21 septiembre 2012

MESA DE PERIODISTAS

 Que alcance real tienen los cacerolazos
Mesa de Periodistas con Gabriel Fernandez, Hugo Presman y Daniel Glancszpigel 19-09-2012

1 comentario:

  1. Creo que hoy la clase media argentina, tanto la porteña como la federal, tiene su sueño partido. El ahorro es la base del sueño de la clase media. La posibilidad de que mediante la privación presente se alcance un futuro soñado.
    En mi caso particular, venimos ahorrando hace años con mi esposa para comprarnos una casa. Y justamente como vivimos en la Argentina, necesitamos ahorrar en una moneda que no se deprecie, sino no llegamos más a nuestra casa. Es que hace años que se observa mucha inflación. Muy elocuente. Entonces necesitamos una moneda de ahorro que sea más fuerte que el Peso. Lamentablemente es así. Guste o no.
    No queremos especular, ni invertir, sólo que nos dejen ahorrar de forma segura para comprar nuestra casa, que no es poca cosa. Elegimos ahorrar. Necesitamos ahorrar. Para eso precisamos comprar por lo menos U$S 500 mensuales con el remanente de nuestros sueldos. O con algunas privaciones, si se prefiere, pero la meta es alentadora.
    Sin embargo, ya no podemos. Laburamos en blanco, todo legal, pero no podemos.
    Ojo, tampoco podemos -por otros motivos claro- pagar los intereses altísimos de los hipotecarios (20% anual?: una fortuna). Ni queremos pagar tres veces el valor de nuestra casa. Tampoco nos prestan todo lo que necesitamos. Por eso ahorramos.
    Con el esquema actual, el Gobierno ha roto nuestro sueño (desde marzo no podemos comprar dólares). No vemos una solución a nuestro problema. Más allá de que se pesifique el instante propio de la transacción (lo que vemos bien), para ahorrar necesitamos poder comprar los dólares. Algo más fuerte que el peso.
    Pusimos un plazo fijo con nuestros ahorros desde marzo. Las tasas de interés de los bancos dan risa: 12% anual. Los valores de los inmuebles suben más que eso en pesos.
    ¿Cómo se arregla esto? ¿Cómo hacemos para llegar a nuestra casa?
    Creo que el gobierno se ha equivocado con estas medidas. Para limitar de esta forma las libertades (incluso las económicas que por tales no dejan de ser libertades del ser humano), el Estado debería demostrar que no existen medidas menos restrictivas de los derechos de la gente que puedan igualmente conseguir los objetivos perseguidos con las sí restrictivas. Y no lo ha hecho. Por el contrario, parece que el Estado ya no necesita tantos dólares para afrontar sus obligaciones. Entonces, de última, las medidas han resultado sobrevinientemente irrazonables (art. 28 CN).
    Mientras tanto, mi salario se deprecia mensualmente. Los precios suben. Los valores de los inmuebles en pesos suben. Hoy el dólar para operaciones inmobiliarias es de un esfuerzo compartido de $ 5,5. Sólo llamando a las inmobiliarias y contactando a vendedores se puede ver bien la situación.
    Creo que profundizar el modelo no lleva necesariamente a limitar los derechos de quienes estamos un poco mejor. Sino que es necesario multiplicar los derechos y recursos de los menos favorecidos sin afectar al resto de esta forma. Sin daños a terceros. Igualando hacia arriba. Crear valor en lugar de repartir miseria. Que el más desfavorecido, después de un tiempo, acceda a un excedente que le permita ahorrar en moneda que le preserve el valor del ahorro a través del paso del tiempo.
    Si no podemos combatir la inflación, si las tasas de interés en pesos están por debajo de ella, entonces con estas medidas puntuales que impiden el ahorro en la única moneda que se puede atesorar sin que se pierda tanto respecto del valor relativo en las cosas (más aún en ahorros a largo plazo), Cristina ha afectado a los laburantes clase media como yo que la peleamos día a día en miras de un futuro mejor a través de nuestro diario esfuerzo y ahorro. Y desde mi óptica lo ha hecho de forma irrazonable, injustificada. Por eso me expresé y protesté hace unos días.
    Esteban

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