22 abril 2015

   DISCUSIONES RETARDADAS


El sistema tributario lleva décadas de una regresividad conocida. Es una materia pendiente que el gobierno no quiso, no supo  o no pudo encarar. Es cierto que es una ingenuidad suponer que un gobierno puede hacer todo lo que quiere. Se necesita una relación de fuerzas que hagan posible la viabilidad de una iniciativa. Posiblemente el momento óptimo fue el  2011 cuando Cristina Fernández obtuvo el 54% de los votos y sobre todo una diferencia inédita respecto del segundo y el tercero que sumados no llegaban al 30%.  Sistema basado en un impuesto indirecto como el IVA; en impuestos de fácil recaudación como el de los débitos y créditos bancarios; con zonas tributarias semi liberadas como la minería, el juego y la renta financiera. Con un impuesto progresivo, directo y teóricamente justo como el de ganancias que las infinitas resoluciones y parches lo han transformado en un laberinto donde hasta transitan con incomodidad los expertos, y un impuesto a los bienes personales que alcanza apenas a 900.000 contribuyentes, los únicos que tienen bienes superiores a 35.000 dólares
Con todas estas taras, que de ninguna manera agota la larga lista de inequidades, es dable afirmar que con el incremento en los últimos años de los derechos de exportación e importación ha atenuado en un porcentaje insuficiente la regresividad tributaria.


Este sistema es intrincado, imposible de abordar, que deja aún al contribuyente de buena fe en una situación siempre cercana a una posible irregularidad. Inclusive convierte en tarea ciclópea el control de los inspectores. Hubo períodos de un promedio de dos resoluciones de la AFIP diarias, con una redacción que convierte a los contadores públicos en verdaderos descifradores de un lenguaje encriptado, donde en muchos casos los considerandos entran en contradicción con la parte resolutiva y que lleva a profesionales con más de cuatro décadas de ejercicio de la profesión a dudar de su comprensión de textos.  Las constantes modificaciones llevan a que una resolución puede hacer referencia a otras resoluciones que a su vez remitan a incisos de otras leyes, en un juego de muñecas rusas que parecen una versión berreta  de “Rayuela” de Julio Cortazar.
Este absurdo dispara una cadena infinita de situaciones que Ionesco nunca imaginó. Mientras en el mundo se lucha contra el desempleo, la flexibilización laboral, la extensión de la jornada laboral, la expulsión de las familias de sus casas afectadas por hipotecas impagables que no concluye con la entrega de la propiedad sino que sin ella la deuda sigue vigente, en la Argentina, con aumentos salariales convenidos en paritarias, con desempleo bajo y con informalidad alta, con sueldos promedio exiguos pero compensados parcialmente con servicios subsidiados, aunque restringidos territorialmente, que llevan a la tarifa de los trenes, la electricidad, el gas, a un abaratamiento que no tiene parangón en el mundo ; con tercerización laboral aún elevada y con una informalidad cercana al 35%, pero con un amplio consumo interno que ha relativizado el impacto de la crisis creciente en clientes importantes del país y disminución del crecimiento chino: con todo eso se ha promovido una huelga para obtener un aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. Mirado desde buena parte de ese  mundo afectado por otros problemas, el planteo resulta incomprensible. En esa caravana de desatinos, el sindicalista Luis Barrionuevo, que se pavoneaba del indudable éxito del paro y que se autotitula representante de los empleados gastronómicos, fue su sector (restaurantes, bares y confiterías), el que trabajó a pleno. No sólo eso: el propio establecimiento que se le atribuye, estuvo abierto.
Y sin embargo, más allá que el número de trabajadores alcanzado por las retenciones del Impuesto a las Ganancias ronda alrededor del 10 al 12% de los formalizados (que se reducirían considerablemente al considerar a los informales), eso no quita, si es justo, y lo es, que no sea considerado.
En materia impositiva, el retraso en la actualización del mínimo no imponible y de las deducciones, y el de las escalas para el cálculo del impuesto para determinar si alguien pasa a tributar el que grava a los Bienes Personales, hace recordar una aseveración de los últimos años del socialismo real: el Estado hacía como que pagaba y los empleados hacían como que trabajaban.
Las escalas para el cálculo de ganancias no se actualizan desde el año 2000; con una inflación que en 15 años supera en un cálculo optimista el 735%, fácil es entender que con el mismo sueldo actualizado alguien que no pagaba ganancias hace 15 años y hoy lo paga, se está cometiendo una arbitrariedad. Debe establecerse un nivel lógico a partir del cual se pague el impuesto a los “altos ingresos” (como debería denominarse el actual impuesto a las ganancias para la cuarta categoría) que podría fijarse en alrededor de $35.000, con deducciones adecuadas y una escala articulada con escalones amplios, más una actualización anual del mínimo no imponible y las deducciones en función al aumento promedio de las paritarias. Los ingresos que superen un determinado nivel establecido con racionalidad, no pueden ser exceptuados porque si no se cometería una arbitrariedad respecto a los pequeños comerciantes o profesionales.                    
El último aumento  en materia de  mínimo no imponible y deducciones en  agosto del 2013, ha  llevado la irracionalidad a un nivel paroxístico. Cuando publiqué mi análisis de la resolución AFIP (en el semanario “Miradas al Sur” del 11 al 17 de mayo del 2014), varios colegas me preguntaron si estaba seguro de lo que afirmaba, ya que resultaba difícil convencerse de semejante desatino normativo. Es que el meridiano del 31 de agosto deja a aquellos trabajadores y jubilados que a esa fecha ganaban menos de $15.000 brutos, totalmente exceptuados de la retención de ganancias cualquiera sea la cifra que ganaran posteriormente. Hasta que este absurdo se modifique, se presentan situaciones absurdas y patéticas, tales como que dos personas que hoy ganen el mismo sueldo, por ejemplo 30.000, uno tributa y otro no, conforme a si tenían ingresos brutos al 31 de agosto del 2013 superiores o inferiores a $15.000.-
Hay deducciones en el impuesto a las ganancias en donde el monto ha sufrido el deterioro del tiempo y la inflación. Así la deducción  por gastos de sepelios asciende a $996,23. El mismo importe es admitido como seguro de vida. La deducción por hijo quedó fijada en $8.640. Importes todos computables por el ejercicio anual.
Por todo ello no es sorprendente  que la cuarta categoría contribuya al presupuesto nacional con un poco más de cincuenta mil millones de pesos.
A todo lo señalado, se suma en materia previsional una situación altamente injusta: las  asignaciones familiares que cobran las personas en relación de dependencia es necesario que se universalicen y que no estén sujetas al monto de la remuneración cobrada. Así, lo abonado en concepto de asignación por hijo está condicionado a la siguiente escala desde septiembre del 2013: sueldos entre $ $2.000 y $4.800 cobran $460 mensuales; sueldos entre  $4.801 y $6.000  cobran $320; y entre $  6.001 y $ 7.800 reciben $200; entre $ 7.801 y $30.000 perciben $110. Los que superan los $30.000 no cobran nada. Por otra parte, la percepción de ingresos por todo concepto de un importe superior a $15.000 por parte de al menos uno de los integrantes del grupo familiar, excluye del cobro de asignaciones familiares al grupo familiar completo, lo que acentúa la inequidad.  
 COMPENSACIONES
Hasta tanto se aborde una solución integral al sistema tributario, la compensación de la disminución de ingresos que acarree una situación más equitativa para la cuarta categoría en donde también entran las jubilaciones cobradas superiores a $15.000, puede concretarse con trámite parlamentario:
      A)     Impuesto a la herencia suprimido en 1976 y restablecido en la provincia de Buenos Aires
b   B)      Estatización del juego, fuente de enormes ingresos que es sencillo de administrar evitando las trapisondas y evasiones de los actuales concesionarios y su accionar “non sancto” de corrupción de la política. El ex ministro de economía Martín Lousteau estimó que lo que recauda el juego en la Argentina es el equivalente aproximado a todos los subsidios que recibe el transporte y la electricidad.
c    C)  Incremento de la presión tributaria sobre la minería, más allá del bill de indemnidad otorgado a partir de 1994. Establecer una escala progresiva sobre las utilidades de las grandes empresas que hoy se congela en el 35%, con prescindencia si el ente jurídico gane cuarenta o cuatrocientos millones.
d    D)  La AFIP dispone de una base de datos notable que si decide utilizarla integralmente incrementaría varias veces el número de contribuyentes del año 2013 por el Impuesto a los Bienes Personales congelado en  900.000 personas. Pero para que ello sea equitativo, la cifra a partir del cual se es alcanzado debe multiplicarse varias veces. La última actualización es del año 2008 que lo llevó a $305.000 equivalente al cambio de entonces a 98.705 dólares. Hoy eso se redujo alrededor de 35.000 dólares. Considerar que el llamado impuesto a la riqueza alcanza a todos aquellos que posean un activo de 35.000 dólares es una broma. Y esa broma produce una sonora carcajada al suponer que sólo hay en la Argentina 900.000 personas que tienen bienes superiores a  la irrisoria cifra de 35.000 dólares. Por todo ello hay aquí una fuente de ingresos de una amplitud difícil de dimensionar y que sólo necesita de una firme  decisión política.  
e     E)    Impuesto a los departamentos y casas desocupados por más de seis meses.

f      F)  Impuesto extraordinario con una escala progresiva a las utilidades de los bancos.

g     G) Impuesto a la transferencia de acciones que cotizan en bolsa. Hoy sólo tributan todas aquellas empresas que no se encuentran operando en ese ámbito.

)      H)  Extender la obligación del impuesto a las ganancias al poder judicial, como efecto simbólico y equitativo, mucho más que por su significación recaudatoria.   
ESTRUCTURA TRIBUTARIA
ENERO 2014 A ENERO 2015
 EN MILES
 PORCENTAJE
IVA
251.156
28
Aportes y contribuciones
236.501
27
Ganancias
189.464
21
Debitos y créditos Bancarios
58.133
7
Derechos de exportación
56.496
6
Derechos de importación
23.892
3
Bienes Personales
8.834
1
Otros
58.980
7

883.456
100

Según el especialista Jorge Gaggero, la presión tributaria ha pasado del 18% en la convertibilidad a 32% en la actualidad.
DISCUSIONES RETARDADAS


La sintonía fina en materia de distribución del ingreso pasa por una profunda reforma impositiva basada en los impuestos directos y una disminución en los indirectos en la recaudación total. Con estabilidad y permanencia de la legislación tributaria.



Se ha perdido mucho tiempo. Posiblemente a este gobierno le queda remover las situaciones más insostenibles e irritantes. Será un nuevo parche en un neumático que no admite que se siga buscando la solución en la gomería cuando es necesario cambiar la cubierta, tarea de los fabricantes: responsabilidad de los poderes ejecutivo y legislativo. El tema tiene que entrar en la agenda. Muchos (en términos relativos muy pocos), echarán el resto para que toda siga como está porque los que más ganan y tienen, son comparativamente los que menos tributan.
   
10-04-2015



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1 comentario:

  1. Estimado Presman

    Primero: El gobierno prefiere “cazar en el zoológico” es decir buscar cobrarle impuestos a quienes no pueden escaparse y tienen una muy escasa capacidad de hacerle daño más allá que con alguna huelga o corte de rutas. No se anima a ir a recaudar en la jungla porque ahí hay bichos más fuertes y feroces. Dice usted mismo: “Por todo ello no es sorprendente que la cuarta categoría contribuya al presupuesto nacional con un poco más de cincuenta mil millones de pesos.

    “Sistema basado en un impuesto indirecto como el IVA; en impuestos de fácil recaudación como el de los débitos y créditos bancarios (y “Ganancias a la cuarta categoría”); con zonas tributarias semi liberadas como la minería, el juego y la renta financiera.” Y con exenciones escandalosas para otras empresas

    “Un impuesto a los bienes personales que alcanza apenas a 900.000 contribuyentes, los únicos que tienen bienes superiores a 35.000 dólares” ... pero que con ese piso haría pasible a cualquier familia de clase media que tuviese un departamento (escriturado por su precio real) y un automóvil.

    “Con sueldos promedio exiguos pero compensados parcialmente con servicios subsidiados, aunque restringidos territorialmente, que llevan a la tarifa de los trenes, la electricidad, el gas, a un abaratamiento que no tiene parangón en el mundo” para quienes viven en el territorio subsidiado… dejando a millones de argentinos afeura.

    “Con todo eso se ha promovido una huelga para obtener un aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. Mirado desde buena parte de ese mundo afectado por otros problemas, el planteo resulta incomprensible. En esa caravana de desatinos”… a ver, si debería ser de $35.000 y está en casi un tercio ¿Qué tiene de desatino exigir la actualización racional que el gobierno niega? Cito a usted mismo “Debe establecerse un nivel lógico … alrededor de $35.000.- Hoy se paga desde $12.500 de salario de bolsillo.

    “El último aumento en materia de mínimo no imponible y deducciones en agosto del 2013, ha llevado la irracionalidad a un nivel paroxístico. “

    “Y sin embargo, más allá que el número de trabajadores alcanzado por las retenciones del Impuesto a las Ganancias ronda alrededor del 10 al 12% de los formalizados (que se reducirían considerablemente al considerar a los informales”… y a los ingresos de los informales: Industriales y ayoristas que alimentan a los manteros y a otros tipos de venta ilegal, por ejemplo.

    “Con un impuesto progresivo, directo y teóricamente justo como el de ganancias eso no quita, si es justo, y lo es, que no sea considerado. “

    Bien, vamos con un ejemplo: Millones de argentinos no tienen “servicios subsidiados”, los pagan más caros de los que viven en los grandes centros urbanos.

    Quienes viven fuera de los grandes centros urbanos no tienen acceso a educación superior o universitaria y si quieren que sus hijos estudien deben pagar alojamiento, comida y transporte. ¿Cómo se hace esto? Fácil diría cualquier persona sensata, trabajando más. Pero en la insensatez actual si se trabaja más el “impuesto a las ganancias” se lleva toda la diferencia, dado que las deducciones por estudios no existen y las que corresponden por hijo son ridículas. Bien señala Usted que la deducción por hijo quedó fijada en $8.640

    ¿Sigue sosteniendo que es justo?

    Saludos cordiales

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