29 abril 2016

DEL DÓLAR FUTURO A LAS LEBAC




                                  
Mientras se judicializa las operaciones de dólar futuro, el gobierno de Mauricio Macri, ante el silencio casi generalizado del periodismo oficialista, el mismo que se autocalifica de independiente y profesional, se sumerge en el festival de las Lebac, las letras del Banco Central.
Puede cuestionarse, criticarse políticamente las decisiones de ambos gobiernos, el de Cristina Fernández y el de Mauricio Macri, pero las decisiones económicas no deben ser dirimidas en el poder judicial, salvo que las mismas hayan beneficiados a los involucrados en las decisiones.
El presidente del Banco Central del gobierno de Cristina Fernández Alejandro Vanoli intentó dar seguridades  que no se produciría  una devaluación importante antes y después del 10 de diciembre por lo que realizó operaciones de dólar futuro con  pequeñas variaciones al final de cada mes, recurso económico que instrumentan todos los gobiernos. Se lo puede criticar acusándolo de ingenuo, de subestimar el atraso del tipo de cambio, que Macri se contradijo al respecto durante la campaña. Lo cierto es que el que devaluó fue Adolfo Prat Gay, Ministro de Hacienda de Mauricio Macri, hasta alcanzar un pico del 60% para bajar posteriormente a un nivel de alrededor del 50%.
 Eso originó una significativa pérdida para el Estado que según el actual gobierno alcanzó a los 70.000 millones de pesos. El tema se pone vidrioso cuando el secretario de Coordinación Interministerial del gobierno de Mauricio Macri, Mario Quintana siendo  director de Farmcity y CEO del Fondo Pegasus, compró US$ 11.480.000 de dólares a futuro. Y luego como funcionario a tres días de haber asumido intervino en el precio a cobrar. Es decir que tomó decisiones que lo involucraban directamente.   
 En efecto, en declaraciones al Juez Claudio Bonadío, el Gerente General de ROFEX ( Mercado a Término de Rosario), Diego Germán Fernández, declaró que  hubo una reunión que se llevó a cabo "el domingo 13 de diciembre de 2015 en el Ministerio de Economía". "En esta última reunión (...) se acordó que si ROFEX declaraba la emergencia y realizaba una corrección de precios, el mercado podía ser normalizado y obviamente el BCRA iba a honrar sus obligaciones"
Los asistentes fueron, según Fernández, Mario Quintana y Luis Caputo. "Las  autoridades de la nación sostenían que el mercado podía quedar bloqueado en forma indefinida, que se iba a armar una comisión investigadora para ver las operaciones y que se iban a impugnar las operaciones al menos del período de septiembre a diciembre”. Lograron como efecto positivo aumentar el piso entre 1,25 y 1,50.

 Está claro que esto achicó  un poco el monto a pagar, pero fue realizado por un funcionario con intereses claros en la operación de la que debió excusarse, apenas uno de los varios funcionarios oficialistas que aparecen en las lista de compradores. Se comprende el entusiasmo de La Nación y del grupo  Clarín por devaluar, acorde con la cobertura mediática que brindan,  cuando se ha revelado que el primero compró  4.000.000 de dólares  y el segundo a través de Cablevisión,  11.000.000  de dólares.
Actualmente el gobierno y sin prácticamente ninguna difusión, está cargando sobre el futuro una erogación mucho  más significativa que lo que le cuesta al Estado el monto de los dólares a futuro. El funcionamiento es el siguiente: los economistas neoliberales recogen sobre la inflación la teoría monetarista que encuentra la causa excluyente de la misma a la emisión monetaria. La necesidad de la emisión surge del déficit fiscal. Como el gobierno ha cercenado una parte de la recaudación favoreciendo a los sectores concentrados de la economía reduciendo o eliminando las retenciones, tiene menos ingresos, y los  ha intentado compensar con la reducción del 50 % de los subsidios,  lo que ha originado  brutales  tarifazos por lo que se ha visto impelido  a compensar en forma más que precaria a los sectores de menores recursos  a los que se les devuelve mediante la extensión de la asignación universal por hijo a los monotributistas, un reintegro bonsái del iva, un sexto de lo expropiado a la sociedad por las medidas del ajuste que deja al Rodrigazo en un angelical cuento de Heidi.
Como el déficit  ha bajado muy poco   y hubo que emitir adicionalmente  para pagar el resultado desfavorable de las operaciones de dólares a futuro, que se compensan en pesos, el paso siguiente consiste, en la pretendida batalla contra la inflación,  en absorber parte de lo emitido y secar en algún porcentaje la plaza,   para lo que se emite deuda mediante las letras  del Banco Central que pagan una tasa del 38 %. Los bancos reciben el dinero de  los plazos fijos de sus clientes por los que pagan alrededor del 27% anual y con ese dinero compran LEBAC a 35 días  cobrando el equivalente al 38 o 40% anual.  Por un simple pase sin riesgo ganan entre  11 y 13 puntos. La bola de nieve del endeudamiento del estado a través de la LEBAC, alcanzará rápidamente una cifra de rendimiento cercana a los 175 mil millones de pesos, dos veces y media superior a las operaciones de futuro.
Pero cuando haya que reintegrar esa gigantesca cifra, habrá que hacer trabajar la Casa de la Moneda a triple turno, y esa masa monetaria puede volcarse hacia el dólar, completando exitosamente la maniobra especulativa. Todo esto es inspiración y ejecución del presidente del Banco Central, el procesado Federico Adolfo Sturzenegger.
El periodista y licenciado en economía, Marcelo Zlotogwiazda, uno de los pocos que se ha ocupado del tema escribió en la revista Veintitrés: “…Desde que asumió el gobierno el stock de Lebac se duplicó hasta superar los 500.000 millones de pesos, con buena parte de los vencimientos concentrados a los 35 días, que es el menor plazo disponible. Semejante stock de Lebac devengando una tasa de interés promedio de alrededor del 35%, implica que sólo para cubrir el rendimiento, el Banco Central debería emitir 175.000 millones de pesos anuales o incrementar la colocación de letras en esa magnitud. Si cubre con emisión anula el objetivo de neutralizar o esterilizar la emisión monetaria. Si apela a aumentar la colocación de Lebac, alimenta una bola de nieve que ya es gigantesca”
Como el gobierno ha levantado todas las restricciones a la entrada de capitales golondrinas, eliminando el encaje del 30 % y el plazo de un año que debían permanecer obligatoriamente  en el país, los capitales pueden traer dólares, venderlos, invertir en LEBAC, cobrar en 35 días la diferencia de alrededor de 10 puntos en dólares.  El procedimiento se facilita porque el gobierno ante el desborde inflacionario que   ha  triplicado  en algún caso   el crecimiento de los precios del 10 de diciembre,  intentará anclar el dólar para no incentivar la inflación. Esto coincide con los ingresos de los dólares de la venta de la cosecha en los próximos tres meses, lo que fortificará las reservas  mientras los capitales  golondrinas volverán a  comprar los dólares con los pesos de la venta de las LEBAC y ganar una tasa imposible de encontrar en ningún otro lugar del planeta.
El mundo financiero tiene un júbilo comprensible. Los medios dominantes y el gobierno afirman que entramos al mundo. Paul Singer y Obama se muestran satisfechos y colman de elogios a Mauricio Macri.
El otro lado de esta euforia es una recesión que se profundiza y la desocupación que crece.
La tasa de interés de las LEBAC, vuelve imposible el acceso del crédito para actividades productivas.
Para entender lo que está sucediendo es preciso intentar definir el modelo que se intenta implementar.
El macrismo es una mezcla en proporciones variables del modelo de economía agro-exportadora, del de rentabilidad financiera y con un envoltorio que contiene algunas  pizquitas de desarrollismo, fundamentalmente en las proyectadas obras públicas.
El plan DADA está entrando en la cuarta etapa. Ya concretó la Devaluación y el Ajuste, empieza con el prólogo de la tercera etapa que es  contraer DEUDA y luego viene la Apertura de la economía indiscriminada.       
Ante un panorama  tan decepcionante, parece apropiado recordar la desesperanzadora frase que el escritor Andrés Rivera pone en boca de Castelli, el mejor orador de la Revolución de Mayo: “Si ves al futuro, dile que no venga”
26-04-2016    



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26 abril 2016

REPORTAJE A ADRIÁN STOPPELMAN


El viernes 22 de abril se subió a EL TREN,  el humorista Adrián Stoppelman. Un viaje con opiniones sólidas sobre la realidad, mezclado con las dosis necesarias de humor. Una canción sobre Mauricio Macri, una descripción deliciosa sobre las Pascuas Judías, las participaciones de los oyentes. Previamente una columna de opinión sobre el odio. Las imputaciones a Susana Trimarco y Milagro Sala. ¿Por qué permanecen cerradas las piscinas en las obras de las jujeñas? ¿Por qué  se le sacan los terrenos entregados en comodato a Trimarco para la construcción de viviendas sociales para las mujeres rescatadas de la trata?  Postales que se entroncan con lo que el odio y la revancha dejaron inconclusas y abandonadas,  dos hospitales que terminaron siendo el Albergue Warnes luego demolido y el Elefante Blanco que sobrevive como alojamiento infrahumano.
¿Se lo va a perder?  Al final del viaje un ministro de  Mauricio Macri le ofrece constituir una empresa off-shore en algún paraíso fiscal. Pero si no es impaciente, espere que pronto podrá hacerlo en la Ciudad de Buenos Aires, convertida en guarida fiscal 
 


24 abril 2016

REPORTAJE AL EMPRESARIO RUBÉN MANUSOVICH


El lunes 18 de abril se subió a EL TREN, el empresario de Fedecamaras Rubén Manusovich. Un recorrido por los avatares y peligros de la pequeña y mediana empresa. Los que no forman parte del Círculo Rojo.
Un viaje por la micro y macro economía. Súbase que lo llevamos.



EL TREN: UNA VOZ DIFERENTE PARA ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y DISCUTIR

23 abril 2016

Te la debo”



Por Sandra Russo
Página 12  16-04-2016
Melisa Bogarin, de 30 años, era madre de una beba de apenas más de un año. Trabajaba en el área de Comunicación del Programa Prohuerta de Las Breñas, en Chaco. Según reportó el diario Chaco Hoy, las tareas de Comunicación que ejercía Melisa desde hacía más de ocho años no consistían, como podría sobreentenderse, en redactar gacetillas ni lograr difusión en los medios, sino en la comunicación interna del Programa, que depende del INTA y trabaja con sectores de alta vulnerabilidad en la autoproducción de alimentos. Dada la diversidad de los destinatarios del Prohuerta –agricultores familiares muchas veces con problemas para la subsistencia diaria, poblaciones rurales alejadas de centros urbanos, comunidades originarias–, Melisa trabajaba enseñando que la comunicación era, para esos ciudadanos, una herramienta para expresar sus luchas y sus expectativas. Trabajaba para que fueran ellos sus propios comunicadores.
Melisa y su marido, Germán, se habían sentido muy afortunados en 2015, porque habían salido sorteados en el Pro-Cre.Ar. Eran, junto a su beba, una joven pareja constituida en familia, con trabajo y con el proyecto de la casa propia. En cuatro meses todo se derrumbó. A Germán lo despidieron de la Secretaría de Agricultura Familiar. Al Pro.Cre.Ar, se sabe, le quedó sólo el nombre. Melisa tenía un contrato precarizado extendido la última vez por tres meses. La estabilidad de la familia tambaleaba, porque a los miles de despidos ya ejecutados se les suman en el imaginario colectivo los otros miles que están por llegar. El martes 12 Melisa formó parte de una asamblea de trabajadores en el Chaco. Se presentó, comenzó a hablar de sus miedos y cayó desvanecida. Murió un rato después. Esa es otra forma de opresión. La opresión en el pecho de Melisa.
Un día antes, el lunes 11, la gobernadora María Eugenia Vidal visitó Bahía Blanca. Allí la recibió una protesta de auxiliares docentes nucleados en Soeme (Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación). Le reclamaban por lo que había ocurrido un par de días antes en Mar Del Plata, donde una auxiliar docente de la escuela especial 506, Yolanda Mercedes, de sesenta años, también con muchos años de antigüedad, fue a cobrar su magro sueldo de 6000 pesos, y sufrió un infarto letal cuando advirtió que por una quita inexistente de colaboración, le habían descontado casi todo: en su cuenta bancaria había depositados sólo 40 pesos.

Ese caso tuvo cauce judicial. El gremio hizo la denuncia en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo N1, a cargo de Luis Arias. Se hizo lugar al reclamo de Soeme y se dispuso la devolución de los descuentos indiscriminados aplicados sobre los auxiliares docentes. El gremio presentó además una denuncia penal contra la gobernadora por “homicidio culposo” en una comisaría marplatense. La protesta en Bahía Blanca, en cambio, el cauce que tuvo fueron los gases y los palos. La ciudad vivió una tarde de intensa represión, de la que Vidal huyó rápidamente. Los medios se callaron, como callan vergonzosamente cada día.
Este jueves, tras un acto en Lavallol, el presidente Macri fue consultado sobre ese caso, el de la mujer a la que arbitrariamente le habían dejado 40 pesos de los 6000 de su sueldo, en un “error de carga” sin retorno, porque ese saldo inexplicable se llevó su vida. Macri se va superando sorprendentemente en la gelidez social que siente. En la desconexión. Aun cuando amague, como esta semana, con retomar la imagen de hombre sensible que explotó durante la campaña, diciendo que “los despidos nos duelen a todos”, lo traicionan sus lapsus. Acto seguido pronunció el “mínimo, mínimo” esfuerzo que está haciendo para que “todos estemos mejor”.
En Lavalloll su respuesta, en esa clave gélida, dejó a todos precisamente helados. “Te la debo, no estoy en tema”, fue la respuesta. Macri no sabía nada sobre esa mujer que murió después de un descuento mal hecho. Y eso que por la muerte de esa mujer su gobernadora fue denunciada penalmente. No sabía. No estaba en tema. No cuesta nada creerle esa respuesta. Con todo su blindaje emocional, esa respuesta es más creíble que el “siempre, siempre” que le decía a una mujer pobre que en la campaña le pedía “Pero acordate de nosotros”. “Siempre, siempre”. Así ganó. Haciéndose el que estaba en tema. Visitando casas humildes para sus spots, y fingiendo que los temas de los humildes serían los suyos.
Sería inútil preguntarle si sabe quién fue Melisa Bogarin. Sería inútil intentar transmitirle qué cielo raso puede caerse sobre el alma de alguien que ve cómo en cuatro meses sus herramientas para la felicidad sencilla que había construido iban siendo eliminadas una por una. Es absolutamente cierto eso de “Te la debo”. No es una muletilla inocente. Cada una de las políticas aplicadas hasta ahora por el macrismo es una deuda interna que no será Macri quien saldará. No sabe cómo hacerlo, no le interesa, no está en tema.
En el mundo en el que nos metió este gobierno nunca se saldarán cierto tipo de deudas con el pueblo. Más allá de los casos extremos de Melisa, de la auxiliar docente de Mar del Plata –el jueves falleció otro trabajador despedido de la Biblioteca Nacional, luego reincorporado cuando se enteraron que estaba recién operado del corazón–, hace cuatro meses que los sectores populares, bajos y medios, han sido inyectados con una dosis incalculable de infelicidad. No habrá pago de deuda, de esa deuda, porque no está en la naturaleza política de Macri reparar lo que no sabe, ni está en su agenda, ni le importa, ni lo conmueve.
Del apretado y nutricio contenido del discurso de Cristina Kirchner en su regreso, vale aquí subrayar la resignificación de la noción de libertad. No es una idea nueva, es más bien una idea sepultada y rescatada ahora del pozo de escombros neoliberales de sentido. Ellos hablan catatónicmente de la libertad del dinero. Lo que debe circular no son las personas, es el dinero. Lo que debe preservarse no es la vida, es el dinero. Tal como hoy está el mundo bajo el control de las finanzas, es hora de hablar de la libertad de pensar, de comer, de amar, de vivir, de expresarse, en fin, las libertades que garantizan las leyes. Este dispositivo acelerado de poder no se detiene en los cuerpos ni en los espíritus de los otros, encaramado en un miriñaque de odio, sembrado de excusas y mitologías que expían su opresión o aplastamiento. Desde allí abajo tendremos que arrancar. No de la libertad de vivir dignamente. Retrocedimos casilleros. Hay que ocuparse colectivamente de la libertad de vivir en libertad.