Leyendo
lo que se publica en los medios de la Argentina,
se pueden observar errores inadmisibles y algunos horrores que dejan una herida
profunda en el afecto.
En el campo del “periodismo puro” de
editorial Perfil, los errores son horrores periodísticos. Constituyó un
verdadero papelón el protagonizado por Eduardo Zunino, quien luego de atacar
con innumerables infundios a Víctor Hugo Morales a quien denominó “el relator
del relato”; fue encarado por el conductor de “La
Mañana” de Radio Continental en una reunión
grabada por ambas partes en la que se aprecia claramente que el escriba de
Perfil acepta rectificar algunos de los errores, cosa que nunca sucedió. En “el
periodismo puro”, el reconocimiento de errores no está incluido en sus
principios impolutos. Es recordada la tapa de la revista Noticias en septiembre
del 2005 cuando confundió a Máximo Kirchner con Marcelo Martínez Casas, que
entonces era gerente de asuntos legales de Canal 9, bajo el estentóreo título
de “El misterioso hijo del Presidente”, error grosero que jamás se dignó a
reconocer.
Siguiendo el mismo criterio,
el crítico radial Luis Frontera de la revista “Noticias” en el número del
28 de abril bajo el título “Mañanas con techo” comenta el muy buen programa que
conduce Reynaldo Sietecase. Allí después de apuntar correctamente en el copete el
nombre del conductor agregando: “Con Verónica Castañares, Romina Manguel
y equipo. Radio Vorterix, FM 103,1 Lunes a Viernes 6 a
9 horas”. Luego en el desarrollo de la nota confunde dos veces a Verónica
Castañares con Verónica Rosales. Dice textualmente: “Verónica Rosales, que no
cesa de mejorar por Radio del Plata, acompaña con simpatía”. Más adelante
repite: “Cuenta con la simpatía de Verónica Rosales y, además, con el perfil
frívolo de Manguel…..” Siempre es posible cometer un error, aunque resulte
difícil de aceptar en un crítico profesional como el mencionado. ¿Salva el
error Luis Frontera? ¡De ninguna manera! El “periodismo puro” no reconoce
errores porque posee la infalibilidad papal y el óleo sagrado. Catorce días
después, el 12 de mayo, Frontera, que desconoce los límites a pesar de su
apellido, intenta salvar su equivocación, eso sí, sin reconocerla. Escribe en
una columna lateral bajo el título “PROMESA”: “es posible escuchar a las
figuras de mañana y hacerlo hoy, cuando están en formación y a punto de adquirir
su aspecto definitivo. Y una de ellas es la locutora Verónica Castañares que
empezó a hacerse oír en Del Plata, con Jorge Lanata y que ahora está en Guetap,
Vorterix, FM 103,1 lunes a viernes 6
a 9.”
Como se ve, un camino maltrecho, que desmiente aquella vieja aseveración que:
“Un mal escritor puede ser un buen crítico, de la misma forma que un mal vino
puede llegar a ser un buen vinagre.” Lo descripto es pequeño como anécdota,
pero significativo como criterio periodístico. Recuerda una historia de improbable
comprobación atribuida al viejo diario oligárquico “La
Prensa”, que un día colocó en sus
necrológicas a alguien que no había muerto. El afectado llamó al diario y le
pidió en buenos términos que aclararan que estaba vivo. Desde el medio de los
Gainza Paz le contestaron: “Es nuestra política no rectificar los
errores. Le ofrecemos como alternativa, subsanar el inconveniente colocándolo
en la columna destinada a los nacimientos.”
La falta de correctores atraviesa a
la casi totalidad del periodismo. Señalamos uno grosero en el bisemanario
Perfil con formato de diario. En una columna de opinión titulada “Nacional y
Popular S.A” escrita por Pablo Marchetti el domingo 29-04-2012, Página 14, se
puede leer: “Durante los 90, hubo una publicidad en la que un chico le
preguntaba a un adulto (no recuerdo si era su padre o su abuelo) qué
significaba YPF. El adulto en cuestión le hablaba sobre la grandeza de José
Luís Fangio y luego le respondía al chico: “YPF es Ya Pasó Fangio”. Es
una nota escrita con seriedad del ex referente de la ácida revista humorística
“Barcelona”. Es casi como decir que “El Capital” lo escribió Roberto Marx,
nuestro Padre de la
Patria es Alberto de San Martín, el morocho
del Abasto “que cada día canta mejor” es Diego Gardel, y nuestro máximo ídolo
futbolístico es Juan Manuel Maradona.
Es la misma editorial, que cuando
lanzó al mercado un periódico de un amarillo profundo denominado “Libre”, que
después de un año salió de circulación, su director Darío Gallo escribió: “ El
título no es mío, es de José de San Martín. El prócer hablaba claro con su
gente. Sin vueltas. En un parte de guerra escribió esas cuatro palabras, que
decían mucho entonces y también ahora. Cualquier explicación debilita la frase.
Si hubiese dicho Desnudos, pero en libertad, no hubiese sido lo mismo. En
pelotas, pero libres es como pararse sobre el chiquitaje de la vida y gritar
para que escuchen todos. En pelotas pero libres no admite agachadas. A este
diario que sale hoy a la cancha, la frase de San Martín le sienta muy bien. En Libre
subrayamos cada uno de los términos que escribió el General y le damos forma.
En Libre vas a respirar libertad…..En Libre vas a encontrar notas
que te conmuevan, fotos que te deslumbren o títulos que te hagan sonreír… En Libre
prometemos periodismo sin regalarte anzuelos. Es nuestro compromiso. En
síntesis: en pelotas, pero libres”.
Un caso típico de la editorial de
Fontevecchia: grandes títulos sin desarrollo en sus contenidos, pretendida
pureza que desmienten diariamente, solemnidad, engolamientos y citas para posar
de cultos.
CORRIGIENDO A OSVALDO BAYER
En una charla erudita y minuciosa
que Osvaldo Bayer pronunció con el título de “1890-2012, historia del Primero
de Mayo en la
Argentina, de los anarquistas a los
piqueteros’, afirmó: “En 1946 fue elegido presidente Juan Domingo Perón y la
mutación fue profunda. Por primera vez, fue el presidente quien iba al Primero
de Mayo. En 1947 el acto se efectuó en Plaza de Mayo. Perón y Evita salieron al
balcón. Se perdió el carácter internacional y no se escucharon los cantos
obreros ni la
Internacional, sino que la música estuvo a
cargo de compositores criollos. Habló el secretario general de la
Central General de Trabajadores (CGT), Evita
y Perón. A los comunistas, socialistas y anarquistas se les permitió realizar
manifestaciones lejos del centro de la Ciudad
de Buenos Aires, y también el día anterior al Primero de Mayo. Los actos se
modificaron totalmente. Perón jamás se refirió a los Mártires de Chicago,
sino que se dirigía sólo a los obreros argentinos y desde un prisma
nacionalista y de apoyo a los sindicatos adeptos a él. Con el tiempo, se
reconocieron sólo los sindicatos asociados a la CGT,
la que fue reconocida por el Ministerio del Trabajo. El sindicalismo pasó a ser
peronista. Quedó como Día del Trabajo y no de los Trabajadores, y
definitivamente feriado”,
La memoria le ha fallado al autor de
“La
Patagonia Rebelde”. En el discurso del 1º de
Mayo de 1951, en la histórica Plaza, donde anunció la entrega del diario “La
Prensa” a la CGT,
Perón expresó: “Hace ya muchos años, en Chicago, en un 1° de mayo como este,
eran ahorcados por una justicia de clase enceguecida, un grupo de trabajadores
que sólo reclamaban más pan para sus hijos y justicia para sus hermanos. El
justicialismo argentino rinde hoy homenaje a su recuerdo habiendo destruido
aquí la explotación capitalista e instaurado la justicia social por la que
ellos murieron.
……..Por eso, también hoy, primero de
mayo, quiero anunciarles que el diario "La
Prensa", expropiado por disposición del
Congreso Nacional, será entregado a los trabajadores en la forma que ellos
indiquen”.
EL MACRISMO Y HERMAN SCHILLER
En la Revista “Noticias” del 19
de octubre de 2011, se le hace un reportaje a Carlos Ares, por entonces
director del mensuario “La
Maga” y contratado para crear la red de medios del
macrismo, en donde responde a la pregunta: “Como formador de periodistas
¿siente que hoy prevalece una mirada despectiva hacia la profesión?, contesta:
“Es lo más grave que está pasando. El desprecio por el periodismo. Pero este
tipo de generalizaciones siempre favorece a alguien. Son deliberadas. Y esta
guerra sucia se inicia desde el poder. Porque el buen periodismo siempre
cuestiona el poder. Si no lo cuestiona y lo difunde, hace propaganda. Tiene que
cuestionarlo aún cuando haga las cosas bien. Porque hacer las cosas bien es su
obligación. No hay por qué estar alabándolo. Y el periodista, en esta guerra de
poderes (que incluye también a los grandes medios) no tiene otra defensa que
hacer bien su trabajo…” Herman Shiller hace lo que Carlos Ares propone como
periodista y al parecer niega como funcionario, porque ha cesado su relación de
más de una década con la Radio
de la Ciudad. Es
bueno recordar un párrafo de su editorial del último número de La Maga: “Por otra parte, aún
cuando desde La Maga
se ha considerado como deliberada y ajena la “guerra” iniciada desde el poder y
sus medios serviles contra otros sectores del periodismo profesional, La Maga ya había sido apuntada
como blanco para ser atacado y hostigado. Y mucho más lo hubiera sido si
su director está a cargo además de los medios de la Ciudad. La función
pública pone a prueba la ilusión de los que no tienen ninguna experiencia
anterior, ni llegan desde una militancia política. Se corre, en ese sentido, un
riesgo enorme porque las trayectorias, los años de trabajo, quedan a merced de
los eternos siniestros del sistema que no quieren interferencias que puedan
afectar sus privilegios, sus subsidios, sus prebendas, ni permiten cambios en
lo que consideran propio desde hace años. Pero no es eso lo peor, la
maledicencia, el prejuicio, el insulto, todo lo que a veces transporta la
cloaca en red, no es tan grave cuando uno sabe quién es, que hizo y que hará. A
cierta edad, no atreverse, no comprometerse, no intentarlo, dejaría un regusto
amargo y constante aún más penoso. Así es que me llevo La Maga conmigo. Su estilo, su
dignidad, su decencia. Y con ella, ustedes. Voy a tratar de reconstruir un
espacio similar, el de mayor libertad posible. Nadie, ningún otro medio, ha
podido superar a La Maga
en eso. Los colaboradores, los entrevistados, los lectores, pueden dar fe de
que ha sido así. Y será, así. Porque La
Maga no cierra, suspende su salida hasta que un relámpago, en
medio de una tormenta feroz, alumbre su tercera vida”.
UN DOLOROSO CONFLICTO
Caminaron juntos durante muchos
años. Se alabaron y apoyaron mutuamente. La librería de las Madres que dirige
Hebe de Bonafini se llamaba “Osvaldo Bayer”. La crítica fundamentalista de
Bayer, muy típica de su posición anarquista de que mientras haya villas miseria
no habrá democracia, enojó a Hebe quien fiel a su historia, con sus más y sus
menos, ve la vida en tajantes blancos y negros. Luego Osvaldo agregó: “Y
Hebe llevó a la perdición a las Madres cuando las hizo oficialistas”. Hebe
respondió con un texto virulento y en muchos aspectos absolutamente injusto:
“Alrededor de 1920 nació un niño con una carita media rarita, parecía un
monito. El niño creció, estudió, se hizo periodista y por estas cosas de la
vida llegaron los peronistas. Y el niñito se volvió un monito, con cara de
monito. Y empezó a crecer el peronismo, a darles a los trabajadores, a que
tengamos jubilación, a que tengamos trabajo. Y el monito se volvió gorila. ¡Gorila,
gorila! No soportaba que los pobres tuviéramos todo eso. Cuando vino la
dictadura, el monito huyó despavorido y se fue a Europa. Cuando pasó la
dictadura volvió pensando que ahora ya no había más necesidad de ser ni monito,
ni gorila, y que íbamos a estar todos fantásticos en la izquierdosa manera de
pensar de algunos. Y ¿qué pasó? Volvió el peronismo. ¡Dios mío! El gorila
volvió a nacer. Y no solo gorila, le crecieron pelos y dientes. Y con los
dientes empezó a morder a diestra y siniestra porque no se banca este gran
gorila al peronismo. Y empezó a morder a las Madres, y a mordernos fuerte. Lo
que pasa es que se va a romper los dientes contra la pared y contra las Madres,
que somos como un muro.
Él seguirá siendo gorila porque es
de una clase que no soporta a los pobres, y las Madres seguiremos estando con
los pobres, que es nuestra clase, a la que hemos defendido siempre. Colorín,
colorado, este cuento ha terminado”.
Es cierto que Bayer pertenece a esa
izquierda para la cual el peronismo es incomprensible y adopta posturas
que terminan muchas veces colocándolo en el campo del gorilismo. En eso también
coincidió con Hebe durante muchos años. Se lo puede
criticar políticamente, pero no es justo ensañarse con la persona que
siempre ha mantenido una línea de notable coherencia. Y mucho menos como lo
hace el cuentito.
Es falsa la imputación de cobarde,
cuando fue Bayer quien desenmascaró la complicidad del ejército, con nombres y
apellidos, en los asesinatos de los obreros patagónicos. Desde el exilio luchó
tenazmente contra la dictadura establishment –militar.
Son dos historias de diferente
dimensión, pero la de ambos, Bonafini y Bayer, absolutamente reivindicables en
la lucha contra los asesinos de los años de plomo.
La posición de Hebe, su defensa
incondicional del gobierno, está sujeta a los elogios y críticas de toda
actitud política. Y la de Bayer criticándola, está dentro del más estricto
juego democrático.
Los dos están en la octava década de
sus vidas. Es bueno tener pasión juvenil, cuando hace muchas décadas que se ha
abandonado tal condición, pero sería sensato que le agregaran la comprensión de
los muchos años de lucha que ambos acumulan.
POSDATA
Los periodistas que se convocaron bajo la consigna de “Queremos preguntar” con el director de orquesta Jorge Lanata, confundieron su solicitud de conferencias de prensa con la posibilidad de preguntar que algunos de ellos hacen habitualmente en sus reportajes. Llamativamente identificaron conocer, con acceso a la información oficial. Entre los presentes figuraban algunos que censuraban durante la dictadura, como Joaquín Morales Solá según la denuncia que hizo el recientemente fallecido humorista Caloi. Otros como Alfredo Leuco, ejercitaron una desmesura tipo Carrió, cuando editorializaron con las estrofas del himno: libertad, libertad, libertad.
Una cosa es solicitar la realización
de conferencias de prensa, reclamo atendible, y muy otra es montar un grotesco
televisivo.
Primo hermano de esta situación son
los menemistas que se pasan al macrismo. Adrián Menem afirmó: “Mauricio Macri
representa los valores de Evita y de Juan Perón y lo está demostrando con las
transformaciones que está haciendo en Buenos Aires a favor de los vecinos”.
20-05-2012
Todos los derechos reservados. Hugo
Presman. Para publicar citar fuente.
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