30 noviembre 2010

LA VUELTA DE OBLIGADO Y EL DEBATE HISTÓRICO

La falsificación de la historia es una política de la historia, como lo sostuvo con agudeza, hace muchos años, ese gran patriota que fue Don Arturo Jauretche. La historia no es más que la política del pasado como la política es la historia del presente. Juan Bautista Alberdi, el más notable analista de la segunda mitad del siglo XIX, lo sintetizaba así: “Entre el pasado y el presente hay una filiación tan estrecha, que juzgar el pasado no es otra cosa que ocuparse del presente. Si así no fuere, la historia no tendría interés ni objeto. Falsificad el sentido de la historia y pervertís por el hecho toda la política. La falsa historia es origen de la falsa política.”
La historia oficial fue escrita y falsificada por Bartolomé Mitre y difundida hasta la actualidad por seguidores y academias. En ella se ubican en la misma trinchera dos enemigos irreconciliables como Rivadavia y San Martín. Para maquillar la impostura, Mitre calificó al que da su nombre a la calle más larga como “el más grande hombre civil en la tierra de los argentinos.” Fue el que saboteó sistemáticamente las campañas libertadoras, contempló impávido las amputaciones territoriales, perdió ignominiosamente la paz de una guerra ganada con el Brasil, y su gente instigó el asesinato de Dorrego, entre algunas de sus variadas fechorías. Tanto Rivadavia como Mitre representaban los intereses de los comerciantes del Puerto de Buenos Aires. En cambio Rosas expresaba la de los hacendados bonaerenses con el apoyo de los sectores populares. Tenían políticas diferentes hacia las provincias del norte que habían desarrollado precarias industrias: Rosas las protegía como cuando dictó la ley de aduanas de diciembre de 1835. Mitre y sus vesánicos coroneles como Sandes, Irrazábal y Paunero, que fueron verdaderos adelantados a los que en el siglo XX practicaron el terrorismo de estado, arrasaron con esos emprendimientos económicos y asesinaron o exiliaron a los caudillos que lo representaban como el Chacho Peñaloza o Felipe Varela.
Rosas y Mitre, es decir los hacendados y los comerciantes portuarios, coincidían en no nacionalizar la renta de la aduana de Buenos Aires. Esa fue la causa principal de los sesenta años de las guerras civiles en esta tierra ensangrentada. Estaban en discusión dos modelos. En el mismo año 1861, comenzaba la guerra de secesión en EE.UU, que concluiría cuatro años más tarde con el triunfo del norte industrialista, Mitre derrotaba a Urquiza en Pavón ya que el entrerriano se retiró sin presentar combate, iniciando en estas tierras el triunfo del sur agropecuario y mercantil.
La historia oficial caracterizó a Rosas como la primera tiranía, como luego del 16 de septiembre de 1955 estigmatizaría a la década peronista como la segunda tiranía.
Entonces ¿cómo  un individuo tan abyecto podría ser el protagonista de una gesta histórica como la batalla de la Vuelta de Obligado? La epopeya quedó minimizada y los elogios de San Martín y la donación de su sable al “tirano” reducidos a una anécdota menor, una confusión abonada por el desconocimiento que produce la distancia.



EL DEBATE HISTÓRICO 
Es raro que las páginas del diario La Nación, fundado por Bartolomé Mitre a la finalización de la infame guerra contra el Paraguay, se abran al debate histórico. Ya veremos cuál es el motivo.
Luís Alberto Romero escribe como cruzado mitrista, hijo de otro historiador oficialista José Luis Romero quien  desalentó con sus textos del secundario la posibilidad de que los jóvenes sintieran el gusto y el cariño por la historia. Fue el rector de la Universidad de Buenos Aires designado por la Revolución Fusiladora en 1955.
Sostiene Romero: “El Gobierno anuncia la gran celebración de un aniversario de la Vuelta de Obligado, la batalla en la que, el 20 de noviembre de 1845, las tropas de Rosas intentaron inútilmente bloquear el acceso de la flota británica por el río Paraná. Paralelamente, los escritores neorevisionistas baten el parche y despiertan sentimientos e imaginarios de un nacionalismo hondamente arraigado en nuestra sociedad. A la vez, por qué no, realizan un buen negocio editorial…. En primer lugar, fue una derrota. Honrosa y heroica, sin duda; victoria moral, como nos gusta a los argentinos; pero derrota al fin. La de los ingleses fue quizás una victoria a lo Pirro. Pero vencieron. Cortaron las cadenas, rompieron el bloqueo y llegaron con sus barcos a Corrientes, donde la sociedad local admiró los nuevos barcos de vapor y las damas alternaron y coquetearon con los oficiales británicos.”
“Romero es en términos históricos lo que en fútbol es el bilardismo: sólo importa ganar. La mentalidad colonizada de la prédica mitrista ningunea al acontecimiento como lo hiciera su numen. Sin embargo tendrían orgasmos de admiración por la batalla de las Termópilas donde Leónidas y sus 2000 griegos se enfrentaron contra 300.000 persas y fueron derrotados.
En esa versión donde se pueden exaltar con justicia, derrotas ajenas como la de Espartaco o los luchadores del Gueto de Varsovia, se debe minimizar el enfrentamiento de tropas mal entrenadas y con armamento insignificante contra las dos flotas más poderosas del planeta conformado por 22 buques de guerra y 92 buques mercantes. Las armas escoltando al comercio. La exigencia de la libre navegación de los ríos de los países a colonizar bajo la bandera “civilizadora” del libre comercio. Y subida a las naves del invasor los unitarios que se unían al colonizador para derrocar a Rosas. Una versión del malinchismo en el Río de la Plata, una exhibición obscena de cipayismo. En el desgraciado axioma de civilización y barbarie, los cipayos estaban con los “civilizadores”
El objetivo de los colonizadores era convertir al Paraná en un río internacional para lo cual  era necesario balcanizar el territorio creando el Estado de la Mesopotamia.
Nada de esto dice Romero quién luego escribe: “… las fuerzas militares de Rosas, luego de la derrota del 20 de noviembre, practicaron una tenaz y meritoria guerrilla de retaguardia, que ocasionó pérdidas a la flota y a los buques mercantes ingleses. Un problema más. Por entonces, otros problemas en su vasto imperio informal reclamaron la atención del gobierno británico. En 1846 Aberdeen, cultor de la "política de las cañoneras", fue reemplazado en el Foreign Office por Palmerston, partidario del camino negociado. Hubo una nueva evaluación de la situación del Plata, y aunque el bloqueo se mantuvo hasta 1849, finalmente se llegó a un acuerdo muy honroso para el gobierno de la Confederación, en el que Rosas obtuvo lo que no pudo lograr en el campo de batalla. Celebremos pues el éxito pacífico de la diplomacia y no el fracaso de la guerra. La negociación y no la epopeya.
Romero omite la derrota de la flota invasora en Punta Quebracho que llevó a que se precipitara la alternativa diplomática. Convertido en un Hamlet histórico se pregunta: ¿Fue "nacional" esta acción? También me parece dudoso.” Si lo hubiera protagonizado Mitre no tendría duda que era una gigantesca epopeya nacional.
“Mientras Rosas elegía exiliarse en Inglaterra -quizá para estudiar más de cerca a la "pérfida Albión"-, el Pacto de San Nicolás en 1852, y la Constitución Nacional en 1853, abrieron el camino a la libre navegación.” No sólo eso. Se destruiría el Paraguay que con su proteccionismo y el papel fundamental del Estado (ejemplo de la aplicación práctica parcial del Plan Secreto de Operaciones de Moreno”), fue  la contracara del librecambio.
 “En 1983, muchos creímos que habíamos logrado desterrar al "enano nacionalista". Hoy, yo al menos lo dudo.” Romero sólo admira el nacionalismo de los opresores y desprecia el de los oprimidos. Es un excelente alumno de Rivadavia y  Mitre. Además bajo el calificativo de nacionalismo engloba arbitrariamente el clerical, el democrático, el de la izquierda nacional.
Mario “Pacho” O`Donnell polemiza con Romero en La Nación  y su argumentación es precisa.
Comienza con un golpe al hígado de su contrincante: “Obligado es, junto con el Cruce de los Andes, una de las dos mayores epopeyas militares de nuestra patria. Una gesta victoriosa en defensa de nuestra soberanía política, económica y territorial que puso a prueba exitosamente el coraje y el patriotismo de argentinas y argentinos, lamentablemente silenciada por la historiografía liberal escrita por la oligarquía porteñista, antipopular y europeizante, vencedora de nuestras guerras civiles del siglo XIX.” Y a la acusación de Romero a O`Donnell de que éste trata de ordeñar un hecho histórico para convertirlo en personalmente redituable ( se refiere al muy buen libro “La Gran Epopeya. El combate de la Vuelta de Obligado”) el escritor le responde contundente: “Corriente (la que representa Romero) que, aprovechando los golpes militares y ante la expulsión de la historiografía peronista y marxista de nuestras universidades, se adueñó del poder que administra cátedras, subsidios, becas, empleos.” Explica luego  la invasión: “Los motivos reales de la "intervención en el Río de la Plata" fueron de índole económica. Se imponía el castigo a ese gaucho insolente que desafiaba a las potencias europeas con trabas al libre comercio, y medidas aduaneras que protegían los productos nacionales, y fundando un Banco Nacional que escapaba al dominio de los capitales extranjeros.” Y acentúa correctamente el carácter económico: “Gran Bretaña y Francia se habían unido para expandir sus mercados aprovechando el invento de los barcos de guerra a vapor, que les permitían internarse en los ríos sin depender de los vientos y así alcanzar nuestras provincias litorales, el Paraguay y el sur del Brasil. Esas intenciones eran confirmadas por los casi cien barcos mercantes que seguían a las naves de guerra.” Luego detalla cómo se planteó la defensa: “ Rosas, que gobernaba con el apoyo de la mayoría de la población, sobre todo de los sectores populares, decidió hacerles frente. Encargó al general Lucio N. Mansilla conducir la defensa. Su estrategia fue la siguiente:
1) Era imposible vencer militarmente a los invasores por la diferencia de poderío y experiencia, lo que hacía inevitable que tuvieran éxito en su propósito de remontar el río Paraná.
2) Dado que se trataba de una operación comercial encubierta, el objetivo era provocarles daños económicos suficientes como para hacerlos desistir de la empresa y lograr así una victoria estratégica que vigorosas negociaciones diplomáticas harían luego contundente.
3) Era necesario buscar un lugar del Paraná donde fuera posible alcanzar los barcos enemigos con los escasos, anticuados y poco potentes cañones con que se contaba.
Mansilla emplazó cuatro baterías en el lugar conocido como Vuelta de Obligado, donde el río se angosta y describe una curva que dificultaba la navegación. Allí nuestros heroicos antepasados tendieron tres gruesas cadenas sostenidas sobre barcazas y así lograron que durante el tiempo que tardaron en cortarlas los enemigos sufrieran numerosas bajas en soldados y marineros y devastadores daños en sus barcos de guerra y en los mercantes. El calvario de las armadas europeas y los convoyes que las seguían continuó durante el viaje de ida y de regreso, siendo ferozmente atacadas desde las baterías de "Quebracho", del "Tonelero", de "San Lorenzo" y, otra vez, desde "Obligado". La estrategia de Rosas y Mansilla tuvo éxito y las grandes potencias se vieron obligadas a capitular aceptando las condiciones impuestas por la Argentina y cumpliendo con la cláusula que imponía a ambas armadas, al abandonar el río de la Plata, disparar 21 cañonazos de homenaje y desagravio al pabellón nacional.” Y concluye: “Pero lo que demuestra su derrota es que no se cumplieron ninguno de los objetivos de la invasión de las potencias: las provincias litorales siguen siendo argentinas, el Paraná es un río interior de nuestro territorio y la Argentina no es un protectorado británico, como habían acordado los unitarios con las potencias "interventoras".
Serían otras las formas, más sutiles y eficaces, que las potencias invasoras, sobre todo Inglaterra, pondrían en juego en el futuro para restañar las heridas y para dominar hasta 1945 nuestra economía, nuestra política y nuestra cultura con la complicidad de sus "socios interiores".


LAS CONTRADICCIONES DE MARIO “PACHO” O`DONNELL
Es un autor que ha aportado libros de divulgación importantes desde el revisionismo histórico y transitando el campo nacional y popular. El problema es que Pacho no está dispuesto a enemistarse con esa máquina de prestigio que es el mitrismo a través del diario La Nación. Por eso, más allá de sus méritos, es que el diario lo pone como contrincante del propagandista mitrista Luis Alberto Romero. Así como Mitre introduce con fórceps a Rivadavia junto a San Martín, el psicoanalista O`Donnell que ha dedicado muchos años al conocimiento histórico y por lo tanto no puede alegar ignorancia, ubica en el mismo campo a los caudillos federales norteños y quién los arrasa. Para ello debe hacer un pase de prestidigitación y afirmar que Mitre no es el que escribió la historia oficial y que en realidad lo hizo Ricardo Levene, un simple propagandista del triunfador de Pavón.
Introduce un oxímoron, como ser el padre de un presunto revisionismo mitrista. Escribe O`Donnell: “Ser revisionista no supone ser "antimitrista". Bartolomé Mitre fue un argentino excepcional que dirigió inmensos ejércitos, tradujo La Divina Comedia , llegó a presidente de la república. Y también escribió los fundamentos de nuestra historia al mismo tiempo que la protagonizaba. Tuvo la sensibilidad social de poner en superficie el heroísmo inconcebible de los caudillos altoperuanos, pero no pudo mantener esa objetividad al ocuparse de los caudillos federales tardíos, a quienes perseguía porque se habían constituido en un serio obstáculo para su proyecto de Organización Nacional. La historiografía que el revisionismo cuestiona se plasmó años después, en parte basada sobre sus escritos, pero sobre todo al calor de una "educación patriótica", cuyo objetivo fue hacer que las masas inmigrantes incorporasen "lo nacional" alimentadas por una versión rígida, simplificada y conservadora de nuestra historia. Cuando se habla de "historia oficial" se debe hablar más de Ricardo Levene que de Mitre.”
De pronto, para mantener los laureles en La Nación habla que la persecución y asesinato del Chacho es porque Mitre no pudo mantener la objetividad al ocuparse de los caudillos federales tardíos. Faltaría que diga que la derrota y el exilio de Felipe Varela fue un gesto de Mitre para que conociera Chile. Todas las causas económicas que con precisión detalla sobre la invasión anglo francesa, las olvida cuando se refiere a los intereses que representa el traductor de la Divina Comedia. Y además con desparpajo habla de objetividad.
O`Donnell sabe que la historia mitrista es falsa y adecuada a los intereses portuarios como muy bien le increpa a Romero: “historiografía liberal escrita por la oligarquía porteñista, antipopular y europeizante, vencedora de nuestras guerras civiles del siglo XIX.” Pero en un pase de magia  lo libera a Mitre. Si para Enrique IV,  París bien valía una misa, para Pacho salvar a Mitre y reivindicar a los caudillos federales y a  la Vuelta de Obligado le permite tener un pie en el revisionismo y otro en la historiografía oficial. Con la misma heterodoxia en 1998 fue capaz de escribir un prólogo a las presuntas memorias de Carlos Menem  llamadas “Universos de mi tiempo”. Un testimonio  en donde  llegó a dedicar frases como estas: “Desde el primer momento en que lo conocí  quedé impresionado por su inteligencia….Menem ha sido, en muchos sentidos un visionario….Nunca hizo alarde de su elevada cultura que fue forjando en la lectura de libros y en la frecuentación de maestros… Fue El Gran Transformador….La vida y la obra de Menem son justicialistas por espíritu y metodología”. El autor de “La Gran Epopeya” ha cumplido una tarea importante reivindicando a los caudillos, a una heroína notable como Juana Azurduy o con la biografía del Che Guevara. Si tomara un poquito de la valentía de aquellos personajes notables, podría romper las cadenas de conveniencia que lo atan al mitrismo.


LA VUELTA DE OBLIGADO Y EL DEBATE HISTÓRICO
El diario La Nación no se ocupó en tapa del vibrante acto realizado en conmemoración de los 165 años de la Vuelta de Obligado y el preciso discurso presidencial. Creyó más importante colocar una foto sobre la concurrencia de gente a las playas aprovechando el fin de semana largo. La frase presidencial de “Las cadenas culturales son más fuertes que los cañonazos”, tiene una vigencia que abarca a franjas muy importantes de la sociedad y a los medios hegemónicos.  
El debate histórico siempre alude al pasado, pero en realidad se está discutiendo sobre el presente. La repatriación de los restos de Rosas durante el gobierno de Carlos Menem tenía por objeto simbolizar una presunta unión nacional y abonaba el camino a los indultos y el abrazo del riojano con el emblema viviente del antiperonismo, la momia habitada entonces por el ex vicepresidente Isaac Francisco Rojas.
La reivindicación de la Vuelta de Obligado y el establecimiento de la fecha como feriado nacional, está relacionado con la exaltación actual de la defensa de la soberanía cuyos hitos más significativos fueron el no al ALCA y la finalización de las supervisiones periódicas del Fondo Monetario Internacional.
Hoy el peligro de ser invadido por flotas enemigas es improbable. Los métodos se han sofisticado. Desde las políticas que imponen los organismos internacionales a los capitales golondrinas. Desde el real y el falso endeudamiento a la fuga de capitales. Desde la minimización del estado y su contrapartida el crecimiento descontrolado del mercado. Desde los bancos centrales convertidos en su presunta autonomía en instrumento de colonización a las leyes de flexibilización laboral y precarización del trabajo. Los Mansillas contemporáneos deben librar su Vuelta de Obligado contra estas cadenas de la dependencia. Remitiéndose a una historia fidedigna. Recordando aquella frase de George Orwell en 1984: "Quien controla el pasado controla el futuro: quien controla el presente controla el pasado" 



25-11-2010
TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman.   Para publicar citar la fuente
                                                                                      



24 noviembre 2010

SABAT Y EL PERIODISMO INDEPENDIENTE

Hermenegildo Sabat es el más grande caricaturista del país desde hace muchos años, cuando sólo era el que ilustraba con su talento a un diario como La Opinión que carecía de fotos y secciones de deportes. Incluso su agudeza política le llevó a prever mucho antes que los analistas políticos la notable vocación de mantenerse al frente del poder ejecutivo de Carlos Menem cuando, anticipándose a su voluntad reeleccionista, lo empezó a dibujar con el sillón presidencial pegado a sus glúteos. De ahí que se ha sostenido que es un periodista que dibuja. 

Una de sus caricaturas referidas a Cristina Fernández ocasionó una respuesta desproporcionada de la presidenta, al deducir infundadamente que la misma contenía un mensaje mafioso. 
Es difícil definir si sus caricaturas se adaptan a la línea editorial de los medios que lo han contratado o si ha tenido la oportunidad, la enorme fortuna, que sus posiciones ideológicas coincidan con la de sus contratantes. Hace algunas semanas dibujó a Hebe de Bonafini como un perro llevado del cuello por Cristina Fernández  por medio de una correa. Se puede observar en la caricatura la  evidente dificultad para contener a la titular de un sector de las Madres de Plaza de Mayo por parte de la Presidenta de la Nación. Y a un observador tan agudo como Sabat, seguramente no se le escapa que se podría reproducir la misma caricatura con otros protagonistas.


Imaginémonos por un instante, que el dibujante uruguayo hubiera detectado algunos hechos que son evidentes: por ejemplo la funcionalidad de las diputadas Elisa Carrió, Patricia Bullrich y Silvana Giúdice con el grupo Clarín ¿se animaría a dibujar el caricaturista independiente a las tres diputadas como perros furiosos alentados a morder, insufladas de rabia, por el capitoste del grupo hegemónico Héctor Magnetto? Por supuesto que es una pregunta retórica, porque la respuesta negativa está incluida en la pregunta.
Supongamos ahora la segunda alternativa imaginaria. Sabat pasa a trabajar en Página 12 o en Tiempo Argentino: ¿dibujaría ahí  la caricatura contraria a los intereses del grupo Clarín? Si lo hace en contra de sus convicciones no sería un caricaturista independiente sino que condicionaría su habilidad a la línea editorial del medio que lo contrata. En cambio si ese dibujo coincide con sus posiciones, significaría que el que hizo en Clarín fue el trabajo desagradable que un asalariado debe realizar como venta de su fuerza de trabajo, lejos del concepto de independencia. Y si quisiera repetir un dibujo similar al que realizó en Clarín en un medio favorable al gobierno ¿podría hacerlo? No es probable. Pero estos medios tienen la virtud de no proclamar que son la expresión de un periodismo independiente. En cualquier caso, el “periodismo independiente” queda herido gravemente. O tal vez no, porque no puede quedar herido algo que no existe. Lo que existe son grados de independencia que no llegan a constituir un periodismo independiente del poder económico y del gobierno de turno.



24-11-2010   
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LA CEGUERA DE LA BURGUESÍA NACIONAL



Los empresarios  más importantes (entre ochocientos y mil)  tienen una cita anual en el Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina ( IDEA). La sigla da como resultado una palabra cuyo significado según el diccionario es “entendimiento que se limita al simple conocimiento de una cosa. Intención de hacer algo. Plan para realizar alguna cosa. Intención de hacer algo. Concepto formado sobre algo o alguien. Ingenio. Convicciones, creencias opiniones”
El Coloquio reúne a empresarios de distintas actividades como Cristiano Ratazzi de la industria automotriz y Hugo Biolcatti que preside la Sociedad Rural. A Gustavo Grobocopatel denominado “el rey de la soja” y a Luis Pagani presidente de Arcor. Y hacia el cónclave van a exponer desde “periodistas independientes” a los políticos que tratan de ser su representación política. Aunque desde la crisis del 2001 algunos de los empresarios como Macri y De Narváez intentan suprimir a los intermediarios y representarse a sí mismos con apoyo popular.
Lo que produce perplejidad es que las ideas liberales de los sectores agropecuarios sean suscriptas y apoyadas con notable entusiasmo por la burguesía industrial. Si los empresarios campestres representan a una clase dominante pero no dirigente, los industriales por su nacimiento y desarrollo están históricamente alienados por las ideas pastoriles. Así ambos grupos son librecambistas, denostadores del Estado, antisindicalistas, adoradores del mercado, discriminadores de  “los negros”, reivindicadores de las calles sin protestas, sostenedores de la mano dura y de la construcción de cárceles para los delincuentes, poseedores exclusivos de la vocación por el trabajo, admiradores de los países hegemónicos con los cuales son serviles, denigradores sistemáticos del país y de los gobiernos populares. Pregonan en público que pagan todos los impuestos  pero en privado cuentan sus hazañas elusivas como quintaesencia del vivo. Gritan contra la inflación que muchos de ellos determinan, se conduelen por la pobreza que producen las políticas que promueven, lagrimean por la distribución del ingreso ( aunque se oponen a la participación de los trabajadores en las utilidades) porque le aumenten las alícuotas impositivas: alientan la informalidad laboral y los contratos basura mientras  viven pendientes de las evaluaciones que del país hacen en el exterior. Por su alienación cultural e ideológica aborrecen de los gobiernos populistas, aunque les vaya muy bien. 
Los empresarios agropecuarios viven con nostalgias del Primer Centenario y de los gobiernos de Menem que ejecutó muchas de sus propuestas ideológicas aunque al final del ciclo del riojano, la mayor parte de los campos estaban hipotecados. Los industriales añoran aquel período que le vendió la ilusión del primer mundo, mientras la mayor parte de las empresas fabriles cerraban. Parecen gladiadores romanos, sin espíritu de lucha (los más poderosos vendieron sus empresas) que ante el poder romano y antes de perecer saludaban: “Ave César, los que van a morir te saludan”


RAÚL SCALABRINI ORTIZ Y UN PEQUEÑO INDUSTRIAL(I)
Cuenta Norberto Galasso en su biografía de Raúl Scalabrini Ortiz (Ediciones del Mar Dulce (1970) este relato extraído de la Revista Qué 28-05-1957: “Allá por esos años ( década del treinta) acudían al subsuelo en que FORJA desarrollaba sus actividades, numerosos desocupados radicales. La revolución de 1930 los había dejado cesantes en los cargos humildes que desempeñaban en la administración nacional y desde entonces vagaban desesperados en busca de trabajo en procura de un trabajo que no aparecía por ningún lado…..Uno de ellos descubrió una tarea que resultó inusitadamente fructífera: hacer bolsas de papel para uso de los almaceneros. Había descubierto que haciéndolas él, podía venderlas más baratas que aquellas que los almaceneros adquirían por mayor. Compró varios pliegos de papel de estraza. Con una tablita como molde y un poco de engrudo empezó a trabajar. El ensayo resultó un éxito. Las bolsitas caseras tuvieron amplia aceptación. Pronto la clientela excedió su capacidad personal. Entonces mi amigo decidió ampliar el radio de su actividad. Sin saber que hacía marxismo práctico, decidió aprovechar la plusvalía de otros desocupados radicales. Los contrató a tanto por bolsa.  Poco tiempo después tenía más de 20 desocupados trabajando para él. El antiguo desocupado comenzó a vivir con cierto desahogo. Comía dos veces por día. Sus hijos engordaban. El dinero abundante transformó poco a poco sus hábitos. A ojos vista, se volvía más responsable, más reposado, más afinado….Hasta que ocurrió la catástrofe.  Me visitó para pedirme un consejo con la esperanza que yo imaginara un milagro. Lo había llamado el gerente de una fábrica de papel, filial del gran consorcio Bunge y Born y sin ningún miramiento ni preámbulo le había dicho: “ Señor, su competencia nos está molestando. Le damos quince días para cerrar- “¿ Qué hago?” me preguntaba desesperado. “Cierre” le aconsejé. “Trate de vender todo lo que pueda en estos quince días. Junte sus pesos y cierre. Si quiere pelear le bajarán los precios. Usted no podrá competir. Tendrá que cerrar dentro de treinta días y quedará cargado de deudas. El hombre no quería doblegarse sin lucha. – “¿ No es una competencia ilícita? ¿ No es un monopolio? ¿ No hay leyes? ¿ No hay gobierno? ¿ No hay policía? ¿ No hay justicia?” preguntaba.- Todo eso está al servicio del mismo gigantesco monopolio que aprisiona el país” le explicaba yo……..Pero mi amigo ya no me escuchaba…... Dejé de verlo. Supe más tarde que debió clausurar  sus actividades cercado por las deudas. Después, corrido por la miseria se fue al campo a trabajar con su familia”


ELECCIONES EN EL COLOQUIO DE IDEA 


Transcripción de lo publicado por el diario Ámbito Financiero (Fue realizado en los días previos a la muerte de Kirchner): “Las políticas liberales que encarnó Carlos Saúl Menem siguen cosechando la aprobación de la mayoría de los empresarios que concurren a este Coloquio. Así surge de los datos relevados por una encuesta de ámbito.com donde se preguntó y en conmemoración al 50 Aniversario de IDEA ¿cuál fue el mejor gobierno de los últimos 50 años? -quedaron excluidos los gobiernos militares-. El 53% consideró que, teniendo en cuenta el desarrollo de la Argentina, Carlos Menem (1989-1999) en ambas presidencias fue quien mejor condujo los destinos del país. 
En segundo término pero muy lejos aparece con 20% el ex presidente radical Arturo Illia (1963-1966), seguramente su honestidad fue lo que pesó en la elección.”
1) A su juicio y en función del desarrollo de la Argentina ¿ Cuál fue el mejor gobierno de los últimos 50 años?
   
Menem:  53%
   Illía:         20%
   Alfonsín:  17%
   Duhalde:  10%
2) A su juicio y en función de las perspectivas de su actividad/ empresa ¿ Cuál fue el mejor gobieron de estos últimos 50 años?
   Menem:   63%
   Alfonsín:  13%
   Duhalde   13%
   Cristina    10%
   Otros         1%  
Un viejo empresario recordaba que tras dejar la primera magistratura, Illia solía elegir taxis conducidos por jóvenes para no ser reconocido y así le cobrasen el viaje, sucede que por gentileza solían llevarlo gratis los choferes que lo reconocían. En tanto, un economista rememoraba el reordenamiento del sector público, la disminución de la deuda pública y el impulso a la industrialización. "En 1964 el PBI creció 10,3% y al año siguiente 9,1%, crecimiento similar como en estos tiempos, lo que pasa que los radicales tienen mala prensa", comentaba un empresario afín al partido de Hipólito Yrigoyen. El tercer lugar, pese a que se vio forzado a dejar el gobierno anticipadamente en medio de una inflación galopante; Raúl Alfonsín cosechó 17% de simpatías de un sector que aunque no lo digan públicamente, hay varios asistentes que aprueban las gestiones radicales.
El ex presidente interino Eduardo Duhalde (2002-2003) ocupó el cuarto lugar de preferencias con 10% en reconocimiento al ordenamiento de la economía y el comienzo de la recuperación económica que se dio durante su breve mandato. Cuando se preguntó a los empresarios, cuál fue el mejor gobierno en función de las perspectivas de su actividad, Duhalde se ubicó en un segundo lugar de preferencias en igualdad con Alfonsín. 
Sin embargo, cuando se analizan las respuestas por sectores empresarios, se comprende la paridad entre el ex presidente radical y el peronista. La banca y los servicios financieros fueron los que escogieron al gobierno de Alfonsín, quizás recordando la estabilidad que trajo el Plan Austral. Aunque, Carlos Menem sigue siendo el favorito para el mundo de los negocios, el 63% reconoce que fue la mejor presidencia para el desenvolvimiento de su sector. La mayoría de las respuestas las dieron empresas de servicios de diversos sectores en tanto los industriales, que son minoritarios en estos coloquios, se inclinaron por el gobierno de Eduardo Duhalde. Por su parte, Cristina de Kirchner, a pesar de que crea que este es un foro opositor, cosechó 10% de votos y aunque pueda parecer extraño, mayoritariamente del sector agropecuario.
No es un dato menor que el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) no haya recibido ningún sufragio, está claro el mensaje de este grupo empresario hacia el patagónico, pese a que los mejores datos de crecimiento de la economía se registraron durante su mandato. 
Otras administraciones que no recibieron adhesiones fueron las de Héctor Cámpora (1973), Juan Domingo Perón (1973-1974), Isabel Martínez de Perón (1974, 1976) y Fernando de la Rúa (1999-2001).”


LA DEBILIDAD ESTRUCTURAL DE LA BURGUESÍA INDUSTRIAL
La burguesía industrial surgió en nuestro país como un fruto no deseado del modelo de producción primaria exportadora, aquel que se desarrolló de 1880 a 1930 y que consideraba a nuestro país el granero del mundo y a Gran Bretaña como el taller. Ese modelo se desplegó después del triunfo de los comerciantes del puerto de Buenos Aires y de los hacendados bonaerenses en los 60 años de guerras civiles argentinas del siglo XIX. El modelo funcionó mientras el capitalismo mundial tuvo una etapa expansiva. Cuando tuvo sucesivas crisis ( Primera Guerra Mundial, crisis de 1929) el país tuvo problemas con las exportaciones y por eso la oligarquía firmó el infame Roca- Runciman, y se interrumpió el flujo de las importaciones. Así surgieron los pequeños emprendimientos textiles y metalúrgicos que luego tuvieron un notable fortalecimiento durante el peronismo que realizó las tareas que esa burguesía por su debilidad estructural estaba incapacitada de concretar tomando el poder. De esa forma los descendientes de los derrotados en las guerras civiles argentinas del siglo XIX tendrían un lugar en el modelo de sustitución de importaciones. Los sucesores de aquellos artesanos derrotados, representados políticamente por los caudillos norteños,  serían los nuevos empresarios y los descendientes de gauchos y mestizos,  los cabecitas negras de la nueva clase obrera. Pero los emprendedores transformados en empresarios industriales nunca superaron su alienación cultural con la dirigencia pastoril que a su vez fue durante la mayor parte de su existencia una clase capitalista pero no burguesa (poco tentada a la inversión productiva)  yendo a la rastra de proyectos que los excluían.      


RAÚL SCALABRINI ORTIZ Y UN PEQUEÑO INDUSTRIAL(II)
En julio de 1949, ya sancionada la Reforma Constitucional que estableció la función social de la propiedad, los derechos del trabajador y protegida la riqueza del subsuelo a través del artículo 40, Raúl se volvió a encontrar con aquel industrial que en el año treinta y tantos había visto ahogada su fabricación de bolsitas de papel por la competencia de Bunge y Born. “ Casi no lo reconozco. Vestía ropas de óptima calidad. Estaba rozagante, brioso y muy seguro de sí mismo. Se me ocurrió que desde lo alto de su evidente opulencia avizoraba con cierto ligerísimo menosprecio la constancia invariable de mi modestia.  No me fue difícil presuponer que por un momento se le cruzó  la idea de que, al fin y al cabo, yo no podía ser nada más que un pobre infeliz tragalibros, incapaz de triunfar, como él, en la lucha por la vida. Hizo gala de la fidelidad  a sus ideas políticas. Continuaba siendo un buen radical. Desde las heterogéneas filas de la Unión Democrática había enfrentado la prepotencia militar y continuaba siendo un afiliado luchador contra los extremismos totalitarios que se habían adueñado del poder con métodos demagógicos. Cuando terminó de recitar su cartilla política  le pedí datos de sus actividades económicas. Con gran aplomo me contó los detalles de su buenaventura. Habilitado por el Banco Industrial, había reinstalado con alguna maquinaria moderna su antigua fábrica de bolsas. Se quejó del tiempo que le habían hecho perder con la presentación de proyectos, planos y presupuestos de inversión. Usaba una terminología técnica muy precisa.  Tuvo amargas palabras de censura para la minuciosidad y morosidad burocrática. Hizo una vaga referencia a participaciones o coimas, pero soslayó toda referencia concreta. Tuve la sospecha que en ese punto mentía o exageraba.  No le oí una sola palabra de agradecimiento para nadie. Tenía la certidumbre de que su éxito se debía exclusivamente a su iniciativa personal, a su capacidad de trabajo indudable y a su espíritu de empresa. El radio de sus actividades fabriles se había extendido mucho y diversificado en una gran complejidad de artículos.  Critico acerbamente el intervencionismo estatal que le impedía traer del extranjero repuestos y maquinarias  más eficaces y más  baratas que las fabricadas en el país. Se desahogó  hablando mal de la prepotencia proletaria. Las reclamaciones de sus obreros era una espina clavada en su optimismo. Se explayó largamente y en términos duros contra sus exigencias y contra las crecientes concesiones que les acordaba el gobierno con su política demagógica. En su criterio, los obreros parecían querer suplantarlo en la propiedad de su fábrica y estableció un paralelo con lo que él suponía que ocurría en Rusia. Se acaloraba al recordar lo que él llamaba “insolencia de sus delegados.” Después, entró a criticar las innovaciones constitucionales y se dedicó a encarnecer las flamantes reformas introducidas en la Constitución. Ese artículo cuarenta-dijo- es un absurdo.” Entonces lo interrumpí. Lo había escuchado en silencio y con un asomo de aprobación porque quería medir el alcance de su incomprensión y la profundidad de la penetración de las ideas que sigilosamente difundían los intereses extranjeros. Ahora le tocaba el turno de escuchar.
El día que caiga el artículo cuarenta- le dije- junto a él caerá su fábrica o comenzarán a formarse las condiciones para que caiga. El día que terminen los privilegios que con toda justicia aseguran las leyes a sus obreros, terminarán todos sus créditos y su opulencia que están sostenidos  por el mismo principio de unidad y a poco volverá usted a ser el humilde “rasca” que fue siempre a pesar de sus grandes condiciones personales. ¿ No ha comprendido todavía que su esfuerzo aislado vale menos que nada, frente a los inmensos poderes ….? ¿ No ha comprendido todavía que el país sólo puede defenderse y defenderlo a usted reuniendo en un mismo haz  a todos los intereses nacionales, sin distinción de magnitud…? ¿No se ha percatado todavía que su propiedad o su infortunio es una unidad inseparable  del conjunto nacional ..?
¿No se ha dado cuenta todavía que el artículo cuarenta es el símbolo que será arriado el infausto  día en que triunfen las fuerzas antinacionales que se disciplinaron en la extinta Unión Democrática?....¿ No ha comprendido aún que el día en el que el delegado obrero carezca de fuerza legal coactiva para hacerle cumplir la ley, será el mismo día en que su fábrica comenzará a carecer de crédito?.....El día que muera el artículo 40, caerá el IAPI. Ese día Bunge y Born resucitará en toda su potencia y junto a él todo el conglomerado de intereses concertados en la voluntad de mantener nuestro país en el estado larval de factoría agropecuaria?”                       

LA CEGUERA DE LA BURGUESÍA NACIONAL
Pasaron seis décadas de aquel empresario industrial cuyos avatares y ceguera nos contaba el gran patriota que fue Raúl Scalabrini Ortiz. Si entonces ese empresario ante la presencia vigorosa del  delegado obrero suponía que el país se convertiría en la Rusia comunista, hoy el presidente de la Unión Industrial Héctor Méndez declara que el proyecto de ley de participación de los empleados en las utilidades de las empresas establecidoa hace 42 años en la Constitución Nacional convertirá al país en Cuba. El presidente de la Conferencia Industrial Federico Nicholson de la empresa Ledesma advirtió que “ la excesiva intervención estatal ahoga la economía. Cada vez son menos los que creen que el Estado puede ocupar los espacios que mejor saben hacer los privados.” El economista Federico Bernal le contestó con contundencia:             ”¿ Que( se puede) reprochar a empresarios que pudieran coincidir con Federico Nicholson, si los de su tipo nacieron, crecieron  y se desenvolvieron repudiando u odiando al Estado? ¿Qué exigirles si la gran mayoría de sus empresas, cuando no los principales rubros industriales en  los que laboran, surgieron o se consolidaron fundamentalmente durante el proceso de industrialización entre 1930 y 1955 para luego sucumbir a las fuerzas del mercado y sobrevivir            (con suerte) como meros importadores de manufacturas o bienes suntuarios durante casi medio siglo?”
 El periodista Hernán Brienza escribió en Tiempo Argentino del 12 de septiembre: “ Utilizaron el Estado sólo para sus negocios personales. Como el Grupo Techint o Loma Negra, por ejemplo, que luego de haber sido subsidiados históricamente por todos los argentinos a través de las políticas de promoción industrial y beneficiados por negociados con el Estado, vendieron sus empresas a capitales extranjeros como si se trataran de reliquias exclusivamente familiares y no estuviera en juego el esfuerzo de todos los argentinos. Porque cuando un ciudadano común paga el 21% de Iva, ese dinero no sólo va a la asistencia social, sino también va a subsidios y promociones industriales…..Desgraciadamente, los argentinos debemos sufrir una burguesía con síndrome maníaco depresivo y con tendencias automutilantes y suicidas. De otra manera no se entiende por qué  apoyaron a la dictadura militar y el proceso neoliberal 1989-2002, y no se escucharon a los Ratazzi criticar la política de desindustrialización de los años noventa. Tampoco se escuchó a la Unión Industrial Argentina o a la Asociación de Empresarios Argentinos patalear cuando devastaban el mercado interno con la convertibilidad y el liberalismo comercial”     
Industriales de países donde por su origen y desarrollo no pudieron consumar ninguna revolución francesa,  son incapaces de entender que los países desarrollados lo hicieron con un férreo proteccionismo y que sólo asumieron el librecambio cuando carecían de competencia. Son perritos falderos de los sectores ligados a la tierra cuyo proyecto de país los excluye. Estos añoran todavía la Argentina del primer centenario
El ensayista Alejandro Horowicz ha caracterizado con precisión las características de los sectores empresarios... Sostiene que la Argentina tiene una clase dominante pero carece de clase dirigente. Y para ello basta, como prueba de consistencia,  observar el desierto de ideas en los coloquios de IDEA. En este caso se comprueba aquel viejo consejo: “ Dime de qué alardeas y te diré de lo que careces”. La única idea del coloquio de IDEA está en la sigla.         




20-11-2010
  Hugo Presman.
TODOS LOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman.   Para publicar citar la fuente

18 noviembre 2010

LOS SECRETOS SE LOS LLEVÓ A LA TUMBA


Una escuela convertida en centro de detención, torturas y desaparición de personas. Con alumnos que observan cómo sus superiores salen clandestinamente a secuestrar. En nombre de un estado cuyo emblema era la picana y la capucha. Los años de plomo de un tiempo de desprecio. Ahí sobre la Avenida del Libertador, nada menos, al lado de un colegio secundario, se encuentra la ESMA. Un territorio donde se consumaron actos que escapan a la imaginación humana. Ahí donde se empaló al negrito Floreal Avellaneda que sólo tenía 14 años. Ahí donde Carlos Lordkipanidse fue torturado con picana colocándole sobre su pecho a su bebé de pocos días. Ahí donde fue torturada Cecilia Cacabellos de apenas 16 años. Donde llegaron baleados Rodolfo Walsh y Dagmar Hagelin. Ahí donde padecieron un feroz ensañamiento las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet antes de ser arrojadas posiblemente vivas al mar, o donde las paredes guardan los sufrimientos de las desaparecidas Madres de Plaza de Mayo  Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce, luego de ser señaladas por el Judas Alfredo Astiz. De ahí salió el grupo de tareas que asesinó a Elena Holmberg y Héctor Hidalgo Solá. El que perpetró la matanza de los curas palotinos. Ese que al día siguiente de la masacre, el 5 de julio de 1976 mereció el siguiente título del diario La Nación: ““Elementos subversivos asesinaron cobardemente a los sacerdotes y seminaristas. El vandálico hecho fue cometido en dependencias de la iglesia San Patricio, lo cual demuestra que sus autores, además de no tener Patria, tampoco tienen Dios."
 Fue en ese ámbito donde los detenidos permanecían encapuchados y engrillados. En el sótano del Casino de Oficiales con un enorme cartel que rezaba “Avenida de la Felicidad”, réplica de aquel colocado a la entrada de Auschwitz: “El trabajo libera”,  los “chupados” eran sometidos a debut con la picana y submarino para que cantaran todo lo que sabían.  En el pañol acumulaban lo que le robaban a los secuestrados. Pero nada se comparaba con la imagen de una mujer embarazada, a punto de parir, con los pies con grilletes, sus ojos cubiertos por la capucha, después de haber pasado la incertidumbre sobre los daños que la tortura habría dejado en la criatura por nacer y con la convicción de que ese momento trascendental de su vida, implicaba su sentencia de muerte. Algunas de esas mujeres de un valor excepcional, atendidas precariamente por otras detenidas, trataron de que sus hijos quedaran con una marca de identidad, conscientes que su destino era incierto y que la apropiación como botín de guerra era altamente probable. Así la madre de la actual diputada Victoria Donda usó un hilo celeste como arito para que se reconozca su hija apropiada por el torturador de la ESMA Antonio Azic. O aquella madre que en su desesperación le sacó un pedacito de la oreja a su hijo para que pueda ser reconocido.
 Los que regenteaban la ESMA ironizaban que tenían una sucursal de la Sardá. Mientras muchos de los que eran condenados a muerte eran arrojados vivos al mar o al río,  otros eran asesinados y sus cuerpos incinerados los que en particular lenguaje del lugar eran los “asados.” Ni Dante Alighieri pudo imaginar un infierno donde Marcelo Ruiz Dameri y María de las Victoria Ruiz Dameri de 4 y 2 años se paseaban inocentemente por los pasillos del lugar mientras sus padres Silvia Beatriz María Dameri (embarazada de cinco meses)  y Orlando Antonio Ruiz eran torturados. Silvia tuvo en La Esma a Laura quien también fue apropiada por Azic y le cambió el nombre por Carla. Asesinados y  desaparecidos Orlando y Silvia, sus hijos mayores Marcelo y Victoria fueron dispersados y abandonados, uno en Córdoba y otro en Rosario y adoptados por familias de buena fe. En los últimos años, Marcelo y Vicky recuperaron su identidad y Carla, originalmente Laura, ha emprendido un dificultoso camino de acercamiento. Apenas algunas de las más de cinco mil historias dramáticas perpetradas desde o en la ESMA,  emblemas  de una realidad  que parecen surgidas de un escritor afiebrado y perversamente imaginativo.

LAS CAUSAS DEL HORROR 
El golpe de 1976 se concibió y ejecutó para cumplir en plenitud los objetivos incumplidos en los de 1955 y 1966. El modelo de sustitución de importaciones surgió de la crisis del capitalismo mundial que puso en evidencia las limitaciones del modelo de economía primaria exportadora; aquel que concebía el país como una factoría agropecuaria autodenominada granero del mundo, siendo Gran Bretaña el taller que le proveía de los bienes industriales. Cuando este país entró en la Primera Guerra Mundial el abastecimiento de sus productos cesó, situación que volvió a registrarse en la crisis de 1929. Eso originó en nuestro país un proceso de sustitución de importaciones, el nacimiento de la industria textil y metalúrgica, las migraciones de los cabecitas negras de las provincias, descendientes de los derrotados en los 60 años de las guerras civiles del siglo XIX,    como una nueva clase obrera. Esa burguesía industrial naciente y los nuevos obreros industriales fueron dos de los actores principales del modelo de sustitución de importaciones, que fueron beneficiados por Perón. Cuando el establishment lo encerró en Martín García, los trabajadores lo rescataron en la histórica jornada del 17 de octubre. Ahí nació el peronismo y el período de mayor equidad en la historia argentina. Contra ese modelo no se repararon medios para destruirlo como el bombardeo a Plaza de Mayo antes de la Revolución Libertadora y los fusilamientos clandestinos y públicos después. Un episodio relatado por el sindicalista Miguel Gazzera en “Peronismo, autocrítica y perspectiva”, Pagina 64, es muy ilustrativa:  “El 25 de septiembre de 1955 - recuerda Miguel Gazzera-el General Lonardi concedió una audiencia a lo que quedaba de la conducción de la CGT. Los compañeros estaban en la antesala cuando por el despacho paso un marino. Se detuvo, les preguntó quiénes eran y qué esperaban. Respondida la pregunta, los miró detenidamente y les hizo explotar esta sentencia: “Sepan ustedes que la revolución libertadora se hizo para que en este país el hijo del barrendero, muera barrendero. Era el Contraalmirante Arturo Rial. Pero no alcanzó. El peronismo y su histórica resistencia resultaban imbatibles electoralmente por lo que eran proscriptos sistemáticamente. Cuando se le dio posibilidades restrictivas en el gobierno de Frondizi, su contundente victoria precipitó su derrota. Illia fue también elegido con la proscripción del peronismo.  
La mal llamada Revolución Argentina de junio de 1966, fue el intento de un nuevo proceso de desarticulación del modelo basado en el mercado interno y fue planeado para permanecer en el gobierno por lo menos durante dos décadas especulando con la muerte de Perón. Se volvió a afectar el modelo de sustitución de importaciones pero el avance de masas terminó arrinconando a los sucesivos gobiernos militares y precipitando el retorno de Perón. Su muerte fue el punto de partida de un nuevo golpe que esta vez se propuso no reparar en medios para obtener los objetivos no alcanzados en 1955 y 1966.
Está claro que como todos los golpes anteriores los instigadores fueron los sectores concentrados de la economía y su brazo ejecutor fueron las Fuerzas Armadas. De manera que no fue Videla el que designó a Martínez de Hoz, sino que fueron los sectores económicos que representaba Martínez de Hoz quienes nombraron a Videla.
Para desarticular definitivamente el modelo de sustitución de importaciones había que desindustrializar y con ello se hería el monstruo que anidaba en sus entrañas que era la clase obrera. Y esta vez no iba a reparar en medios. Por esa razón se instrumentó el terrorismo de estado. Y para tener un nuevo punto de partida había que insertar  el miedo en forma profunda y que permaneciera perdurable en lo más hondo de la sociedad. Cumplieron plenamente lo que afirmó el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Ibérico Saint Jean en mayo de 1977: “Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, enseguida a aquellos que permanecen indiferentes, y finalmente mataremos a los tímidos.”

EL PROYECTO POLÍTICO DE MASSERA  
Eduardo Emilio Massera fue el único de los integrantes de la primera junta militar que tuvo un proyecto político propio. Lo primero era recuperar el peso de su arma al nivel de 1955 en que había conseguido colocar un marino como vicepresidente. Esa posición de fuerza la había perdido en los enfrentamientos militares entre azules y colorados de septiembre de 1962 y abril de 1963 en donde la Marina revistó en el bando colorado, perdidoso militarmente pero triunfante políticamente. Eso lo consiguió cuando advirtió que la mano venía a favor del peronismo y Perón lo designó al frente de la Armada. Cuando se da el golpe del 24 de marzo, la distribución se realizó equitativamente correspondiendo a cada arma un 33%. Mientras se aliaba a los sectores más duros del ejército y encabezaba el terrorismo de estado, criticaba la política económica de Martínez de Hoz. Massera consideraba que podía ser el sucesor de un peronismo light. Tuvo la ilusión que los tenía en sus manos. A la presidenta Isabel Martínez de Perón la mantenía detenida en la residencia del Mesidor en Neuquén. A la dirigencia justicialista la tenía presa a su disposición en el barco “Los 33 orientales”. Y a los Montoneros los tenía en condición de detenidos- desaparecidos en la ESMA. La idea fue utilizar a “los recuperables” como mano de obra esclava. Un proyecto político nacido en las mazmorras de la ESMA, teniendo como símbolo la capucha y la picana, entre los gritos de dolor de los torturados,  las mujeres pariendo y en ese momento siendo condenadas a muerte, los chicos apropiados, los bienes de los desaparecidos robados, o el asesinato de Fernando Branca, el marido de su amante Martha Rodríguez Mc Cormack.
  Y el Almirante Massera declarando lo que le escribía el periodista Hugo Ezequiel Lezama: “No vamos a combatir hasta la muerte. Vamos a combatir hasta la victoria, esté más allá o más acá de la muerte. No vamos a tolerar que la muerte pueda andar suelta en la Argentina.”
TRISTE, SOLITARIO Y FINAL
Antes que los militares tuvieran que dejar el poder, el Almirante Cero fue detenido por sus crímenes vinculados a sus intereses privados como el asesinato de Fernando Branca. En el famoso Juicio a las Juntas, mérito notable de Raúl Alfonsín fue condenado a reclusión perpetua hasta que Carlos Menem promulgó el indulto. En su alegato final llegó a decir: “ No vine a defenderme. Nadie tiene que defenderse por haber ganado una guerra justa. Y la guerra contra el terrorismo fue una guerra justa…….” Luego le dijo a los jueces: “A ustedes les queda la crónica; a mí la Historia”
Fue dejado en libertad por los indultos de Menem pero llevado nuevamente a prisión domiciliaria por el robo de bebes en 1998, delito no alcanzado por la “generosidad” del riojano.    
Un accidente cerebro vascular en el 2002  lo salvó de pagar delitos aberrantes por lo que no fue juzgado como la apropiación  de chicos y en el  juicio que está en marcha en la actualidad en donde están sentados en el banquillo de los acusados los asesinos de la ESMA, gracias a la anulación de las leyes de obediencia debida, punto final y los indultos concretado durante el gobierno de Néstor Kirchner.
 Salvo el diario Nueva Provincia de la familia Massot, nadie se animó a elogiar su vida. Ahí se escribió: “No tendría sentido esbozar aquí una suerte de biografía en cifra del almirante Emilio Massera, fallecido ayer, a la edad de 85 años, en el Hospital Naval. No porque la figura en cuestión careciese de interés para legitimar un propósito semejante, sino porque no es éste el espacio y, mucho menos, la oportunidad. Llegará el día en que, si no acallados para siempre, cuando menos atemperados los odios y las pasiones que despertara en sus años de esplendor político --contemporáneos al así llamado Proceso de Reorganización Nacional del cual fue, por paradójico que resulte, uno de sus forjadores y, al propio tiempo, una de sus principales víctimas--, pueda acometerse dicha empresa con mesura e imparcialidad……. Analizada su figura desde esta perspectiva, la suya fue una personalidad atípica, acaso única en la historia de los hombres de mar, sólo comparable --aún cuando todas las comparaciones, según reza el adagio clásico, sean odiosas-- a la de Isaac Francisco Rojas……      No fue, demás está decirlo, la mezcla de Maquiavelo y asesino serial que han pintado sus enemigos, tan feroces a la hora de enjuiciarlo con la pluma, como lo habían enfrentado antes en esa tremenda guerra civil en la cual ellos llevaron la peor parte……      La muerte del almirante Massera ha despertado la ira de quienes no saben perdonar y el odio de los que no pueden olvidar. Unos y otros parecen no darse cuenta que prolongan así la pasada guerra civil. Massera, cargado de años y con la experiencia de su derrota política a cuestas, hacía ya tiempo que había dado por terminada dicha contienda. En ello demostró un espíritu abierto a la reconciliación y ajeno a todo sectarismo, que lo honra.”
En los avisos fúnebres del diario La Nación sólo estaban los de sus familiares, algunos pocos amigos y dos institucionales: “Familia castrense participa de su fallecimiento, rezando por su alma y su familia” y “El Centro Naval participa del deceso de su estimado socio vitalicio.” La pregunta que queda flotando es cuán distinto hubiera sido este entierro cuasi clandestino si la muerte de Massera se hubiera producido en los noventa en su condición de indultado.

LOS SECRETOS SE LOS LLEVÓ A LA TUMBA
Su última canallada fue llevarse a la tumba  los secretos sobre el destino de los desaparecidos Pedro Bianchi, uno de sus abogados ya muerto, habitual defensor de nazis había afirmado en el 2002: “Si Massera sabe algo, se lo lleva a la tumba”.
Sus canalladas habían sido múltiples antes de su etapa más conocida. Como teniente de navío, había sido ayudante secretario del almirante Olivieri, ministro de Marina de Perón, junto a otros energúmenos de la marina como Mayorga y Montes.
Al Almirante Olivieri lo describió con precisión Perón en el capítulo tercero de su libro “La fuerza es el derecho de las bestias”: “No tengo dudas”, dijo Olivieri, “que el pueblo argentino finalmente se ha dado cuenta de que fue engañado por un gobernante que abandonó su puesto de mando en vez de encarar su propia responsabilidad”. Respondiendo a preguntas sobre las presentes condiciones económicas de la Argentina, el Embajador dijo que “el presente Gobierno tendrá algunos importantes problemas que resolver que son consecuencia de esa gran traición económica, política y social que son los diez años de gobierno de Perón…….¡Y este canalla fue ministro del gobierno que crítica, desde el 28 de septiembre de 1951 hasta el 16 de junio de 1955! Es decir, solidario con el hombre que él cree que era enemigo de la libertad. ¿Qué era él entonces?
Olivieri no puede engañar a nadie. El fue siempre un traidor y como tal un jesuita. Siendo Ministro conspiró con los revolucionarios contra su propio gobierno y dos días antes del atentado del 16 de junio se declaró enfermo del corazón y se internó en el Hospital Naval. Así los otros actuaban y él esperaba los resultados. Cuando le informaron que la revolución había triunfado, que Perón había muerto en el bombardeo de la Casa de Gobierno y que todo salía bien, apresuradamente, con toda seguridad, se trasladó al Ministerio de Marina para tomar el mando. Allí se enteró de la verdad y habló plañideramente al Ministro Lucero para decirle que le expresara al General (Perón): “que él no tenía nada que ver, que había sido sorprendido por los acontecimientos y que daba su palabra de honor”.
Este es el “pundonoroso” embajador de la Argentina en las Naciones Unidas. Un reptil que para llegar a ser Ministro se arrastró ante los pies del que hoy critica, derramando a caudales elogios que ha olvidado y declaraciones de una amistad que no sólo traicionó sino que hoy escarnece con la actitud más baja que un hombre puede ostentar. ¡Miseria, pura miseria!”
Fue aliado y luego adversario de José López Rega, perteneciendo ambos a la logia P2.  
 José Pablo Feinmann, polifacético ensayista, licenciado en filosofía, novelista entre otras cosas escribió en Página 12: “Que ahora se muera no sirve para nada. Todos, alguna vez, nos vamos a morir. Massera ya hizo en nuestra historia todo el daño que podía hacer. Lo pidió un pueblo que quería orden y él le dio ese orden. Una de las primeras publicidades televisivas de la Junta decía: Orden, orden, orden, cuando hay orden el país se construye de arriba abajo. En esa búsqueda de orden, siempre exigida por los argentinos, hay que encontrar la explicación de la existencia de monstruos como Massera. Si alguien, hoy, le desea el Infierno, se equivoca. Si Massera va al Infierno lo van a recibir como a un héroe. Al cabo, él es uno de sus creadores. El creador de una de las figuras más perfectas del Infierno, la ESMA. ¿Podríamos entonces desearle el Cielo, ese lugar donde un Dios justo le señalaría sus culpas? Ocurre, sin embargo, que el Cielo y ese Dios justo no existen. ¿Cómo habrían de existir si existió Massera?”



14-11-2010 
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16 noviembre 2010

DESPUÉS DE LA MUERTE DE NÉSTOR KIRCHNER


Un agujero en el gobierno. Una bomba atómica en las filas de la oposición. Ese es el balance provisorio de las primeras semanas posteriores a la muerte de Néstor Kirchner. El espacio que ocupaba el ex presidente en el entramado político, en la fijación y seguimiento de las líneas económicas aún no se percibe pero es fácil deducir que ese lugar es muy difícil de cubrir. En cambio en la mayor parte de la oposición conformada teniendo como aglutinante un antikirchnerismo visceral, reflejo pavloviano de los sectores concentrados y de poderosas franjas de clase media, se percibe  desorientación y una confusión extrema. Tanto se creyeron el discurso que enunciaban y que los medios hegemónicos propulsaban con una intensidad descomunal, que se muestran sorprendidos y desubicados ante las multitudinarias manifestaciones de dolor colectivo y de apoyo a la presidenta. En el autodenominado peronismo federal que es el menemismo residual hay síntomas de dispersión en sus raleadas filas. La pizca peronista que aún aloja el cerebro políticamente trashumante de Felipe Solá lo expresó con una precisión notable: “Si esta muerte les resulta dura a los más pobres de la Argentina, los equivocados seremos los de la oposición.” El versátil peronista que ha aportado en su momento al argot político el secreto de su perdurabilidad oportunista: “Hacerse el boludo”, ha emprendido su retirada del parque jurásico federal, posiblemente con el acompañamiento del gobernador Das Neves. Sigue así el camino de dispersión de Carlos Alberto Reutemann cuya mayor aspiración es volver a ser gobernador por Santa Fe. La Coalición Cívica con un descenso notorio en sus posibilidades electorales ha tenido a su Casandra en una de sus habituales ausencias de reposo. Al regreso y en la discusión presupuestaria actuó claramente como la principal afiliada al partido Clarín, a cuyos intereses ofrendó impúdicamente el contrato moral y la pretendida ética republicana. La estrategia del grupo hegemónico se deshilacha. Apostaba  al peronismo federal y a su gran benefactor que es el ex senador que ejerció la presidencia, el Dr. Eduardo Duhalde a quién se le dispersa su tropa.
Sólo cuenta el mandamás de Clarín Héctor Magnetto con las esmirriadas tropas de demolición a cargo de la Dra. Elisa Carrió, cuyo poder de daño es inversamente proporcional a su actual caudal electoral.


En el radicalismo sólo parece sobrevivir la candidatura de Ricardo Alfonsín, la que nació el día de la muerte de su padre, a quien imita hasta en sus gestos, aunque la naturaleza no lo ha dotado de las virtudes de su progenitor. Julio César Cleto Cobos, su oponente interno, el más recordado por la multitud en los insultos del velatorio, parece responder con precisión a la sentencia: “Murió Kirchner, enterraron a Cobos.” La escasa envergadura de los referentes radicales los expone permanentemente a ir a la rastra de Elisa Carrió.
Mauricio Macri sólo tiene futuro presidencial con la pata peronista federal que tiende a disgregarse. Es posible que si ese soporte se vuelve evanescente, vaya por la reelección en la Capital. A Daniel Scioli, al que el menemismo residual lo intenta capturar y el establishment seducir para que rompa con el oficialismo, la muerte de Néstor Kirchner le ha reducido significativamente esa posibilidad. Margarita Stolbizer, una “progresista” asolada por una confusión permanente pide un gobierno de concertación nacional. Francisco de Narváez deambula por el territorio de la nada con sus bolsillos rebosantes de dinero donde nunca encontró el plan de seguridad que sin detalles propuso a la ciudadanía. Verborrágico ante periodistas sin repreguntas, enmudece en el recinto  parlamentario donde su voz es desconocida. Sus posibilidades de ser gobernador bonaerense  dependen en gran medida de que Reutemann decida ir por la presidencia, en una sociedad que podría caratularse como socios del silencio.  
Pino Solanas que ha pasado de calificar al ex presidente muerto como un traidor a considerarlo como “un gran presidente”, duda ante la nueva situación de ser candidato a presidente o jefe de gobierno por la Capital.
Los que no dudaron fueron los sectores económicos y sus voceros mediáticos. Trataron a través de sus referentes y escribas bajar un mensaje circunscripto a los siguientes puntos: 1) La presidenta tiene una nueva posibilidad de reencauzar su gobierno volviendo atrás con el clima de crispación y su sistema de alianzas 2) El secretario de la CGT, Hugo Moyano es una compañía molesta del que debería apartarse. Hay una campaña de demonización del líder de los camioneros 3) Debe buscarse la unidad del peronismo. 4) Si no se respetan estos puntos, es inexorable una presidenta vaciada de poder, una repetición del período isabelino y la paz social peligra
Es fácil desmantelar este sibilino plan, basado en un falso diagnóstico y en propuestas de llevar al kirchnerismo a una etapa termidoreana. No hay que reencauzar sino profundizar los aspectos positivos y preparar el terreno para dejar definitivamente atrás las continuidades que se mantienen de la década del noventa. Esto es como una bicicleta: no se puede dejar de pedalear más que un plazo breve, porque si no lo más probable es que el ciclista se caiga.
 La ruptura que proponen con los trabajadores es para aislar a la presidenta de una de las bases principales de sustentación y rodearla del poder económico. La unidad del peronismo tiene por objeto no su potenciación sino su castración. La suma que se pretende, en realidad resta.
Y la sola mención de comparar a un cuadro político como Cristina Fernández con Isabel Martínez es un insulto a la inteligencia política.
Pasados los días de comprensión que parecen haber concluido, y si como es de esperar Cristina Fernández continúa e intensifica lo hecho en su gobierno hasta ahora, el ataque despiadado se renovará con intensidad creciente.
 En síntesis: la muerte de Néstor Kirchner ha provocado en una primera instancia más efectos desfavorables en la oposición que en el gobierno, ya que lo único que amalgamaba a la oposición era el odio al santacruceño. En el oficialismo, su ausencia  se hará sentir cuando el duelo  haya terminado.
Y a propósito del ex presidente muerto. El boca de urna de la historia, que es el grado de congoja y dolor que su muerte provocó traducido en manifestaciones multitudinarias, le es muy favorable. El juicio histórico puede balancearse entre lo que afirma el escritor uruguayo Eduardo Galeano y el ensayista búlgaro Tzevetan Todorov. Es sabido  que sólo el tiempo dará el juicio histórico definitivo, alejado de la contemporaneidad atravesada de amores y odios intensos. Consultado sobre la desaparición física de Kirchner, Galeano señaló que "según me dijeron en la costa colombiana, un hombre viejo, pobre, pescador negro pudo subir al alto cielo y desde el alto cielo vio la tierra".
"A la vuelta contó y dijo que los humanitos somos un mar de fuegos, hay fuegos grandes, fuegos chicos y fuegos de todos los colores".
"Ningún fuego es igual a otro fuego. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros fuegos arden la vida con tantas ganas que no se pueden mirar sin parpadear y quien se acerca se enciende".
"Néstor Kirchner fue uno de esos fuegos y será difícil apagarlo".
 A su vez Tzvetan Todorov, búlgaro radicado en Francia ha escrito en  “Los abusos de la memoria”: “Los retos de la memoria son demasiado grandes para confiarlos al entusiasmo o a la cólera”
            
14-11- 2010
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