31 diciembre 2009

LOS INTELECTUALES Y EL PODER

En la vida cada uno elige cual es la vereda en la que se ubica. Partiendo que el mostrador tiene dos lados, un intelectual, que por definición maneja ideas, debe optar donde ubicará su accionar y cuál será el destinatario principal de su obra. Rodolfo Walsh, en el texto que escribió para el número 1 del periódico de la CGT de los Argentinos el 1º de Mayo de 1968, definió con precisión meridiana el rol del intelectual. Afirmó: “El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra.”
El poder económico coopta intelectuales. Algunos hacen méritos para ser reclutados. Otros creen que seducirán al poder y terminan siendo funcionales a él. Otros se van deslizando lentamente desde las catacumbas hacia la máquina de prestigio y distribuidor de canonjías.
Marcos Aguinis pasó de frecuentar la izquierda nacional a principios de los setenta, a ser vocero de la derecha latinoamericana. El rabino Sergio Bergman hizo un viaje sin escalas de ser un discípulo no reconocido del rabino Marshall Meyer, connotado defensor de los derechos humanos, de integrar Memoria Activa, a secundar a Juan Carlos Blumberg. Propuso sustituir la enfática afirmación de libertad por triplicado del himno nacional por la de seguridad, coqueteó con Carrió y Macri, para terminar llevando apoyo espiritual y político a lo más concentrado de la Mesa de Enlace. Santiago Kovadloff, el más valioso, es el tercero. Los tres son argentinos de origen judío. La máquina de prestigio del poder, que le dispensa generosos espacios, tiende a inducir a una confusión premeditada. Que los intelectuales argentinos de origen judío tienen como referencia y están representados por Aguinis y Kovadloff y que Bergman es la voz de los rabinos argentinos. Las dos situaciones, premeditadamente confusas, son falsas. De Aguinis y Bergman me he ocupado en otras notas. Ésta se centrará sobre el tercer integrante de esta línea media promocionada

SANTIAGO KOVADLOFF
Kovadloff es licenciado en filosofía, ensayista, poeta y traductor. En 1992 obtuvo como ensayista el premio nacional de literatura. Hombre de buena formación, de un discurso persuasivo y bien vertebrado, dotado de una voz actoral, está lejos del fundamentalismo pedestre de Marcos Aguinis y del envase publicitario del discurso del rabino Sergio Bergman. Ese que parece una mixtura de un manual de educación democrática berreta, mezclado con aforismos tipo José Narovsky, lo que da como resultado un elemental y mediocre remedo de libro de autoayuda. Kovadloff viene del campo gelatinoso del progresismo. A la salida de la dictadura criminal establishment- militar escribió un recordado artículo, titulado “La cultura de las catacumbas”. En su libro “Sentido y riesgo de la vida cotidiana”, de 1998, hace una vívida y certera disección de los medios, de gran actualidad, a once años de haberse publicado. Escribió “ Fundamental es siempre lo que va a ocurrir a cualquier momento y nunca lo que ya ocurrió. De modo que lo conocido de nada vale frente al potencial revelador de lo que está por suceder. Así es como se instaura la dictadura de los llamados medios, el endiosamiento del instante. El espectador es hoy, en la mayoría de los casos, un hombre en quién el interés por la función interpretativa y protagónica en la producción de sentidos ha sido delegada. Ese hombre quiere que le hablen, quiere que le muestren, quiere ver, no quiere discutir. No tiene criterio propio ni le importa tenerlo. Se desvela, en cambio, por ver a quienes, según él, lo tienen y pueden ser ávidamente contemplados desde la inmunidad aparente que brinda el living comedor. Al fin de colmar sus necesidades, el receptor instaura, como digo, una rutina singular. La que asegura su diaria ración de novedades. Sabe todo lo que pasa pero nada le pasa en verdad con todo lo que sabe. Su labor y goce son administrativos. Reemplaza una noticia por otra que nace para alcanzar su apogeo de una hora. No hilvana los hechos en un continuo. No procesa. No relaciona. Simplemente sustituye. Lo que ayer sabía es desplazado por lo que sabe hoy. Su estabilidad proviene del espacio, no del tiempo: su living, su silla, su bebida, sus pantuflas. Con ese arsenal se instala cada noche ante el televisor. El mundo- de eso él está convencido- nunca es el mismo. Él, en cambio, será la constante. Allí está: fiel, impertérrito, invariable……Sus ojos son, como los de Dios, los de aquél ante quién todo sucede. Ha sido convocado como veedor. Todo lo que ocurre se ha recopilado para él. Para que él lo pueda ver. Para que él pueda juzgar y todo ello sin necesidad de involucrarse en los riesgos que muchas veces acarrea lo que pasa. De modo que su condición de testigo ocular indirecto lo ampara y a la vez lo privilegia. He visto, he mirado. Puede decir yo vi como quién dice yo soy…..Su palabra cuenta con el respaldo que dan los hechos vistos con sus propios ojos. Poco importa que cuando se lo escucha no se sepa que piensa……A lo sumo le pedirán su opinión por teléfono para sumarla a otras mil y, al divulgarla, el barrio donde vive importa más que su apellido: será Pablo de Caballito o Marcelo de Parque Chás. Pero, en triste compensación, se sabrá que vio, que él vio, y su condición de televidente bastará para impulsarlo hasta la cima de un imaginario consenso colectivo”
Cuando Kovadloff deja los temas como la vida, la muerte, sus ensayos sobre la intimidad, o el enigma del sufrimiento y baja a los temas políticos se le nubla la vista, se le traspapela el conocimiento que exhibe sobre los temas anteriores y actúa como esos goleadores frustrados a quienes se la achica el arco y se empequeñece considerablemente su valor. O tal vez no sea otra cosa que una política premeditada de coincidir con el poder, que es lo que le permite tener una aceitada maquinaria de promoción para sus libros y su figura.
Columnista frecuente del diario La Nación, a medida que fue adhiriendo a su pensamiento el peso ilevantable de la ideología de la tribuna de doctrina mitrista, su pensamiento político pierde peso, su prosa prolija no puede evitar exteriorizar una larga retahíla de lugares comunes. Es un “progresista” que se arrodilla ante el establishment, pero envolviendo su discurso con permanentes invocaciones a la República y la Ética. Hacerlo desde las páginas del medio que apoyó los golpes de 1930, 1955,1966, 1976, el que impulsó el terrorismo de Estado, abrazó el neoliberalismo, predica el libre comercio y desprecia las funciones de control y regularización del Estado, pero no tiene empacho de asociarse al mismo para ejercer un monopolio desde Papel Prensa, es como ser un moralista en un burdel. Un medio de una coherencia antinacional incuestionable fundado por Bartolomé Mitre, el presidente que aplicó una política criminal contra los caudillos norteños y en alianza con la corona portuguesa y los comerciantes del puerto de Buenos Aires y Montevideo arrasó con el país más desarrollado del siglo XIX que era el Paraguay al cual sometió a un exterminio genocida. Una vez bautizado en las aguas del mitrismo y asumido en vistoso envase propio el contenido ajeno, los pasos siguientes están cantados. Actuar como el intelectual estrella en la Mesa de Enlace, o ser invitado al programa de Mariano Grondona. Ahí asentir con entusiasmo y en un clima de amigos, a los habituales dislates de su conductor como que “todos los gobiernos han fracasado desde 1930”.
Su odio a todo lo que suene a populismo, su devoción por las formas por sobre el contenido está anticipado en una confesión que realiza en el libro citado “… lo multitudinario me abruma, inutiliza mi percepción” ( página 27)
El autoritarismo lo visualiza en Moyano y en D’ Elías pero no en Biolcati, Llambías, Mariano Grondona o De Angeli. Todo lo que tenga cercanía a los trabajadores o a los movimientos sociales, le produce una urticaria de republicanismo. Que piensa que se concretará con todos aquellos representantes del poder económico que han defecado sobre la República tantas veces como se ha intentado cambiar la relación de fuerzas en el país. Por eso es coherente que después que lo vacunaran con fuerte dosis de mitrismo escriba el 20-11-2009 en el diario del general que hasta perdió un desfile: “Son devotos (los Kirchner) del poder. A su servicio lo ponen todo. No buscan sino el protagonismo incesante. Que no se los confunda: son conservadores. ……Vociferan. Acusan. Incendian palabras. Multiplican los gestos amenazantes. Y se consagran a demostrar lo indemostrable: que hay un complot contra ellos. Campesino, mediático, político y financiero. Incluso religioso.” Se puede y se debe criticar al kirchnerismo en sus limitaciones, en sus errores, en sus bolsones de corrupción. Pero al mismo tiempo no se puede ni se debe omitir los avances importantes realizados, medidas fundamentales tomadas cuya implementación junto a las políticas de derechos humanos, produce en los sectores a los que se dirige Kovadloff crispación y odio visceral.
Tanto Heiddeger para confundir a muchos patrones del campo con la categoría de campesinos. A la gente del campo con los rentistas de campos. Llama a las manifestaciones convocadas por Moyano “parodias mussoliniana” Escribe: “Calles y rutas son arterias. Si se las bloquea, el organismo entero se resiente.” No opinaba lo mismo en los cuatro meses de lock-out campestre. Claro, si lo hubiera dicho no hubiera sido el intelectual invitado a los eventos de la Mesa de Enlace. Pero ahí no concluye el tránsito del filósofo por los lugares comunes. El 18-12 2009 escribe: “ Pero, principalmente, y al igual que en los años de plomo, es la vida la que, entre nosotros, ha perdido valor” En este cambalache argumentativo, las muertes perpetradas por los delincuentes y la policía asociada a la delincuencia o a la desestabilización es equiparada al terrorismo de Estado. Un argumento digno de Elisa Carrió, pero por un egresado de Filosofía y Letras.
Puesto en consejero, Santiago Kovadloff clama: “Es posible, por lo demás que, en el transcurso del año venidero la centroizquierda no desoiga el canto de las sirenas que ha empezado a entonar en sus oídos el Frente para la Victoria. Si lo desoyera, daría un paso innovador y fructífero en dirección al fortalecimiento del sistema político. Porque entonces buscaría situar su protagonismo a la izquierda del centro indispensable del sistema, que debe ser aportado a la democracia por la República y no a izquierda de un poder antirrepublicano……Afianzar la república, equivale a afianzar el centro.” Y concluye: “ El Bicentenario encontrará al país embarcado en una disputa sustancial entre el pasado y el porvenir”
Bajemos a los hechos concretos el sentido último de la opinión del Licenciado en Filosofía. Le sugiere a la centro izquierda que no vuelva a cometer “el error” de votar a favor de los proyectos de ley de la estatización de Aerolíneas, de las AFJP, o la de medios Audiovisuales, a las cuales ese sector propuso y fueron aceptadas numerosas modificaciones. En cambio, le sugiere volver a reincidir en “el acierto” de votar en contra de la Resolución 125.
Cuando se toma el trabajo de analizar la política, Kovadloff, parece un rabino Bergman laico, una Mirtha Legrand con formación académica. Entonces conviene recordarle y aplicar a su análisis superficial sus propias palabras en “Sentido y riesgo de la vida cotidiana” (Recitando a Mitre) “…. (no) estará en condiciones de comprender el momento en que vive, ni mucho menos de explicarlo. De lo contrario, bastaría vestir a un orangután en Rhoders para suponer que estamos ante un hombre elegante” ( Página 38).
El libro citado es elogiado por Marcos Aguinis en el suplemento cultural de La Nación del 25-10-1998 (Entre bomberos no se van a pisar la manguera y la fábrica de prestigio, de esta manera, trabaja a doble turno). A su vez en la solapa de “Sentido y riesgo de la vida cotidiana” hay comentarios elogiosos de Ernesto Sábato y Víctor Massuh. Este último, también en su época, columnista de La Nación, Doctor en Filosofía, fue un impulsor del golpe criminal establishment militar del 24 de marzo de 1976. Luego fue embajador ante la Unesco de ese gobierno. En la necrológica publicada por el actual diario de los Saguier, el 18 de noviembre del 2008 puede leerse: "Massuh es el pensador argentino más destacado de las últimas décadas. Fue un hombre que tuvo una capacidad extraordinaria para el pensamiento", aseguró a lanacion.com, el escritor Abel Posse. Según el recientemente renunciado Ministro de Educación de Mauricio Macri y lectura de cabecera del asesino del Campo de Concentración de La Perla Luciano Benjamín Menéndez, Massuh tuvo a lo largo de su carrera un pensamiento que fue más allá del comentario académico, sino que se desarrolló de manera creativa. Ejemplo de esto es el libro “La libertad y la violencia”, donde niega todas las formas extremistas de la política.” Massuh parece un émulo de Kovadloff en sus contradicciones profundas. Si Massuh, según el troglodita Abel Posse, niega todas las formas extremistas de la violencia en un libro de su autoría, pero al mismo tiempo propició un golpe, del que fue funcionario, el más criminal de la historia argentina, Kovadloff encuentra campo propicio para su discurso en los sectores más conservadores y reaccionarios de la sociedad argentina, donde los enunciados democráticos y republicanos, que violaron sistemáticamente, son el estuche que encubre los intereses económicos más descarnados.
El poder económico difícilmente se equivoca cuando selecciona a sus servidores. Mauricio Macri tiene entre sus posibles funcionarios in pectore a Kovadloff y Bergman.

LOS INTELECTUALES Y EL PODER
Recordemos nuevamente la definición de Rodolfo Walsh: “El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra.”
Santiago Kovadloff tiene todo el derecho de optar por ser un intelectual del poder. La crítica que aquí se formula no es en función del campo que ha elegido para defender sus ideas, sino apuntalar las incongruencias de predicar un discurso republicano teniendo como tribuna y compañeros de ruta a lo que representan la antítesis de su discurso. Desde un mayor arsenal intelectual, su pensamiento político discurre por los mismos cauces y argumentaciones del rabino Bergman y que llega a la caricatura fundamentalista en los ensayos de Marcos Aguinis.
Un importante escritor italiano, Cesare Pavese, sostuvo en una ocasión: “Hay momentos en la historia, que los que saben escribir no tienen nada que decir y los que tienen algo que decir no saben escribir.” No se refería, obviamente, a la Argentina. Pero muchos años después, la frase parece destinada a la línea media mediática cooptada por el poder económico.


29-12-2009
Publicado por Hugo Presman.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman. Para publicar citar la fuente

28 diciembre 2009

BIENVENIDO 2010


Durante todo el año, como desde hace nueve, Ud. ha recibido intentos, aproximaciones de comprensión de la realidad nacional e internacional, recuerdos históricos y retratos sociales bajo el título de NOTAS DE ACTUALIDAD. Agradezco como todos los años a aquellos que han tenido la paciencia y el interés de leerlos, a los que debatieron, a los que criticaron y propusieron. Este es un intento modesto de compartir y debatir ideas. Afortunadamente en nuestro país, se han dado en los dos últimos años, debates trascendentales como el de la resolución 125 y la ley de medios audiovisuales entre otros, en los que he participado con la pasíon de los viejos años militantes. Estas notas realizadas desde cierta marginalidad tienen afortunadamente y gracias a la magia de Internet, una enorme llegada, tanto en el ámbito nacional como internacional. Han sido traducidas al francés, al portugués y al italiano. Eso transforma en “acompañado” un trabajo enormemente solitario. El fin de año es una época de balance precedida por la Navidad que es una fiesta de la inclusión. Dejamos atrás la crisis más seria del capitalismo desde el año 1929. Con dolorosos costos y retrocesos, pero en menor proporción de lo que los pronósticos auguraban. Mucho se ha logrado en los últimos años, siendo apenas un piso, nada despreciable, desde donde emprender vuelo en busca de las asignaturas pendientes Es la hora de emprender las batallas contra la pobreza, la exclusión, la desocupación, de mejorar significativamente la distribución de la riqueza. De diseñar un modelo productivo acorde con los doscientos años de existencia. Disfrutar y consolidar los nuevos aires latinoamericanos. La idea de la Unión Latinoamericana, es una premisa revolucionaria que levantaron los libertadores del siglo XIX y que hoy es tan imprescindible como hace 200 años.
En el momento de levantar las copas, los que podemos llenarlas y brindar, sería importante que nos comprometamos a luchar, en las medida de las posibilidades de cada uno, para que algún día, seguramente no cercano pero que tampoco puede ser demasiado lejano, en los brindis, no haya ausentes en la enorme fiesta que puede y debe ser la vida.
Un Cordial Saludo.



Hugo Presman.


15 diciembre 2009

CARAMELOS DEVUELTOS

Ingresemos imaginativamente en el túnel del tiempo. Hoy es miércoles 5 de diciembre de 1951. Juegan la segunda final Racing y Banfield para definir el campeonato. Es en viejo Gasómetro de Avenida La Plata, el estadio de San Lorenzo. La primera final la jugaron en el mismo estadio el sábado 1. Empataron sin convertir goles. Sólo hay un cambio por cada equipo con relación al partido anterior. En Banfield el puntero izquierdo Tolosa reemplaza al titular Huarte y en Racing el insider derecho Cupo es reemplazado por Ameal. El árbitro es el inglés Cross. Estadio repleto. Se recaudan $ 187.877.-, en un día de semana, $8.294.- más que en el primer partido. En Buenos Aires se ponen altavoces en las calles para seguir el partido. Eso no lo sabe entonces el autor de esta nota que tenía esa tarde de diciembre escasos 6 años. Está prendido a la RCA Víctor en forma de capilla, que funciona con una batería de auto. Está en el comedor de su casa, continuación del local donde sus padres despachan el pan. Es Jubileo, un pequeño poblado de unos 400 habitantes, sin médico, farmacia, ni electricidad. Tan careciente es ese pueblo que ni Iglesia tiene. De esa radio que tarda en encenderse hasta que las válvulas se calientan, sale la inconfundible voz de Fioravanti anunciando la formación de los equipos. Racing forma con : Grisetti; Higinio García y García Pérez; Giménez, Rastelli y Gutiérrez; Boyé, Ameal, Bravo, Simes y Sued. Banfield lo hará con: Graneros; Ferretti y Bagnato; Capparelli, Mouriño y D`Ángelo; Converti, Sánchez, Albella, Moreno y Tolosa. El chico de seis años, que está haciendo primer grado libre porque entonces se empezaba el primario con siete, y como cumple años en agosto recién hubiera iniciado la escuela a los 8, está entre ansioso y nervioso. Ha jugado la primera apuesta de su vida a favor de Banfield. El es fanático de River pero se inclina por el más débil que es Banfield. Ha jugado un paquete de caramelos con los obreros de la panadería. No sabía entonces, lo sabrá mucho después, que sus deseos eran coincidentes con los de Evita. Tampoco sabía en ese hogar con prejuicios antiperonistas, que vivía los años felices de la sociedad argentina más igualitaria de su historia. Se enterará muchos años después, cuando tuvo que desprenderse de la matriz ideológica de la educación argentina de raíz sarmientina atravesada por el falaz axioma de civilización y barbarie. Tendrían que pasar muchos años, y desaprender muchas cosas para comprender que aquella elección intuitiva, luego la asumiría conscientemente y se ubicaría políticamente siempre del lado de los que apoyaban a Evita. Esos estigmatizados como la barbarie y que apenas seis años atrás protagonizaron una jornada histórica y remojaron sus cansados pies en las fuentes de Plaza de Mayo. Esos pies que buscaban una justicia que se le escamoteaba.

Pero estas son consideraciones que aquel chico de seis años no se hacía. Había terminado el primer tiempo 0 a 0. Fioravanti anuncia el inicio del segundo y apenas transcurrido un minuto, el puntero derecho de Racing denominado “El atómico” por su potente disparo, que se había iniciado en Boca donde la hinchada popularizó aquello de “yo te daré, te daré niña hermosa, te daré una cosa que empieza con B: Boyé”, remata desde fuera del área. La pelota como un misil se dirige hacia el ángulo derecho del arco de Graneros quien vuela hacia allí donde según un lugar común: “Los arqueros no llegan”. El grito de gol del relator es un cuchillo que se clava en la espalda de aquel pequeño oyente. La historia parece quedar detenida en aquellas dos imágenes. Graneros volando y Fioravanti gritando.


ANÉCDOTAS SOBRE AQUELLA FINAL

Racing era el Club que contaba con el apoyo del Ministro de Hacienda, Ramón Cereijo. Al punto que los adversarios calificaban a Racing como Deportivo Cereijo. Durante su gestión y con su ayuda se construyo el actual estadio de La Academia inaugurado el 3 de septiembre de 1950. Una anécdota apócrifa pero muy ilustrativa, recuerda que estando en Washington el funcionario recibe un télex con la palabra Racing. El secretario que se lo alcanza le pregunta intrigado si entiende que significaba tan misterioso despacho. Cereijo, con actitud sobradora, le contesta: “ Por supuesto. Me quieren decir “Ramón Antonio Cereijo intervenga no ganamos”. Su secretario perplejo le pregunta:¿ “ Que es lo que va a contestar”? Respóndale, le dice Cereijo con tono imperativo, con la palabra Racing al revés: gnicar. ¿ Y eso que quiere decir? Interroga aún más estupefacto su ayudante. “Sencillo, afirma sobrador Don Ramón: “Ganen no importa. Compren al referí”.

En su informada nota publicada en la Revista Todo es Historia el periodista Germán Ferrari escribe: “En 1966, El Gráfico publicó una entrevista al ex defensor de Banfield Luis Ángel Bagnato, para la sección “¿Qué hacen ahora?”, y le preguntaba: “¿Qué clima se vivía en aquellos días?”. El jugador retirado reflexionó: “Una efervescencia imposible de describir. ¿Se imagina lo que estaba en juego, verdad? Así entramos a la cancha de San Lorenzo para el primer partido que terminó empatado cero a cero. Luego se jugó el segundo encuentro, que ganó Racing 1 a 0, con gol de Boyé. Allí terminaron nuestras esperanzas y las de muchos de ver a un cuadro chico campeón. Ahora, a 14 años de distancia, prefiero no entrar en polémicas, pero puedo asegurar que hubo algunos ‘entretelones’. Nos quedó la satisfacción de ser considerados campeones morales” Un año después el consultado fue el ex goleador de Banfield Gustavo Albella: “Honestamente, no merecimos perder. Jugamos como leones, pero nos mataron los nervios... y otras cosas” ….. Evita “no tragaba” el favoritismo que Cereijo tenía con Racing: “decía que era una fuente de impopularidad para el Gobierno, un costo que lo estaba pagando gratuitamente”.

Para ratificar esa postura, Cafiero aportó un dato. El 28 de octubre de 1951, Boca venció como visitante a Racing por 2 a 1, por la 30ma. fecha del torneo. Manuel Ameal convirtió para Racing y José Borello y Délfor Ayué para Boca. Antes del partido, Evita le ofreció a Natalio Pescia, una de las figuras del elenco xeneize, un automóvil para repartir entre todos los jugadores si vencían a su rival. Este hecho también fue mencionado por el protesorero de Boca Juniors en 1951, Jorge Mateu Pagés, aunque con alguna variante. Evita recibió a los jugadores de Boca antes del partido y les dijo: “Si le ganan a Racing vénganme a ver”. El lunes fueron y les dio una orden para un auto a cada uno Horas antes de la primera final, los jugadores de Banfield abandonaron la concentración, que realizaban en el country “Allá en el Sur”, en la localidad bonaerense de Ezeiza, y pasaron por la sede social del club, para luego almorzar en el bar “La Guillermina”, un conocido café de la zona, hoy desaparecido.

“En medio del almuerzo entró a La Guillermina el socio de Banfield Salvador Signorelli, un ‘personaje’ del barrio que era funcionario en el edificio Alas, lugar desde donde se manejaba la prensa del gobierno. Se acercó al escribano y prosecretario del club Jaime Streger y le dijo: ‘¿qué hacés? ¿Cómo te va? Te voy a presentar al señor Raúl Alejandro Apold, secretario de Prensa y Difusión de la Presidencia de la Nación’. (...) Ese mediodía en La Guillermina Apold se sentó en la cabecera de la larga mesa que reunía a jugadores, cuerpo técnico y directivos y dijo ‘vengo por expreso pedido de la señora Eva Perón para brindarle todo el apoyo moral a Banfield y desearle el éxito”…… “Sued( puntero izquierdo de Racing) señaló que durante la época en que Cereijo era ministro a los jugadores de Racing “no nos hacían faltar nada. Usted estornudaba y le limpiaban la nariz”……. Otra de las leyendas creadas en torno a las finales entre Racing y Banfield asegura que el arquero titular del club de Avellaneda, Antonio Rodríguez, no disputó esos partido decisivos por pedido de Eva Perón, para favorecer las posibilidades de la entidad “chica”. Rodríguez, afiliado peronista, se presentaba como candidato a intendente del partido bonaerense de Vicente López en las elecciones del 11 de noviembre.

Según el periodista Pablo A. Ramírez, citado por Ferrari, Rodríguez “adujo estar lesionado y no poder jugar en tales ocasiones. Cereijo le insistió para que lo hiciera, ya que en caso de estar ausente, lo reemplazaría Grisetti, quien precisamente había sido antes arquero de Banfield. Pero Rodríguez insistió con una lesión no comprobada y después que Racing ganó el título, confesó la verdadera razón de su ausencia: no quiso jugar en esos cotejos decisivos porque Eva Perón deseaba fervientemente el triunfo de Banfield, por ser un equipo modesto, y Rodríguez no deseaba estar enfrentado a ese deseo, ya que aspiraba a un cargo político. Poco después Rodríguez fue intendente de Vicente López y se convirtió en el único futbolista que abandonó su profesión para dedicarse a la actividad política”.


LA HISTORIA CONTRAFÁCTICA

Muchas veces soñé en los duros años de derrotas políticas, de proscripciones populares, que Graneros volaba al ángulo y lograba sacar el tiro de Boyé. Y entonces la historia se desarrollaba en forma diferente. No moría Evita al año siguiente, los chicos seguían siendo los únicos privilegiados, no existía el bombardeo a Plaza de Mayo, ni triunfaba la Revolución Libertadora, ni Valle era fusilado y nunca había habido masacrados en los basurales de José León Suárez. No había incorporación al Fondo Monetario Internacional, no los largos inviernos de Alsogaray, ni el golpe de Onganía, ni la Noche de los Bastones Largos, ni el terrorismo de Estado, ni la larga noche neoliberal. Sólo hubiera bastado, en ese sueño febril de resistencia, derrotas y algunos triunfos, que las manos de Graneros llegaran allí, donde la pelota entró.

CINCUENTA Y OCHO AÑOS DESPUÉS

Escribo estas líneas al mediodía del domingo 13 de diciembre. Lejos de Jubileo, de la panadería de mis padres que murieron y de la RCA Víctor a batería. Ni siquiera la camiseta de El Taladro es la tradicional de la banda verde atravesando el pecho. La que me sedujo desde mi amor por otra banda, la roja.

Acompañado en los deseos de triunfo por la mayoría de los jugadores que ya no están de aquel equipo de Banfield de 1951. Esperando recuperar imaginariamente aquellos caramelos pagados en aquella apuesta perdida. La primera de mi vida. Que como la mayoría de las veces, la relación de fuerzas se inclinó del lado de los poderosos. En medio de una recuperación de sueños y de realidades concretas en los nuevos aires políticos latinoamericanos. El partido será televisado, como también lo fue aquel del 5-12-1951, pero entonces había unos pocos televisores en Buenos Aires. Hoy la audiencia será notable. No me privaré del relato de Víctor Hugo en lugar del Fioravanti de entonces. El amor a la radio sigue tan presente como hace cincuenta y ocho años. Ya escucho el ruido de las tribunas cuando la voz del Estadio anuncie que hoy Banfield forma con: Lucchetti; Barraza, Méndez, López y Bustamante; Quinteros, Battion, Erviti y James Rodríguez; Fernández y Silva.

Me parece ver, en mi febril imaginación que en la popular está gritando el ídolo de los últimos años, el garrafa Sánchez, muerto en un insólito accidente. Y veo como muchos ahuyentan los malos recuerdos de los descensos a la B, o cuando el mismo Racing, hoy pobre y deshilachado, en este campeonato le quitó el invicto a Banfield, en los partidos postreros del campeonato, como un signo recurrente en cuanto a presagios negativos. Esta tarde el competidor que puede hacer lo de Racing hace 58 años es Newells. Pero no lo puede perpetrar por su cuenta sino a través de la mano que le de Boca. Hoy cuando comienzo el partido yo buscaré encontrar, desde ya infructuosamente, a aquel chico pegado a la radio un caluroso miércoles de diciembre de 1951.


CARAMELOS DEVUELTOS AMARGOS

Banfield es campeón. Me han devuelto simbólicamente aquellos caramelos perdidos del año anterior a la muerte de Evita. A la alegría de los hinchas del campeón la acompaño pero muy austeramente. Ganó el campeonato perdiendo con Boca y salvándose porque San Lorenzo hizo lo mismo con Newells. A los dos equipos les agarró el miedo escénico de aquellos no acostumbrados a caminar por las cumbres. La visión bilardista del fútbol y de la política me es ajena. Por eso esos caramelos que esperé durante 58 años no tienen todo el sabor dulce que esperaba. Y me parece advertir en la popular celestial que Albella, Sánchez Lage, el garrafa Sánchez, están dando una vuelta olímpica con lágrimas en los ojos, mientras Evita alienta desde la tribuna. Acá en la cancha de Boca se abrazan Silva, Méndez, Erviti, Lucchetti y el resto del plantel. Y entonces, dejo de lado los pruritos y le grito: ¡ Felicitaciones campeones!


Por hugo Presman.

13-12-2009


TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS . Hugo Presman. Para publicar citar la fuente


11 diciembre 2009

ACERCA DEL PODER

El poder económico es siempre brutal. Capaz de perpetrar las peores atrocidades. Justificada con consignas o proclamas enaltecedoras. Y consigue ocultar su barbarie con las vestimentas coloridas de la civilización. Está siempre pero parece que no se ve. Por acostumbramiento o porque la lógica del poder es penetrar en las conciencias y actuar desde ahí. Cuando el oprimido incorpora como propio el discurso del opresor, la colonización pedagógica se ha completado. A su vez, cuando algunos o muchos despiertan, el poder les hace sentir su presencia. “El poder es impunidad” afirmaba con claridad e impudicia el empresario Alfredo Yabrán. La misma impunidad que demostraron los comerciantes del puerto de Buenos Aires junto a sus colegas de Montevideo y la monarquía portuguesa asentada en el Brasil perpetrando el genocidio paraguayo y la destrucción de ese país con su Estado ( proteccionista) más desarrollado del siglo XIX. El exterminio del indio como consolidación de los ganaderos con nuevas tierras apropiadas, en tren de convertirse en oligarquía. Los asesinatos de la Semana Trágica, los fusilamientos de la Patagonia, entre muchos otros. Para desmontar el modelo de sustitución de importaciones, había que terminar con su expresión política el peronismo, con la industria que se apropiaba de parte de las divisas que generaba el sector agropecuario y sobre todo por llevar en su vientre el mal a extirpar: la clase obrera, los sindicatos y los delegados gremiales que tenían y tienen muchas veces el atrevimiento de poner límites al derecho de propiedad en las fábricas. No se vaciló en bombardear Plaza de Mayo, y ya triunfante fusilar clandestinamente en José León Suarez e ilegalmente en la Penitenciaría de Las Heras. El fusilamiento de general Valle en 1956 parece una remake de la de Dorrego en 1828, ejecutada por Lavalle pero inspirada y alentada por la Pandilla del Barranco porteña con su figura funesta: Bernardino Rivadavia. Escribió Jorge Abelardo Ramos: “En la época colonial existía un grupo de hacendados y comerciantes llamados por los mismos europeos, la pandilla del barranco. Estos señores, entre quienes había un Martínez de Hoz, antepasado del célebre Joe, se intercambiaban señales desde las alturas del Parque Lezama, con los buques ingleses. El objeto era eludir el control de la Aduana.” Y la concepción de cómo el poder escribe la historia está claramente expresada en Salvador María del Carril, uno de los que instigó a Lavalle a perpetrar el crimen, y que años más tarde presidió la Suprema Corte de Justicia. Le escribió unos días después del fusilamiento del general Lavalle, llamado una espada sin cabeza: “Fragüe el acta de un consejo de guerra para disimular el fusilamiento de Dorrego porque si es necesario envolver la impostura con los pasaportes de la verdad, se embrolla; y si es necesario mentir a la posteridad, se miente y se engaña a los vivos y a los muertos”

En otras circunstancias históricas, no dudarían con el golpe de 1966 y más tarde el de 1976, acudir desde los fusilamientos en Trelew al terrorismo de Estado. Es una cronología conocida pero su aprehensión es meramente enunciativa y banal sino se interioriza que el poder no reconoce límites en la protección de sus intereses. Y sin embargo posa de civilizado al punto que si se le pregunta a un ciudadano de clase media devenido en vecino donde está la violencia o la inseguridad, afirmará que en los piqueteros, los sindicalistas, los cabecitas negras, los negros, los peruanos, los paraguayos, los villeros, los delincuentes, etc.

Las anécdotas no explican los procesos históricos, pero a veces lo ilustran. Son como el chimichurri, que le dan sabor al asado. Rescato dos para entender cómo funciona el Poder Económico en la Argentina y la cortedad de sus miras. “El 25 de septiembre de 1955 - recuerda Miguel Gazzera-el General Lonardi concedió una audiencia a lo que quedaba de la conducción de la CGT. Los compañeros estaban en la antesala cuando por el despacho paso un marino. Se detuvo, les preguntó quienes eran y qué esperaban. Respondida la pregunta, los miró detenidamente y les hizo explotar esta sentencia: “Sepan ustedes que la revolución libertadora se hizo para que en este país el hijo del barrendero, muera barrendero. Era el Contraalmirante Arturo Rial” “Peronismo, autocrítica y perspectiva de Miguel Gazzera, Pagina 64, citado por Norberto Galasso “Cooke: de Perón al Che. Una biografía política” Página 51

La otra, que expresa la continuidad del real poder en la Argentina.

“- ¿Las cenas son siempre iguales? – preguntó una vez Zulema Yoma al personal de la residencia de Olivos-

-Cambia el menú. Cambian los presidentes. Lo que nunca cambian son los invitados- fue la respuesta Horacio Verbitsky Página12 1-11-2009

A su vez, la burguesía industrial, que en los ensayos se la denomina como burguesía nacional, fruto de su origen- no de un desarrollo autónomo, sino como consecuencias de las crisis del capitalismo- se caracteriza por su endeblez, por ser tributaria de políticas estatales para su mantenimiento o consolidación al tiempo que es contradictoriamente antiestatal, alienada ideológicamente a los sectores agropecuarios, está definida con precisión por uno de sus representantes, el petrolero Carlos Bulgheroni: “Los empresarios somos cortesanos del poder”. En su conjunto le dan la razón al ensayista Alejandro Horowicz que afirma: La Argentina tiene clase dominante pero no clase dirigente”

Una clase dominante sin proyectos incluyentes y capaces de recurrir a la violencia extrema para mantener sus posiciones o acrecentarlas.

LOS MEDIOS Y LAS CENTRALES EMPRESARIAS MEDIÁTICAS

En la reciente reunión de la SIP ( Sociedad Interamericana de Prensa) una agrupación que representa a los propietarios de medios de prensa de nuestro continente, expusieron diferentes periodistas que gustan de posar de “independientes”. Durante sus exposiciones no manifestaron ninguna discrepancia con los empleadores. En la SIP, parece haberse decretado, el fin de la lucha de clases. A nadie pareció llamar la atención de este hecho anómalo. Identidad total de intereses y de miras entre Héctor D`Amico y sus empleadores de La Nación, entre Ricardo Kirschbaum y los propietarios de Clarín, entre Magdalena Ruiz Guiñazú y María O`Donnell con el Grupo Prisa, para mencionar sólo algunos casos. Imaginemos por un segundo, un Congreso de Centrales Sindicales en donde se invitara como oradores a los principales empresarios de la Argentina como Cristiano Ratazzi, Gustavo Grobocopatel, Hugo Biolcati, Luis Pagani, entre otros, que coincidieran absoluta y totalmente con el escenario y proposiciones de los trabajadores. Sería un hecho que merecería columnas de opinión que variarían entre la sorpresa y el escándalo.

Justamente, los medios y periodistas que más se envuelven con las banderas de la libertad y la independencia, en su ámbito suelen negar al extremo lo que invocan. Instigador de todos los golpes de Estado, a favor de la libre competencia pero usufructuaria del monopolio de Papel Prensa, el diario La Nación nació como guardaespaldas de Bartolomé Mitre después de comandar, como presidente argentino, los ejércitos de la Triple Alianza. Un liberal, como Roberto Cox, director del Buenos Aires Herald en los años de plomo formuló estas declaraciones a Página 12 el 16-11-2009, después de ser nombrado “ciudadano ilustre de la ciudad: “Yo veo bien a la Argentina. Por supuesto, con problemas. Se parece a Italia. Son países jóvenes, con historia, pero con tantas cosas buenas, tanta inteligencia, una mezcla magnífica de muchas nacionalidades. Me cuesta entender por qué los argentinos –y diría centralmente los porteños– tienen una visión tan negativa. No parecen siquiera advertir la hermosura de los jacarandás, de los quioscos, de la calle. Un amigo mío, que fue un importantísimo técnico financiero en Wall Street, me dijo: ‘Bob, Buenos Aires es un hotel cinco estrellas, con todos los pasajeros quejándose por el servicio de habitación’.” “Por supuesto que hay un problema entre el Gobierno y la prensa. Y los dos lados tienen responsabilidad. Cuando empezó el gobierno de Néstor Kirchner, yo veía en La Nación críticas ridículas. Por ejemplo, hablaban de los trajes de Kirchner. Era increíble. Por el otro lado, es cierto que a él no le gusta hablar con el periodismo, no hace conferencias de prensa. Es un grave error. El periodismo tiene algo de representante de la gente. Ahora, si uno lee La Nación se lleva la imagen de un país que no veo para nada. La Nación cree en la censura y en la autocensura, al punto que una alumna de la carrera de periodismo de ese diario me dijo que Claudio Escribano, quien fuera director de La Nación, hizo un elogio de la censura. Dijo que se necesita. Desde ya, yo necesito leer Página/12, porque La Nación describe un país y una ciudad que yo no puedo ver ni reconocer. Y en eso, La Nación actúa como bajo la dictadura. En aquel momento, ignoraba lo que pasaba y ahora también.

Mariano Grondona, columnista del mismo diario, con una trayectoria vinculada inveteradamente al poder económico, se desprendió de su colaborador, el periodista Luis Novaresio, por discrepar en un comentario sobre la ley de ADN. En sus columnas, las palabras república, libertad, independencia, repetidas hasta la saturación, constituyen un collar de perlas falsas.

ACERCA DEL PODER

“El poder es impunidad”. El poder económico. No duda en falsificar la historia. Instrumentar el presente. Envolver las peores causas, los intereses más mezquinos, bajo grandes banderas. Bajar un discurso discriminatorio. Encarnar la civilización, bajo lo cual se esconde la barbarie más profunda. Desarrollar actualmente un modelo de agronegocios con un futuro de desertización de la tierra y con la minería como estafa y contaminación del agua potable. El mercado es Dios y los bancos el templo de esta religión. Los poderes menores- como la burguesía nacional- son cortesanos de los gobiernos. Estos, en muchos casos son súbditos del poder económico real. Cuando no le responden totalmente, cuando existen intereses contradictorios, sin siquiera ser revolucionarios, pero demasiados reformistas para intereses cebados en el control absoluto, empieza a ver malestar, crispación, actitudes destituyentes, cacerolazos de clase media, lockout, golpes de mercado, medios ferozmente opositores y opositores irracionales. Antes era más sencillo. Se golpeaba la puerta de los cuarteles y los uniformados, en la mayoría de los casos, restituían totalmente el poder del poder. Para tener calor popular, suelen instrumentar la identificación con el poder de gruesas franjas de los sectores medios, deseosos de ascender en la escala social y temerosa de precipitarse en esos abismos insondables de los sectores populares. Hoy cuentan como siempre con esos sectores, con la despolitización que atraviesa a la sociedad fruto también de asimilar política con entrega, y con los medios como ejércitos de ocupación y colonización ideológica. Juan Bautista Alberdi, el más notable analista de la segunda mitad del siglo XIX, lo sintetizaba así: “Entre el pasado y el presente hay una filiación tan estrecha que juzgar el pasado no es otra cosa que ocuparse del presente. Si así no fuere, la historia no tendría interés ni objeto. Falsificad el sentido de la historia y pervertís por el hecho toda la política. La falsa historia es origen de la falsa política”


7-12-09

Publicado por Hugo Presman.


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