22 febrero 2011

HISTORIA Y POLITICA



Bicentenario del  nacimiento de Sarmiento    

 
La visión que se tenga sobre el pasado condiciona los posicionamientos del presente. El autor de “1984”, el escritor inglés George Orwell sostenía: “Quién controla el pasado controla el futuro; quién controla el presente controla el  pasado.”

El martes 15 de febrero los diarios hegemónicos, junto con páginas y suplementos conmemorando el bicentenario del nacimiento de Sarmiento titulaban editorialmente sobre el avión norteamericano cuyo cargamento fue verificado. La Nación decía: “Grave escalada en el conflicto con EE.UU. por el avión militar” y en la bajada sostenía: “Timerman acusó al gobierno de Obama de intentar introducir material “sospechoso” y vinculó el decomiso con la lucha contra el terrorismo; Washington exigió la devolución de la carga y calificó de “vergonzoso” el trato recibido”. En la parte inferior izquierda de su tapa el título era: “Sarmiento, ese hombre del pasado que sigue desafiando el presente. Sus ideas para el progreso fueron visionarias y cuestionan el rumbo de la Argentina moderna.” Clarín del mismo día afirmaba en su portada: “EE.UU, “perplejo y preocupado” por la requisa del avión” En la bajada se puede leer:  “Así lo señaló el vocero del Departamento de Estado. Fuentes de la diplomacia norteamericana dijeron además que el material requisado era un entrenamiento policial aprobado por Timerman y Garré. Argentina presentó su protesta formal” Y a continuación en letras rojas: “Otra vez, una interna del gobierno empujó la decisión”. En la parte superior y debajo del nombre del diario: “Sarmiento, el hombre que soñó un país. Suplemento especial por su bicentenario”
Los diarios oficialistas tuvieron compartimientos parecidos. “Página 12” omitió el bicentenario y tituló: “Fuera de la ley” y en la bajada: “La Cancillería expresó su “más enérgica protesta” por la carga no declarada del avión de la fuerza aérea norteamericana, mientras el subsecretario de Estado de ese país, Arturo Valenzuela, aseguró que no había “nada fuera de orden” y cuestionó la requisa argentina. El canciller Héctor Timerman indicó que “ Estados Unidos debe respetar las leyes argentinas.” A su vez “Tiempo Argentino” tituló: “ EE.UU, “perplejo” por tener que acatar la ley argentina”  y en un recuadro pequeño “Sarmiento. Nació hace 200 años pero su obra sigue generando amores y odios”
No hay la menor casualidad en la forma en que los medios hegemónicos y oficialistas trataron un hecho del presente y una recordación del pasado. Intentaré explicarlo. 

DOS MODELOS EN PUGNA

Desde 1810 en lo que hoy es la Argentina se enfrentaron dos modelos antagónicos. Confrontaron a lo largo de las sangrientas guerras civiles que duraron seis décadas. Se impusieron los comerciantes del puerto de Buenos Aires y los hacendados de la Provincia. Fueron derrotadas las artesanías y pequeñas industrias del norte argentino representadas por caudillos como el Chacho Peñaloza y Felipe Varela entre otros. Triunfó un modelo de colonia agropecuaria complementaria de la metrópoli británica. En la división internacional del trabajo la Argentina quedó como el granero e Inglaterra la industria. Parecía que el modelo de economía primaria exportadora sería eterno, pero por las hendiduras producidas en el mismo durante las crisis  del capitalismo mundial fue surgiendo el modelo de sustitución de importaciones que engendró al peronismo y que a su vez incluyó y dignificó a los descendientes de los derrotados de la guerra civil del siglo XIX. Contra este modelo y su expresión política se hicieron los golpes de 1955, 1966 y 1976, se bombardeó Plaza de Mayo, se fusiló clandestinamente y cuando todo eso fue insuficiente se recurrió al terrorismo de estado. Lo que quedaba en pie lo remató el menemismo con apoyo popular mayoritario. El modelo de rentabilidad financiera, la versión de fin de siglo de las ilusiones del Centenario, concluyó en la peor crisis económica que padeció el país. De esas ruinas en que se entrelazaban la pobreza y la indigencia de una magnitud nunca conocida, con fragmentación social y clubes del trueque, con múltiples monedas y desvaríos que iban desde  la posibilidad de intervención del país a cargo de un comité de técnicos propuesto por el economista  Rudi Dornbusch, hasta la dolarización y la banca off-shore, desde la posibilidad de amputación territorial a Ezeiza como única salida, surgió el kirchnerismo, una mezcla de ruptura fuerte y continuidad en otros aspectos con la década del noventa. Pero por encima de continuidades y ruptura, la música del kirchnerismo en sus aspectos más revulsivos para sectores del establishment, fue una apuesta para retomar banderas de los movimientos populares del siglo XX y de las enarboladas por los derrotados del siglo XIX. Y eso produjo una reacción visceral de muchos de los dueños tradicionales del país que añoran al primer Centenario, con el apoyo popular de sectores medios enajenados ideológicamente, que evocan  la década del noventa. A ambos  los une una común  vocación de colonia.    


SARMIENTO Y SU ÉPOCA
La historia oficial fue escrita por uno de los triunfadores del siglo XIX, Bartolomé Mitre, quién dejó de guardaespaldas al diario La Nación que él fundó.
En su distribución de héroes y réprobos, Sarmiento fue levantado como el símbolo de la educación, omitiendo los aspectos más revulsivos y reprobables de su actuación política.
Escribió Jorge Abelardo Ramos en su libro “Revolución y Contrarrevolución en la Argentina”:Ya está el loco Sarmiento en el poder. Había soñado en ese momento único desde los años de soledad y destierro. Sanjuanino aporteñado, talentoso instrumento de la oligarquía porteña, puño implacable de Mitre en la extirpación de los caudillos y el gauchaje….admirador de los anglosajones y de su idioma y cofundador de nuestra literatura con José Hernández …Estamos frente a un hombre, contradictorio, vital, creador, y provinciano al fin. …Lo odió a Facundo, porque Facundo, era la realidad sin afeites del medio histórico provinciano del cual él mismo surgía. Al rechazar esta sociedad, Sarmiento expresó como nadie la ambición provinciana de sustituir la lanza por el rémington y la escuela. Fue un burgués sin burguesía, maestro iletrado que hizo su cultura a poncho, que no fundó escuelas (según ha probado Avellaneda en carta famosa) pero quiso fundarlas y peleó por ellas. Alberdi y Sarmiento fueron los intelectuales más notables producidos por el interior, aunque la diferencia entre ambos radica en que Sarmiento transigió sistemáticamente con la oligarquía porteña, para poder vivir y expresarse; Alberdi, por el contrario, a partir de su colaboración con Urquiza y la Confederación, fue extirpado del mapa político del país donde se le rehusó todo. Sin embargo la burguesía comercial porteña, que utilizó muchas veces a Sarmiento, no lo asimiló por entero”
Personalidad apasionante, fue capaz de enlazar en sus contradicciones, la pedagogía de la violencia más profunda y despiadada con un conocimiento detallado de las teorías de Darwin a las que adhirió. Escritor notable, los aspectos positivos de su desmesura le llevó a concebir los bosques de Palermo, que aún hoy son el principal pulmón de la ciudad.    
Fomentó la inmigración, aunque tenía conceptos muy peyorativos hacia ellos. De los árabes decía: “una canalla que los franceses corrieron a bayonetazos hasta el Sahara.” A los italianos los llamaba “gringos bachichas”; de los españoles no quería oír hablar y de los judíos: “¡Fuera la raza semítica! ¿O no tenemos derecho para hacer salir a estos gitanos que han hecho del mundo su patria?” Con relación a los aborígenes escribió: “¿Lograremos exterminar los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandarí­a colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así­ son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado”. (“El Progreso”, 27 de septiembre de 1844)

SARMIENTO VISTO DESDE EL PRESENTE 
 Mientras en “Tiempo Argentino”, Mario “Pacho” O Donnell opina: “Sarmiento fue el portavoz de los vencedores de las guerras civiles, el promotor del proyecto de organización nacional elitista, porteñista, antipopular”, Luis Alberto Romero en el suplemento especial de Clarín, adscribiendo en todo a la versión de la historia oficial escribe: “Observó la ciudad de Santiago, la única importante que conocía cuando escribió Facundo, e imaginó el conflicto profundo entre lo urbano y lo rural, la civilización y la barbarie…..En cambio en los Estados Unidos conoció el porvenir: un capitalismo pujante y una sociedad democrática, donde los patricios se confundían con los plebeyos, y todo el mundo usaba el mismo tipo de sombrero, confeccionado en una próspera fábrica de Filadelfia”. Parece increíble la torpeza del razonamiento de Romero. Es 1845, por lo tanto aún no se había librado la guerra de secesión. La esclavitud estaba en su apogeo pero Romero imagina una sociedad democrática en que se confundían patricios con plebeyos. En cuanto a los sombreros, eso permitió que al librarse la batalla decisiva entre los dos modelos, el norte industrial triunfara sobre el sur algodonero y tabacalero y eso determinó el posterior desarrollo capitalista norteamericano. Aquí triunfaron el equivalente a los algodoneros y tabacaleros norteamericanos de los cuales es tributario el pensamiento y la visión de la historia de Luis Alberto Romero, hijo del también historiador José Luis Romero, el rector de la Universidad de Buenos Aires después del golpe fusilador de 1955, divulgador de la historia oficial. Las piezas encajan con absoluta precisión. 

SARMIENTO Y LAS ALTERNATIVAS ACTUALES
El gobierno nacional no omitió el bicentenario del nacimiento de Sarmiento pero lo ninguneó hasta volverlo invisible. Cristina Fernández ha dado reiteradas pruebas de adscribir a posiciones revisionistas.
El gobierno de la Ciudad  de Buenos Aires lo alza como el icono de la historia oficial y establece la obligatoriedad de cantar en los actos el Himno a Sarmiento. Es posible que Mauricio Macri se inspire en estos pensamientos de Sarmiento cuando exhibe su “sensibilidad” social:  “Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer”.  (Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1859).

CIVILIZACIÓN O BARBARIE

Arturo Jauretche la consideró la zoncera madre de todas las zonceras. Es la que se imparte desde que el chico es escolarizado. Si no se sale de este cepo, el ciudadano quedará imposibilitado de entender la realidad de su país. La civilización es lo extranjero. La barbarie es lo local. A su vez dentro del propio territorio, la civilización es lo urbano y las clases altas. La barbarie es lo popular. La civilización, en el siglo XIX son Rivadavia y Mitre; la barbarie es Facundo Quiroga, Artigas, el Chacho, Ramírez, Felipe Varela. En el siglo XX, la barbarie serán Yrigoyen y Perón. La civilización Uriburu, Justo, Aramburu, Rojas. El peronismo hará la transmutación de la barbarie a la civilización con Carlos Menem del cual podría decirse las mismas frases que transcribimos de Jorge Abelardo Ramos con relación a Sarmiento, cambiando sólo su origen provinciano: “Riojano aporteñado, talentoso instrumento de la oligarquía porteña….la burguesía comercial porteña, que utilizó muchas veces a Menem, no lo asimiló por entero”
Si no se sale del esquema sarmientino, el cabecita negra es detestable, el inmigrante latinoamericano pobre, un peligro; hay que cuidarse de los jóvenes en lugar de cuidar a los jóvenes; una exteriorización de sapiencia es la autodenigración y la admiración de lo foráneo.
Esto está explícito en muchos de los escritos de Sarmiento: “Tengo odio a la barbarie popular la chusma y el pueblo gaucho nos es hostil”. (”El Nacional”, 3 de febrero de 1857). “El plan definitivo: asegurar los principales puntos de la República con batallones de lí­nea, o lo que es lo mismo, apoyar a las clases cultas con soldados contra el levantamiento del paisanaje”. (Del Archivo Mitre).
Algunas de las  expresiones de Sarmiento, las utilizó el poder no sólo en el siglo XIX sino en las etapas más negras del siglo XX: “No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al paí­s. La sangre de esta chusma criolla, incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos”. (Carta a Bartolomé Mitre, 20 de septiembre de 1861).
En cuanto a las prácticas democráticas, quedan delineadas en una carta de Sarmiento a Domingo Oro el 17 de junio de 1857  “Fue tal el terror que sembramos en toda esa gente, la oposición con éstos y otros medios …. Los gauchos que se resistieron a votar por los candidatos del gobierno fueron encarcelados, puestos en el cepo, enviados al ejército para que sirviesen en la frontera con los indios y muchos de ellos perdieron el rancho, sus escasos bienes y la mujer”. Este es el drama que refleja José Hernández en el Martín Fierro.


HISTORIA Y POLÍTICA

La Argentina, permanece en un equilibrio inestable, porque ningún modelo ha podido imponerse definitivamente. Por eso hay diferentes versiones de una historia común.
Las tapas de los diarios hegemónicos que transcribimos al principio de esta nota tienen una explicación que viene del fondo de la historia. Representan a los herederos de los ganadores del siglo XIX. Se auto consideran expresión de la civilización contra la barbarie populista. En un enfrentamiento con los EE.UU, aún menor como el mencionado, expresarán los intereses del imperio admirado, si al gobierno nacional lo consideran expresión populista. Exagerarán como Joaquín Morales Solá quién considera el incidente más grave aún que la anticumbre de Mar del Plata (un verdadero hito que la historia recogerá como un símbolo del ejercicio de la soberanía)
La clase dominante argentina pero no dirigente, es dura hacia abajo y genuflexa hacia el amo imperial. Muchas franjas de clases medias adoptan la misma actitud en una doble rendición hacia los de arriba de adentro y de afuera. Expresan una cultura adquirida a través de la educación formal y remachada desde los medios hegemónicos que representan al poder económico. Esos que según sostenía el dirigente negro norteamericano Malcolm X: “Si no estás prevenido ante los medios de comunicación te harán amar al opresor y odiar al oprimido”
Por eso resulta natural que Clarín y La Nación se opongan al gobierno abrazados al recuerdo y pensamiento de Sarmiento, cuya envergadura era sin embargo muy superior a los pigmeos que lo recuerdan instrumentalmente.


20-02-2011                      
TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman.   Para publicar citar la fuente.
 

14 febrero 2011

EL FÓSFORO DE LA HISTORIA

Hechos que han cambiado la historia se inician por motivos cuya dimensión no tiene relación con los acontecimientos que han desencadenado. Hay muchos ejemplos, de los cuales el más reciente es el que dio inicio a la conmoción en el mundo árabe que ha concluido con los gobiernos de Túnez y Egipto, y con consecuencias en desarrollo en Jordania, Yemen y Argelia.

ALGUNOS FÓSFOROS Y SUS HISTORIAS
Era difícil imaginar que todo comenzaría cuando un ingeniero en informática llamado Mohamed Bouazizi, de 26 años, que se ganaba la vida como verdulero callejero se dirigió a la municipalidad de su pueblo llamado Sidi Bouzid, para protestar porque no lo dejaban trabajar. Desesperado decidió incendiarse a lo bonzo y las llamas se propagaron a Egipto donde dos egipcios adoptaron la misma actitud de protesta y una muchedumbre se concentró en la Plaza principal de El Cairo durante 18 días hasta terminar con el longevo gobierno de Mubarak.
Muchos analistas pronostican que después de estos hechos dramáticos que detonaron manifestaciones multitudinarias, el mundo árabe no volverá a ser el mismo.
Una de las gestas más notables del siglo XX, la de los negros norteamericanos en su lucha por sus derechos civiles, comenzó un primero de diciembre de 1955, cuando a la tarde de ese día, una negra, costurera de profesión, llamada Rosa Parks, subió a un colectivo en la Avenida Montgomery de Cleveland para regresar a su casa. Lo que ahí sucedió está relatado con precisión en una biografía de Martín Luther King de Editorial Hernando: “ Todo parecía transcurrir con normalidad, con la normalidad de todos los días. Pero aquella tarde la señora Parks decidió invertir el orden de lo que siempre acontecía. Decidió actuar con lógica. Estaba cansada, después de su prolongada jornada laboral en el Montgomery Fair, tantas horas de pie, tantas horas de tensión. Rosa Parks se sentó en el primer asiento detrás del departamento reservado a los blancos. Al poco tiempo, el empleado del autobús se acercó y le ordenó a ella y a otros dos negros, que se levantaran de sus asientos para acomodar en ellos a tres pasajeros blancos. No había sitios libres; la señora Parks debía, pues, ceder su sitio a un varón blanco y proseguir de pie el resto del trayecto. Los otros pasajeros negros obedecieron la orden del empleado sin chistar. Pero la señora Parks se negó con gesto reposado, tranquilo. El resultado fue su detención.” Fue la señal de largada de un boicot prolongadísimo de la población negra a los autobuses y el inicio de una lucha que culminaría hacia el final de la década del sesenta.
Esa épica que se inició con el gesto de Rosa Parks y la encabezó Luther King quién definía así la situación del negro en EE.UU: “ Ser negro en Norteamérica es sentirse confinado en los ghettos y en las reservas. Ser uno más en la muchedumbre de los apaleados, de los golpeados, de los atemorizados y de los vencidos. Ser negro en Norteamérica significa tener que luchar a brazo partido por una supervivencia física en medio de la más difícil agonía psicológica. Significa ver crecer a los hijos con la nube mental de la inferioridad oscureciendo el cielo de sus espíritus. Significa que te condenen por cojo después de haberte amputado las dos piernas. Significa que te condenen por huérfano, después de haber aplastado a tu padre y a tu madre con la explotación de cada día. Significa sentirse totalmente atacado por el veneno de la amargura, pues no eres nadie y este sentimiento será tu tormento durante el día, y tu vergüenza en el silencio de la noche. Ser negro en Norteamérica significa el dolor de sentir como el mal y la angustia matan todas las esperanzas antes de nacer”

En nuestro país, el Cordobazo, uno de los hitos históricos del siglo XX, se inició por el aumento del ticket estudiantil del comedor privatizado de la Universidad de Corrientes; originó manifestaciones, que al ser reprimidas produjeron la muerte del estudiante de medicina, Juan Cabral, el 15 de Mayo de 1969. Esto provocó gigantescas manifestaciones en Rosario, en lo que se conoció como “ el Rosariazo “, donde fue asesinado el estudiante de ciencias económicas, Adolfo Bello. Rosario fue declarado “ zona de emergencia” después de la muerte de Luis Blanco. Tribunales militares juzgaron a los detenidos. Se cerraron las Universidades en Córdoba y Rosario. En pocas horas Resistencia, Córdoba y Rosario se encontraban en pie de guerra. El país convertido en polvorín. El 29 de Mayo de 1969, el paro activo cordobés y la huelga de la FUA, conformarían una jornada definida por Gordillo y Brennan de la siguiente manera: por la mañana protesta obrera, después del mediodía rebelión popular, por la tarde, tras el repliegue de la policía, insurrección urbana. El histórico día terminaría con la muerte del obrero Máximo Mena. A las 17 horas regía el toque de queda y el ejército intentaba ingresar y despejar el Barrio de Clínicas, que recién lograron a la noche del día siguiente. Con las primeras horas de la noche, ingresaban a la historia y a los juicios sumarios - consejos de guerra - las figuras de los dirigentes obreros, Agustín Tosco, Elpidio Torres y Atilio López.
A partir de ahí comenzaría el ascenso de los sindicatos Sitrac (automotores) Sitram ( ferroviarios) y cobraría prestigio, su secretario, René Salamanca. El gobernador de Córdoba Carlos Caballero, en su renuncia, reconoció el enorme apoyo popular que suscitó la confluencia obrero - estudiantil. En forma textual dijo: “contó con la adhesión masiva de la población “. Los veinte años de Onganía se redujeron a cuatro. Su sucesor, Marcelo Levingston, considerado un intelectual porque sabía escribir a máquina, fue traído de EE.UU. Un segundo Cordobazo, en mayo de 1971, conocido como “el viborazo “ termina con su gobierno y arribaría, finalmente, un general audaz e inteligente, Alejandro Agustín Lanusse, que intentó, inútilmente, lidiar contra la historia y Perón.
El mayo francés empezó el 22 de marzo de 1968, al comenzar la primavera europea, 142 estudiantes de la Facultad de Nanterre ocuparon las oficinas administrativas de la Facultad de Humanidades para reclamar por la liberación de uno de ellos detenido al peticionar por las penurias de la superpoblación en las aulas y los bajos salarios de los profesores jóvenes, llamados asistentes. También protestaban contra la separación de los sexos en las habitaciones de las residencias de estudiantes.
La represión dio lugar a nuevas ocupaciones, a una generalización de las protestas. El 10 de mayo fue la noche de las barricadas. El 13 de mayo, las grandes centrales sindicales decidieron por primera vez en la historia, llamar a una huelga general en solidaridad con los estudiantes y en contra de la brutalidad policial. La explosiva alianza obrera-estudiantil- intelectual llevó a la toma de la fábrica Renault, de los ferrocarriles y de los subterráneos. Un millón de personas gritaban: “Diez años es suficiente”, en referencia a Charles de Gaulle.
Francia paralizada. Diez millones de trabajadores en huelga. Las calles de París en poder de los manifestantes. Un grafitti sintetizaba la situación: “La barricada cierra la calle pero abre el camino” Todo ello en un clima de libertad notable y tal vez inigualada. “Prohibido prohibir”; “La imaginación al poder”; “Debajo de los adoquines está la playa”; “Nuestra esperanza no puede venir más que los sin esperanzas”; “El derecho a vivir no se mendiga, se toma”; “La Política pasa en las calles”; “No habrá nunca demasiados sepultureros para el capitalismo”; “La acción no debe ser una reacción, sino una creación”; “ Si tienes el corazón a la izquierda, no tengas la billetera a la derecha”; “La economía está herida, que reviente”; “Sean realistas, pidan lo imposible”; “Desabróchense el cerebro tan a menudo como la bragueta”; “ No cambiemos de empleadores, cambiemos el empleo de la vida”; “Un policía duerme en cada uno de nosotros, es necesario matarlo” “ Las paredes tienen orejas, sus orejas tienen paredes”; “ No hay pensamiento revolucionario. Hay actos revolucionarios” “El deber de todo revolucionario es hacer la revolución”
El viernes 24 de mayo habían transcurrido once días de paro. Cincuenta mil parisinos levantan barricadas y arrojan bombas molotov. De Gaulle en un refugio ignoto, sin capacidad de reacción. La revuelta del Barrio Latino cubre todo París. El estudiantado toma la Bolsa de Comercio.
El ensayista e historiador Michel Foucault afirmó años más tarde: “Lo que estaba por suceder no tenía su propio vocabulario”. El Partido Comunista describía los hechos como un golpe de estado de derecha.
El filósofo André Gorz caracterizaba lo que pasaba como “una rebelión primitiva antes que de creación revolucionaria” El escritor y político Edgar Morín sostenía: “El nuevo Mesías es el proletariado tercermundista” El filósofo Herbert Marcuse levantado como inspirador de la rebelión estudiantil escribía: “ No hay nada menos burgués que el movimiento estudiantil, ni más burgués que el obrero de EE.UU” En cambio Jean Paúl Sastre afirmaba: “ Se puso en evidencia que no es el saber quién reformará el saber, sino la acción. No hay historia de las ideas por si solas”
Los acuerdos de Grenelle calmaron a los sindicalistas. Se estableció la reducción de la jornada laboral y de la edad de la jubilación. La sociedad sintió el cansancio de la lucha y la necesidad de volver a un cierto orden. De Gaulle lo aprovechó inmediatamente y arrasó en las elecciones, pero un año después terminaría su carrera política. La luz del Mayo Francés se fue apagando.
El establishment recuperó su espacio y las calles. Un grafitti anticipaba irónicamente la situación descripta. “Le rompo las pelotas a la sociedad pero ella bien que me lo devuelve”.
Las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, se precipitaron cuando el Presidente Fernando de la Rúa decretó el estado de sitio y una multitud espontánea salió a la calle y ocupó las principales calles de Buenos Aires.

EL FÓSFORO DE LA HISTORIA

Es elemental que no hay fósforo que pueda producir un incendio si no están dadas las condiciones para que las llamas se propaguen con rapidez. La historia se vale de personajes de reparto que son proyectados a papeles protagónicos y luego el tiempo los ubica en el lugar adecuado o en apenas un pie de página. En otros el detonante pasa a un plano secundario. Hay muchos ejemplos y sólo he tomado algunos.
Esos fósforos llamados Mohamed Bouazizi, Rosa Parks, ticket estudiantil, Juan Cabral, la superpoblación en las aulas y los bajos salarios de los profesores jóvenes en el mayo francés, el estado de sitio.
El fósforo por sí solo no explica el incendio, pero la justicia histórica no debe omitir que el incendio comenzó en una cerilla que imprevista pero justificadamente se propagó sobre el pasto seco de injusticias acumuladas.


14-02-2011
TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman.

07 febrero 2011

LA DESVALORIZACIÓN DEL LENGUAJE COTIDIANO

 Afirmaba Samuel Clemens que “La diferencia entre una palabra casi justa y la palabra justa no es una pequeña cuestión, es como la diferencia entre una luciérnaga y la luz eléctrica.” Pocos lo conocen como Samuel Clemens pues a la historia de la literatura ingresó con el nombre de Mark Twain. Una de las costumbres más remanidas es el saludo del que ingresa a un lugar donde hablará a un grupo de gente o invitado a la radio o a la televisión diga: “Buenos días a todos.” Con decir buenos días es suficiente. No conozco a nadie que a contrario sensu haya dicho: “Buenos días menos a fulano y mengano.” Otro error de las mismas características es el que dice: “Mi opinión personal.” Al decir mi opinión, se debe descartar lo de personal ya que queda implícito en el mí. Una de las muletillas más frecuentes de reciente uso generalizado es pasar de un párrafo oral a otro con el separador: “bueno, pero….”. Otro es la expresión “nada”, importada de España, que parece un intento de auto desvalorización de lo que se está diciendo.  
Hay una subestimación inconsciente de lo escuchado cuando el receptor dice “Obvio”. En términos concretos está afirmando que lo que escuchó es una perogrullada, aunque tal vez no sea esa su intención, sino sólo exteriorizar que lo que está escuchando es sabido.

Una tendencia juvenil adoptada en muchos casos por personas que acumulan más años, es la necesidad de potenciar el lenguaje con el uso del superlativo o con el agregado antes de cada adjetivo del prefijo “re”. Llamar a cualquier persona como genio, ídolo, diosa, significa desvalorizar el concepto de genio o ídolo que sólo se debe reservar para casos excepcionales. En términos futbolísticos hay muchos buenos jugadores pero pocos, poquísimos crack. Llamar crack a cualquier buen jugador es desvalorizar la palabra cracks.

Otras muletillas muy frecuentes cuyo uso intensivo parece una subestimación del interlocutor, son las que al final de cada frase se les agrega: “¿Me entendés?” ( de uso intensivo por Jorge Lanata) “¿Me siguen?” (interrogación permanente de Elisa Carrió) o cierta inseguridad cuando permanentemente se pregunta:“¿No es cierto?”(muletilla insistente de Magdalena Ruiz Guiñazú). Otra expresión generalizada es en medio del discurso agregar reiteradamente la palabra “digo”, de lo cual nadie puede dudar. O concluir cada frase con un tono interrogativo a través del ¿Sí? o ¿ No?


Algunos ante una pregunta, buscan tiempo para contestar y entonces acuden al latiguillo “ a ver”, que da cierto aire de persona reflexiva. El ex jefe de gobierno Aníbal Ibarra fue el que hizo uso y abuso de este artilugio. 
Un saludo con origen posiblemente en Brasil es  una pregunta que por su imprecisión carece de respuesta. Es aquél que inicia el reconocimiento con la pregunta: “¿Todo bien?, que algunos han adoptado con la variante de cierta reminiscencia procesista: “¿Todo en orden? Se incorporó en la década del noventa y no es irrelevante el dato porque es una época en que el otro importaba poco. Es diferente saludarse con un ¿Cómo estás? a lo cual el interlocutor puede contestar haciendo un rápido balance como bien, mal o más o menos. Diferente es preguntar ¿Todo bien?, porque el sentido común indica que a prácticamente a nadie en todos los órdenes de la vida le va todo bien.     

Las despedidas han incorporado un agregado que refleja ciertos temores. Es frecuente que uno le diga al otro: ¡Cuídate! O una salida de circunstancias rodeada de una profunda nebulosa: “Nos vemos”

Pero nada supera al abuso de la palabra boludo que puede indiferentemente usarse  para saludarse, para concluir cada frase, y lejos, muy lejos, para insultarse. Ha reemplazado al tradicional "che" que nos identificaba mundialmente. Es posible que si hoy viviera Ernesto “Che” Guevara, se convertiría por estas cosas de las deformaciones o actualizaciones del lenguaje como Ernesto “boludo” Guevara.  


Otra práctica verbal, de la que abusa el locutor Fernando Bravo, es llamar a todos sus colaboradores en diminutivo.  Otros periodistas saludan a un oyente con la palabra “amigo” que implica una caracterización incorrecta ya que dicha palabra debe reservarse seguramente a casos limitados. Bueno es recordar la caracterización de Atahualpa Yupanqui: “Amigo es uno mismo en la piel de otro.”

Una expresión, en mi opinión desafortunada de la que abusa el periodista Alfredo Leuco, es “todo argentino bien nacido”, una caracterización que parece arrancada del médico y criminalista italiano Ezechia Marco Lombroso, conocido como Cesare Lombroso suponiendo que intrínsecamente algunos seres humanos nacen bien y otros mal.       
Otras aseveraciones que rematan un asentimiento total a lo que se está escuchando son “absolutamente” , “definitivamente” o totalmente.  Son más categóricas que la frecuentada “tal cual”.

Otra expresión usada habitualmente es “lo dijo con todas las letras”. Es impensable imaginarse a alguien haciéndolo sólo con vocales o consonantes o con faltantes de ambas. Otra malversación lingüística es “tener códigos.” Es haber incorporado la acepción mafiosa del término. Se puede decir lo mismo expresando “que es necesario tener reglas.”
Finalmente dos situaciones que transitan el ridículo: aquellos que festejan el cumpleaños de personas muertas y aquellos invitados a la televisión que cuando son presentados terminan aplaudiéndose.   

El lenguaje es algo vivo sujeto a permanentes modificaciones. Pero no debe confundirse las incorporaciones beneficiosas con las malversaciones o desnaturalizaciones. Esto último termina significando la desvirtuación de la palabra cotidiana.


03-02-2011
TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman.   Para publicar citar la fuente

03 febrero 2011

PERIODISMO SIN MALLA

En el verano el periodismo se frivoliza aún más de lo rutinario. Las pocas neuronas se toman vacaciones, algunas ideas se achicharran al sol, los reportajes transitan por preguntas tan profundas como una permanente de Página 12  acerca de si al pancho, le pone el entrevistado  mayonesa mostaza o kétchup. O algunas igualmente profundas de Clarín: “Y que utiliza ¿short, bermudas o sunga? o para las mujeres ¿ bikini o malla enteriza? Incluso hay editoriales de  periodistas intentando elevarse del subsuelo y su esfuerzo se malogra cayendo a un pozo más profundo que el de los mineros chilenos. El dueño de la Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia intenta vanamente posar de intelectual recurriendo a profusión de citas que no mejoran su aporte a lo que califica de “periodismo puro” En su columna editorial del domingo 9 de enero bajo el título de “Periodismo militante y subversión de la verdad” luego de un análisis psicoanalítico: “Los periodistas que trabajan en los grandes medios piensan que quienes se autotitulan periodistas militantes o comunicadores militantes ( los invitados a los programas oficialistas o columnistas de los medios gráficos oficialistas) critican al periodismo profesional por envidia. Porque siempre aspiraron a la notoriedad, trascendencia, influencia o visibilidad que permiten los medios grandes, nunca la obtuvieron y gracias al kirchnerismo sanan su frustración….”; se despacha con una frase antológica: “Periodismo e ideología son mundos muy distintos. Casualmente, el periodismo aspira a ser lo contrapuesto a la ideología
Es la versión aplicada al periodismo de lo que en política enarbolan los tributarios de la década del noventa considerando que la  gestión es independiente de la ideología. Es como suponer que los brazos y las piernas se mueven o se quedan quietas independientemente de las órdenes que les da el cerebro. Será interesante que el abanderado del periodismo puro explique entre uno de los tantos ejemplos que pueden darse de sus manejos periodísticos “carentes de ideología”, el motivo por el cual en la revista "Noticias" se podía denunciar corrupciones de Carlos Menem pero se debía dejar a salvo a Domingo Cavallo, como lo afirmó un antiguo empleado de la revista y hoy director de “Tiempo Argentino”, el periodista Roberto Caballero.

Y ya que hablamos de la editorial Perfil, su revista "Noticias" tiene la rara particularidad de ser veraniega todo el año. Una tapa con anuncios y primicias estruendosas que pierde toda su dinamita al llegar  al desarrollo del artículo que termina siendo generalmente un juego de fuegos artificiales. Un ejemplo es una nota sobre Aníbal Fernández del 22 de enero bajo el título “El peor verano de Anibal F” con una bajada que dice: "Perdió poder y en el Gobierno piden su renuncia. Mentiras y mascota en la playa. Su trébol de la suerte” pueden leerse cosas como estas: “ Aníbal Fernández es un mentiroso compulsivo. “Es de los peores” dice un amigo histórico. El problema es que a veces le sale bien, y otras no: le enrostra al equipo rival, a los gritos que tiene 31 para el tanto, como en le jerga del truco se lo llama al envido, cuando en realidad tiene 27…..Está en el centro de la tormenta, así que su clásico descanso geselino se transformó en el peor de los veranos. Para colmo, su nueva adquisición canina le trajo más dolores de cabeza que bondades. Este año, Fernández sumó un nuevo Smooth Fox Terrier para que acompañara a Ernesto “Che”, el pequeño perro de su hijo Facundo. El primer día de playa 2011, el flamante perro ladró sin parar y levantó las protestas de los compañeros de  balneario. La resolución fue instantánea: el jefe de Gabinete debió mudarse de su habitual carpa a otra perdida en un rincón y lo suficientemente alejada para no molestar a los vecinos. El animal ahora no se asoma por la playa.” Después de dar algunas pistas conocidas pero menos frívolas sobre la situación del Ministro, el  periodista Federico Mayol, desde Villa Gessell concluye su esclarecedora nota: “Dentro de pocos días, Fernández abandona las playas de Villa Gesell. Se va con un sabor amargo. No es su mejor verano.” Es evidente, que siguiendo el hilo de cómo empieza el editorial de Fontevecchia en Perfil, hay una larga cola de periodistas que envidian al trabajo que le encomendó a Federico Mayol.

 La Editorial Perfil cubre el ámbito de los negocios y los empresarios con la revista “Fortuna”, la frivolidad de los poderosos con la revista “Caras”, nacida en los noventa y sobreviviente de ese período, y los temas de interés general con la revista “Noticias”, mixturando  los intereses a los que sirve “Fortuna” con la frivolidad de “Caras.”  
En el verano, por si no alcanzara con la superficialidad, se aligeran los controles. Será por eso, que el principal diario de la Argentina, Clarín, en su segunda edición del miércoles 26 de enero sigue titulando en tapa y reiterando el error de la primera edición: “Citan a 18 oficiales de la Fueza Aérea por el narcoavión.” Y ya que estamos con el gran diario argentino en franca devaluación de su credibilidad, resulta increíble que antiguos militantes setentistas, incluso algunos cercanos o integrantes de organizaciones armadas, hoy  sobreactúan su papel de perritos falderos de Héctor Magneto.
Es el caso de Ricardo Roa y Susana Viau. El primero es frecuente editorialista de la página dos. La segunda, ha pasado, entre otros medios, por Página 12 y Crítica, y hoy, cuando reemplazó a Santucho por Magnetto escribe cosas como ésta el viernes 21 de enero bajo el título de “Florencia, la princesa y la difusa línea que separa lo público de lo privado”: “No es de descartar que ese repentino salto a la fama sea producto de la influencia de Qatar, un país al que el escritor Jean Lartéguy definió como modelo nepotismo; que el shamal, el viento implacable que barre los emiratos, haya sembrado esa fascinación sobre la tierra fértil de una nación latinoamericana donde nadie parpadea si el marido entrega la banda presidencial a su mujer para que , a continuación, esta tome juramento a su cuñada.” Omite intencionadamente Viau que, más allá de la ponderación que merezcan el ex presidente y Cristina Fernández, ambos realizaron una carrera política. No es la presidenta el caso de otras mujeres políticas destacadas que su ascenso a puestos de jerarquía o iguales, fueron consecuencia del accionar de su marido.
La necesidad de forzar la realidad para que entre en el territorio de sus deseos que el gobierno hace con el Indec, el diario La Nación a través de sus columnistas y editoriales lo hace en forma militante, pero bajo la mentira del periodismo profesional  e independiente. Vale aclarar que lo denominan profesional en contraposición al periodismo militante. Carlos Pagni, titula su nota del 16 de enero: La inseguridad, el factor que puede hundir al gobierno”, en momentos que todas las encuestas anuncian que si hoy habría elecciones, Cristina ganaría en primera vuelta.
En el mismo sentido se adscribe el editorial de Eduardo Van der Kooy del 23 de enero que concluye: “Pero la inseguridad acecha, la inflación castiga y la política es siempre, en especial en la Argentina, una usina de imponderables.” Se puede coincidir o no con este análisis, teniendo en cuenta que efectivamente faltan 9 meses. Pero la frase final, al día de hoy es similar al indec: “Aquél paseo soñado de octubre, quizás, no vaya a serlo tanto.” Tal vez, el editorialista de Clarín, si pudiera, diría: “Ese paseo que hoy traducen las encuestas, es para nosotros una pesadilla y para que la pesadilla no sea realidad, haremos lo posible y lo imposible para que este paseo que hoy se anuncia termine en un Waterloo”
A su vez el periodismo oficialista, en demasiados casos, desconoce los errores, disimula situaciones poco claras y efectúan afirmaciones aventuradas o en el mejor de los casos apresuradas. Así “Tiempo Argentino” afirma categóricamente en tapa del 14 de enero: “Caso Juliá: la cocaína no se cargó en Ezeiza.”  Este diario ha realizado investigaciones impactantes e importantes. Pero en algunos casos cae en excesos  propagandísticos. Una cosa es hacer periodismo coincidente con las grandes líneas del gobierno y otra terminar concretando un Clarín gubernamental.   

PERIODISMO CON MALLA
Una carta publicada en la sección Opinión de Cartas de Lectores del diario “Tiempo Argentino del 21 de enero de Sergio Peralta, del que pude averiguar es un periodista mendocino, demuestra que no todo es banalidad en el verano. Escribe entre otras cosas: “Un periodista norteamericano Abbott Joseph Liebling, que en 1960  dijo” La libertad de prensa se garantiza solamente a quienes tienen una prensa”…… Así que en lugar de vender periódicos a sus lectores, los dueños de las casas editoriales empezaron a vender sus lectores a los anunciantes. En la mayoría de los casos, la publicidad llegó a ser su principal fuente de ingresos. ¿Creen que el diario que factura miles de dólares de publicidad a un Laboratorio que fabrica un producto de uso agropecuario y que además ese laboratorio coincide con los dueños del diario va a emitir una opinión objetiva sobre la angurrienta postura de los dueños ricos de la tierra?....En los noventa se incrementó la concentración de medios en manos de pocos que distribuyeron el mensaje privatizador como el salvador de terribles problemas. Todo coincidía, por supuesto, con sus intereses, se adueñaron de los ahorros de los jubilados, se transformaron en accionistas de empresas que antes eran públicas, mutaron su razón de ser, dejaron de ser editoriales y pasaron a ser polirrubros ¿la información, la objetividad? ¡Bien! Los políticos, que de alguna manera fueron cómplices de ese sistema expropiador, son tapas de medios, zócalos de sus televisores, voces de radios, estrellas de su acotado firmamento. La multiplicidad de voces le está aguando la fiesta. Esos señores saben que para ser estrellas hace falta la oscuridad”

PERIODISMO SIN MALLA
La frutilla del postre del periodismo sin malla fueron las declaraciones de Jorge Lanata en la revista La Nación del 16 de enero realizado por la periodista Any Ventura en José Ignacio en Uruguay. Después de las trivialidades veraniegas Lanata establece que tipo de relación tiene o ha tenido con empresarios periodísticos.

 “Con Jacobo Timerman tenía una relación difícil, porque tuve la suerte de que me fuera bien en el momento que a él le iba mal: el fracasa con La Razón el mismo año en que yo hago Página 12. Por un lado, no se lo bancaba y, por otro lado, me quería. El tenía todo: chapa, edificios, rotativas, y yo no era nadie, tenía veintiséis años. Jacobo tuvo que ver con una Argentina de otra época. Y fue un tipo que resultó muy susceptible a los lobbies, que laburó para los milicos, que creó el mismo monstruo que después se lo comió. Murió aislado y solo, acá en Punta de Este. A Ricardo García lo vi un par de veces. Me parece un tipo interesante: es un editor. Hay pocos editores. Hay muchos tipos que son capaces de llevar adelante un medio cuando ya está. Pero tipos que lo saquen de la nada y lo hagan hay muy poquitos. Jorge Fontevecchia es un tipo que me gusta. Es un editor, para mí, en algunas cosas desparejo…” Cuando Ventura le pregunta si hay críticas de algún sector del oficialismo que le molestan y le apunta que aparece frecuentemente en 6-7-8, contesta: “Hay algo raro. Justamente estoy escribiendo sobre eso. El programa 6,7,8 nunca lo vi, sólo un cachito una vez, y me dieron ganas de ir a cagarlo a trompadas a Orlando Barone. Sarah lo ha visto un par de veces y se enojó.  Yo le dije que no lo viera más. …” Es difícil seguir algún planteo del antiguo transgresor, hoy niño mimado de los medios hegemónicos y sus satélites, cuando violenta la lógica diciendo que escribe sobre algo que no ve. Llama la atención que no se le ocurra plantear sus críticas en forma articulada y sólo se remita a una amenaza.  Pero eso no debe extrañar, porque Lanata parece más desorientado que Hitler en el Once. A la pregunta si coloca en la misma balanza a Menem, Kirchner y Cristina, lo primero que se le ocurre es que: “ Son políticos ¿ No?” La “profundidad” del análisis ni siquiera se desliza por la superficie. Si fuera periodista deportivo y le preguntaran qué diferencia hay entre Maradona, Messi, Pavone y Viatri contestaría “¿ Son todos jugadores de fútbol ¿ no?” Ahora sigamos con su explicación: “A ver ¿ en qué se diferencian? Si, en algunas cosas, pero en un punto son iguales. Estos tipos están haciendo sus negocios con el poder. En el fondo, me parecen pobres tipos. Ni siquiera me inspiran respeto intelectual ni nada. Son bastante brutos.” Siguiendo con el ejemplo futbolístico la respuesta sería: “Siendo delanteros todos intentan hacer goles. Pero en el fondo, me parecen pobres tipos. Ni siquiera me inspiran respeto intelectual. Seguramente ninguno de estos tipos podrían crear un diario como Página 12 o Crítica, ni escribir libros como “Argentinos.” A esta altura resulta sorprendente que Lanata escriba libros de divulgación histórica y permanezca inmune al conocimiento del pasado. Añora un tiempo, que mientras el país se derrumbaba, él, como representante del periodismo lanatiano era un faro referencial. Ese que acentuaba la lupa sobre la corrupción mientras se remataba el patrimonio acumulado con sudor y lágrimas. Y muchas veces con sangre. Cuando más se desvalorizaba la política, más se valorizaba Jorge Lanata.
A contrario sensu: ahora que la política se vuelve a reconocer como el instrumento indispensable de transformación de las sociedades, la figura de Lanata se desvaloriza. Un verdadero ejemplo del periodismo sin malla. 


31-01-2011

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01 febrero 2011

UNA GENERACIÓN AL GOBIERNO

En parte de los ochenta y en todo los noventa, en América Latina accedió a los  gobiernos de distintos países una generación que abrazó con diferentes grados de intensidad el neoliberalismo salvaje, se arrodilló ante el imperio, consideró que la caída del muro de Berlín era el fin de la historia y que las rodillas eran las  mejores extremidades para caminar. En el trayecto histórico de los últimos 200 años, los noventa fueron en pleno siglo XX la derrota de las mayorías populares en mano de los herederos de los  triunfadores del siglo XIX, los que derrotaron a Bolivar, San Martín, Sucre, O`Higgins, Miranda, los que asesinaron a Güemes, al Chacho y a Monteagudo, los que mandaron al exilio a José Gervasio Artigas, los que fusilaron a Morazán, a Antonio Conselheiro de la República de Canudos en Brasil a fines del siglo XIX, continuador de Joaquim José da Silva Xavier, apodado ‘Tiradentes; también fusilado;  los que a principios del siglo XX mataron a Emiliano Zapata y más adelante a César Augusto Sandino, entre tantos otros.
El triunfo de la Revolución Cubana a fines de la década del cincuenta, originó una aplicación mecánica del método de la guerrilla, con prescindencia de la historia y las condiciones objetivas en cada país,  lo que condujo a los diferentes grupos guerrilleros alentados desde la isla, a una sucesión de derrotas, con la única excepción de Nicaragua donde acceden al gobierno a través de las armas y luego se lo pierde electoralmente.
Algunos de aquellos combatientes que sobrevivieron después de pasar por la desaparición, las    torturas y las cárceles, o que solo fueron simpatizantes, han accedido a los gobiernos en reemplazo de los neoliberales, en la primera década del siglo XXI. Junto a ellos, otros protagonistas originales escriben una historia que parece la concreción de un sueño engendrado desde las profundidades de la pesadilla noventista.


UNA GENERACIÓN AL GOBIERNO
El salto es enorme. Ya no está Sánchez de Losada en Bolivia. Hoy el gobierno está en manos de Evo Morales y sus transformaciones.
No está Carlos Andrés Pérez en Venezuela.
 Está Hugo Chávez y su Revolución Bolivariana.
No está Jamil Mahuad y otros parecidos en Ecuador.
Está Rafael Correa y su nuevo enfoque de la deuda externa. No está Fernando Henrique Cardoso en Brasil quien archivó hace muchos años su teoría de la dependencia;  y un obrero, el segundo en el mundo, de nombre Luis Ignacio da Silva (Lula),  gobernó a Brasil durante 8 años con éxitos significativos y le cedió la posta a Dilma Rousseff. Ésta fue integrante en los setenta de un grupo guerrillero denominado Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares. A los 22 años fue presa y bárbaramente torturada. Igual que José Pepe Mujica,  Tupamaro en su juventud  en el Uruguay, 14 años preso en condiciones de dureza extrema. Ya no está Luis María Sanguinetti encubridor del terrorismo de estado en el Uruguay, contemporáneo de Fujimori en Perú y Salinas de Gortari en Méjico. En Chile pasó por la presidencia Michelle  Bachelet torturada y con su padre desparecido.
 En Argentina ya no está Carlos Menem sino Cristina Fernández, que junto a Néstor Kirchner fueron dos  militantes de la generación que acunó sus sueños en los primeros años de los setenta. Esos sueños a los que se refirió Dilma al asumir: “Soñar es avanzar para romper los límites de lo posible”. En la línea de lo que dijo Néstor Kirchner al asumir: “No dejaré mis convicciones en la puerta de la casa de gobierno”.
Rousseff, Bachelet, Mujica, fueron derrotados en la década de los setenta y pagaron duramente  sus fracasos. Se reconvirtieron, buscaron a través de partidos políticos y de políticas de masas, su acceso al gobierno.
En la Argentina, integrantes de las organizaciones guerrilleras ocupan cargos en el gobierno nacional y en muchos de los provinciales. Sin embargo, sus jefes máximos, los que sobrevivieron a la gigantesca derrota no gozaron ni gozan, de ninguna consideración popular.
Enrique Gorriarán Merlo, años antes de morir, protagonizó en democracia un demencial asalto al cuartel de la Tablada.
Mario Firmenich, después de entregarse en Brasil y pasar 7 años en la cárcel en la Argentina, fue indultado por Carlos Menem y no pudo volver a insertarse en la vida política, sufriendo un clima hostil que lo llevó a radicarse en España donde realizó un doctorado en economía.
Lo que puede apreciarse, mucho más allá de las expresiones diplomáticas, es el profundo cariño,  respeto y confianza que vincula a Chávez, Lula, Evo, Correa, Cristina Fernández, que se exteriorizó en múltiples ocasiones y en las muestras de dolor a la muerte de Néstor Kirchner.
Hay una idea latinoamericanista que recoge el legado de los libertadores del siglo XIX.
Shakespeare tenía razón cuando sostenía que “la oscuridad más profunda es la que precede al amanecer.” Con limitaciones, con contradicciones, con avances y retrocesos, la generación que arribó  al gobierno en los últimos años y lucha por acceder al poder, intenta revertir la desazón del gran Bolívar: “He arado en el mar”. 
 Parecen encaminarse en consonancia con las que pronunció Artigas, poco antes de morir: “Amanece, ensíllenme el caballo”.      



14-01-2011


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EL AZAR EN LA HISTORIA


Los analistas políticos en la interpretación del escenario contemporáneo y los historiadores con la perspectiva que da el tiempo, intentan encontrar el hilo de Ariadna de los hechos que analizan. Sin embargo, el azar juega un papel que muchas veces no entra dentro de la disección de los acontecimientos. Sería ridícula una interpretación del presente o del pasado tomando como eje central la imprevisión; pero una vez encontrado ese  hilo de Ariadna que da un cierto orden al desorden de la realidad, entra el azar, en un pequeño porcentaje, por la puerta de servicio de la realidad y de la historia




                                                                            
Tomemos algunos de los hechos de nuestro pasado reciente que han tenido al ex presidente Eduardo Duhalde como protagonista; en 1987, Antonio Cafiero lo reemplazó del primer lugar de la lista de diputados por la Provincia de Buenos Aires que le había prometido, dándole ese lugar a Ítalo Argentino Luder. Eso llevó a que se alejara de la Renovación Peronista y terminara acercándose a Carlos Menem con quien integró la fórmula presidencial que derrotó en la interna de 1988 a la fórmula Cafiero – De la Sota, pasándole la factura de su desplazamiento al ministro más joven del primer gobierno peronista. Un probable error de Cafiero, o el azar, lo llevó a recorrer el camino que lo catapultó a la Vicepresidencia de la Nación. A pedido de Carlos Menem y luego de asegurarse el Fondo de Reparación Histórico Bonaerense que le garantizaba dos millones de dólares diarios, se postuló a la gobernación de Buenos Aires, dejando vacante la vicepresidencia. Su gobernación fue muy cuestionable y fue reelegido después de un manejo espurio de compras de votos a Aldo Rico y su gente, para modificar la Constitución Provincial que habilitara su continuidad en el cargo. Desde ahí tomó distancia del modelo de la convertibilidad y se postuló a Presidente de la Nación siendo derrotado por la fórmula de la Alianza. El principal obstáculo que tuvo fueron las zancadillas que desde la Presidencia le perpetró Carlos Menem. La fidelidad a los hechos lleva a no olvidar que Duhalde sostenía la necesidad de salir de un modelo que apoyó con entusiasmo y que consideraba agotado.
En los acontecimientos que culminaron en las decisivas jornadas del 19 y 20 de diciembre y que produjo el desplazamiento de Fernando de la Rúa se le imputa participación decisiva. Hernán López Echagüe en su último libro “El regreso del  Otro La reaparición política de Eduardo Duhalde en la pelea política argentina” escribió en la página 161: “Durante el acto de lanzamiento de una corriente interna del peronismo de la provincia que comparte con Juan José Álvarez, Alberto Ballestrini y Julio Alak, Ruckauf pierde la compostura y se pone a vociferar: “¡Es hora de prepararse para tomar el poder, el peronismo se pone en marcha para agarrar el gobierno! ¡Se vienen épocas de profunda convulsión en la Argentina, el gobierno debe ser reemplazado por otro peronista! Recuerda Luis D`Elía: “Un día me tocó vivir un episodio muy fuerte con esto de los saqueos en el 2001. Varios años después, el día que proclamaron a Cristina senadora, se hace una comida en la gobernación de La  Plata, en una sala en donde está la mesa más grande que he visto en toda mi vida. Una mesa enorme, como de treinta metros. A mí me tocó estar al lado de Julio Alak, que era intendente de La Plata, y Julio me dijo: “En esta mesa, acá, Duhalde me dijo que había que destituir a De la Rúa. Al lado mío estaba Emilio Pérsico y en frente lo tenía a Felipe Solá, que también escucharon. En la Matanza estuvo todo armado. El Negro Tucho, conocido puntero duhaldista, andaba con un coche viejo, barrio por barrio, creando una sensación de caos”. Luego de las semanas en que se sucedieron en el sillón presidencial cinco políticos peronistas, Duhalde llegó a la Presidencia. Era su segunda venganza. Reemplazaba al presidente electo que lo había derrotado en las elecciones de 1999. El país había estallado y De la Rúa era expelido por haber respetado la única promesa que cumplió,  convertida en un dogma y que contaba con la adhesión mayoritaria: “Conmigo, un peso seguirá siendo igual a un dólar”
Más allá de las distintas evaluaciones que se pueden realizar sobre la gestión presidencial de Duhalde, es indudable que salió con un reconocimiento hacia su figura muy superior al que tenía cuando entró.
Como demostración del reciclaje justicialista, Juan José Álvarez, Alberto Ballestrini,  Julio Alak, Emilio Pérsico, Felipe Solá, son o han sido funcionarios kirchneristas.

EL AZAR EN LA HISTORIA
He relatado como un posible error  de Antonio Cafiero haber ubicado a Duhalde en el campo que lo llevaría a la Vicepresidencia y luego a la Gobernación Bonaerense. En medio de la peor crisis económica de la historia argentina, en abril del 2002, Eduardo Duhalde tuvo que reemplazar a su primer Ministro de Economía Jorge Remes Lenicov quien  ya había consumado la pesificación asimétrica. Y tuvo que buscar reemplazante. Entre los nombres que barajó se encontraban fundamentalmente Roberto Lavagna y Guillermo Calvo. Su sola enunciación revela la poca claridad que en la materia tenía Duhalde. El primero es un economista heterodoxo que había sido funcionario en los gobiernos de Perón y Alfonsín. El segundo es un conocido funcionario de organismos internacionales. El primero tenía que llegar de Bruselas donde representaba a la Argentina ante el Mercado Común Europeo. El segundo desde EE.UU. Un problema con los aviones le permitió llegar primero a Lavagna y ser designado ministro. El azar salvó a Duhalde y benefició a Lavagna. Una historia contrafáctica con Guillermo Calvo de Ministro de Economía es imposible. Pero no es aventurado suponer que muy otro hubiera sido el curso posterior y la salida de la crisis diferente y mucho más prolongada, con la alta probabilidad que el funcionario después de aplicar la farmacopea extraída de los estantes de la ortodoxia neoliberal, corriera una expulsión tan traumática como la de Domingo Cavallo
.
En medio de aquellos días dramáticos, ha quedado sepultado en el olvido que como medida desesperada, se hizo traer una réplica de la Virgen de Luján a la Casa Rosada. Hoy Duhalde se presenta como un piloto de tormentas, aunque los más insidiosos lo califican de bombero piromaníaco.  
Otro momento en que el azar jugó un papel fundamental fue cuando Duhalde buscó un candidato con posibilidades de enfrentar con éxito a Carlos Menem en las elecciones de abril del 2003. El riojano se había convertido en el enemigo a vencer de Duhalde, con lo cual conseguiría concretar su venganza número tres,  hacia quien  le había puesto infinidad de palos en su pretensión de acceder a la presidencia por vía electoral en 1999.

Buscó primero a De la Sota, quien se había convertido en fundamentalista menemista cuando el declive del de Anillaco era muy evidente. Como no subía en las encuestas tentó para candidato presidencial a Carlos Reutemann, un consumado producto menemista. El  eterno dilema hamletiano de ser o no ser que envuelve al santafesino lo bajó de la carrera presidencial al ver algo que nunca pudo explicar. Lo que llama la atención es que un político veterano y hábil como Duhalde pretendiera derrotar a Menem a través de dos postulantes menemistas. Y ahí apareció por descarte o por azar Néstor Kirchner, y la historia transitó por otros rumbos. Caminos diferentes que arrojaron a la banquina a quien ayudó en forma decisiva a que el santacruceño llegara a la presidencia. Hoy Duhalde se ha propuesto concretar su cuarta venganza hacia la viuda del que lo arrumbó a un costado del camino, y la que a su vez  lo estigmatizó con el mote de padrino. Tal vez si hubiera cumplido su promesa de jubilarse, la historia recogería su trayectoria con una mirada más benévola.
 El  intento actual de hacer menemismo sin Menem, con la probabilidad cierta de candidatear en su lugar a Macri como el Menem rubio del siglo XXI, es volver a entrar a un laberinto que transitamos y padecimos, sin el hilo de Ariadna.        
Einstein decía que “Dios no juega a los dados con el Universo.” Es posible que tampoco lo haga en nuestro país. Pero los dados, el azar, escriben muchas veces un pie de página de nuestra historia.







9-01-2011
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