30 marzo 2014

                                  El 14 de Marzo viajó en El Tren, el docente y periodista Raúl Isman




                               El 27 de Marzo se subió a El Tren el politólogo y periodista Nicolás Tereschuk

26 marzo 2014

        DIOS LOS CRÍA Y EL KIRCHNERISMO …

“Gracias muchachos por la llamada. La paso muy bien con ustedes” afirmó el periodista y escritor que maneja con solvencia la ironía.
“¡Gracias viejo!” contestó el ingenioso periodista conductor del programa radial que detenta un humor de estudiantina secundaria.
Este diálogo amable y hasta empalagoso hubiera sido difícil de imaginar en los primeros años de los noventa.
Ambos jugaban de invitados en el programa “Hora Clave”, el histórico programa de Mariano Grondona, que posaba por entonces de “renovado” y equidistante, llevando su falso equilibrio al paroxismo de sentar  en un programa como interlocutores válidos a un torturador y un torturado.    
Uno era un progresista, director de un original diario de centro izquierda llamado Página 12. El otro
había dejado provisoriamente sus dos profesiones y era embajador en la UNESCO del gobierno de Carlos Menem a quien defendía  y defiende con el entusiasmo de una juventud que ha dejado atrás.
El diplomático, con su estilo acartonado, ridiculizaba al periodista y lo ponía incómodo preguntándole por la costosa campera que exhibía, mientras ironizaba sobre sus denuncias.











Jorge Lanata no lo olvidó. Por eso cuando en el 2004 tuvo que prologar el libro “Vale Todo. Biografía no autorizada de Daniel Hadad”, de dos periodistas que por entonces le eran muy cercanos como Romina Manguel y Javier Romero escribió:  “Daniel Hadad, Raúl Moneta, Bernardo Neustad, Gerardo Sofovich, Jorge Asís, fueron los Astiz del menemismo: los miembros de  los grupos de tareas que tuvieron a su cargo el trabajo sucio dentro de los medios….”


Hace unos años, en su visitado  portal “Jorge Asís Digital” denunció a Boudou,  dos años antes que lo tomara el empleado mejor pago de Clarín. Se trataba  del caso Ciccone que Lanata propulsó cuando debutó en Radio Mitre.
Extraña paradoja. El gobierno de Carlos Menem los enfrentó y el poderoso ego de ambos hizo el resto. Jorge Asís era un proscripto de Clarín desde que publicara “El diario La Argentina”, historia novelada de las internas del diario, de sus dueños y directivos jerárquicos. Jorge Lanata se había ido, según su testimonio, de Página 12 en 1994,  porque lo había comprado Clarín.
El kirchnerismo le permitió acortar distancias y colocarse en la misma vereda. Hasta Clarín indultó a Asís debido que su acérrima animadversión al kirchnerismo le era funcional,  y para librar su guerra contra el gobierno contrató a su antiguo denunciante.
Ahora los tres, Lanata, Asís y Clarín viven un romance.
Asís  elogia las denuncias de Lanata.
El showman,  intercambia elogios con el que fue un brevísimo Secretario de Cultura de Carlos Menem. 


Volvamos al inicio. El escenario es Radio Mitre. El programa “Lanata sin Filtro”. Ahí al periodista militante, cambiado física e ideológicamente con relación al de dos décadas atrás, junto a su equipo, podría caberle lo que en el 2004 el conductor radial decía de Asís, en forma ligera y distorsionada, cambiando ahora el destinatario,  (Menem por el medio hegemónico): “Los Astiz del Clarín”, “…los miembros de  los grupos de tareas que tuvieron a su cargo el trabajo sucio dentro de los medios….”
El viernes 8 de marzo se dio el diálogo que encabeza esta nota y no es la primera vez:  
“Gracias muchachos por la llamada. La paso muy bien con ustedes” afirmó Jorge Asís; “¡Gracias viejo!” contestó Jorge Lanata conductor del programa radial que detenta un humor de estudiantina secundaria.
Y fueron a la tanda publicitaria.
Demostrando aquél viejo dicho popular: Dios los cría ….y en este caso el kirchnerismo los amontona.   


19-03-2014

25 marzo 2014

Recordando los 38 años del nefasto 24 de marzo de 1976, se subió a EL TREN, el Dr. Ricardo Gil Lavedra. Un apasionante viaje con los recuerdos de la conformación del Tribunal que juzgó a las primeras tres primeras juntas militares, los entretelones, los temores, los testimonios desgarradores, los levantamientos militares. Se desvelan algunos secretos: ¿Quién determinó que los testimonios que se pasaban por televisión se emitieran sin sonido? ¿Por qué se llevaron las grabaciones del juicio a Noruega? Y sobre el final, el tema del Anteproyecto de Código Penal, del cual, uno de sus redactores fue nuestro invitado.

VIAJE SEGURO. VIAJE EN EL TREN. PERIODISMO IMPURO. AM 770 RADIO COOPERATIVA. LUNES A VIERNES DE 19 A 20 HORAS   



                       

24 marzo 2014

Hoy, 24 de Marzo de 2014, el periodista Hugo Soríani publico en Pagina 12 estas cuatro historias, tan ilustrativas de los tiempos de noche y niebla. Considero las mismas de imprescindible lectura. Por eso este blog, las comparte con sus lectores. Las fotografías fueron agregadas al texto original
        38 años
Final del formulario
                                                               Por Hugo Soriani

 

 Lata

Las celdas de la prisión militar de Magdalena no tienen inodoro, ni lavabo, ni nada. Sólo una cama de hierro contra la pared del fondo.
Tampoco hay mesa ni silla. Apenas una cama sin colchón, porque los guardias los entregan a las nueve de la noche y los retiran a las seis de la mañana, cuando comienza el día. Hay que sentarse en el suelo que, además, varios meses al año está mojado, porque la humedad inunda esa zona baja, donde la prisión militar fue construida.
Los presos políticos están encerrados en esas celdas las veinticuatro horas del día y, aunque se les niegue su condición, son seres humanos que entre otras cosas necesitan hacer pis y caca. Cuando les vienen ganas, tienen que gritar desde la celda para que el guardia venga, les abra la puerta y los lleve al baño, que está en un extremo del pabellón.
Pero por más que los gritos perforen las paredes, los guardias no vienen. Nunca vienen. Abren la celda solamente cuando ellos lo deciden, dos veces por día, para pasar un plato de comida, o cuando algún oficial del Ejército viene a interrogar y amenazar a los presos. Ir al baño es un derecho que no está contemplado en el reglamento. Luego de muchos reclamos, peleas y gestiones de sus familiares, las autoridades del penal deciden darles a los presos el derecho a tener en la celda una lata de leche Nido vacía para hacer sus necesidades.
Los presos políticos ya no tendrán que gritar para ir al baño, ni sufrirán más retorcijones, ni constipaciones. Cuando tengan ganas, sólo deberán tomar la lata y sentarse en cuclillas apuntando a su interior, al terminar la cierran y listo. Luego esperarán a vaciarla en el baño, cuando les abran la celda para darles la comida, si es que el guardián los autoriza, claro.
Es la felicidad completa, pueden cagar cuando quieran. Ahora hay que conseguir un frasco o lo que sea porque, como cualquiera sabe, es imposible hacer caca sin hacer pis al mismo tiempo.
Pero ésas son demasiadas demandas y deberán arreglarse sólo con la lata. “Los subversivos son enemigos con mucha imaginación, que inventen la manera”, dictamina el teniente coronel Romero, director de la cárcel.


Juanito
Patricia se trepa a la cama cucheta de su celda para mirar por la pequeña ventana que da a la calle Bermúdez. Sus ojos apuntan a la cuadra de enfrente y a los patios de esas casas bajas, en el tranquilo barrio que rodea el penal de Villa Devoto, pero sus oídos están atentos a los ruidos del pabellón. Sabe que si un guardia la descubre mirando por la ventana será sancionada con semanas de calabozo, y ella no se quiere perder detalle de la vida de Juanito.
Juanito, así lo bautizó, es un bebé que juega con su mamá en uno de esos patios de la casa de enfrente. Juanito toma la teta y desde su celda Patricia puede ver su sonrisa, o escuchar sus berreos cuando está enojado o tiene hambre.
Así pasa algunas mañanas y muchas tardes, trepada a su cama cucheta, mientras Juanito crece y con los años cambia sus hábitos y sus juegos.
Patricia sufre durante esos años varios cambios de celda, y un par de veces pierde de vista a Juanito.
Además de extrañar el olor a lluvia, a café, el cielo, el sol y la luz del día. Además de extrañar la música, los besos de su compañero, los libros, los diarios y el dulce de leche, Patricia extraña a Juanito.
Cuando no puede ver ese patio, espera ansiosa la mudanza que la devuelva a su lugar de tía imaginaria. Y un día Juanito va al colegio, y otro ya lleva el guardapolvo blanco y la mochila, y otro toma la primera comunión, y otras tardes de otros años Juanito festeja su cumpleaños con amigos del barrio y la escuela.
Todo eso mira Patricia, que de verdad se siente tía, desde la ventana de su celda.
Hasta que en noviembre del ’83 un guardia grita su nombre y sale en libertad, diez años después de que la detuvieran y nueve años después del día en que nació Juanito.
Sus familiares la esperan en la calle y hay muchos abrazos que la asfixian. Cuando se desprende de ellos, y sin decirle nada a nadie, cruza la calle y toca el timbre de la casa de Juanito para contarle todo a su mamá. La señora tiene casi la misma edad que ella y también la abraza fuerte cuando termina el relato.
Hoy, casi treinta años después, Juanito, que en realidad se llama Nicolás, sigue festejando su cumpleaños en la misma casa de la calle Bermúdez. La tía Patricia es la que siempre se encarga de hacerle la torta y ayudarlo a apagar las velitas.
La Negra
Hace cuatro años que Viviana Beguán, La Negra, vive en la celda 90 del tercer piso de la planta 5, en el penal de Villa Devoto. Pero en septiembre de 1977 esos años, de pronto, se multiplican.
Stella, una compañera, recibe la visita de sus tres hijas. A través del vidrio del locutorio, las niñas le cuentan que luego del asesinato de su padre, el Piky Pujol, ellas se habían quedado viviendo con otra compañera, Alejandra Renou, y un matrimonio mayor que tenía una hija presa. Alejandra fue secuestrada junto al matrimonio, y ellas tres abandonadas en la casa por los militares luego del allanamiento. Las niñas tienen cuatro, diez y doce años.
Viviana Beguán presiente lo peor y pide algunos detalles que llegan en la próxima visita. Los ojos azules de su papá, las pecas de su mamá y el inconfundible tono cordobés de ambos no dejan lugar a dudas. Viviana llora el secuestro de sus padres en el hombro de Nora Savoy, su compañera de celda.
Pasan seis años hasta que la Negra Beguán sale en libertad condicional. La Negra sale a buscar los rastros de sus padres desaparecidos y viaja a Santa Fe para hablar con las niñas, que ya son adolescentes.
Viviana les hace mil preguntas y arma el rompecabezas. Por los datos conseguidos, la casa estaba pasando el Riachuelo, cerca de una plaza, a dos cuadras de una avenida. El número de la dirección empezaba con uno, dice la más grande, y la casa era baja y no tenía rejas porque se escapaban por ella para jugar en la calle, completa la menor. Con un mapa desplegado frente a ellas, sus tres guías se esfuerzan y la orientan. Marcan una, dos, tres calles posibles y la Negra empieza a recorrerlas todos los fines de semana, junto a su pareja de entonces, Juan Martín Guevara, el hermano del Che. Camina la calle al cien, pero más camina las cuadras al mil o al mil quinientos, porque allí llegaba la vía.
Hasta que una mañana Viviana se para frente a una puerta y le dice a Juan Martín, “es ésta”. Viviana mira hacia arriba y dice de nuevo: “No hay dudas, es ésta”. Allá arriba, en la terraza, asoman los geranios que amaba su mamá. Viviana tiembla, pero consigue apuntar y sacar una foto. Cuando la ven, las niñas confirman: es ésa la casa, es ésa.
Al día siguiente la Negra y Juan Martin vuelven. La casa está desocupada desde hace años, “desde que hicieron un operativo y se llevaron a la gente que vivía acá”, dice un vecino. Otro les abre la puerta de la casa de al lado y los dos saltan el muro que las separa. Entran.
Ahí, en el piso, aún hay algunos diarios del 77 bajo la puerta, boletas de impuestos, una camisa de su papá y el documento de su mamá tirado en el medio del parquet, levantado por el agua de una vieja filtración.
Años después, la Negra supo que sus padres fueron fusilados en Campo de Mayo, luego de ser ferozmente torturados.
Viviana nunca pudo vivir en esa casa de Avellaneda, sacó de allí algunas pocas pertenencias y la planta de geranios que amaba su madre ahora ilumina el patio de su casa. “La voy cuidando todos los años –cuenta Viviana–, y siempre florece en primavera.”

Los chicos
Lo cuenta Angela Urondo Raboy, en la página noventa y uno de su imprescindible libro ¿Quién te creés que sos?.

“El 12 de junio de 1976, Josefina, que tenía cinco años, fue secuestrada con su mamá, su hermanita y una compañera de militancia de la mamá, que se encontraba con sus dos hijitos bebés. Un episodio muy violento, con tantos chicos. En el D2 (de Mendoza) fue privada, como todos los demás, de comida, agua, dignidad. La llevaron a la sala de torturas, donde fue desvestida y manoseada sexualmente bajo una luz intensa, para que su padre (Jorge Vargas, que estaba secuestrado y todavía continúa desaparecido) la viera sometida, desde la oscuridad. En otra oportunidad la condujeron a la terminal de ómnibus, donde los policías le pidieron que señalara si conocía algún ‘tío’. Ella debe haber sido consciente de la gravedad de la situación, porque al volver a la celda con su madre solamente pedía perdón, como si se sintiese responsable de lo ocurrido. Luego de unos días fue liberada y devuelta a sus abuelos. Dos meses después, Josefina murió de un disparo que se dio ella misma con un revólver que encontró en una mesa de luz.”

23 marzo 2014

El jueves 20 de marzo ascendió a EL TREN, en la estación AM  770, el padre Eduardo de la Serna, coordinador del Grupo de los Curas de la Opción por los Pobres en la Argentina. Una mirada distinta, de un religioso en la línea del padre  Carlos Mugica. Hay otra iglesia, que actúa donde Jesús hubiera predicado. Un viaje de 60 minutos. Su experiencia de 18 meses en Colombia. Cuando Ud. descienda del trayecto, tendrá más ganas aún de seguir recibiendo esta voz potente. Sea o no creyente, no escucharlo es pecado
                                         

21 marzo 2014


El 18-03-2014, se subió a  EL TREN, en Radio Cooperativa, en AM 770, Jorge Shussheim, músico, autor, libretista, humorista, periodista y publicista argentino.
Escuche sus  declaraciones explosivas sobre el gobierno, los medios oficiales, su enconado enfrentamiento con el periodista Pepe Eliaschev, sólo un pequeño adelanto de un recorrido de una hora con mucha pólvora. Perdérselo es un pecado que ni siquiera el Papa Francisco perdonaría.    


19 marzo 2014

TRANSFORMACIONES




El Cardenal Jorge Bergoglio no tenía la sonrisa fácil. El Papa Francisco desborda de alegría. El hombre que mostraba simpatía por la oposición en la Argentina, amigo de Gabriela Michetti y Elisa Carrió, cercano al largo lockout patronal agrario, recibió a la Presidenta de la Nación por tercera vez y aconseja a sus  visitantes argentinos: “Cuiden a Cristina”. El joven Jorge Mario, que ingresó a a la Compañía fundada por San Ignacio de Loyola los 21 años en marzo de 1958, reconoce tres mujeres que marcaron su vida: la abuela paterna Rosa que le enseñó a rezar, sobre la cual Marcelo Larraquy en su libro “Recen por él”, escribió:  “El 11 de septiembre de 1929 llegó a la Argentina procedente de su país Italia y descendió a tierra, en pleno verano, con un tapado de piel que escondía en su interior todos los ahorros familiares”; su madre que le enseñó a gustar de la ópera; y su jefa en el laboratorio de uno de sus trabajos previos a su vocación sacerdotal, Ester Ballestrino de Careaga, una de las primeras Madres de Plaza de Mayo desaparecidas.
El hombre que nació el 17 de diciembre de 1936, hincha de San Lorenzo y admirador de Jorge Luis Borges, que realizó una cruzada opositora contra el matrimonio igualitario mientras era jefe de la Conferencia Episcopal y Arzobispo de Buenos Aires, ahora declara: ¿ Quién soy yo para juzgar un gay? Su figura en la Argentina estuvo atravesada por facetas contradictorias: la vida austera típica de los jesuitas, sus viajes en subte, su apoyo a los curas villeros, la denuncia de los prostíbulos y talleres clandestinos, y actitudes que lo colocaban en el banquillo de los acusados en la desaparición de los curas Francisco Jalics  y Orlando Yorio, en octubre de 1976, durante la dictadura establishment- militar. Ahora la directora italiana Liliana Cavani está filmando “La lista de Bergoglio”, una versión argentina de  “La lista de Shindler”, donde se sostiene que más de cien personas fueron salvadas por el actual Papa.
Había también algunos hechos que revelaban gestos de sensibilidad social de una figura con aristas contrastantes. El tradicional lavado de pies de Semana Santa, lo sacó de la Catedral y lo realizó en diferentes lugares. El primer año lavó y besó los pies de doce enfermos de sida en el hospital Muñiz. Al año siguiente la ceremonia la trasladó a la cárcel de Villa Devoto y en el tercer año al hogar San José que aloja a ciudadanos sin techo. Y así siguió cada año, en un lugar similar al que hubiera optado Jesús.
El sermón del tedeum del 25 de mayo, una práctica medieval que debería eliminarse, provocó un corto circuito  con el gobierno kirchnerista que pareció  definitivo y que llevó a que nunca más el mismo se celebrara en Buenos Aires. Ahí Bergoglio habló de la corrupción, los anuncios amplificados, muchos incumplidos y el exhibicionismo.
Evangelina Himitian en su libro “Francisco. El Papa de la gente” recuerda otros tedeums: “Delante de Carlos Menem habló de los que sirven una mesa para pocos”. Con Fernando de la Rúa: “Sobre los que actúan como un cortejo fúnebre en el que todos consuelan a los deudos, pero nadie levanta al muerto.”   
Transformaciones. La historia con su sorprendente imprevisibilidad. A los 76 años, Bergoglio preparaba su retiro. Pensaba alojarse en el hogar de sacerdotes ancianos de Flores, un barrio muy cercano a sus ilusiones juveniles. Su poder político en nuestro país se había debilitado, había perdido protagonismo después de quince años de intensa labor pastoral y política.
Pero sucedió un hecho imprevisto: la renuncia del Papa Ratzinger, un hecho que no ocurría desde hacía 598 años. Benedicto XVI estaba abrumado por los problemas de un clero en franco declive y con serios problemas por la corrupción y la pedofilia en la Curia Romana, convertida en una especie de Nomemklatura religiosa que según el periodista italiano Gianluigi Nuzzi es un grupo de poder que intenta mantener contento al Papa, manteniendo su propio poder”        
En su última homilía antes de viajar a Roma para participar del Cónclave para elegir al nuevo Papa, el 13 de febrero, el escepticismo general sobre sus posibilidades quedó reflejado en que había un solo periodista en la Catedral. Y que no se creía candidato lo demuestra que dejó escrita su homilía de Semana Santa.
En su “campaña electoral” de esos días sobre los que se asentaría su actual alegría, seguramente habrá expresado un  discurso que convenció, a más de los dos tercios de sus colegas luego de cinco elecciones: “Evangelizar supone celo apostólico. Evangelizar supone en la Iglesia la parresía de salir de sí misma. La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no sólo geográficas, sino también a las periferias existenciales: las del misterio del pecado, la del dolor, la de la injusticia, la de la ignorancia y prescindencia religiosa, la del pensamiento, las de todas las miserias.”
Coherente con este relato, sobre los divorciados, muy lejos de condenarlos afirma ahora: “ debemos acompañar a los que fracasan en su matrimonio, siempre con la misericordia y ternura que comanda el Evangelio de Cristo”
Esto está en la línea de sus discursos para seducir a los votantes del Cónclave: “Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene en autorreferencial y entonces enferma….En el Apocalipsis Jesús dice que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que golpea desde fuera la puerta para entrar….Pero yo pienso en las veces en que Jesús golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia autorreferencial pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.” 
Para la política argentina, el Vaticano se ha convertido en una versión siglo XXI de la mítica Puerta de Hierro que albergó a Juan Perón en su prolongado exilio español.
Su influencia sobre el escenario político es incuestionable, tanto en sus aspectos positivos como en los negativos. Entre los primeros, el haber dejado de lado las rispideces que caracterizaron su relación con el gobierno en la década kirchnerista y ser un soporte de la gobernabilidad de Cristina Fernández. Entre lo negativo, que los aires renovadores de una iglesia que intentará dar posiblemente un giro importante como fue el recordado Concilio Vaticano II, mantiene hacia su país de origen un conservadorismo profundo manifestado en las regresivas modificaciones realizadas al proyecto original del Código Civil, con media sanción parlamentaria, que invalida muchos de los avances realizados por el gobierno.  
En sus  actitudes hay mucho del peronismo que aprendió en sus simpatías juveniles en Guardia de Hierro; y en sus gestos hay emulación de lo que le permitió al kirchnerismo pasar de su esmirriado 22% de origen a cifras cercanas o superiores al 50%.
Su ascenso ha despertado expectativas justificadas mundiales como su oportuna intervención impidiendo la invasión de EE.UU y sus aliados  a Siria, que se acrecientan  en nuestro país, lo que  ha provocado un derrame de adjetivaciones superlativas y exageradas de los que encuentran que cubriéndose con su sotana habrán de potenciar sus posicionamientos políticos.                    
La Argentina conoce de transformaciones sorprendentes. Néstor Kirchner, Presidente de la Nación propulsó y concretó  políticas  diferentes y aún opuestas  a las que pregonó e instrumentó cuando fue Gobernador de Santa Cruz. Un camino similar al de Jorge Bergoglio convertido en Francisco.
El sociólogo Fortunato Malimacci sostuvo al respecto: “La primera etapa fue ganar credibilidad, quizás más afuera que adentro, y Francisco lo hizo. Ahora hay que ver en quiénes se apoya. Es alguien que lee lo que pasa en el momento, ahora tiene una gran presencia en América Latina, y en EE.UU y Europa, donde está todo corrido a la derecha, los católicos se movilizan contra el matrimonio igualitario y el aborto pero no lo hacen por la paz, la justicia y los inmigrantes. Su presencia es continuidad de los mandatos anteriores pero presentados de otra manera. Él mismo lo dice todos los días”   

Cristina Fernández dejó correctamente en situación desairada a soldados incondicionales acostumbrados a repetir consignas en lugar de crearlas y por lo tanto  no comprendieron el viraje que significaba un Papa argentino. El Cristinismo, pragmáticamente, desandó el camino y manifestó una alegría por su proclamación que sus primeros gestos desmentían y Francisco olvidó antiguas confrontaciones y adoptó una posición favorable.
Su intervención al Banco del Vaticano conocido como Instituto para las Obras de Religión (IOR), sus discursos populares, la separación de sacerdotes involucrados en delitos aberrantes, su decisión de no vivir en los aposentos papales sino en la residencia de Santa Marta, marcan un giro auspicioso con relación a los papados anteriores.
Se entiende por qué Bergoglio tiene un semblante que desmiente categóricamente  lo que su sucesor, el cardenal Mario Poli le dijo: “En Buenos Aires tenías una cara de velorio bárbara”. Su alegría desbordante es fruto de que pasó de ser un jubilado inminente, a una figura mundial de un poder simbólico enorme, desde ese 13 de marzo del 2013, cuando apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro convertido en el Papa numero 266. Y el gen peronista que pervive en él, disfruta de ese ejercicio.
Sin embargo conviene ser prudente. Los ditirambos exagerados son el equivalente a los aplaudidores acríticos del gobierno.  Como afirma la sabiduría popular: “Al rengo sólo se lo conoce cuando camina.” 
17-03-2014


16 marzo 2014

Se subieron a EL TREN, el 13 de marzo dos jóvenes sub-30, una licenciada en letras Natalí Incaminato y  un estudiante de derecho Rayen Nazareno Castro, con amplio manejo de las nuevas tecnologías referidas a las redes sociales. Todo lo que Ud. quería saber sobre el tema, en un viaje corto- apenas 60 minutos- en los cómodos asientos de un tren que cambió de horario, de 19 a 20 horas y extendió su recorrido de lunes a viernes.
Una conversación entretenida, que no puede dejar de escuchar.


13 marzo 2014


SE SUBIÓ A EL TREN EL MARTES 11 DE MARZO EL PERIODISTA Y AUTOR TEATRAL RADICADO EN LOS EE.UU:
                                                    MARIO DIAMENT.
DECLARACIONES EXPLOSIVAS SOBRE EL PERONISMO, LA LEY DE MEDIOS, LA VIDA EN LOS EE.UU  Y…….HAY QUE ESCUCHAR  TODO EL PROGRAMA
TRES DE SUS OBRAS SE ENCUENTRAN ACTUALMENTE EN CARTELERA: “CITA A CIEGAS”;  “TIERRA DEL FUEGO”  Y “GUAYAQUIL”

                               

11 marzo 2014

Salió La Tecl@ Eñe Nº 62 - Marzo- Abril de 2014

Amig@s, Lector@s y Colaborador@s: Salió el número 62 de La Tecl@ Eñe - Revista de Cultura y Política. Una edición con mucho material para reflxionar y debatir sobre las cuestiones político-culturales que acontecen en el país.
Es importante informar que por problemas experimentados con el servidor Wix,hemos tenido que publicar una versión auxiliar con esta dirección:
Pero avisamos, también, que en los próximos días, la revista volverá a su dirección original.

Saludos a tod@s. Y gracias a los colaborador@s!
Conrado Yasenza -Editor-Director de La Tecl@ Eñe
Escriben en este número
·         Ricardo Rouvier
·         Rubén Dri
·         Oscar Steimberg
·         Raúl Lemos
·         Hugo Presman
·         Susana Ramus
·         Sebastián Lalaurette
·         Hugo Biondi
·         Horacio Marmurek
·         Jorge Halperín
·         Rodolfo Braceli
·         Eugenia Akopian
·         Miguel Grinberg
·         Alejandra Cebrelli
·         Edgardo Form
·         José María Pallaoro
·         Estela Calvo
·         Julio Rudman
·         Vicente Zito Lema
·         Sebastián Olaso
·         Flavio Crescenzi
·         Rubén Liggera
·         Conrado Yasenza
·         Laura Gesberg
·         Alberto Ramponelli
·         Julián Axat
·         Osvaldo D. Vigna
·         Ronaldo Wright
·         Jorge Garaventa




Conrado Yasenza