vanidad o riqueza frívola. No
vive rodeado de millonarios ni de estrellas mediáticas. …. Francisco fue
forjado por dos matrices que atravesaron y transformaron la historia de nuestro
país. Por el catolicismo y el peronismo. En esas fraguas se formó. En esas
convicciones e ilusiones. En esa fe. Muchas veces me pregunto qué me despierta
tanta admiración en el Papa si yo no soy católico ni peronista aunque a veces
me gustaría serlo. Para tomar lo mejor de ambos. Para tener un oído en el
pueblo y el otro en el evangelio o en la doctrina, como decía Monseñor
Angelelli. Ya sé que no lo puedo votar. Ya sé que no es candidato. Pero es el
espejo que refleja lo mejor de este país. Es el argentino que nos transmite esperanza
y capacidad transformadora. Es el Papa. Tranquilamente
puede ser un presidente y un prócer. Podrán imitarlo, pero igualarlo jamás.
Porque el país no está temblando. Esta latiendo patriotismo, solidaridad y
emoción. Se siente, se siente, Francisco presidente. Y si él no puede ser, que algún argentino que se atreva a recoger su
nombre y lo lleve como bandera a la victoria.”
De toda esta
exageración, hago votos fervorosos para que en el futuro se cumpla tu deseo
Alfredo: “Para tener un oído en el pueblo” y no sigas confundiendo aserrín
con pan rallado.
El periodista
Claudio Díaz, que murió hace unos años, escribió recordando tu pasado más
lejano: “Se lo recuerda como el
ochentoso apologista de la Junta Coordinadora y Alfonsín; el Chupamenem de
revista Gente que entre 1991 y 1993 elogiaba al Rey de Anillaco en sus giras
como enviado especial por el mundo occidental y cristiano; el guapo que en
2003, cuando Kirchner decidió meter mano en la efectiva sanción a tanto
criminal suelto, contó en Página 12 que él en persona, sí, el propio Leuco,
siendo colimba había estado a punto de matar al Cachorro Menéndez, en un
impagable autobombo de soldadito revolucionario que se retobaba en el cuartel
en pleno ’76, hasta diciéndole a un milico que hay un ejército nacional,
sanmartiniano y todo eso…”
Hay
actitudes tuyas Alfredo, que ya no son diferencias políticas sino agachadas a
las que pueden aplicarse el mal uso que hacés en forma intensa de una frase
desdichada: “todo argentino bien nacido”. Es una expresión Lambrosiana, Alfredo. Todos nacemos iguales y
no hay bien y mal nacidos. Pero por un momento me olvido y la tomo como vos la
usás.
Estuviste muchos años en Radio Continental como columnista político de
Fernando Bravo y con Víctor Hugo Morales dejaron de hacer el pase separados por diferencias ideológicas
y personales. Nunca hiciste ninguna
mención a esa situación inamistosa. Pero bastó que pasaras a Radio Mitre del
grupo Clarín para que dieras reportajes descalificando al notable relator
uruguayo en la revista Noticias de Editorial Perfil, o en el programa de
Mariana Mariani, en canal 13, donde trabaja tu hijo y que por casualidad es del grupo Clarín, o mencionándolo
críticamente en la mayoría de las columnas del bisemanario Perfil en donde también por casualidad pasaste
a ironizar sistemáticamente sobre que se
le atribuya la totalidad de los males a Héctor Magnetto. Hay una tendencia a
actuar genuflexamente con los que te contratan, en una sobreactuación que estoy
convencido que nadie te pide. Caminar de
rodillas voluntariamente es considerado por algunos, equivocadamente, como un
ejercicio de libertad.
Sobreactuar la línea editorial
del medio que te contrata, es muy parecido al obrero que se siente más
identificado con su jefe que con sus compañeros.
Todo esto te ha dado puntos para formar
parte de la reunión de consorcio de los lunes en canal 13 con las estrellas del
Canal, de TN y del diario, donde el que actúa como epicentro es el reconvertido Jorge Lanata. Es
un espejo en donde por tus elogios permanentes al ex director de Página 12, te
gusta verte reflejado.
Otra actitud cuya adjetivación
escapa a la línea de esta carta, pero que es fácil imaginar, es cuando
escribiste contra el periodista Eduardo Aliverti que mantuvo una posición
impecable en el doloroso episodio que protagonizó su hijo. Aliverti hizo conocer su posición mediante un editorial en su programa “Marca
de Radio” de una precisión notable.
Llegaste a leer Alfredo, el 26 de septiembre del 2013,
en tu columna habitual entonces en Radio Continental, en el programa conducido
por Fernando Bravo, la nota “Críe
Cuervos”, que luego fue publicada el domingo 29 de septiembre en el
bisemanario Perfil
La misma comenzaba
así: “Críe cuervos. A sus hijos no les exija
nada. No les ponga ningún límite. No sea autoritario ni padre castrador de su
creatividad. Hijos de tigre. Sea compinche, cómplice de sus ocurrencias. Sea
canchero, piola. Vaya a la toma del colegio y apoye la profundización de las
medidas y que también corten las calles. Corra a su hijo por izquierda. Dígale
que no sea pecho frío, que se la juegue. Que no sea reformista. Saque pecho y
cuéntele con orgullo que en su época armaban bombas molotov como si fueran
sándwiches y que los más valientes mataban policías……
Críe cuervos. Comente con sus amigos lo genial y
vanguardista que es su hijo. Confiese que tiene ganas de fumarse un porro con
él. Que el otro día le robó plata de su billetera, pero usted se hizo el boludo
para no hacerlo sentir mal ni frustrarlo. A lo sumo háblelo con su
psicoanalista. O mándele un mensaje por Facebook. Usted sabe que chupa un poco,
tres o cuatro noches por semana, pero que eso es parte de la vida. ¿O vos nunca
te pusiste en pedo? Dedíquele tiempo a su hijo. Ayúdelo para que complete su
posgrado en transgresión. No se quede en el chiquitaje. Ofrézcale cocaína….”
Así sigue la
nota. Son una serie de consideraciones absolutamente opinables y que realizás en el ejercicio de tu libertad.
Hasta llegar a un punto en donde rencores a flor de piel te llevan a un
territorio que parece reñido con la ética y la verdad: “Críe cuervos. Si su hijo atropella, mata y arrastra a un ciclista
durante kilómetros arriba del capó del auto, juegue a fondo. Diga que el
ciclista era un padre de familia que iba bien temprano a trabajar por un lugar
donde no debe transitar y que el muy turro le pegó un tremendo bicicletazo al
auto de su hijo. Si su hijo no podía estar parado y tenía más alcohol en sangre
que un tonel, minimice el hecho, justifíquelo y recurra al manual del buen
padre que le comenté hace un instante. Repita conmigo: ¿Y vos nunca te tomaste
una copita de más?”
Concluye con el siguiente párrafo: “Finalmente,
amigos, sepan que cada padre tiene los hijos que se merece. Críen cuervos.
Pero, por favor, no se quejen el día que les saquen los ojos.”
Otra frase que utilizas con
reiteración es “que del ridículo no se vuelve” Y sin embargo hay un hecho
ridículo del que fuiste protagonista y del cual has vuelto, al punto que hoy
integras la cuadrilla de demolición de Radio Mitre, el periodismo más militante
(a favor de un grupo económico) de la
Argentina que sin embargo se oculta bajo el estandarte del periodismo independiente. Algunos han recogido pudorosamente lo vacío
de esa caracterización y ahora se proclaman “periodismo crítico”
Pasó en el 2010. El entonces
bloguero oficialista Lucas Carrasco estaba enamorado de una chica que trabajaba
con vos. Escribió entonces en algo que a todas luces era una broma y que hasta
el lector menos perceptivo se hubiera dado cuenta: “Hasta
que supe, y esto es imperdonable, que Agustina, que está en el rincón, hablando
con un gil, sí, que trabaja con Leuco. Ese, un gil. Voy a juntar gente, irme a
la puerta de canal 26, hacerle un escrache. Si me la enamoras a Agustina, ay,
dios. Voy a matar a todos. No va a quedar ninguno vivo. Este post servirá de
prueba. Voy a entrar con una metralleta a ese programa. Voy a matar a todos.
Agustina, por dios, sos la mina más linda del mundo, no podes, ok, te entiendo
que no me des bola, por eso, sos la más linda del mundo, en ésa te banco, ahora
bien, convengamos; con ese gil no…..”
Alfredo, es poco creíble que
estuvieras dispuesto a matar a Luciano Benjamín Menéndez, en plena dictadura y
te hayas asustado, en democracia de una broma en forma de amenaza.
En un tono dramático editorializaste en el programa de radio de
Fernando Bravo en radio Continental y en tu programa de televisión “ Le doy mi
palabra” bajo el título de: Amenaza de muerte: “Lamento tener que dar
esta noticia el día de la primavera. Pero
es muy grave y no la puedo dejar pasar. Lucas Carrasco, integrante del aparato
de comunicación kirchnerista me amenazó de muerte y prometió ir con una
metralleta al canal 26 para matarnos a todos. No lo dijo en un
instante de calentura en una discusión callejera. Lo escribió en su blog que
tiene 787 seguidores y que es muy visitado por los sectores juveniles del
oficialismo que lidera Máximo, el hijo del matrimonio presidencial……… Los Kirchner concentran tanto el poder que, en general, suelo
atribuirle a sus órdenes gran parte de los hechos que genera el oficialismo.
Pero esta vez es distinto. Creo que en esto no tienen nada que ver porque como
queda claro, mis compañeros de la tele y yo somos las víctimas de estas
amenazas pero el principal perjudicado es el gobierno nacional. Un alto
funcionario al que consulté me dijo que “Carrasco era un loco suelto, capaz de
hacer cualquier cosa al que no había que darle importancia”. Yo le contesté que
precisamente por eso había que hacer pública su amenaza. Porque es un loco, es
decir alguien poco racional que no se subordina a la disciplina partidaria y
porque “es capaz de hacer cualquier cosa”. Por
lo pronto sin adjetivar ni editorializar, y con la sola intención de actuar en
defensa propia quiero que hable la contundencia de los hechos. Les transmito lo
que leí y lo que voy a reproducir esta noche por televisión en el canal 26 si
es que llego antes que su metralleta.”
Incluso conseguiste la solidaridad
automática de colegas que imprudentemente te acompañaron entusiastamente en el tránsito por el
ridículo.
Cuando en tus editoriales, incursionás en el campo de los pronósticos,
tus aciertos brillan por su ausencia. Por ejemplo: al finalizar el 2008
escribiste: “En el calendario político de la historia argentina,
2008 quedará marcado como el año de la decadencia del imperio kirchneriano.”
También se te ve en una
entrevista televisiva, en el gobierno de la Alianza, afirmando que sin el
FMI no se puede vivir.
Con un lenguaje belicoso que
atribuís sólo a los que te critican, repetís permanentemente expresiones como
“ladriprogresistas”, “pauta dependientes”, “el goebbeliano sistema
propagandístico del gobierno”, y cuando vivía Néstor Kirchner y Cristina ya era
presidente lo denominabas “el jefe de la
jefa de estado”.
En la recordación de los 20 años
del feroz atentado a la AMIA, hubo cuatro actos. Tres de ellos convocados por
los familiares que se alejaron de las instituciones representativas de los
argentinos de origen judío, con fuertes críticas a la complicidad de dirigentes
de las mismas en el encubrimiento de la investigación. Por casualidad, sólo por casualidad, hablaste por segunda vez en el
acto convocado por el establishment de la colectividad.
Ahí pronunciaste un discurso con
el maniqueísmo que te caracteriza. En un tema complejo con múltiples aristas,
apuntaste en forma genérica a todos los gobiernos, diluyendo las distintas
responsabilidades. Apuntaste al memorándum con Irán, imputando al canciller
Timerman del delito de lesa impunidad y sin la menor duda señalaste a Irán como
el que perpetró el atentado. Es posible que haya sido, pero en una
“investigación” donde quedaron procesados el juez Galeano que la realizó y los
fiscales Muller y Barbacchia, donde aún hoy no existe ninguna seguridad sobre
la existencia del coche bomba, con imputados perejiles que luego quedaron en
libertad, donde se le pagó a un imputado, hecho que fue grabado y pasado por
televisión, donde se destruyeron y plantaron pruebas falsas por parte de la
policía y los servicio de inteligencia locales y extranjeros, donde no se
avanza sobre el encubrimiento local, no se descubrió un solo cómplice en el
país y se sabe con certeza lo que se
tramó a 13.778 kilómetros de distancia,
donde el fiscal Nisman que participó y continúo con la investigación impugnada,
recibe indicaciones en reiteradas ocasiones de la Embajada Norteamericana sobre
lo que hay que investigar ( Irán) y lo que hay que relegar, el encubrimiento
local, como quedó reflejado en los wikileaks,
el haber desechado la pista siria
y así hasta el infinito. Mostrando una ubicuidad para nada sorprendente, no
mencionaste el papel desempeñado por el ex Presidente de la AMIA Rubén Beraja,
que irá a juicio oral por el encubrimiento porque era como mentar la soga en la
casa del ahorcado y te perderías una tercera invitación para hablar en el acto.
Llamativo escamoteo en alguien tan valiente que estuvo, según propia confesión,
dispuesto a asesinar, en los años de plomo, al carnicero de Córdoba.
Por si lo olvidaste o no lo
leíste te recuerdo: “Los funcionarios estadounidenses de la embajada le dijeron
a Nisman que se dejara de embromar con la llamada “pista siria” señala el cable
diplomático.....Al advertir el malestar
de los diplomáticos estadounidenses por el pedido de captura de Menem, Nisman
les aseguró que no iba a insistir con sus averiguaciones acerca de la “conexión
local”. Dijo que le había entregado esa investigación al juez Lijo y que de
ahora en más se dedicaría a seguir la recomendación que le habían hecho los
funcionarios de los Estados Unidos. Escribió Wayne ( el embajador): “Nisman
aseguró que ya no tendría ningún rol en ese aspecto del caso (la investigación
de la conexión local) y que continuaría enfocado a descubrir nuevas pistas
y fortalecer las pruebas contra los iraníes” ( Paginas 38 y 39 de ArgenLeaks. Los cables de
Wikileaks sobre La Argentina de la A a la Z de Santiago O`Donnell). A su vez,
del mismo autor en su libro siguiente
“PolitiLeaks” escribió: “Los cables muestran que el gobierno de los Estados
Unidos impulsó y alentó la investigación de los sospechosos iraníes acusados de
haber cometido el atentado que en 1994
mató a 85 personas. Distintos funcionarios estadounidenses mantuvieron
contactos con el fiscal encargado de llevar adelante la investigación, Alberto
Nisman. En esos encuentros, los
estadounidenses dejaron en claro que no dudaban de la culpabilidad de
los iraníes acusados por la fiscalía, e insistieron que Nisman dejara de
lado la “pista siria” y la “conexión
local, por considerar que esas pistas podían debilitar el “caso internacional”
en contra de los acusados iraníes” ( Páginas 259 y 260). Nada de todo
esto te ha hecho por lo menos dudar y tampoco considerar que estas
instrucciones de una potencia extranjera a un Fiscal de la Nación es un delito
de lesa impunidad.
Es que el odio, Alfredo, se
convierte en un par de anteojeras contra el entendimiento.
Siempre repetís casi como una
muletilla que “el periodista tiene que ser el defensor del hombre común y el
fiscal del poder”. Y considerás que sos la expresión acabada de esta
contundente afirmación.
Pero los hechos desmienten tu
relato. Tomemos los últimos años: tu discurso estaba en línea con los intereses
económicos del grupo Prisa propietaria de Radio Continental. Te alineaste con
las patronales del campo, sobreactúas los posicionamiento del grupo Clarín ( lo
que ya es mucho decir) y del bisemanario Perfil, te abrazás con las
instituciones establishment de los argentinos de origen judío. Tenés una rara
capacidad, o sos víctima de la casualidad permanente, el estar siempre del
lado del poder económico y mediático hegemónico. No sos entonces un fiscal sino un defensor y militante de sus intereses,
mientras te envolvés en la bandera del pretendido periodismo independiente. Confundís llamativamente los roles, te ves
como fiscal del poder cuando actúas como su defensor y el hombre común que
mentas, rara vez cuenta con tus servicios.
Dejo aquí porque esto ya se ha
hecho largo y poco aportaría seguir abundando en tu pendiente.
Te aseguro Alfredo que me hubiera
costado imaginar, allá por los primeros años del siglo XXI, cuándo mantuvimos
varias conversaciones telefónicas, que llegarías a los extremos que transitás,
de los cuales la carta a Griesa es tu obra maestra. Arturo Jauretche la hubiera
incluido en su “Manual de zonceras argentinas”. Y como vos decís: “Te doy mi
palabra”
20-07-2014
Por alguna razón, cuyo origen debería explicar la sociología, el Partido Comunista Argentino ha sido cuna de muy pocos revolucionacios pero de muchos y conspicuos miembros de la burguesía (Gelblung es un caso paradigmático). A Leuco, que incluso corta su apellido y usa "nom de bataille" como las pupilas de burdel o los faranduleros (habría que ver a que especie pertenece) le cabe íntegramente el verso lapidario de José Hernández: "muchas cosas pierde el hombre que a veces la vuelve a hallar, pero les quiero enseñar, y es bueno que lo recuerden, si la vergüenza se pierde nunca se vuelve a encontrar"
ResponderEliminarMaestro, me parece que le otorga una importancia superlativa a la degradación moral del personaje. Algo de retraso cognitivo hay, estoy convencido.
ResponderEliminarSalute !
Estimado Sr. Presman:
ResponderEliminarSiempre me paso por su blog para disfrutar de sus opiniones.
Nunca comento, pero hoy siento la obligación de agradecerle este texto.
Con este escrito me he sentido respetada, sé que muchos como yo sentirán lo mismo.
No es fácil por estos días sentirse respetado. Infinitas gracias.
GacheSalgado.
Leuco no merece tanta atención. Pero se merece ésta carta. Certera, clara y concisa. Perfecta. Darío D.
ResponderEliminarExcelente Hugo. Leuco es de los pocos tipos en los medios que parecen realmente repugnantes. Lo unico que le faltaba a Leuco era salir a camara con una remera que diga "Por favor Clarin contratame" no hizo falta la remera porque el mensaje era muy evidente...Leuco es una rata, mercenario adicto al falso presitigio de laburar para las grandes empresas mediaticas.
ResponderEliminarCOMPLETAMENTE DE ACUERDO CON LA IDEA DE DARÍO, NO MERECE ATENCIÓN, PERO MERECE QUE LE ESCRIBAN LA CARTA, QUE POR OTRA PARTE ES EXCELENTE..
ResponderEliminarTIPOS COMO ÉL Y LANATA, APUESTAN A LAS PERSONAS QUE NECESITAN ESCUCHARLOS PORQUE BASAN SU OPOSICIÓN AL GOBIERNO EN UNA AVERSIÓN IRRACIONAL (PALABRAS DE HORACIO VERBITSKY) POR EL PROYECTO NACIONAL EN MARCHA QUE LES IMPIDE RAZONAR.
A.Q.
¿Le habrás dicho esas cosas en persona? Mmm... Creo que todos cometen el mismo error de subirse a los caballos más altos y, por lo que leo, usted señor no es una excepción.
ResponderEliminarCreo que hay un ensañamiento notable con el señor Alfredo Leuco. "En caliente no se hablan las cosas" Sr. Presman. Al parecer había juntado mucho contenido para criticar a Leuco a lo largo de estos años, inclusive en los años anteriores a conversar con él, como repetidamente lo menciona, en la década pasada. ¿Cómo se explica entonces semejante denostación? Creo que poco a poco fue desviando su mirilla concreta sobre el asunto de Griesa para resaltar temas personales.
Hable las cosas con Leuco; aclare los temas. Recuerde que ustedes trabajaron juntos. ¿Cómo usted trabajó con alguien así? Como lo describe usted. Habla mal de usted también. Me recuerda, en cierta manera, a Reinaldo Sietecase.
Con todo respeto, señor. Saludos
Y vos sos el "chupakirchner" de los 00s, Presman.
ResponderEliminarNo entiendo, criticar la ineptitud del gobierno nacional en todas las areas de la administración pública no es ser crítico del poder? La elite política que gobierna el país (con todo lo que eso significa: control de la policía, la gendarmería, el ejército y sus máquinas de guerra, sobre las rutas del país, sobre la electricidad y el agua y los recursos naturales, sobre los impuestos que pagamos, sobre las agencias de espionaje y vigilancia, etc.) no merece ser investigada, vigilada, supervisada y controlada muchísimo más que una empresa privada?
Está mal criticar al gobierno? Está mal investigar sus (des)manejos?
Que yo sepa jamás leí una sola nota crítica al gobierno en el ámbito de "libertad" del periodismo de página 12 o diario registrado... Pura genuflexión a la elite política que domina el país, esa misma genuflexión que usted acusa a Leuco de confundir con libertad.
A lo sumo, usted lo entiende a Leuco: es un esclavo del poder político, incapaz o temeroso de investigar a los funcionarios y políticos, imposibilitado de criticar o disentir.
Cuando usted se dedique al periodismo, y realice esa mirada crítica sobre los funcionarios nacionales (por ejemplo: investigando de dónde proviene su patrimonio. Adelante, lo invito a ser periodista!) Entonces recién habrá demostrado la libertad que usted acusa a Leuco de no poseer. Saludos.