27 diciembre 2011

EL "HUMORISTA" DE “LA NACIÓN”


 Es difícil encontrar información sobre el prosecretario de “la Tribuna de Doctrina” fundada por Bartolomé Mitre (el genocida del Paraguay). En las fotos se lo ve con una sonrisa sobradora del tipo que alardea “me las sé todas”.
Es Carlos María Reymundo Roberts, el que perpetra su columna satírica de los días sábado, adoptando una posición kirchnerista como estratagema para bombardear desde allí con todos los estereotipos que su empleador ha derramado con entusiasmo durante 141 años, ante cualquier experiencia política con tufillo nacional y popular. Ferviente católico del Opus Dei, cajetilla de San Isidro, el hombre lleva al mitrismo en sus venas. Después de estar ausente varias semanas, regresó con la potencialidad de un adicto en abstinencia, posiblemente incentivado por el tono apocalíptico de todo el diario. La Nación se solaza alegremente desde el título central del ejemplar del 25 de diciembre, cual si fuera un diario británico: “Ratificó Londres que nunca negociará por Malvinas”, prosiguiendo con las lágrimas que derrama el periodista cautivo Joaquín Morales Solá, que posa de independiente, en su húmeda columna titulada: “Un país que oscila entre Chávez y Putin”, para referirse dramáticamente a la ley sancionada que acaba con la posición dominante de Papel Prensa cuya composición accionaria está integrada por su empleador.
Escribe el pretendido humorista bajo el título: “Yo, enviado por ELLA para salvar Europa”: “Qué bueno estar de vuelta en mi país, con mi gente y ¡en mi columna! Sí, la he recuperado para nuestra causa, venciendo los vanos intentos del gorila que me reemplazó de quedarse definitivamente con ella. Y, como ven, llegué a tiempo para cumplir con el deseo de la señora de que pase Nochebuena con toda su familia. Eso sí, estoy agotado después de una gira por Madrid, París y Berlín. Fui como enviado de Ella para asesorarlos por la crisis del euro. Nadie nos había llamado, pero me mandó igual. Mi arribo a Madrid fue noticia en los diarios. "Llega un enviado de Cristina Kirchner para dar consejos sobre cómo enfrentar la crisis", decían los titulares de primera plana. Cuando di a conocer los consejos de la Presidenta, la información fue a parar a las páginas de humor. En Europa no entienden nada.”Acá la ideología le juega una mala pasada a la ironía del prosecretario. Efectivamente en Europa no entienden nada  porque persisten en aplicar políticas de ajuste, profundamente recesivas, para salir de la recesión. Es como si a un anémico se le aplicara un ayuno prolongado. Esto que en medicina sería calificado de asesinato, en economía suele calificarse de racionalidad. Pero eso es lo que se ha apoyado desde La Nación cuando se aplicaron estas recetas en nuestro país, durante la dictadura establishment- militar, en la que cambió silencio por canonjías y durante el menemismo, que epilogaron con la peor crisis de la historia argentina.

LA DICTADURA KIRCHNERISTA
Continúa el escriba: “Básicamente, lo que dije allí fue lo siguiente: la primera crisis es la del relato; la historia del colapso del euro la están contando los diarios. Algo tienen que hacer. ¿Qué es eso de que los gobiernos no tienen cadenas de medios? ¿Qué pasa que no hay un solo 6,7,8 en las televisiones públicas; qué pasa que no estatizaron las transmisiones del fútbol; qué corno pasa que no compran periodistas, que no premian ni castigan a nadie con la pauta oficial; cómo no se les ocurrió pinchar teléfonos, intervenir casillas de mails, perseguir a la prensa independiente?
La crisis del relato se manifiesta también en la difusión de cifras. A Merkel y a Sarkozy les expliqué la extraordinaria experiencia del Indec, que está siendo recogida en los libros de historia como un caso único en el que la voluntad de un gobierno es más fuerte que la realidad. El sueño de todo gobernante: la economía subordinada a la política. A los españoles, que tienen 5 millones de desocupados, les dije que empezaran a hablar de una reducción de esa cifra, incluso aunque los desempleados fueran cada vez más. Los gobiernos tenemos la obligación de ser optimistas. El Indec es, antes que nada, un himno de fe y esperanza.”
El Indec es un flanco débil del gobierno en cuyo sostenimiento ha dejado girones importantes de credibilidad. Pero el humorista parece ignorar que los técnicos del Banco Central Europeo han permitido con su complicidad, que las cifras macroeconómicas de Grecia o de Irlanda se manipularan a niveles que las del Indec terminan en comparación siendo cercanas a la realidad. Pero un cipayo tiene una estructura mental que lo lleva a sobrevalorar lo de “afuera” y despreciar lo de adentro. Porque entre otras cosas aprendió historia con el que la falsificó, precisamente el fundador del medio donde Roberts desparrama sus sarcasmos. Esa historia está contada de tal manera que hasta chupar un clavo parece más atrapante. Y efectivamente subordinar la economía a la política no es el sueño de todo político, sino la necesidad de los pueblos de cambiar el rumbo.
Impertérrito, el periodista mitrista insiste: “Les encantó la historia y me pidieron que les mandáramos a Moreno, pero tuve que explicar que Moreno no podía salir del país por el cierre de fronteras que él mismo había dispuesto.” Comprador de una historia falsificada que obstruye toda comprensión del presente, el “vecino” de San Isidro ignora que los países desarrollados se convirtieron en tales practicando un fuerte proteccionismo al punto de llegar al extremo en Inglaterra que el cura tenía que denunciar a los familiares del muerto si la mortaja no se confeccionaba con tela nacional.
Escribe Eduardo Galeano en “Patas Arriba. La Escuela del mundo al revés”(página 36): “Cuando los Estados Unidos se independizaron de Inglaterra, lo primero que hicieron fue prohibir la libertad de comercio, y las telas norteamericanas, más caras y feas que las telas inglesas, se hicieron obligatorias, desde el pañal del bebé hasta la mortaja del muerto. Después, sin embargo, los Estados Unidos enarbolaron la libertad de comercio para obligar a muchos países latinoamericanos al consumo de sus mercancías, sus empréstitos y sus dictaduras militares…Rindiendo homenaje a la libertad de comercio, la industria británica ayudó a financiar el exterminio del Paraguay, que hasta 1870 había sido el único país latinoamericano independiente”   Está claro que se convertían al libre cambio cuando sus productos carecían de toda competencia importante. En cambio su numen, Bartolomé Mitre, destruyó al Paraguay, con las banderas del libre cambio en beneficio de los comerciantes importadores y de Gran Bretaña.”
Sigue el intrépido Roberts: “Otro problema grave es el de los mercados, que con su mal humor permanente son los que están marcando los tiempos y la dirección de esta crisis. El drama allí es que respetan al mercado y se terminan sometiendo a él. Pobres, cuánta inocencia. Les conté lo que habíamos hecho acá para frenar la corrida del dólar (además de pedirles a los Kirchner que por unos días dejaran de comprar). "Muchachos -los apuré-, a ver si me entienden: la policía. ¡Saquen la policía a las calles! Si ustedes no tienen casi inseguridad, ¿qué hacen con los policías? Mándenlos a los bancos, a las casas de cambio, a las bolsas. ¿Y los gendarmes? ¡Aprieten con los gendarmes! ¿No tienen jueces amigos? Paren con ese verso de la seguridad jurídica. ¡Está en peligro el euro!" Ironiza Roberts y contra su intención acierta: los países han quedado prisioneros de los mercados y dentro de los mismos del sector financiero y bancario y el euro camina hacia su defunción, por lo menos en aquellos países de la eurozona de menor desarrollo económico. Roberts parece no recordar la experiencia de la convertibilidad. Es lógico: su medio siempre sostiene que “que hay que dar vuelta la hoja y no remover el pasado.”
Continúa el humorista “serio”: “Este consejo no fue del todo asimilado. Ya lo dijo la semana pasada Guy Sorman en un artículo publicado en el diario ABC, de Madrid: ““Los dirigentes europeos no están escribiendo la historia; la están sufriendo””. Sí, la están sufriendo. Les hablé de policías en los mercados y temblaron. Les hablé de manotear las cajas de jubilaciones y les agarró convulsión violenta. Les aconsejé pagar las deudas con reservas y se persignaron. Hablé pestes del FMI y se taparon los oídos. Otro tema que no supieron manejar es el de las consecuencias políticas de la crisis. En Grecia cayó Papandreu; en Italia, Berlusconi, y en España, Zapatero. Les dije que eso hubiese sido muy fácil de resolver: los ajustes siempre tienen que hacerse después de las elecciones. Nunca antes. Como lo hizo Cristina.”
Los reemplazantes de Papandreu y Berlusconi son funcionarios de las finanzas, igual que algunos colaboradores de Rajoy, es decir que como Cavallo acá, se llama al piromaníaco para que apague el incendio.
Su medio reiteró hasta el cansancio el tema de los subsidios. Ahora cuando se intenta disminuirlos en forma selectiva- si los hechos coinciden con los anuncios- como la gata Flora gritaba cuando le ponían (otorgaban) los subsidios y ahora llora cuando se los sacan. La expresión “manotear” las cajas de las jubilaciones es una obscena instrumentación ideológica del lenguaje que se hace en representación de los intereses bancarios afectados de las AFJP.
Insiste Roberts: “Les confieso que he vuelto de Europa desilusionado. Sus dirigentes no están a la altura de las circunstancias. Y, lo peor, se niegan a seguir nuestros consejos. Eso le dije a la señora cuando me recibió esta semana. Incluso le di una idea: "A mí no me hicieron caso: debería ir usted. En Italia la aman y están recontra agradecidos, porque después de que se reunió con Berlusca en Roma, él se empezó a caer a pedazos. Ahora quieren que usted se vuelva a ver con Sarkozy, con la Merkel. ¡Capaz que los borra a todos, señora! Le reitero, creo que debería ir". Se quedó pensativa. Ya sabemos: no le gusta que le digan lo que tiene que hacer. Me contestó. "No voy a ir. No quiero quedar asociada a un continente decadente. Esa gente no merece mi tiempo. Prefiero ir a Venezuela. O a Bolivia. Países con futuro. O quedarme acá. Quiero estar cuando les saquemos Papel Prensa a La Nación y a Clarín y oír cómo chillan. Quiero estar en este festival de leyes que se aprueban en horas y sólo porque yo lo ordeno.”
Como la concepción mitrista fue de amputación territorial y saboteó los intentos de los libertadores de la Gran Nación Latinoamericana, Roberts prefiere las relaciones carnales con EE.UU o la subordinación a Inglaterra y denuesta los intentos de los gobiernos populares de esta parte del continente de hacer realidad los sueños del siglo XIX. Con relación a las leyes “que aprueban en horas” lo hacen en función del 54% de los votos obtenidos.
Lo mismo que hacen los legisladores de Rajoy en España que triunfó por un porcentaje y una diferencia menor a la de Cristina Fernández y nadie sostiene que el Parlamento español es una escribanía. Roberts se olvidaría de estos epítetos y lugares comunes si el presidente fuera Mauricio Macri y en la legislatura tuviera mayoría. Ahí los argumentos republicanos quedarían archivados. Y cuando escribe: “… no le gusta que le digan lo que tiene que hacer”, es un mérito que un cipayo jamás apreciará, acostumbrado siempre a obedecer a los poderosos.
Con relación a Papel Prensa, el periodista independiente actúa como lo que es: un empleado dependiente. Ahí para Roberts y sus empleadores, el monopolio de la fabricación del papel no afecta la libre competencia y la libertad de expresión. 

EL HUMORISTA DE “LA NACION”
Concluye Roberts, atribuyéndole a la Presidenta: “Quiero ver arrodillado a Moyano. Quiero ver cómo se doblan los jueces. Quiero asistir al funeral de la oposición. Quiero seguir escuchando cómo me aplauden los empresarios. Quiero ver a Moreno descontrolado poniendo a parir a todos. Quiero...-Señora -me animé y la interrumpí-. Dígame: ¿quiere estar también para el ajuste? ¿Quiere estar acá cuando suban la luz, el gas, el agua, el transporte, los colegios, la salud? ¿Cuando caiga el consumo, cuando haya despidos, cuando la gente crea que se está pudriendo todo y se vuelque otra vez al dólar?
-Epa -contestó-, no lo había pensado. Me convenciste: viajaré. Creo que en Europa me pueden estar necesitando. Y de paso compro unas carteras.”
La palabra ajuste es la más preciada de los neoliberales y de los gurúes de la city. Roberts tiene un orgasmo cada vez que la pronuncia. Mitre salta de alegría en su tumba. Claudio Escribano, el del ultimátum a Néstor Kirchner a través de un pliego de condiciones exigidas en mayo del 2003, bajo amenaza de no durar un año, espera que su advertencia se concrete una década después.
Y para acariciar demagógicamente el corazón de los dinosaurios que escriben la mayoría de las cartas a La Nación, a sus amigos de San Isidro, remata con un gastado lugar común poniendo en boca de Cristina Fernández: “Y de paso compro unas carteras”.


27-12-2011    
 TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman.  Para publicar citar la fuente



26 diciembre 2011

FELICES FIESTAS Y BUEN AÑO NUEVO


Somos contemporáneos de un momento excepcional de la Patria Grande. El sueño de los libertadores ha encontrado, al final del siglo XX y en la primera década del siglo XXI, un camino donde puedan transitar y concretar sus sueños. Como dijo premonitoriamente Salvador Allende en su último discurso: “Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.”
Esas alamedas están pobladas de acechanzas. Nadie puede comprar el futuro y la historia no ofrece un seguro de éxitos y triunfos. Pero como siempre enarbolaron las Madres de Plaza de Mayo: “La única batalla que se pierde es la que se abandona”.
Desde hace ocho años y medio, junto a Gerardo Yomal en “El Tren” por Radio Cooperativa, AM 770 de Buenos Aires, desde hace doce años en  “Mediodías con Opinión” en RSO, FM 91,7 de Marcos Paz,  desde hace más de una década con las semanales “Notas de Actualidad” que recogen medios nacionales e internacionales, desde el año que concluye con el programa televisivo “Mesa de Periodistas” integrando el equipo con Gabriel Fernández, Néstor Gorojovsky y Artemio López, que se difunde por Internet en la Señal Medios y en canal de cable “Argentinísima”, desde éste blog que cuenta con el apoyo técnico de Milena Heinrich, desde hace más de cuarenta años en la militancia universitaria y política, trato de sumar una gota de agua al océano de las luchas populares, por una Argentina y América Latina independiente, más justa e igualitaria.
Por los avances logrados, por afrontar los fracasos redoblando los esfuerzos,  por los triunfos futuros, por la concreción de lo mucho que falta, levanto mi copa con todos ustedes, deseándoles un buen año, y aprovecho para agradecerles su paciencia como lectores, oyentes  o televidentes.       



                                             ¡ ¡ FELIZ AÑO NUEVO ! !

ES EL DESEO DE
HUGO PRESMAN 

22 diciembre 2011

PIROTECNIA VERBAL EN LA CORNISA


 Una rencilla latente se ha hecho explícita entre Cristina Fernández y Hugo Moyano. Entre la Presidenta de la Nación y el Secretario General de la CGT más importante.
Por el peso de los protagonistas no conviene minimizarla ni tampoco exagerar su magnitud, en el actual nivel del conflicto.
Vayan algunas consideraciones, escritas como disparadores de reflexión, en medio de la tensión que el altercado ha despertado.
En el campo de la racionalidad resulta evidente que la alianza entre ambas partes  (Gobierno-CGT) mantenida desde el 2003, ha resultado beneficiosa para ambas partes. Para el gobierno, al contar con una base de apoyo y movilización fundamental y posiblemente insustituible a la que acudió en los momentos críticos. Para la central sindical, la obtención de importantes beneficios para los trabajadores desde las convenciones colectivas, las paritarias, la asignación por hijo, hasta mejoras de la legislación laboral, la creación de millones de puestos de trabajo, los incrementos de sueldos para los trabajadores formalizados superiores largamente al nivel de inflación, la disminución de la informalidad, entre muchas otras.
Al mismo tiempo cabe reflexionar que dentro de una política económica y social que la CGT ha apoyado, sólo le queda a la Central Sindical, fuera del espacio gubernamental, transitar el territorio donde la esperan con los brazos abiertos aquellos que han sido sus adversarios en el mejor de los casos, y sus enemigos históricos en la visión más desfavorable.
Partiendo de estas hipótesis, cabe preguntarse entonces cuáles son los disparadores del conflicto, entre una Presidenta que hace menos de dos meses obtuvo el 54% de los votos y cuya imagen positiva actual ronda el 65% y un dirigente sindical con pergaminos combativos contra la dictadura, el menemismo y la Alianza, pero con  precaria imagen positiva fuera de su área de influencia y representación.
Es posible que la Presidenta haya decidido, en función de los resultados electorales, forzar un alineamiento más subordinado del sector corporativo de sustentación más importante con que cuenta y barajar la posibilidad de que  si su cabeza no se disciplina, intentar su sustitución. Es evidente su cercanía y apoyo con los sectores juveniles de La Cámpora que le manifiestan una incondicionalidad expresa y que fueron muy beneficiados en las listas electorales en detrimento de la representación sindical y de otros aliados importantes en los primeros ocho años de kirchnerismo. Hacia ellos dirigió sus dardos Moyano calificándolos de “niños bien”. El acercamiento de Cristina Fernández a los sectores empresariales cuyo gatopardismo es histórico, y el haber usado esa tribuna para desestimar el proyecto de ley de participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas, remitiéndola  a las paritarias, fue inoportunamente provocativa. Es claro que dicha premisa está inserta en la Constitución y su implementación debe efectuarse por ley, dejando a las paritarias el porcentaje a determinar por gremio y tipo de empresa. Seguir el camino contrario, que en las paritarias se establezca su aplicación o no, es convertirla en decorativa para los gremios más débiles y acentuar la enorme dispersión existente en el quantum de las remuneraciones En su discurso de asunción de su segundo mandato, la Presidenta señaló implícitamente algunos comportamientos sindicales que considera contraproducentes, especialmente cuando la crisis económica mundial acerque a estas latitudes algunos de sus vientos depredatorios el año próximo. Dijo: “Con nosotros derecho a huelga hay, pero derecho a huelga, no de chantaje ni de extorsión.” La comparación con Perón y la Constitución de 1949 que no tenía legislado el derecho de huelga, fue tomado por Moyano en el discurso de Huracán para reivindicar a Perón como el mejor gobierno de  la historia y proclamarse peronista de Perón y Evita. La ausencia de los diputados moyanistas (Facundo Moyano y Omar Plaini) en el momento de votarse el nuevo proyecto de ley que habrá de regular las actividades del peón de campo, fue una decisión desafortunada que aprovechó la presidenta para recordar desde Mendoza que leyes como el Estatuto del Peón de Campo sancionada en 1944 por instigación de Perón, fue lo que lo llevaría muchos años después a ser proscripto durante 18 años.
Moyano ha tenido varios errores en su estrategia en los  últimos dieciocho meses, que han dejado heridas con el gobierno. El responder un exhorto realizado desde Suiza que lo involucraba, con la amenaza de marchar a la Plaza de Mayo, pensando que había complicidad del gobierno, fue una medida irresponsable que erosionó su propia respetabilidad social. La enunciación en la cancha de River, de su aspiración de un Presidente obrero, aún en vida de Kirchner, es legítima pero sonó a extemporánea, continuada con sucesivas declaraciones de colocar un vicepresidente afín al sindicalismo en la fórmula presidencial.
La escasa representación gremial en las listas de candidatos originó la incomodidad y la percepción de Moyano que se había cometido una injusticia en función del apoyo entusiasta que había dispensado al gobierno.
El tema obras sociales, que embloca al sindicalismo en forma generalizada, fue enarbolado por Moyano en su discurso, previendo una ofensiva y al mismo tiempo denunciando una deuda.
Celebró la libertad del dirigente sindical Juan José Zanola, acusado de un delito muy grave, como el de los medicamentos oncológicos truchos y dejado en libertad por haber permanecido dos años presos sin juicio, pero no por inocente como sostuvo intencionalmente en la cancha de Parque Patricios. 
La forma en que la Presidenta conformó las listas de candidatos, y su abrumador triunfo electoral posterior, le permite  a ella no tener sectores que puedan pasarle facturas por el éxito obtenido.
Anécdotas de difícil verificación pero que de ser ciertas alimentan animosidades que luego se trasladan a las rispideces en las relaciones sociales, fue el presunto ninguneo de Kirchner hacia Moyano en una convocatoria del Partido Justicialista que habría originado una discusión telefónica subida de tono la noche anterior a la muerte del ex presidente. Es posible que más allá de la veracidad de la misma, la discusión habría sido tomada como cierta por Máximo, el hijo, y su creciente influencia sobre su madre, haya echado leña al fuego en la disputa. El dirigente sindical suele denominar en la intimidad al primogénito Kirchner como Mínimo.
Moyano no ha descartado la creación de una alternativa obrera y su decidido paso a la política partidaria, proyecto donde encontraría vallas mucho más altas que la que ha tenido que sortear en el campo gremial.  Por el momento ha renunciado a los cargos en el Partido Justicialista tanto bonaerense como nacional.
Otros reclamos formulados fueron acerca del impuesto a las ganancias y a la no fijación de techo en las paritarias.  

COMPARACIONES POSIBLEMENTE FORZADAS 
A diferencia de los setenta, la juventud camporista originada desde el poder e inserta en él, está alineada sólidamente con la Presidenta. La Tendencia, en los setenta, había surgido desde el territorio árido de la oposición y había precipitado el conflicto al discutir la dirección política del movimiento con Perón. Héctor Cámpora, un político conservador, fue la imagen de la lealtad y apoyado exclusivamente en la campaña electoral por la juventud peronista. La dirigencia sindical de la época, a diferencia de lo que sucede ahora, estaba alineada con Perón, pero ninguneó la fórmula Cámpora- Solano Lima. Al regresar Perón con el plan de implementar el Pacto Social, el desplazamiento de Cámpora,  encabezado por el sector sindical resultó inexorable. La relación de Perón con Cámpora concluyó mal. En su último acto de gobierno antes de su muerte, le aceptó la renuncia de embajador en Méjico, sin agradecerle los servicios prestados.
El movimiento sindical peronista, como La Cámpora, nació en 1945 desde el Estado (1), pero luego las persecuciones, la resistencia, las defecciones y triunfos, lo fueron endureciendo. 
Néstor Kirchner llegó al gobierno con el apoyo de Eduardo Duhalde, sin el cual, su acceso a la presidencia en el 2003 hubiera resultado imposible. En el 2005, cuando habían transcurrido  dos años y obtenido una considerable aprobación social, consideró imprescindible romper con su patrocinador y en las elecciones legislativas de ese año atacó y derrotó abrumadoramente, a través de Cristina Fernández, a la mujer del ex presidente Hilda “Chiche” Duhalde.
Kirchner se apropió de la estructura duhaldista, muy sensible al poder gubernamental reinante.
El poderío bonaerense de Duhalde se derritió como un helado al sol. Tal vez lo que hoy se está presenciando es un intento de repetir la movida que se hizo con Duhalde, ahora con Moyano, desplazando al referente díscolo y manteniendo la estructura con un sindicalista más dispuesto a la verticalidad. 

PIROTECNIA VERBAL EN LA CORNISA 
La naturaleza aborrece el vacío. La política también. Con una oposición política demolida, la prensa dominante es lo único que puede denominarse oposición. Sectores económicos adversos al gobierno han desensillado hasta que las circunstancias le indiquen que puedan volver a levantar cabeza. Para ambos Moyano, su fuerza erosionante a través del poder del transporte o de la recolección de basura, si continúa teniéndola para enfrentar a Cristina Fernández, pasaría a ser, si pasa a la oposición,  “el campo” del 2008. El impresentable Barrionuevo y el quinto integrante de la extinguida Mesa de Enlace, que es el dirigente de los peones rurales, el “Momo” Venegas intentan darle el abrazo del oso.
Rápidamente Magneto y compañía le harían un fotoshop y “el aborrecible Moyano” se transformaría en el apreciado dirigente que estaban esperando. Rubio y de ojos celestes.
Si Moyano es coherente con su pasado de las últimas tres décadas, evitará el paso de convertirse en “respetable” para el establishment y no cortará la rama sobre la que se apoyan él y sus representados.
Facundo Moyano ha manifestado un equilibrio interesante. Afirmó: “En la antinomia política kirchnerismo - antikirchnerismo, nosotros sabemos de que lado estamos”. En el mismo sentido se pronunció el sólido y ascendente dirigente sindical Juan Carlos Schmid en la revista Debate del 17 de diciembre: “El escenario de chisporroteos no tiene la intensidad que aparece en los medios. Son desacuerdos propios entre un gobierno y una central obrera que comparten el mismo proyecto. No me imagino a una CGT haciéndole el juego a la derecha, pero tampoco me imagino que este aval popular clausure ningún debate en la Argentina. Por el contrario, está abriendo otros que se tienen que comenzar a discutir en el país”.
Desde el gobierno se adoptó una actitud mesurada al no responder al discurso de Moyano, intentando bajar decibeles a la pirotecnia verbal.
Está claro entonces que la Presidenta tiene un inmenso aval popular y Moyano dispone de una muy respetable capacidad de movilización. Juntos se potencian, enfrentados se debilitan. El avance en la confrontación puede llegar a la fractura de la CGT que dirige Moyano. Y las movilizaciones de enfrentamiento a un desgaste del gobierno.
La tempestad europea llegará posiblemente a nuestro territorio el próximo año. Es lo suficientemente importante y peligrosa, para necesitar consolidar el frente nacional y no debilitarlo con deserciones. El estruendo verbal no debe pasar de eso, sin necesidad de renunciar a los legítimos reclamos sectoriales, pero enmarcado en un proyecto mayoritario.
La pirotecnia verbal en la cornisa, es un juego peligroso porque las palabras pueden ser el prólogo de hechos irreversibles entre aliados naturales. No escupir al cielo es conveniente y además higiénico. 

(1) Lo relata José Pablo Feinmann en “Peronismo. Filosofía política de una persistencia argentina”: “….los obreros no fueron hacia los sindicatos, no se movieron hacia ellos…..Lo esencial de la nueva CGT es que no ha surgido de una movilización autónoma de la clase obrera…Los migrantes internos tuvieron los beneficios pero no tuvieron que luchar por ellos….Al eliminar la “lucha” elimina el conflicto de clases. Es el Estado, entonces, el que se transforma en el árbitro entre las clases. A esto se llama bonapartismo” ( páginas 40 y 41)   


17-12-2011
Todos los derechos reservados. Hugo Presman. Para publicar citar fuente.                                  

Entrevista- Agencia Paco Urondo

ENTREVISTA A HUGO PRESMAN DE LA AGENCIA PACO URONDO  A LA SALIDA DE LA INAUGURACIÓN DEL INSTITUTO FELIPE VALLESE DIRIGIDO POR NORBERTO GALASSO

19 diciembre 2011

LOS DÍAS QUE CAMBIARON A LA ARGENTINA


El modelo de rentabilidad financiera estalla. El gobierno de Menem en forma activa y el de la Alianza en forma pasiva han consumado lo que la dictadura establishment- militar no alcanzó o no pudo consumar. Y con apoyo popular. Apenas dejan vestigios de lo nacido aquella primavera de 1945, cuando los trabajadores decidieron ser protagonistas activos de la historia. En este tórrido verano del 2001, la clase media desilusionada y expropiada junto a trabajadores y excluidos se encuentran en las calles.
La fuga de capitales realizada por los grandes ganadores de la década, financiada por los organismos internacionales, había dejado al país en cesación de pagos, luego de ser devastado por la apertura irracional de la economía, la destrucción del Estado, el remate del patrimonio social a través de leoninas privatizaciones. .
Endeudamiento y vaciamiento, una receta explosiva.
El corralito intento retener las monedas. La plata grande se había fugado
Los bancos, las catedrales del Dios mercado, se mostraron insolventes.
El hambre atravesaba los barrios pobres del conurbano, de la Capital Federal, del gran Rosario, de buena parte de la geografía nacional.
Los fieles que dejaron sus ahorros en las catedrales del modelo se sintieron  defraudados en la religión económica en que habían confiado y se enfurecieron.
Hambre y desocupación abajo, ahorros congelados en los sectores medios, desmoronamiento en las creencias compradas, horizonte desvanecido, seguridad evaporada, incertidumbre generalizada,  futuro hipotecado,  caída vertiginosa en la escalera social.
Fragmentación política, implosión de las representaciones, descreimiento profundo en la política.
El terreno estaba preparado. Sólo faltaba el fósforo que incendiara la pradera.  Los saqueos en la Provincia de Buenos Aires, el discurso del Presidente De la Rúa anunciando el estado de sitio, actuaron de detonantes.
La historia, que siempre la encarna el pueblo, dejó las veredas y empezó a caminar por las calles y avenidas.
Como convocados por un llamado implícito, miles y miles de compatriotas ocuparon el espacio público y se dirigieron a Plaza de Mayo.
La ciudad fue tomada.
Las ollas fueron la música para los pies.
Un profundo desprecio hacia la política y los políticos se mezclaba con el humo de los neumáticos incendiados.
Sólo una consigna unificaba a la multitud: “ Que se vayan todos”
La renuncia de Cavallo fue el momento culminante de la jornada.
La clase media protagonizaba esa noche del 19 de diciembre su 17 de octubre.
Al día  siguiente, la plaza cambió su composición social. Sectores plebeyos y franjas militantes confrontaron con una bestial represión ordenada por el gobierno para desalojar la Plaza de Mayo. Sólo el vacío, el espacio desierto, garantizaba para el presidente, la gobernabilidad. Había hecho del aislamiento un ejercicio. El vacío y  soledad lo acompañarían en su fuga en helicóptero. En su conciencia quedarán 39 muertos. La justicia no lo alcanzará. Ante la jueza afirmó: “No vi televisión en todo el día ni tampoco me asomé al ventanal de la Casa de Gobierno, estaba absorbido por la crisis institucional. La Cámara confirmó la falta de mérito que dictó la jueza Servini de Cubría, bajo el argumento de “que no está probado que  De la Rúa estuviera al tanto de lo que pasaba en las calles”.
Un razonamiento surrealista.   
Tarde, muy tarde fueron los intentos finales de negociar con el peronismo, de que Eduardo Duhalde fuera jefe de gabinete, cuando su aspiración era la presidencia  o que Julio María  Sanguinetti, el ex presidente uruguayo y Felipe González, ex jefe del gobierno español fueran los garantes de una tregua política y social. Esto explica la insólita presencia del dirigente español en la Casa de Gobierno en la que se encontró con De la Rúa, como último acto político, luego de irse en helicóptero el día anterior, saliendo por los techos de la Casa Rosada.  
Luego vinieron tres presidentes y dos encargados del Poder Ejecutivo en una semana. Rodríguez Saá proclamó la cesación de pagos en el Congreso, aplaudido por muchos de los mismos que consintieron parte del endeudamiento.
Eduardo Duhalde, el derrotado en las elecciones de 1999, senador desde diciembre del 2001, asumió la presidencia.
La devaluación fue la llave y la estrategia. Se produjo una gigantesca distribución de ingresos. Muchos triunfadores volvieron a ganar. Los cartoneros y familias revolviendo los tachos de basura fueron postales del estallido de la crisis más profunda de la historia argentina
Empezó una etapa hacía la salida,  acelerada por el asesinato  de dos militantes sociales, Maximiliano Kosteki  y Darío Santillán. La economía empezó a crecer, se volvieron abrir algunas fábricas, las economías regionales que vegetaban se recuperaron. Pero como decía Chesterton, eso, eso es otra historia.
 FOTOS AMARILLAS 
 
En un rapto de lucidez, que abandonará cuando escape a sus incertidumbres, los sectores medios unen su destino a los de abajo y no como es tradicional con los de  arriba. Ahí nace una consigna que tuvo vuelo corto: “Piquete y cacerola, la lucha es una sola”.
Asambleas barriales, cartoneros, piqueteros y clase media intercambiando experiencias bajo la consigna “la lucha es una sola”. Ahorristas destrozando bancos. El trueque como alternativa económica. Comedores en la calle. Vecinos intentando en democracia directa resolver problemas. Dos millones de planes jefes y jefas de hogar. Fábricas recuperadas por sus obreros, ante la huida de sus antiguos dueños. La restricción a la circulación monetaria sustituida por catorce bonos que hacían la función de papel moneda.
 De todo el mundo se arrimaban cineastas, sociólogos, analistas para observar el inmenso taller de forja de un país descendido al séptimo círculo del infierno.
Miserias competitivas, jóvenes militantes que confundieron las Asambleas con los Soviet, vecinos bien intencionados que empiezan a sentir la fatiga de la compasión. La recuperación económica, el reintegro  de los ahorros, merman, erosionan la alianza plebeya forjada en las calles.
Los pies volvieron a transitar por las veredas.
Las ollas regresaron a las cocinas.
Los piquetes se separaron de las cacerolas.
El 19 y 20 de diciembre se eclipsó, pero su gigantesca energía atravesó el país, se propaga por América Latina y una década después buena parte de Europa y EE.UU, con los indignados, miran como un ejemplo a la Argentina. 

LOS DÍAS QUE CAMBIARON A LA ARGENTINA  

Carente de estructura, con un profundo rasgo antipolítico, el 19 y 20 de diciembre es un hito como límite y advertencia.
Careció del sesgo fundamentalmente político como el 17 de octubre y el Cordobazo,   un beneficiario político directo como el primero o las sólidas organizaciones sindicales, políticas y universitarias  como el cordobazo. Este último no se realizó como el primero en nombre de Perón, pero las energías sociales desatadas confluyeron para concretar lo que por entonces era un imposible: el regreso del líder exiliado. 
Los idus de diciembre no podían lograr una victoria, pero si oxigenar y cambiar el clima y el lenguaje político. Establecer un nuevo punto de partida. Fue el rugido de un país, según la psicoanalista Silvia Bleichmar. 
Es preciso señalar que las facetas contradictorias y dialécticas del 19 y 20 de diciembre se proyectó a las elecciones del 27 de abril del 2003, donde en primera vuelta el 41% votó por los emblemas de la debacle como Menem y López Murphy. El viento transformador de aquellas jornadas se iba a cristalizar en el ballotage abortado, donde el repudio a la larga noche infame se estimaba alcanzaría a un 80%. 
Si se quiere analizar un hecho de esta magnitud, desmenuzando sólo y aisladamente los móviles mezquinos que confluyeron, los ahorristas timados, algunos saqueos inducidos, se omite que todo fresco histórico tiene una suma de ingredientes en que los ideales y los intereses económicos se entrelazan promiscuamente. En ese caso se incurre en la humorada de Borges mirando un partido de fútbol. Sólo se aprecian 22 jugadores corriendo tras una pelota.
El 19 y 20 de diciembre fue un NO estruendoso. Una oxigenación del aire viciado por la extensa década  de menemismo y delarruismo. Un clivaje sin el cual el kirchnerismo no puede explicarse.
“El temor a la presencia latente  de la movilización y las protestas populares, según el politólogo Edgardo Mocca, han jugado y juegan un enorme papel en nuestra vida política”
En definitiva, se produjo un viraje en que conviven la continuidad y la ruptura de la década del noventa. El kirchnerismo es el que mejor interpretó el mensaje de la calle y asumíó que la política era el instrumento fundamental para que la sociedad volviera a creer en sí misma y en sus representantes. Néstor Kirchner sintonizó con el discurso implícito en los pies movilizados y desde una gigantesca derrota nacional y un esmirriado 22% inició una presidencia histórica.
 Como el 19 y 20 de diciembre se materializó desde la antipolítica, en sus rasgos más retardatarios se continuó en una parte de la sociedad que le otorgó un hándicap social a aquellos que venían de “afuera” como el falso ingeniero Blumberg o los empresarios Mauricio Macri  y Francisco de Narváez.
Sólo la creciente participación popular, puede acentuar la ruptura sobre la continuidad. En esa difícil convivencia están exteriorizados los matices, los claros oscuros  de los días en que la historia ocupó la calle.
Pasó hace una década. Cuando la única salida parecía Ezeiza. Cuando había colas para revolver los tachos de basura de los restaurantes. Cuando las embajadas no daban abasto. Cuando la mitad de la población estaba bajo la línea de pobreza y el 35% de los trabajadores desocupados o subocupados. Cuando se hablaba de una intervención de técnicos extranjeros para gobernar el país. Cuando se pensaba en la dolarización y la banca off – shore. Cuando algunos se llevaban las sillas de la playa para “veranear” en los bancos.
Pasó hace una década. Cuando los sueños acunados en los setenta se contrastaban con las ruinas de un país que parecía que había sido bombardeado. Cuando los sectores medios y altos que habían encontrado en la convertibilidad y su adhesión a las políticas neoliberales un viaje sin escalas al primer mundo, se encontraban que las catedrales del mercado que eran los bancos le hacían pito catalán.
Es bueno recordarlo y pensar que diez años después, ese escenario es en buena medida un borroso y doloroso recuerdo.

19-12-2011
Todos los derechos reservados. Hugo Presman. Para publicar citar fuente.

15 diciembre 2011

PERIODISMO MILITANTE QUE POSA DE NEUTRAL

En una Argentina en donde muchos temas están en debate y se discute con pasión, el periodismo y su forma de ejercerlo están a la orden del día. En el naufragio de los noventa, el periodismo y muchos de sus principales referentes salieron fortalecidos. Era la etapa histórica en que mientras el país se hundía, la profesión y sus más publicitados y reconocidos periodistas se convertían en fiscales y jurados  de la sociedad. Eran los justicieros a los cuales recurrían los que desconfiaban de los políticos y de las instituciones. En cada profesional del micrófono, de las cámaras, de los diarios, con firma y foto, con mucha exposición pública, la “gente” encontraba un lugar de denuncia y de presión para la resolución posible de sus problemas. Todo ello convirtió a los periodistas más conocidos en verdaderas “vacas sagradas”, en un escenario donde la política claudicaba y se imponían el mercado y su discurso único y dominante, con sus catedrales que adoptaban la arquitectura  bancaria, sus gurúes predicadores de catástrofes, las evaluadoras del riesgo-país, la vida como un ajuste permanente para el pueblo devenido en gente, y en una fiesta permanente para minorías cada vez más reducidas. La expresión más conspicua fue el lanatismo, que remedando a Lenín, fue “la enfermedad infantil del periodismo”. La denuncia como método, la corrupción como problema central,  el culto a la antipolítica. 
Cuando la economía quedó subordinada a la política, el análisis pasó al centro de la escena, el periodismo de denuncia perdió eficacia  y las “vacas sagradas” se sintieron cuestionadas y desconcertadas. Un integrante de la escudería Lanata, el escritor Martín Caparrós declaró certera y autocríticamente en La Nación del 10-02-2010: “Cuando periodistas muy bien intencionados iluminaban la corrupción menemista, Menem estaba cambiando la estructura socioeconómica de la Argentina como nadie lo había hecho. Mientras se consolidaba un modelo de exclusión que todavía estamos sufriendo, el periodismo estaba atento a la leche adulterada o al frigorífico. Ahora pasa lo mismo. Volvemos a la facilidad “¡ ah, son corruptos, roban!”. Yo le llamo a eso honestismo”.
A su vez, un blanco preferido del fundador de Página 12 , el periodista Orlando Barone escribe en su último libro “K Letra Bárbara”: “El periodismo es un océano de cinco centímetros de profundidad…A Lanata esos cinco centímetros de hondura le bastaron, primero, para sobresalir de la superficie y, ahora, para ahogarse”.
La Ley de Medios Audiovisuales profundizó el debate. Es llamativo que muchos periodistas que pueden criticar a los gobiernos pero son muy prudentes con el poder económico, se sientan molestos y perseguidos cuando son a su vez sujetos de la crítica. 
Lo importante es decir claramente desde que lugar se habla o se escribe y tener la honestidad intelectual de no omitir informaciones importantes vinculadas a hechos que contradigan las posiciones y opiniones que se levanten.    

PERIODISMO NEUTRAL 
El periodista Carlos Ares, director de la reaparecida revista “La Maga”, se presenta como un exponente de un periodismo puro, al margen de las líneas editoriales, de los anunciantes, de los intereses y negocios de los medios empresariales. Su nota editorial, en el número 1 de la actual etapa de la revista, escribe:…. ¿ Si hay alguien ahí? ¿ Importa? Hacer LA MAGA nunca fue negocio y tal vez no lo sea ahora, pero los periodistas expertos o inexpertos, viejos o jóvenes, escritores, entrevistados, lectores, todos aquellos que la hacen, la comparten y la sostienen, saben que no hubo, ni hay, un territorio más libre y sin obstáculos para correr detrás de las verdades que se persiguen, ni un aire más puro y menos contaminado por intereses ajenos a la realización de sus deseos. Y si acaso no fuera así, si la cantidad de misterio no alcanzara a sorprender ni a disimular el truco, todos saben también que LA MAGA volverá a enrollarse sobre sí misma, regresará a la botella y se dejará llevar desde una playa nocturna por la espuma, alunada, de regreso a su propio mar de suspenso”. 
En la Revista “Noticias” del 19 de octubre, se le hace un reportaje a Carlos Ares en donde responde a la pregunta: “ Como formador de periodistas ¿ siente que hoy prevalece una mirada despectiva hacia la profesión?, contesta: “Es lo más grave que está pasando. El desprecio por el periodismo. Pero este tipo de generalizaciones siempre favorece a alguien. Son deliberadas. Y esta guerra sucia se inicia desde el poder. Porque el buen periodismo siempre cuestiona el poder. Si no lo cuestiona y lo difunde, hace propaganda. Tiene que cuestionarlo aún cuando haga las cosas bien. Porque hacer las cosas bien es su obligación. No hay por qué estar alabándolo. Y el periodista, en esta guerra de poderes ( que incluye también a los grandes medios) no tiene otra defensa que hacer bien su trabajo…”        
Una de las precisiones que permitió el debate sobre la profesión es deslindar claramente que no siempre el gobierno es el poder y que en una democracia a los gobiernos los elige el pueblo y al poder económico no lo elige nadie. Carlos Ares parece que no se enteró todavía. Uno puede encontrar periodistas como Magdalena Ruiz Guiñazú, de meritoria labor en materia de derechos humanos, que puede ser muy crítica de diferentes gobiernos y muy condescendientes de los poderes económicos y de los medios hegemónicos que la contratan.
Cuenta el periodista Ignacio Ramonet en un reportaje del bisemanario Perfil: “Los medios golpean con una violencia inaudita al gobierno de turno. Denuncian la corrupción, el comportamiento del o la presidente, tiran por los suelos la reputación  de tal o cual dirigente. La observación primera consistiría en decir que nunca hubo tanta libertad para que los medios critiquen a los gobiernos. Pero podríamos formular la pregunta de manera diferente. ¿Por qué hace treinta años no era posible en democracia? Porque el poder político tenía mucho poder. Cuando Roosevelt recibía a los periodistas, lo hacía en presencia de su amante. Ningún periodista lo denunciaba. Compárelo con Clinton y Lewinsky. ¿ Los medios se han hecho mucho más independientes? No, el poder político se ha hecho mucho más pequeño …El poder político tiene mucho menos poder que el económico y financiero. El verdadero poder que no se sabe bien cómo funciona, protegido de la curiosidad de los medios, ya no es el poder político; es el poder económico financiero….. En Francia hay un empresario extremadamente importante que tiene el principal sistema de abono a Internet, a teléfono, a televisión, y que repite la frase: “Cuando un periódico se mete conmigo, compro una parte de su capital. Silencio absoluto garantizado”.
El periodista neutral Carlos Ares, desde el periodismo puro de la editorial Perfil, en su bisemanario del mismo nombre, escribió el domingo 27 de noviembre: “Ahora que Cristina ya ganó y los capataces intelectuales de la sastrería Forster y González, expertos en el corte y confección de la historia a medida, permiten a cada uno de los integrantes de Carta Abierta volver a pensar un poquito por sí mismos, y hasta hacerse alguna pregunta inquietante, será de ver y leer como van a escribir el “relato” de los próximos meses…..Siempre fue divertido leer al director de la biblioteca Horacio González, mucho más que fumar algo fuerte. Cualquiera que haya intentado entender un texto suyo completo sabe de qué se trata. También escuchar al filósofo  Forster decir con voz de propietario la palabra “pueblo” y con voz de mando militar la palabra “enemigos””.
Como se ve Carlos Ares invoca un neutralismo que no practica. Y eso´- el no ser neutral- no merece ninguna crítica. Al contrario. Lo que sí es criticable  al punto de merecer su comportamiento  la calificación de hipócrita, es ocultarlo y predicar lo contrario. 
Más cuando en el reportaje citado de la revista “Noticias” dijo: “Opinar sin pruebas no es periodismo. Cuando les preguntamos a los chicos para qué quieren estudiar periodismo, muchos dicen  “para decir la verdad”. El gran laburo es explicarles: “ no, vos no estás para opinar. Que opine la suma de hechos que reunís en forma contrastada, decente, dándole lugar a todo el mundo”.
 
PERIODISMO MILITANTE QUE POSA DE NEUTRAL  
En Clarín del domingo 27 de noviembre, bajo el título “Macri prepara su propio multimedio estatal, pero promete “pluralidad””, en su búsqueda de atraer a un público joven, se puede leer:
“ Nace un nuevo multimedio estatal. Mauricio Macri trabaja en un proyecto para cambiarle la cara y hacer más competitiva a las radios AM y FM. Lo mismo, con la web porteña: dejará de ser meramente informativa para pasar a tener contenidos. El tercer paso es el que más obsesiona al reducido grupo de funcionarios que por ahora trabaja en el tema. El jefe de gobierno quiere poner en valor el canal Ciudad, el último de la grilla, inexistente para los televidentes, para negociar más tarde a los operadores de cable: Eso sí: los macristas juran que la movida no está pensada para plantear un contra-relato  al kirchnerismo. Radios, TV y portal quedarán bajo el mando de Carlos Ares, uno de los fundadores de TEA y director de LA MAGA y todo dependerá de la Secretaría de Medios que conduce Miguel de Godoy”.
No leyó mal. El periodista neutral Carlos Ares, el mismo que le declaraba a la Revista Noticias, hace apenas 45 días: “Porque el buen periodismo siempre cuestiona el poder. Si no lo cuestiona y lo difunde, hace propaganda. Tiene que cuestionarlo aún cuando haga las cosas bien. Porque hacer las cosas bien es su obligación”, es funcionario de Mauricio Macri y dirige simultáneamente la revista LA MAGA. ¿ Como director de LA MAGA, se criticará como organizador de las radios, la TV y el portal del gobierno de la ciudad? O una pregunta aún más ingenua: ¿No merecen los lectores de LA MAGA, o cuando escribe una columna en Perfil, saber que es simultáneamente funcionario del gobierno de Macri? Hasta el momento, el periodista Ares no ha desmentido la información de Clarín. 
En su libro mencionado anteriormente, el periodista militante Orlando Barone escribe sobre situaciones como las que hoy aquejan a Carlos Ares: “¿Qué hago? Si no cumplo con quienes me pagan me echan y me quedo sin trabajo, y si cumplo me traiciono y sufro mi propia  vergüenza. Ahora bien: en la hipótesis de que el periodista opte por continuar cobrando su sueldo y se resigne a bajar la cabeza y traicionarse, aparte de su conciencia, ¿ quién se entera? Los que reciben su mensaje nunca saben si el periodista dice lo que dice porque está convencido o porque está sometiéndose”.
Intenté seguir en esta nota, el consejo de Carlos Ares: “Que opine la suma de hechos que reunís en forma contrastada”

13-12-2011
Todos los derechos reservados. Hugo Presman. Para publicar citar fuente.

13 diciembre 2011

EN LA SEÑAL MEDIOS TV

El segundo mandato de Cristina.  

Peronismo y Kirchnerismo. 

La CGT, los salarios, la puja. 

Un poco de fiesta xeneize.

Mesa de Periodistas 13-12-2011

Gabriel Fernandez, Nestor Gorojovsky,
Hugo Presman y Artemio Lopez